jueves, abril 30, 2015

"Carta pública de Lorenzo Mendoza al Presidente Nicolás Maduro"

 
 
Mendoza a Maduro: "Nosotros somos parte de la solución" 
 
"En una carta pública al presidente Nicolás Maduro, el presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, recordó que desde su empresa se plantearon "12 propuestas en materia económica, que a nuestro juicio debían ser atendidas con prioridad" y que "siempre hemos estado abiertos al diálogo y dispuestos a tener una comunicación fluida, sincera y respetuosa"
 
EL UNIVERSAL

Caracas.- El presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, publicó una carta dirigida al presidente de la República, Nicolás Maduro, donde detalló que "a todos nos interesa lo mismo: que el país salga adelante" y que es a través de la integración de esfuerzos entre Estado y empresa privada que se superará el desabastecimiento.

"Todo esto demuestra que somos parte de la solución y nuestro compromiso es contribuir por todos los medios que nos sea posible a que cada venezolano disponga de los productos que requiere, de manera oportuna y asequible", señala en otro extracto del comunicado.

En la carta también se señaló que Empresas Polar genera el día de hoy más de 30 mil empleos, mientras que durante este año amplió la capacidad de producción de Harina P.A.N. en 43 millones de kilos mensuales, en nuestra planta de Chivacoa, y la de margarinas en 2,5 millones de kilos mensuales, en nuestra planta de Valencia.

Precisó que solo en 2014, las inversiones en Venezuela alcanzaron la cifra de 7.200 millones de bolívares; los productos Polar se distribuyen directamente a más de 189 mil clientes en toda Venezuela y a más de 140 sucursales en todo el territorio.

Mendoza recordó que desde su empresa se plantearon "12 propuestas en materia económica, que a nuestro juicio debían ser atendidas con prioridad" y que "siempre hemos estado abiertos al diálogo y dispuestos a mantener una comunicación fluida, sincera y respetuosa".

A continuación la carta completa: 

"Caracas, 30 de abril de 2015

CARTA PÚBLICA
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
NICOLÁS MADURO

Señor Presidente, me dirijo a usted por esta vía motivado por la necesidad de hacer de su conocimiento nuestra disposición a compartir puntos de vista sobre las condiciones que en la actualidad afectan el abastecimiento de las categorías de alimentos y bebidas donde participamos en nuestro país, lo que a su vez impacta directamente en la calidad de vida de todos los venezolanos.

Empresas Polar es una corporación venezolana que tiene casi 75 años reinvirtiendo permanentemente en el país, debido a la confianza que sus accionistas han tenido a lo largo de cuatro generaciones. Comenzamos en 1941, en Antímano con 50 trabajadores y desde entonces hemos invertido cada año, generando hoy 30.000 puestos de trabajo productivos y bienestar para todos los venezolanos. Esto lo hemos logrado gracias a la inversión y el trabajo honesto y decidido de cada uno de los que formamos parte de esta organización, ofreciendo productos de excelente calidad que se han ganado la preferencia y la confianza de los venezolanos.

Retribuimos esa confianza en cada localidad donde se encuentran nuestras instalaciones, mediante la generación de empleo digno con excelentes beneficios y el pago de impuestos. Además, desde que nacimos, quedó establecido en nuestros estatutos que brindaríamos apoyo a las comunidades a través de múltiples iniciativas orientadas a promover su crecimiento integral en áreas tan vitales como Salud, Educación, Desarrollo Comunitario y Deporte, entre otras, lo que resultaba inédito en esa época y que hemos cumplido a cabalidad todos estos años, siendo reconocido por los venezolanos.

Uno de los aspectos clave de nuestro modelo de funcionamiento es, además de contar con plantas productoras que tengan el mejor equipo humano y la tecnología más avanzada, disponer de diferentes sistemas comerciales que distribuyen nuestros productos directamente a más de 189 mil clientes en toda Venezuela.

Este es un gran esfuerzo que realizamos desde nuestros inicios y que hoy lo hace posible nuestra gente en 140 agencias y sucursales. Es un logro que nos enorgullece porque así atendemos desde grandes clientes hasta pequeñas bodegas y abastos, tanto en ciudades como en pequeños pueblos y caseríos. Este es un trabajo hecho por venezolanos para venezolanos, soportado en tres pilares fundamentales de nuestra filosofía empresarial: inversión, trabajo y compromiso con Venezuela.

Todo esto demuestra que somos parte de la solución y nuestro compromiso es contribuir por todos los medios que nos sea posible a que cada venezolano disponga de los productos que requiere, de manera oportuna y asequible. Esa es nuestra razón de ser como empresarios: invertir, generar empleo, producir, distribuir, establecer relaciones ganar-ganar y generar bienestar para todos los involucrados en la cadena de valor.
Creemos en la importancia de estimular la producción nacional, de darle valor a lo "Hecho en Venezuela" y por eso la gran mayoría de nuestros recursos se invierten en el país. Solo en 2014, las inversiones en Venezuela alcanzaron la cifra de 7.200 millones de bolívares.

Es así como en los últimos dos años hemos puesto en marcha varias plantas, como las de yogurt pasteurizado, hojuelas de maíz, mezcla para cachapas, té en polvo y gelatina, generando nuevos puestos de trabajo. Además, ampliamos la capacidad de producción de Harina P.A.N. en 43 millones de kilos mensuales, en nuestra planta de Chivacoa, y la de margarinas en 2,5 millones de kilos mensuales, en nuestra planta de Valencia.

Señor Presidente, la última vez que tuvimos la oportunidad de reunirnos para conversar fue hace dos años y luego, en 2014, recibí su invitación para participar en la Conferencia de Paz. Allí estuve presente para ofrecer mi contribución en lo que respecta a la necesidad de unir esfuerzos entre sector público y privado, así como plantear 12 propuestas en materia económica, que a nuestro juicio debían ser atendidas con prioridad.

Creemos firmemente que la mejor manera de ofrecerle soluciones a la población, en materia de abastecimiento, es mediante la integración de esfuerzos entre Estado y empresa privada.

Todos somos venezolanos y a todos nos interesa lo mismo: que el país salga adelante y que su gente prospere. Lo mejor que nos puede suceder a los venezolanos es que nos vaya bien a todos y la única forma de lograrlo es trabajando juntos por nuestro país."
 
Fuente:http://www.eluniversal.com/economia/150430/mendoza-a-maduro-nosotros-somos-parte-de-la-solucion

jueves, abril 23, 2015

"El espejismo de la arrechera del pueblo"




 "...Arruinar a Venezuela es una parte integral de la estrategia de control social del chavismo..."

"...un liderazgo político creíble, lo que puede presentarle un reto realista al autoritarismo chavista..."

 

POR:VLADIMIRO MUJICA.

Es frecuente encontrarse en círculos de venezolanos, especialmente entre los que viven en el extranjero, en el medio de una discusión repetitiva y frustrante sobre la evolución del drama de nuestro país. Según el argumento que se repite interminablemente, es la rabia de la gente, el pueblo arrecho reclamando sus derechos, para ponerlo es términos de eslogan de marcha callejera, lo que terminará por desalojar a la oligarquía chavista del poder.

El mismo discurso se presenta en múltiples versiones: “las cosas en Venezuela están insoportables”, “la gente no aguanta más”, “esto estallará en cualquier momento porque la gente está harta”, etc, etc. De seguidas se enumeran todas los padecimientos que han ido tornando en cada más intolerable la existencia en nuestro país, todo ello para concluir en que el gobierno no se da cuenta del inmenso daño que hace. A veces, no siempre, el discurso termina por preguntarse sobre si ya no quedan militares honestos que acompañen al pueblo en sus padecimientos.

Creer que el gobierno no se da cuenta de que sus acciones traen miseria al país es un acto de suprema ingenuidad. Arruinar a Venezuela es una parte integral de la estrategia de control social del chavismo. Un afirmación que es difícil de tragar y que probablemente debe ser matizada con incluir la consideración de que parte del desastre del desgobierno se debe al caos y la incompetencia.

En otra dirección, pensar de la rabia popular como generadora de una salida a la tragedia venezolana es un peligroso espejismo, sobre todo porque se desperdician las energías físicas y espirituales de la gente que se opone al disparatado régimen chavista. Si algo ha probado la historia reciente del mundo es que la caída de los regímenes totalitarios y autoritarios solamente se produce cuando se conjuga el descontento popular con la dirección y el liderazgo que son capaces de orientarlo y llevarlo de su condición primitiva de arrechera a la mucho más sofisticada de movimiento político. Ejemplos de ellos son la caída de Milosevic en Serbia, del gobierno comunista en Polonia, del apartheid en Sudáfrica y del régimen colonialista en la India. Por otro lado, la misma historia enseña de manera inequívoca que cuando se producen alzamientos y levantamientos populares caóticos, sin dirección política, el resultado puede ser aún más nefasto que la condición inicial que originó el descontento porque a los desastres del desgobierno termina por añadirse la pérdida en vidas humanas.
 
La transmutación del descontento popular en acción política eficaz es un problema increíblemente complejo. Sobre todo cuando para hacerlo hay que actuar bajo severas restricciones y amenazas a la libertad y la seguridad individuales, en condiciones de secuestro de las instituciones públicas, especialmente los tribunales, y de imposición de una hegemonía total en los medios de comunicación; todas éstas características muy evidentes del caso venezolano. A todas estas dificultades hay que añadirle la miopía de un sector de la dirigencia opositora que actúa como si lo que estuviera en juego fuera el liderazgo de la oposición y no una batalla épica contra el autoritarismo y en defensa de la democracia y la libertad contra un adversario que viola reiteradamente la constitución y que no vacila en recurrir a la violencia y la represión.

Desafortunadamente parece que no terminamos de aprender que hay muy pocas alternativas a la construcción seria y disciplinada de alternativas políticas. Así como mucha gente votó por Chávez en las elecciones que lo llevaron a la presidencia con el argumento de que “no se podía estar peor”, esa misma gente, profundamente arrepentida de su decisión de hace 15 años, hoy comete el mismo error de percepción al poner sus esperanzas en una especie de milagrosa rabia popular, como antes la puso en el vendedor de ilusiones que era el comandante. La verdad del asunto sobre la tormenta perfecta del descontento que supuestamente se está gestando en Venezuela es mucho más sobria. La gente se adapta de modos sinuosos y discretos a la penuria y le teme más a la violencia y el caos que a las colas y las privaciones. Eso lo sabe la oligarquía chavista como antes lo supo la oligarquía castrista en Cuba. La receta es la misma: transformar la existencia en supervivencia para doblegar y castrar la voluntad de protesta. Las respuestas de la gente para sobrevivir son muchas: el bachaqueo, el rebusque o el jineteo. Los resultados finales son similares a pesar de que las condiciones específicas son muy distintas. Todo ello sin olvidar que hay una parte nada despreciable del pueblo que no ve ninguna necesidad para cambiar porque se sienten empoderados por el caos y la anarquía que el chavismo ha instalado en el país.
 
A pesar de todas las críticas necesarias e importantes que se puedan hacer al liderazgo opositor no hay reemplazo a la tarea de construcción de una alternativa política, y su materialización en logros electorales, que adelantan tanto la MUD como los restantes factores que convergen en la oposición democrática. Ese esfuerzo se debe nutrir del descontento popular, pero la arrechera de la gente por si sola no conduce a ninguna parte. Excepto probablemente a un estallido caótico de consecuencias impredecibles. Es la simbiosis entre la frustración y la rabia de quienes ven su presente cada vez más miserable y su futuro cada vez más incierto, y un liderazgo político creíble, lo que puede presentarle un reto realista al autoritarismo chavista. En esa dirección, con todos sus altibajos, es imperativo continuar trabajando.

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Fuente: http://www.noticierodigital.com/2015/04/el-espejismo-de-la-arrechera-del-pueblo/

domingo, abril 19, 2015

"La herencia maldita"("...hablar de un Gobierno de Maduro es hablar de una herencia envenenada...")



POR:THAYS PEÑALVER.

En pocos años, Venezuela recibió el equivalente al PIB español en divisas pero en vez de invertir y ahorrar, las dilapidó salvajemente. A la muerte de Chávez, todo se regalaba en Venezuela, porque cada año había una «fiesta electoral» y lo que más se daba era nada menos que dólares y euros. Se subvencionaban hasta los coches de lujo, que pronto comenzaron a circular masivamente en las desvencijadas calles y así, el parque móvil se duplicó en pocos años y con éstos, las necesidades de repuestos. Era el chavismo saudita: los viajeros, que apenas alcanzaban los 400.000 en 1998, llegaron a los 2,4 millones que viajaban gratis gracias al mercado negro.

Detrás de semejante irresponsabilidad -escondidos tras los balancines de petróleo-, estaban los pobres, quienes estadísticamente habían dejado de serlo porque el transitorio precio del barril los había llevado a ser insosteniblemente de clase media; y la ingenuidad mundial felicitó a Chávez por sus logros contra la pobreza. La importación de alimentos pasó del 35% de los gramos que consumía cada venezolano a 67% y entonces la FAO felicitó a Chávez por su lucha contra el hambre. Entretanto, la nómina burocrática del gobierno pasó de uno a tres millones de empleados y de nuevo el mundo vio con buenos ojos los logros en pro del empleo, mientras éste, se exhibía con supermodelos en las alfombras rojas del festival de Cannes.
Por eso, hablar de un Gobierno de Maduro es hablar de una herencia envenenada. Nos recuerda esas herencias que es mejor no aceptar o en todo caso hacerlo a «beneficio de inventario». Maduro heredó una economía improductiva, una deuda impagable y, por si fuera poco, al chavismo, que lo odia casi con el mismo encono que la oposición. Pero no hay que descuidar las irresponsabilidades propias. En un país que en dos años tuvo crecimiento cero y con una inflación anual del 56%, Maduro optó por incrementar el dinero inorgánico para satisfacer aumentos salariales al mejor estilo de Zimbabue. «Si tenemos inflación del 56% [...] aumentaremos el 59% [...] por encima de la inflación criminal», gritaba Maduro. La liquidez pasó de 25.000 bolívares por habitante a 38.000 en meses y, en medio de semejante locura, el barril de petróleo, que cotizaba a 107 dólares, bajó a 40.

A partir de allí, con un crecimiento de -9,4% en los siguientes dos años (2014-15) Venezuela lo está restringiendo todo y de 865 gramos importados de comida, sólo llegaron 500 a los anaqueles en 2014. Pero Maduro continuó con el frenesí de imprimir dinero a tal nivel que lo volvió a duplicar. Lógicamente el abc de la economía sugiere que si usted sólo produce un pollo y duplica los billetes en la calle o el pollo desaparece por la escasez o cuesta el doble. Pero Maduro aumentó de 25.000 bolívares por cada venezolano, a nada menos que 70.000 y, para colmo de males, sólo hay tres cuartos del pollo regulado. De esta forma, aparecieron la escasez, las gigantescas colas y la distorsión es tal, que en los supermercados es usual ver que se solicitan decenas de trabajadores, porque éstos renunciaron para hacer las colas generadas por el monumental mercado negro.

Ahora bien, el mayor drama de todos fue la pobreza que, oculta bajo los petrodólares, volvió a aparecer con la misma fuerza que 1998. A la muerte de Chávez, Venezuela necesitaba con urgencia a un Den Xiaoping y, ante el fin de la fiesta de las materias primas, aún con mas urgencia a un Hu Jintao. Pero la formación de marxista decimonónico y la obsesión de Maduro por culminar el proyecto de Allende o Castro en pleno siglo XXI, está llevando al país a una bancarrota nunca antes vista. Venezuela, que se había sostenido por la inmensa popularidad de Chávez junto una petrochequera prácticamente ilimitada, está gobernada hoy por un personaje sumamente impopular y sin recursos, de allí que la continuidad del proceso dependa únicamente de la violencia, que no es otra cosa que la herencia maldita de todas las revoluciones socialistas en el tercer mundo y en especial, la de Hugo Chávez.

Thays Peñalver es columnista del diario 'El Nacional'

Fuente:http://www.elmundo.es/internacional/2015/04/19/553282c0ca4741cd788b457f.html?cid=SMBOSO25301&s_kw=twitter

"Panamá y la muerte del “Socialismo del Siglo XXI”


POR:MANUEL MALAVER.

Aunque el “Socialismo del Siglo XXI” fue una etiqueta exclusivamente asumida por Chávez y sus países clientes más cercanos como Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, hay que admitir que otros socios también la compartieron, si bien no de manera tan manifiesta y entusiasta, sí como engañifa para participar en el festín de los petrodólares venezolanos, y hablamos de Brasil, Argentina y Uruguay.

Se desconoce el origen de las palabrejas que quisieron lucir como el “marxismo eterno” (nunca muerto, siempre renovado), pero en los tiempos de su mayor gloria, cuando el ciclo alcista de los precios del crudo los situó a más de 100 dólares el barril y Chávez regía como el “Rey del Petróleo”, hubo un “filósofo” chileno que se lo atribuyó y, a partir de allí, argentinos, brasileños, mexicanos, españoles, franceses, y hasta un húngaro, compitieron porque se les reconocieran los derechos de autor.

Ignacio Ramonet, Gianni Vátimo, Ernesto Laclau, Marta Harneker, István Mészáros y Antonio Negri creo que anduvieron por ahí, alegando su creencia inquebrantable en una resurrección del difunto del Muro de Berlín y del colapso del Imperio Soviético, como prueba de que, por lo menos por el lado de la fe, no habían dejado de esperar el regreso de los viejos dioses.

Hay que rendirse a los hechos, sin embargo, y aceptar de una vez que fue el sociólogo mexicano de origen alemán, Heinz Dieterich y el propio teniente coronel, Hugo Chávez, quienes pusieron las piedras y el edificio para el auge de la marca, trazarle un target y un marketing y jugárselas porque un mercado ideológico escéptico después del naufragio del Titanic revolucionario, la comprara e hiciera “suya”.

En la Introducción a una suerte de “Manifiesto” de la nueva Era, escuela o corriente, “Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI” (Editorial Instituto de Publicaciones de la Alcaldía de Caracas. Caracas. 2005) Dieterich cuenta que empezó a interesarse en el tema en 1996 a raíz del colapso de la Unión Soviética y el socialismo, y en cuanto a Chávez, más de una vez confesó que “su” socialismo no sería el soviético, el chino y ni siquiera el cubano, sino uno cuya receta no sabía y ya tenía cincelada “otro alemán”.

Como la publicación siguió a una declaración solemne de Chávez en el “V Foro Mundial de Sao Paulo” del 30 de enero del 2005, en el sentido de que se dejaba de atajos, de que no le daba más largas al asunto y asumía el socialismo marxista, hay que presumir que los dos profetas, el armado y el desarmado, el discípulo y el maestro, la espada y la pluma venían trabajando a due mani desde hacía tiempo en el Evangelio de la neo revolución.

¿Pero qué dice o cuenta el “Manifiesto”, cuáles sus propuestas, descubrimientos y novedades y en qué se fundamenta para establecer que venía otra epifanía, otro Armagedón y otra Jerusalén?

En realidad -y para decirlo en breve- se trata de un engrudo, que recoge materiales de otros engrudos, de parches que ya habían escrito Mészáros, Hardt, Negri, Laclau, Deleuze (y, en general, los postmodernistas), y procede a criticar el “Viejo Testamento” marxista, a promover su restauración y afincarse en una suerte de democracia social, que, desde luego, deja todas las escapatorias posibles a quienes quieran usar el “paraíso perdido”, para construir otro “recobrado”.

La equivocación de los teóricos, sin embargo –y como siempre sucede- no estaba en la teoría, sino en la práctica, que no les permitió ver que Chávez no era otra cosa que un dictador latinoamericano de la vieja escuela, un militar con una fe ciega en la combinación de los cuarteles y la calle, de las charreteras y la masa, de los desfiles y las concentraciones populares.

Dictador latinoamericano y tropical, por añadidura, que quiere decir farouche, petulante, embustero, pintoresco, folklorizante, violento y amante de todo cuanto pudiera contribuir, a través de los abalorios verbales, a ser amado por los masas y temido por aquellos a quienes juzgaba sus enemigos, porque venían a estropearle el show.

Pero, sobre todo, vanidoso, una frustrada estrella del béisbol de Grandes Ligas, que se reencontró descubriéndose “bueno” para la televisión y la radio y usando los medios audiovisuales para las peroratas más largas, tediosas e insustanciales de que tenga memoria la historia de la comunicación.

Digamos que en esas batallas sufrió una primera derrota, o muerte prematura, el “Socialismo del Siglo XXI”, pisoteado, maltratado y humillado por este caudillo que pronto se olvidó de sus ofertas de “democracia participativa, protagónica y directa” y se trazó el rol imposible de restaurar el estalinismo y el castrismo (únicas versiones del socialismo que compartía en el fondo), ensayar con una suerte de mini “Guerra Fría” para cristalizar la hazaña que no habían logrado “otros grandes” (Lenin, Stalin, Mao y los hermanos Castro) y crear una “regional” revolucionaria con los mismos atributos que tuvieron las “Internacionales” de otros tiempos.

Delirios y fantasías financiados con los petrodólares de un nuevo ciclo alcista de los precios del petróleo que, iniciado en el 2004, duró hasta el 2008 (el más largo y rentable de la historia), y le generó a las finanzas venezolanas los más altos ingresos que había conocido en un siglo de explotación petrolera: DOS BILLONES Y MEDIO DE DÓLARES.

Más de las dos terceras partes de esta cifra colosal fueron dilapidadas, derrochadas y tiradas en la compra de apoyos nacionales, regionales e internacionales, sosteniendo economías inviables como las cubana, nicaragüense, ecuatoriana y boliviana y alimentando las corruptas burocracias de los populistas brasileños y argentinos hoy haciendo los esfuerzos finales por llevarse lo que queda de Venezuela.

En otras palabras: que en un mundo en ruinas con Raúl Castro acercándose a los Estados Unidos para ver si le procuran los dólares que cada día le faltan más a Venezuela para sobrevivir y darse tiempo para traspasarle el poder a su hijo, Alejandro; Ortega, Correa y Evo Morales esperando turno frente a la taquilla de pago de Barack Obama a ver si negocian lo “suyo”, Dilma Rousseff temblando ante la posibilidad de ser derrocada por la calle y Cristina Kirchner haciendo las maletas para entregar el poder a la oposición en las elecciones de finales de año.

Solo quedan esperando quien los recoja, entonces, los escombros de Venezuela, apuntalados por el sucesor de Chávez, un tal Maduro, sin educación, profesión, ni nacionalidad conocidas, afortunadamente ágrafo y afásico, lo cual no quiere decir que no use los medios audiovisuales que ya controla totalmente para hablar disparates durante horas, horas, y horas y enfrente a cientos de miles de venezolanos que hacen largas colas para no morirse de hambre o de enfermedades que no se pueden diagnosticar porque ya los laboratorios clínicos no tiene reactivos.

La segunda y definitiva muerte, en fin, del “Socialismo del Siglo XXI”, cuyas exequias se llevaron a efecto en la VII Cumbre de Las Américas, el fin de semana antepasado en Ciudad de Panamá, con sus viudas inconsolables, Cristina Kirchner y Dilma Rousseff llorando a moco tendido, sus deudos más íntimos, Maduro, Ortega, Correa y Evo camuflados para no ser abucheados y Raúl Castro colaborando con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a echarle las paladas de tierra final.

Ah, porque Barack Obama, fue el invitado de lujo al entierro, el presidente del Imperio que, presuntamente, iba a ser destruido, pulverizado y deshuesado por Chávez, sus aliados y el “Socialismo del Siglo XXI”, el hombre que fue justamente la estrella del velorio mientras el público se apartaba de la urna del difunto para ser vitoreado y celebrado.

Se le pidieron unas palabras sobre la solemne ocasión en que se inhumaba una idea, unas ideas, pero se limitó a un escueto y cristiano: “¡Paz a sus restos!”.

Fuente: http://www.noticierodigital.com/2015/04/panama-y-la-muerte-del-socialismo-del-siglo-xxi/

"Lo que sabe el gobierno"("...un gobierno fuerte ya habría anunciado las elecciones. Sin duda, el miedo los paraliza pero será inevitable convocarlas...")



POR:RICHARD CASANOVA.

Ya el CNE anunció que las elecciones parlamentarias van con los mismos circuitos del año 2010. Sin embargo, se conoce la disposición del organismo electoral -léase del gobierno- a introducir cambios para sacar mayor beneficio de la contienda. El ventajismo oficialista no es ninguna novedad, tampoco el descaro y la amplia difusión de los abusos pues la idea es desmoralizar al mundo opositor, desmovilizarlo y estimular su abstención. Pero llega un momento en que no hay trampa posible y más bien, cualquier cosa que hagan puede ser “cuchillo para su garganta”.  A propósito, recordemos la experiencia de las elecciones en el Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV).


El gobierno procuró evitar esas elecciones y la Junta Directiva Nacional del CIV tuvo que introducir varios recursos legales ante el TSJ y el CNE. Por fin, éstas fueron convocadas cuando el gobierno pensó que iba a ganarlas pues además del control de los ministerios, institutos y demás entes donde trabajan buena parte de los ingenieros y arquitectos agremiados, tenían a su favor un clima de desaliento y una frágil unidad opositora. Así las cosas, el CNE autorizó las elecciones y obligó al CIV a modificar el sistema electoral, alterando la estructura –tal como hoy se plantean- para supuestamente sacar ellos mayores beneficios. Lo que no esperaban es que la Unidad Gremial venciera todas las adversidades, derrotara el ventajismo oficialista y el resultado terminara siendo demoledor para el chavismo.  Igual en estas elecciones parlamentarias, quizás puedan quitarle un diputado a la oposición en algún circuito pero la posibilidad de alterar sustancialmente el resultado está por verse y cuidado si el tiro no les sale por la culata.

Lógicamente estas maniobras hay que enfrentarlas pero ellas beneficiarán al chavismo, si el electorado opositor es convencido de que el gobierno ha logrado una forma truculenta de ganar, cosa que frenéticamente repiten los opositores radicales.  O si estas marramuncias son percibidas como algo exitoso asociado a la condición de poder, por ejemplo que el país apreciara la suspensión de la elección del Parlamento Latinoamericano como una demostración de fuerza del hamponato gubernamental, cuando en realidad es una muestra de su tremenda debilidad. ¿Acaso alguien va a pagar el costo político de suspender unas elecciones que puede ganar?  Si esa representación parlamentaria ya se elegía mediante el voto popular ¿por qué retroceder y quitarle ese derecho al pueblo? ¿Qué pasó con la democracia participativa y protagónica?   Igual con el retraso en el cronograma electoral, tal evasiva no es expresión de fortaleza, todo lo contrario: un gobierno fuerte ya habría anunciado las elecciones.  Sin duda, el miedo los paraliza pero será inevitable convocarlas este año y gracias a la presión internacional, se le complica al chavismo una eventual tropelía golpista para evadir la contienda. Por cierto, ha sido esa presión y la unidad nacional de las fuerzas opositoras, lo que ha obligado a los dictadores del mundo a entregar el poder.  El gobierno lo sabe: por mucho que pataleen habrá elecciones. Tanto nadar para morir en la orilla, dice la sabiduría popular.

Twitter: @richcasanova

Dirigente progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.

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Fuente: http://www.noticierodigital.com/2015/04/lo-que-sabe-el-gobierno/

viernes, abril 17, 2015

"Gobierno paralítico" ("23% de los hogares viven en pobreza extrema")



POR:JOSÉ VICENTE CARRASQUERO.

Desde que llegó al poder, el gobierno de Nicolás Maduro ha demostrado no tener las habilidades necesarias para enfrentar la crisis que empobrece día tras día a los venezolanos. Ha habido un debate sobre si el propósito es llevar el país a la situación menesterosa que vive en este momento o si es solo una cuestión de ineptitud para el desempeño de los cargos que ostentan.

Particularmente me inscribo en la segunda opción. El país está en manos de la clase política más incapaz que haya tenido la responsabilidad de manejar la república desde su fundación. Además hay que sumarle otras características nefastas. Junto a la incapacidad estamos frente a una ausencia total de escrúpulos que les permite mentir de forma descarada y trasladar sus culpas a otros sectores. Si todo esto fuese poco, han promovido y protegido la corrupción de una forma verdaderamente alarmante.

Viendo unas cifras publicadas por un importante analista del negocio petrolero venezolano, sostengo que a Venezuela le entró mucho más dinero en estos últimos dieciséis años que la sumatoria de todos los ingresos del país desde 1811 hasta 1998. Incluyendo cuando fue parte de la Gran Colombia.

Unos incapaces sin plan alguno de gobierno se emborracharon con semejante cantidad de dinero y comenzaron a gastar a diestra y siniestra sin ningún plan que dirigiera sus acciones hacia el logro de una visión de país previamente establecida. El único objetivo era mantenerse en el poder. Ignorantes como Jorge Giordani llegaron a decir que Venezuela tenía todos los dólares que necesitaba. Otra estupidez, producto de la incapacidad manifiesta, fue la de suponer que los precios del petróleo se mantendrían altos indefinidamente a pesar de las señales que estaba dando el mercado.
 
El manejo alocado y hasta ridículo de las finanzas públicas nos ha traído a la situación que está viviendo el país. Una que ya raya en la ingobernabilidad. Ésta entendida como la ruptura de la relación de gobierno entre quienes detentan el poder y la población. Venezuela se encuentra en una situación de anomia en la cual el crimen está a la orden del día.

Y ese es otro punto. Muchas personas sostienen que el auge criminal es un asunto diseñado por el gobierno. Nuevamente estoy en desacuerdo. El hampa se ha constituido en un poder que reta la capacidad del estado de monopolizar la violencia con la finalidad de garantizarles a los ciudadanos seguridad. En estos momentos, es innegable que la criminalidad desbordada es una grave amenaza a la estabilidad del régimen chavista. Es difícil pensar que alguien se meta en semejante problema si no es por su profunda ignorancia de los fenómenos sociales.

Las policías están siendo diezmadas y penetradas por el hampa. Sobre ese proceso el gobierno luce inerme. Montaron otro show con un súper-policía que supuestamente iba a poner orden. El asunto no ha hecho sino empeorar. Para eso están las estadísticas que desde ya, indican que Venezuela tendrá más muertos este 2015 que el año pasado. Una guerra perdida para la cual no tienen respuesta.


En su copia barata del discurso de los Castro, el problema de la escasez de dólares se lo atribuyen a una guerra económica con enemigos desconocidos. Su incapacidad se la atribuyen a un hecho que ningún ser racional es capaz de dar por válido. Si la guerra económica fuese una realidad, el presidente y todo su tren ministerial debiera renunciar inmediatamente. La triste realidad es que como dijo su ignorancia magnífica Jorge Giordani, entre empresas de maletín y gastos exorbitantes para garantizar ganar las elecciones de 2012, se endeudaron más allá de sus posibilidades.

Paralíticos como son, han decidido darle prioridad al pago de los vencimientos de deuda y su servicio por encima de la satisfacción de las necesidades de la población. He ahí la explicación de la guerra que ellos mismos se empeñaron en perder.

Otra guerra perdida fue la de la Cumbre de las Américas. Momentos que Maduro busca olvidar rápidamente entablando otra pelea de gallera ahora con los españoles. Luego vendrán los colombianos, los chilenos y todo aquel que cuestione las atrocidades que están sucediendo en Venezuela.

La triste verdad es que un gobierno paralítico como el actual tiene pocas posibilidades de salir de la trampa en la cual se metió gracias al ejercicio pleno de su incapacidad e ignorancia. Y con esto creo abonar a la idea de que lo que está pasando no es por diseño.

Las encuestas están demostrando que el gobierno es minoría. Eso tiene a la secretaría electoral del Psuv (CNE) haciendo triquiñuelas para ver cómo le quita diputados a las circunscripciones que gana la oposición. Avizoran la pérdida del poder e impiden que se realicen elecciones al Parlamento Latinoamericano, sin tomar en cuenta la gravedad del mensaje que están enviando a otros países sobre la calidad dictatorial del régimen.
No podemos esperar nada de este gobierno. Es un gobierno paralítico, es decir, sin capacidad de hacer lo necesario para salir de la crisis. Ya hay por ahí quien dice que los problemas con Estados Unidos y España le darán votos al gobierno para mantener la Asamblea. En mi humilde opinión están equivocados. La gente no está para posiciones que desconozcan el trabajo que están pasando. Está muy equivocado el gobernador de Nueva Esparta cuando trata de emular a Chávez diciendo que la gente se va a restear con revolución a pesar de las penurias.

Como van las cosas, no hace falta ser brujo para ver una pérdida de la AN por parte del gobierno. Eso explica el tiempo que se han tomado para convocar las elecciones. De ahí en adelante vendrá el despeñadero. Lo siguiente será un revocatorio que mandará a Maduro a las duchas. A partir de ahí le tocará a otra gente tomar las riendas de la nación, ojalá que para bien de todos.

Los paralíticos seguirán haciendo lo que saben hacer: perseguir a los opositores difíciles, inventar historietas de malvadas maquinaciones que crean problemas que no saben resolver, reprimir violentamente las manifestaciones de descontento. No se puede esperar otra cosa que quienes vieron su cerebro paralizado por la ideología del fracaso.

Sígueme en @botellazo

Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/04/gobierno-paralitico/ 


 23% de los hogares viven en pobreza extrema



ND / 16 abr 2015.- La pobreza extrema está creciendo desde el año 2012. Así lo reiteró este viernes el profesor Marino González, uno de los participantes del estudio sobre las condiciones de vida de los venezolanos realizado por investigadores de las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar.

Esto lo dijo en el programa mañanero de Carlos Croes por Televen:

“Una de las cosas que constatamos que con respecto al año 1998, que fue la última encuesta de ese tipo que se hizo en el país, sí ha aumentado la pobreza. Nosotros encontramos que el 48% de los hogares venezolanos están en situación de pobreza cuando uno establece el método de medición del ingreso, de la familia. En el año 98 era de 45%. Lo más preocupante es la pobreza extrema, que es el porcentaje de las familias que no tienen ingresos para los alimentos, los resultados dan aproximandamente 23% de los hogares.

“Pero profesor”, intervino la periodista que se encontraba en sustitución de Croes, “según las cifras del INE la pobreza ha disminuido en estos 16 años”.

“Bueno”, respondió el profesor, “El INE no ha publicado las cifras del año pasado, solamente hasta el año 2013. De hecho, (ese año) ellos habían indicado un aumento de la pobreza que es consistente con lo que organismos como la Cepal también habían dicho”.

Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/04/prof-marino-gonzalez-23-de-los-hogares-viven-en-pobreza-extrema/

jueves, abril 16, 2015

"Firmas marchitas" ("... varios días después de un entierro. Y los sancionados, sancionados quedaron".)

 
 
POR:ANTONIO A. HERRERA-VAILLANT
Se dice que Obama se doblegó a la monarquía cubana para conseguir aplausos con la claque populista reunida en Panamá. Quizás. Pero su reciente dueto de paz y amor con Raul Castro también evoca lo que Gorbachov dijo a los norteamericanos al fin de la guerra fría: "A Ustedes les vamos a hacer algo terrible -les vamos a privar de un enemigo".

Lo de Obama no sorprendió, pero Castro quedó totalmente en cueros ante sus fanáticos de toda la vida mientras sus matones importados resaltaban ante el mundo la verdadera naturaleza de su dinastía.

¿Cómo compaginar un viejito manso y apacible que derrocha amabilidades con el sanguinario tirano que toda su vida escupió insultos, amenazas y descalificaciones contra sus nuevos interlocutores? Sesenta años de libretos, argumentos y tramoyas bajaron por el retrete  de la historia en esos pocos minutos. ¿Quién le volverá a creer si intenta volver atrás?

Ya todos volvieron a casa: Dilma, a enfrentar manifestaciones y preparar maletas para Washington; la Kirchner, a ligar que Scioli no termine echándola por la borda; Santos, a tratar que su tinglado entreguista no se le reviente en la cara; y Evo a seguir siendo Evo.

También regresó uno cuya "victoria" se limitó a un fugaz y subrepticio encuentro de pasillo (cero fotos, por favor) con quien no le paró ni medio segundo de atención a su perorata formal -para salir repitiendo "podemos dialogar" y declarando amor por Eric Clapton.

Encuentro patético si se compara con el performance estelar montado a todo trapo con el viejo Castro, recogido por cientos de micrófonos, iluminado por miles de cámaras. El dueto de los dos tenores fue la esencia del show panameño, y ambos siguieron el libreto en perfecta armonía. Con seriedad.

Muy distinto el vergonzante e improvisado encuentro -¿diez minutos?- con un Obama a punto de embarcar: como compasivo que discretamente recibe al suplicante y le lanza mendrugos. No se puede sino recordar aquel reclamo de barrio criollo: "¡Pana, tírame algo!".

Y ahora: ¿Qué será de las firmas? ¿Vendrán de vuelta para compensar la grave escasez de papel? ¿Las recordarán en dos meses? Para entonces pesarán más que un collar de bolas criollas en medio de los devastadores tornados de una crisis económica cuyo cerco estrangula más por día.

Todas esas "valientes" rúbricas contra el "imperio" -el verdadero número es ya irrelevante- y la alharaca que se armó con ellas resultaron simples flores de un día. Nada más. Hoy quedan cual marchitas coronas fúnebres varios días después de un entierro. Y los sancionados, sancionados quedaron.

aherreravaillant@gmail.com
 
 Fuente:http://www.eluniversal.com/opinion/150416/firmas-marchitas

lunes, abril 13, 2015

"Nicolás en Panama" ("...de cuatro cero...")



POR:GUSTAVO CORONEL.

Mira Nicolás:

“Nixon en China” es una ópera. “Nicolás en Panamá” también, pero bufa. En Panamá quedaste como lo que eres: un hombrecillo mediocre, sin mensaje, mendigando un estrechón de manos del líder del país que insultas. En tu afán de “sonar” llevaste un doble para que lo fotografiaran y ello se convirtiera en tema de las páginas de la farándula panameña. No funcionó. No pudiste sonar pero si te sonaron, ya que las cacerolas se oyeron claramente por dos días, cada vez que llegabas al sitio de reuniones.

Pretendiste ponerle condiciones a los Estados Unidos para “establecer conversaciones”. Dijiste que sería indispensable esclarecer “la oscurana” en torno a las sanciones a los miembros de tu pandilla que han sido identificados como violadores de derechos humanos y a quienes promoviste, en pueril actitud de desafío. No hay oscurana, mijo. Ya Obama ha dicho lo que todos sabíamos. Tu régimen no es una amenaza militar para los Estados Unidos, es apenas un furúnculo purulento en la nariz del continente. Representa el último reducto, ahora que Cuba se rindió, de una ideología que reprime, aprisiona, tortura, expropia y roba a los ciudadanos.

Pides una relación de respeto pero ello es imposible puesto que no puede haber respeto para un régimen como el tuyo, el cual ha llevado el país al barranco de la insolvencia financiera y de la miseria popular. Respetar tu régimen sería validar la tragedia que has generado en Venezuela. Eso no va a ocurrir. No habrá derogación del decreto estadounidense. Al contrario, habrá más sanciones, ahora que se han destapado las letrinas que conectan a Miraflores y PDVSA con Andorra y los fugados de tu entorno hablan libremente a los medios europeos y estadounidenses sobre las relaciones entre el régimen y el narcotráfico.

Lo que tu llamas clamor de los pueblos por la derogación del decreto, para lo cual has hecho un show circense de recolectar 10 millones (o 13, como dice Cabello) de firmas certificadas por el golem del CNE, es apenas el clamor de tus asalariados del ALBA. En Panamá ninguno de los otros líderes dijo esta boca es mía. Los países del Caribe hablaron con Obama sobre el futuro energético de sus países, un futuro en los cuales PetroCaribe ya no jugará mayor papel. Las señoras Kirchner, Bachelet y Roussef solo han tenido tiempo para pensar en cómo salir del laberinto de corrupción en el cual están metidas en sus respectivos países. Santos, como de costumbre, revalidó su título de rey de las guabinas. Un grupo de hasta 25 expresidentes latinoamericanos te condenó ante la región y el mundo.

Los minutos que te concedió el imperio, después de dos años de pedidos de audiencia, solo te sirvieron para balbucear que “no eras un enemigo de USA, que el difunto tampoco lo fue”. Pero en USA no han olvidado las grotescas imprecaciones del difunto en las Naciones Unidas o las consignas que tu gritabas hace poco junto a tus secuaces, esas palabras románticas que rezan: “Váyanse a la mierda, yanquis del carajo”.

Le dijiste a Obama que querías construir la paz. Pero, mijo, para eso no necesitas a los Estados Unidos. Todo lo que tienes que hacer es renunciar a tu agonizante presidencia y llamar a elecciones libres y supervisadas por organismos internacionales. Todo lo que tienes que hacer es abrir las inmundas cárceles donde tienes a los presos políticos. Todo lo que tienes que hacer es poner en prisión a los ladrones de tu régimen, que son bastantes y recuperar el dinero que se han robado, el cual monta a miles de millones de dólares. Sería mucho el papel higiénico que se podría comprar con una pequeña parte de la suma robada.

Insistes en decir que la lucha contra la corrupción debe “ser interna”. Pero no la das. Tienes a los grandes ladrones tan cerca que los puedes tocar. Deja de promover y exaltar a los bandidos, deja de glorificar a los narco generales. Deja de reafirmar la naturaleza forajida de tu régimen. Eso si te daría la autoridad moral para decir que estás luchando internamente contra la corrupción. Pero no lo haces y, como resultado, tu régimen ha llegado a ser visto como el más corrupto del hemisferio y la economía que diriges ha sido medida como la más miserable del mundo. Esto es documentable, no exagero nada. Solo tienes que leer la prensa libre, no “El Correo del Orinoco”.

Utilizando el lenguaje diplomático de la “revolución” dices: “me encabrono cuando alguien habla de Venezuela porque yo no hablo de ningún país, cada quien maneja a su país…”. Casi agregaste “como le da la gana”. Acaso no te preguntas por qué se habla en el mundo sobre Venezuela? Se habla por qué tu régimen es motivo de escándalo, desde Suiza hasta Andorra, desde Florida hasta Singapur. Para resolver “nuestros problemas”, como dices, hay que tener la voluntad de resolverlos. Pero esa voluntad no existe porque el principal problema nacional es la pandilla que lideras. Eso es lo insostenible de tu pedido, que no eres parte de una solución sino que eres el problema.

Hiciste (o dices que hiciste) cuatro exigencias a los Estados Unidos.: “reconocer la independencia de Venezuela y de su revolución; derogar el decreto; desmontar la maquinaria de guerra psicológica que existe en la embajada de los Estados Unidos en Caracas y tomar medidas para apresar a conspiradores que operan en Miami y Nueva York”.

Como diríamos en béisbol, te vas a ir de cuatro cero.

* La primera exigencia es cursi, eso de reconocer nuestra independencia. Para eso, tendrías que expulsar a los cubanos enquistados en todos los sectores de tu régimen, dejar de viajar a La Habana a pedir instrucciones y dejar de hipotecar al país a China.

* Para los Estados Unidos es imposible reconocer una revolución que no existe.
* Ya te dijeron que el decreto no será derogado. Un país serio no toma medidas improvisadas.
* La tercera exigencia es absurda porque ya “despediste” a los diplomáticos de USA en Venezuela y no te hicieron caso, eso se quedó en chiste.
* Sobre lo relacionado con la cuarta exigencia, deberás enviar a USA todos los recaudos que prueben actos criminales de los venezolanos quienes estamos viviendo en este país. Mientras tanto, lo que sí está pasando es que tus secuaces en USA están en la mira de la justicia.

Para rematar tu desastrosa aparición en Panamá te fuiste a una zona de la ciudad a pedir indemnización en contra de la intervención de USA en aquel país. Te permites protestar en contra de la “injerencia” de USA en Venezuela pero vas a meter tu cucharón en Panamá. Te “encabronas” cuando hablan de Venezuela pero tú hablas en contra de USA en Panamá. Es típico del chavismo pensar que las leyes no le aplican a ellos.
Te recomiendo que digas que quien estuvo en Panamá no fuiste tú sino tu doble.

Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/04/nicolas-en-panama/

domingo, abril 12, 2015

"De abismo en abismo"("...Es hora de que todos los venezolanos abran los ojos y dejen de defender un proyecto que se acabó...")


 POR:ENRIQUE CAPRILES.
 
Hace poco decíamos que a partir del mes de abril se sentiría mucho más la crisis en el país, producto de la caída de los precios de petróleo. Porque, como ya sabemos, cada vez hay menos dólares para la importación y los inventarios se estén agotando, por lo que la escasez será aún peor. Esta situación se pudiera haber evitado si el gobierno hubiese tomado medidas a tiempo, pero como ya es su costumbre siguen sin dar señales de cambio, aunque el país se les está viniendo encima.

Los efectos de este modelo fracasado han incidido en que la calidad de vida de nuestro pueblo haya empeorado, la pobreza se agudiza y los avances en inversión social se están erosionando. La Venezuela de hoy transita los caminos de la profunda crisis de los años noventa. Terminaremos al cierre de este año con un producto interno bruto per cápita y de poder de compra similar al que teníamos en 1998 y con niveles de pobreza más altos.

Nuestra economía está en caída libre y eso se siente cuando vamos a los abastos y supermercados. Los anaqueles vacíos y los altos precios son una realidad amarga con la que los venezolanos lidiamos a diario. Ya estamos en abril y no hay cifras oficiales sobre el comportamiento de nuestra economía. Es sencillo, no encuentran cómo maquillarlas, las estadísticas corroborarían la difícil situación que el pueblo está viviendo.

Ante este panorama nada alentador, el gobierno sigue viviendo en un mundo paralelo, completamente desconectado de la realidad. Para muestra un botón, ¿cuántos recursos han destinado solo para que Estados Unidos levante una sanción sobre bienes que están en ese país de un grupo de enchufados? Lamentablemente, mientras las prioridades de los venezolanos son estirar la plata y conseguir la harina para hacer las arepas y el jabón para lavar la ropa, Nicolás y su gobierno se preocupan más por ir a Cumbres y viajar por el mundo, buscando aliados que les den estabilidad en el poder. Ya lo decía el Presidente Chávez y allí vemos a Nicolás haciendo lo que él tanto criticaba, de Cumbre en Cumbre y los países de abismo en abismo.
Ahora nuevamente la novela es con Obama y el Imperio. Y es que el gobierno pretendió transformar el bloqueo de propiedades y la suspensión de entrada al territorio estadounidense de ciertos funcionarios venezolanos, en una “acción intervencionista e injerencista del imperialismo” contra nuestra Venezuela, produciendo una novela de pésima factura, que nunca logró levantar el rating de este gobierno, porque a los venezolanos nos gustan las novelas buenas y ésta estaba plagada de errores de producción y, de paso, sus protagonistas eran pésimos.

¿Cómo es posible que la Asamblea Nacional, el Ministerio Público y la Contraloría se hayan negado a investigar a esos 7 funcionarios? Esa es la doble moral de este gobierno, que se dice humanista y socialista, pero no atiende a nuestro pueblo.
Nicolás y su gobierno sabe que los cacareados logros de la revolución se han esfumado, ya que la pobreza creció en 2013, 6% más.  La única que creció en la región, según la CEPAL. Y alcanzó al 32,1% de la población, cuando el promedio regional es de 28%. Para 2014 siguió creciendo y cubrió 48%, según estudio de las principales universidades del país. Las políticas sociales de reparto de la renta petrolera, las Misiones, languidecen. Solo el 14% de los venezolanos dice estar en una de ellas y apenas el 8,4% de los que viven en pobreza extrema se benefician.

Vemos además, con incredulidad, que este gobierno ha llegado al punto de defender el interés político e ideológico, de la tesis del socialismo y hermandad entre países, por encima del interés nacional y de la defensa de la soberanía. Ellos hablan con agresiva y desafiante retórica de nacionalismo y soberanía, pero no son capaces de defender el interés nacional. Para muestra lo que está ocurriendo hoy en nuestro territorio Esequibo y, más aún, al oeste del mismo, donde una nación extranjera ha otorgado concesiones a transnacionales, no solo en el espacio marítimo de la zona en reclamación, sino también en aguas venezolanas, sin que el gobierno proteste. Eso sí es traición a la Patria.

Es en casos como estos donde hay que defender la soberanía de nuestra Venezuela, con uñas y dientes. No solo está siendo comprometida la reclamación jurídica casi definitiva de nuestro Esequibo, sino además gran parte de la plataforma continental de nuestro estado Delta Amacuro, territorio soberano sin discusión.

Lo que muchos venezolanos no saben es que el Delta del Orinoco es hoy más importante que el Golfo de Venezuela, área donde se realizó la mayor explotación del petróleo en nuestra historia. Hoy buena parte del futuro de nuestra Venezuela y de todo nuestro pueblo depende precisamente de las reservas que tenemos en la Faja del Orinoco, ya que la misma posee inmensos depósitos de hidrocarburos, gas y petróleo. Amén de ser una de las principales reservas de agua dulce de nuestro país.

Es hora de que todos los venezolanos abran los ojos y dejen de defender un proyecto que se acabó, que fracasó y que es una farsa, que siempre ha estado de espaldas al progreso y al futuro del pueblo. Un proyecto que se vendió como una alternativa de cambio, pero que sólo ha dejado miseria y frustración. Es hora de que los venezolanos dejemos atrás el pasado y trabajemos unidos por el cambio, por la transformación del país.

Este año, con las elecciones parlamentarias, tenemos una nueva posibilidad de abrir otra ventana para impulsar los cambios que nuestra Venezuela reclama con urgencia. Hay que vencer el miedo y sonreírle a tiempos mejores, porque sobran razones para unirnos. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!

 Fuente:http://www.caprilesnoticias.com/index.php/noticias/columna-de-capriles/item/6716

sábado, abril 11, 2015

VII Cumbre de las Américas.¿"la inutilidad absoluta de sus reuniones"." Saetas irónicas,a ese mundo oficial y formal"?



POR: ARCANGEL VULCANO.

Ayer al propio tiempo que veíamos en la televisión la instalación de la VII Cumbre de Las Américas, mientras releía la novela "Memorias de Mamá Blanca", de Teresa de la Parra,  providencialmente nos encontramos en la presentación de la obra realizada por Daniel R. De Oteiza, con un comentario y la correspondiente cita así:  

"También dedica sus recuerdos, envueltos en saetas irónicas, a ese mundo "oficial y formal" :

"Como aquí muy entre nosotros, no vayan a ofenderse esos señores, es sabidísimo que en todos los Congresos y Asambleas diplomáticas, desde los tiempos de Asiria y Babilonia, hasta nuestros días en la Sociedad de las Naciones, los delegados no han tenido nunca más misión efectiva que la de ocultar al público, con habilidad y con admirable espirítu de asociación, la inutilidad absoluta de sus reuniones, dándose cada uno al propio tiempo la mayor importancia posible"... 

Eso escribió Teresa de la Parra (1.890-1.936) en su Obra Memorias de Mamá Blanca. Sin sentirnos identificados ni solidarios con el contenido, nos pareció muy pertinente revivirlo hoy día para su análisis, a propósito de la instalación de la VII Cumbre de las Américas.

miércoles, abril 01, 2015

"Se perfila el fin de un ciclo en América Latina"..."Vía crucis venezolano"




POR.DANIEL ZOVATTO.

“Varios países de la región auguran mayor conflictividad social y una gobernabilidad mucho más compleja” escribe Daniel Zovatto en un análisis que publica el diario El País (España). Zovatto, quien es director regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional, afirma “Se percibe desaceleración económica, corrupción al alza y popularidad a la baja de los  mandatarios”

¿Está América Latina preparada para un cambio de ciclo?


Últimamente, las noticias no son buenas para América Latina. Después de una “década dorada” (2002-2013), el viento de cola dejó de soplar. La marcada desaceleración económica que vive la región, sobre todo en América del Sur, y el estancamiento en la reducción de la pobreza vienen acompañados de un cuadro creciente de malestar social, graves escándalos de corrupción, un fuerte derrumbe de la popularidad de muchos presidentes y condiciones de gobernabilidad más complejas en varios países.
Para la OCDE, esta brusca desaceleración “no es coyuntural, sino que ha venido para quedarse”, es un “fin de ciclo”. El FMI confirma este sombrío pronóstico corrigiendo a la baja su proyección de crecimiento regional para el 2015 a un anémico 1,3%. Las noticias tampoco son alentadoras en el plano social. Según un informe reciente de la CEPAL, entre 2013 y 2014 el nivel de pobreza se estancó en alrededor de 28% (167 millones de personas), mientras el índice de extrema pobreza subió levemente (pasó de 11,3 a 12%, para un total de 71 millones de indigentes), lo que podría ser una señal de alarma en el contexto de este nuevo ciclo de mayor incertidumbre económica y gobernabilidad mas compleja.
Repasemos rápidamente algunos contextos nacionales. Venezuela experimenta un aumento de la polarización, de la represión y la degradación institucional. El presidente Maduro intensificó durante las últimas semanas la persecución política contra la oposición y acaba de recibir de parte de la Asamblea Legislativa “poderes especiales” para gobernar hasta finales de 2015. En Argentina, la presidenta Fernández de Kirchner reaccionó enérgicamente contra la “marcha del silencio” (que tuvo lugar el pasado 18 de febrero, en homenaje a Nisman (el fiscal muerto): renovó su Gabinete y alertó sobre una (supuesta) embestida judicial y mediática dirigida (según ella) a desestabilizar su Gobierno.
La situación es igualmente compleja en los dos países más grandes de la región. En México, Peña Nieto desaprovechó el llamadoMexican Moment y ahora hace intentos desesperados para recuperar su agenda de reformas y salir bien librado en las próximas elecciones de medio periodo (7 de junio), que son clave para la segunda parte de su mandato de seis años. Brasil vive una una tormenta perfecta: frenazo económico, corrupción política y bloqueo institucional. Rousseff, reelecta hace apenas cinco meses por estrecho margen, ve cómo, una coctel tóxico de bajo crecimiento económico y alta inflación, combinado con escándalos de corrupción ligados a Petrobras, provocan nuevas y masivas manifestaciones sociales de repudio a su gestión, tensionan la relación Ejecutivo-Legislativo, aumentan la incertidumbre y producen un desmoronamiento de su popularidad (actualmente se encuentra en un anémico 13%).
En la región andina, si bien aún es prematuro calcular el impacto que tendría una caída permanente del petróleo (salvo la grave situación que afecta a Venezuela), lo cierto es que en varios países que la integran —Bolivia, Ecuador y Colombia— hay una creciente preocupación de parte de sus Gobiernos. En Perú, el presidente Humala, también con su popularidad en picado, tuvo que oxigenar su alicaído gabinete para evitar el voto de censura. Por su parte, en Chile, la ambiciosa agenda de reformas que impulsa la presidenta Bachelet y los escándalos de corrupción y tráfico de influencias tienen a la derecha (caso Penta) y al Gobierno (caso Caval)enfrentados en una durísima batalla de ataques y denuncias.
En América Central, sobre todo en los países que conforman el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) la situación es particularmente preocupante a causa de la elevada pobreza y desigualdad, Estados frágiles, altos niveles de corrupción y de criminalidad, a lo que debe agregarse la grave penetración del narcotráfico y del crimen organizado.
En paralelo, observamos un fuerte ola de denuncias de corrupción y tráfico de influencias, acompañadas con reclamos sociales de repudio a la impunidad, que recorren la región de norte a sur.
Según el reciente informe de Transparencia Internacional (2014), los niveles de corrupción se mantienen estancados en la región, señalando a Paraguay y Venezuela, seguidos por Honduras y Nicaragua, como los países más corruptos de América Latina. Varios de estos escándalos involucran directamente a los mandatarios o a sus allegados (México, Argentina, Chile y Perú), o bien a exmandatarios (en Panamá la Corte Suprema acaba de abrir un proceso judicial en contra del expresidente Ricardo Martinelli) o a instituciones de gran peso (el escandalo de Petrobras amenaza con convertirse en un verdadero terremoto político en el Brasil).
Estos cambios en el panorama económico y social de la región y los escándalos de corrupción traen consigo, en varios países, una pronunciada falta de confianza en los partidos políticos y una caída en picado de los niveles de aprobación de los presidentes. De México a Brasil, pasando por Costa Rica, Venezuela, Perú y Chile, para citar tan sólo unos pocos casos, los mandatarios ven con impotencia y preocupación cómo se desploman sus niveles de apoyo.
¿Nos encontramos ante un fin de ciclo? ¿Son estos fenómenos dolores de parto que anuncian un cambio de envergadura histórica no sólo en el panorama económico sino también en el ánimo social y, en consecuencia, en el escenario político y electoral de América Latina?
En las 12 elecciones presidenciales celebradas durante 2013 y 2014, este nuevo escenario, si bien complicó el triunfo de los oficialismos (sobre todo en América del Sur) obligándolos a ir a una segunda vuelta o bien arrojando resultados muy cerrados, no fue suficiente en la gran mayoría de los casos para forzar la alternancia.
Pero, más allá de los recientes resultados electorales, lo que parece quedar cada vez más claro es que la combinación de estos factores (desaceleración económica, estancamiento de la reducción de la pobreza, denuncias de corrupción al alza y popularidad de los mandatarios a la baja) son una combinación explosiva que anticipa mayor conflictividad social y una gobernabilidad mucho más compleja en varios países de la región.
Me pregunto: ¿Tienen las instituciones la capacidad para adaptarse a este nuevo y complejo escenario regional y poder dar respuesta a las demandas crecientes de una ciudadanía cada vez más exigente de su democracia, de sus derechos y de sus servicios públicos?, ¿cuentan los sistemas democráticos de la región con los liderazgos políticos y los amortiguadores institucionales necesarios para hacer frente (con menos recursos económicos disponibles debido al fin del boom de las materias primas) a situaciones de mayor conflictividad social y a condiciones de gobernabilidad más complejas?
 De las elecciones previstas para este año, dos de ellas revisten particular relevancia a la hora de identificar señales sobre este potencial cambio de ciclo. Una, las parlamentarias de Venezuela (que tendrán lugar en el mes de septiembre), donde la oposición se encuentra en inmejorables condiciones de lograr un reequilibrio de poder entre el Ejecutivo y el Parlamento (en caso de que logre unirse y exorcizar sus demonios internos), pese a la represión creciente de parte de Maduro y a la falta de garantías para un proceso electoral libre, justo e imparcial. La otra, las presidenciales de octubre de Argentina, que no sólo podrían poner fin al largo periodo kirchnerista sino también desalojar del poder al peronismo. ¿Sabrán y podrán las oposiciones en ambos países posicionarse como alternativas verdaderas y creíbles a dos oficialismos, hiperpresidencialistas y populistas, que pese a llevar en el poder más de una década aún conservan un importante núcleo duro de apoyo? Durante los próximos meses sabremos si los vientos de cambio que soplan en la región, son lo suficientemente fuertes para provocar un cambio de ciclo en las tendencias políticas y electorales predominantes hasta ahora en América del Sur, o si la alternancia deberá seguir esperando.
Fuente: http://www.lapatilla.com/site/2015/04/01/se-perfila-el-fin-de-un-ciclo-en-america-latina/







                                                              "Vía crucis venezolano"

POR:CHARITO ROJAS.
Quien lleva a casa dinero ganado con la corrupción da de comer a sus hijos pan sucio. Papa Francisco.

Son 14 las estaciones del Vía crucis, una devoción católica que narra los episodios culminantes de la dolorosa pasión de Jesucristo. Los creyentes siguen esa ruta que internaliza el sufrimiento divino, en búsqueda de respuestas, conociendo las ofensas y dolores, reflexionando sobre el objetivo de tanto dolor. El final es hermoso: el sufrimiento tiene por objetivo lograr el perdón para los hombres y sus pecados, ofreciendo la vida eterna a quienes se arrepienten y tienen fe.

El arrepentimiento tiene un valor inconmensurable en las relaciones con Dios pero también entre los hombres. Significa reconocer los errores, querer enmendarlos y contar con el perdón de quienes han resultado dañados por las malas acciones. Esto es un duro camino, lo llamamos “viacrucis” porque lleva implícito mucho dolor, encontrar el camino correcto y sobre todo, grandeza a veces sobrehumana para pedir perdón o ser perdonados.

En estos tiempos revolucionarios cualquier meditación nos lleva inmancablemente a transpolar cualquier situación al caso que vivimos los venezolanos en un país donde las puertas y ventanas parecen haberse cerrado a la vida buena, a la prosperidad y hasta a la bondad. Venezuela atraviesa por una clásica batalla entre el bien y el mal, entre la libertad y la esclavitud, entre la justicia y la arbitrariedad. Más que nunca están desatadas fuerzas malignas que conducen a la anarquía y la muerte. Hay miedo al futuro perturbador y miedo al presente que puede dañarnos si no nos sometemos.

Un verdadero viacrucis vive Venezuela desde hace más de tres lustros. El país sufre embates en todos los planos, como nación, como estado, como ciudadanos. El daño que le ha hecho una revolución destructora del país tiene muchas estaciones, pero para seguir lo establecido, resumiremos en 14 las estaciones dolorosas de nuestra Venezuela.

1. Inseguridad: casi 200.000 muertes violentas desde 1999.Venezuela es el segundo país en América en número de homicidios por cada 100.000 habitantes. Según el informe 2014 de Fiscalía, el 94% de esos crímenes quedan impunes. La inseguridad también es secuestro, hurtos, robos, atracos. Esto cambió las costumbres y la vida de los venezolanos, ocultos tras las rejas de sus casas. Además de pagar costos altísimos para protegerse del hampa: guardaespaldas, blindajes, muros, sistemas de vigilancia, cerramiento de calles, seguros. Después de 22 planes fallidos de seguridad, el gobierno sigue sin cumplir su obligación de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos.

2. Desabastecimiento y escasez: la evidencia del fracaso de las políticas económicas para la producción de alimentos y productos básicos está en las carencias que sufren los venezolanos, deambulando de un mercado a otro en búsqueda de productos. Hasta un 90% de escasez se registra en productos básicos como la leche, la harina de maíz, aceite, pollo, carne, productos de limpieza, gracias a

3. Expropiaciones. El “¡exprópiese!” del finado ha traído las catastróficas consecuencias que cualquier ser sensato preveía: todo lo que se expropió está hoy arruinado. Se hizo un inmenso daño a los legítimos dueños de lo expropiado para nada: casi tres millones de hectáreas abandonadas, las industrias expropiadas paralizadas. Encima el país demandado en tribunales internacionales por transnacionales despojadas: Venezuela ha perdido ya cinco demandas y debe pagar más de 2.000 millones de dólares (por ahora) en indemnizaciones.

4. Control de cambios y de precios. El control de cambios es una medida temporal pero en Venezuela ya tiene 12 años instaurado un férreo control que ha ahorcado a la industria y el comercio nacional, además de limitar con despotismo la libertad de los venezolanos de viajar con las divisas que desee. El control de cambios acompañado por el de precios no da espacio al libre juego de la oferta y la demanda, así como ha producido un mal mayor:

5. Escasez de repuestos, equipos, medicinas. La imposibilidad de importar repuestos y equipos que no se producen en el país impacta la industria automotriz, no hay repuestos para vehículos, la flota de transporte de carga y de pasajeros reporta un 50% de paralización. No hay repuestos para electrodomésticos ni para otras maquinarias. Y lo más grave: no hay repuestos para equipos médicos, tomógrafos, resonadores y otros equipos de diagnostico están paralizados en un 70% en todo el país. Las farmacias reportan escasez total en rubros vitales como antihipertensivos, medicinas para la tiroides, VIH, anticonvulsivos, tratamientos oncológicos y renales. La escasez alcanza básicos como solución fisiológica, antigripales, gasas, inyectadoras, vitaminas.

6. Inflación. En 2014 Venezuela tuvo la inflación más alta del mundo, 68,5%, y en 2015 calculan que pasará de largo el 100%. Los ingresos se desvanecen y la calidad de vida se pulveriza ante este despeñadero de aumentos de precios incontrolable para un gobierno que desprecia y desconoce las leyes básicas de la economía. Y además, no le interesa. Prefiere hacer campañas millonarias de recolección de firmas para defender a siete violadores de DDHH.

7. Crisis hospitalaria. Las carencias descritas más una fiscalización agobiante con episodios de detención de médicos, han reducido la capacidad de atención de las clínicas privadas. Y los hospitales públicos, competidos por la red paralela de Barrio Adentro, no han mejorado nada en estos años. En Venezuela enfermarse es literalmente un calvario.

8. Ideologización. El gobierno ha insistido en interferir en la educación libre y en el derecho que tienen los padres a decidir sobre la educación de sus hijos. Las canaimitas, una buena intención que disimula ideologización y chantaje. La colección Bicentenario, ideologización pura y dura. La utilización de las aulas para obligar al “socialismo” que no es tal. La presión sobre los padres en los planteles públicos para que formen parte del partido de gobierno y sus planes. La educación no solo perdió calidad sino que se convirtió en arma de extorsión para alumnos y padres.

9. Corrupción. El país ha sido saqueado. De lo contrario no hay ninguna explicación para que dos billones de dólares ingresados en 15 años no se vean representados en escuelas, hospitales, autopistas, producción y prosperidad sino en gordas cuentas de boliburgueses que ahora están siendo reveladas en toda su impudicia. Miles de millones de dólares dilapidados en regalos revolucionarios a países chulos, en propaganda interna y externa para mantener la imagen y los votos. La utilización de dineros públicos para pagar su perpetuidad en el poder, técnica del finado legada a sus descarados herederos.

10. Militarización. El 80% de los altos cargos de la administración pública están ocupados por militares activos o retirados. La estructura de mando en organismos civiles es cuartelera. El Presidente no es Presidente sino Comandante. Los opositores son enemigos, los apoyos son “rodilla en tierra”, no hay organizaciones sino “unidades de batalla”, los militares gobiernan en todos los aspectos la vida nacional. Venezuela dejó de ser hace mucho rato una república civil. La Fuerza Armada es el partido de gobierno. Son grosera y descaradamente “chavistas, socialistas, antiimperialistas”. Les echan plomo a los venezolanos que protestan, pero dejan que Guyana se coja el Esequibo sin echar un tiro. Llenos de condecoraciones ganadas en campos de jaladera y corrupción, se dejan mandar por

11. Los cubanos. La ciega adoración del finado por el tirano de Cuba permitió una invasión que no se limitó a asesorías deportivas o servicios médicos, sino que las fuerzas cubanas penetraron en el mero corazón de la seguridad nacional: Fuerte Tiuna, Pdvsa, notarias y registros, órganos de inteligencia. Venezuela no había sufrido nunca la humillación de ser vendida a otro país que usa a placer la dádiva a cambio del asesoramiento en el cual son insuperables los invasores: cómo mantenerse en el poder por décadas, aniquilando opositores, exprimiendo a los productores y haciendo depender del régimen a todos los ciudadanos. Y con petróleo de regalo.

12. Pdvsa. De ser la octava compañía petrolera del mundo, la estatal venezolana ocupa actualmente el puesto 44. La producción en lugar de aumentar ha bajado de 3millones200 mil b/d en 2002 a 2 millones 300mil b/d doce años después. Ya esa cifra es suficiente para entender el desvío de fondos que debieron invertirse en exploración, mantenimiento, comercialización, que es el negocio de Pdvsa, en lugar de ser constructora de casas, proveedora de misiones, importadora y comercializadora de alimentos, lo cual ha generado un grave foco de corrupción. La ruina de las instalaciones con continuos accidentes mortales, el endeudamiento inmisericorde de la principal empresa del país y la evidente ausencia de pericia y profesionalismo en su manejo, se unen a la baja del 50% en el precio del barril para dejar a Pdvsa agonizando.

13. Exilio. Desde el pitazo del finado que botó a 20.000 empleados de Pdvsa, el desprecio hacia el capital humano, hacia la preparación, la academia y también la educación, ha sido total. Entre la falta de oportunidades en un país donde una franela roja vale más que un título universitario, la inseguridad aterrorizante y la botazón de talentos, la fuga de los venezolanos hacia otros países ha producido la primera gran migración en la historia de Venezuela. El dolor de la separación de las familias y de la tierra natal no tiene compensación. Ni justificación. Tal vez ni perdón.

14. Violación de DDHH. La estación más dolorosa es la agresión a los derechos que como hombres y mujeres libres tienen los venezolanos. Derecho a la libre expresión, al libre tránsito, a la educación, al trabajo, a la salud, al libre albedrío. Derecho a la libertad, sin condiciones ni chantajes. Derecho al respeto a sus creencias políticas y religiosas. Derecho al respeto a su persona, sin ofensas ni extorsión. Derecho a la justicia. Cuando vemos a los presos políticos, a los asesinados por protestar, a los jóvenes abandonando el país, a los medios acorralados y comprados; cuando sufrimos la andanada diaria de obscenidades, insultos y mentiras en cadena, pensamos que sí, que como cristianos debemos perdonar pero también que el perdón requiere de arrepentimiento y modificación de conductas.

En esta Semana Santa debemos hacer cadenas pero de oración para dar gracias a Dios por nuestro hermoso país y por seguir vivos para luchar por él y que nos ayude a abrir caminos de luz para transitar hacia la libertad… y que sea lo más pronto posible, por favor, porque ya no soportamos este viacrucis.

Charitorojas2010@hotmail.com
@charitorojas


Fuente: http://www.noticierodigital.com/2015/04/via-crucis-venezolano/