jueves, julio 19, 2007

EL SAMURAI BADUEL Y SU EVANGELIO


El reciente discurso pronunciado por el ex Ministro de la Defensa General en Jefe Raúl Baduel, frente al Sr Chávez, el alto mando militar, sus compañeros de armas, y el país al ser transmitido por VTV, sin lugar a dudas dará muchísimo de que hablar en lo sucesivo, por lo controversial, ambivalente y polémico. Fue un discurso político con contenido ideológico y con un profundo trasfondo conflictivo, que revelan que en las FAN la procesión va por dentro. La peculiar pieza oratoria es extensa y contiene abundante material que aportará nuevos elementos ideológicos para el debate, el análisis y la discusión política en el país. Uno de los aspectos que en lo particular nos llamó poderosamente la atención, sin duda fue el de la peculiar interpretación que hiciera el polémico orador de la “parábola de los talentos” que se encuentra en el evangelio según San Mateo capítulo 25 versículos 14 al 30.

En una parte del discurso, para explicar la parábola de los talentos” el General Baduel expresó textualmente:

Cito “…Como el llamado de nuestro Presidente a construir e inventar el Socialismo del Siglo XXI ha estado acompañado también de algunas líneas y directrices, tales como aquella de que nuestro modelo debe y tiene que ser profundamente cristiano, basado en las ideas de justicia social de Cristo El Redentor, considero pertinente citar un pasaje del Evangelio que ilustra bien lo que Nuestro Señor Jesús pensaba respecto de la generación y reparto de la riqueza. Es la conocida parábola de los talentos que se encuentra en el evangelio según San Mateo capítulo 25 versículos 14 al 30. Dice allí Jesús:

Cito: “El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. Fin de la cita

“En esto, Jesucristo, va abiertamente en contra del concepto absolutista de la propiedad que privaba por aquel entonces y que al parecer algunos todavía sostienen: El que uno puede hacer con la propiedad lo que se le antoje; esto es contradicho abiertamente según nuestro señor Jesús por la obligación de rendir cuentas, según el uso de los bienes morales, intelectuales y materiales. Y la rendición de cuentas implica un castigo muy duro. El evangelio continúa diciendo:”

“El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".

“A cada quien se le exigió según sus capacidades. A cada quien según sus talentos. A cada quien según los bienes que había recibido. No podía exigírsele igual a quien recibió 5 que a quien recibió 2. Las obligaciones de los seres humanos no son equiparables, nuestra responsabilidad, aunque de la misma naturaleza, no es igual para unos que para otros. A quien mucho se le ha dado, mucho se le exigirá. Por último, Jesucristo condena en este Evangelio, en forma clara y llana, el atesoramiento. Cuando dice San Mateo:”

“Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes.”

“A quien poco se le dio, poco se le exigió. Pero si aún si ese poco no lo cumple, son para él "las tinieblas". El infierno es en el Evangelio, el castigo inexorable para quien teniendo la posibilidad no produce; para quien teniendo la aptitud, no la usa; para quien, siendo pobre porque poco se le ha dado, no utiliza lo poco que tiene en bien de los demás…” Fin de la cita.

Soy un laico, y tal vez no sea la persona más indicada para hacer una interpretación de la parábola de los talentos y el Evangelio. La Biblia pudiera ser interpretada de varias formas por distintas religiones. Por ejemplo, no sería lo mismo la interpretación de un católico ortodoxo, que la de un protestante, o la de un evangélico por nombrar sólo algunos.Sin embargo, con la mayor buena fe, sin el ánimo de polemizar con nadie, y respetando siempre cualquier otra legítima interpretación, daremos también nuestra particular visión, que no tiene la connotación económica que le dio el General Baduel, y a quien no intentamos corregir ni aleccionar, solo ofrecer una interpretación distinta.Pensamos desde nuestra perspectiva de formación cristiana, que la parábola de los talentos no se refiere únicamente y básicamente a aspectos propiamente económicos, aunque menciona las palabras "bienes", "dinero","banqueros","intereses".
Pensamos que debemos recordar dos aspectos importantes para intentar comprender y explicarnos el significado de la parábola de los talentos: 1º- Recordar que el maestro Jesús para los cristianos es el hijo de Dios hecho hombre, y que su pensamiento es el de Dios y nunca unipersonal, ni individual, él no representa una doctrina egocéntrica, ni fundamentada en una ideología propia; para quienes profesamos la fe cristiana, la palabra de Jesucristo es la auténtica palabra de Dios, que él encarna y representa. 2º-Que Jesús explicaba a sus discípulos mediante parábolas y metáforas para simplificarles las no siempre sencillas, sino complejas enseñanzas de Dios, y así poderles hacer comprender los misterios del reino de Dios, por los cuales era constantemente interrogado por sus discípulos; de tal manera que, con el empleo de un lenguaje como el usado en la parábola de los talentos Jesús develaba "la verdad" .

Así es que el Maestro Jesús realiza la parábola de los talentos para explicar o respondernos cómo es el reino de los cielos, y nos dice: "Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes...

"El hombre que yéndose lejos...", para nosotros representa El Padre Celestial, que deja a sus hijos, a nosotros, sus fieles servidores, y nos entregó sus bienes. ¿Cuales bienes? Todo lo que Dios nos ha regalado para vivir y ser felices; sus bienes son sus dones, pero son de Dios, son "sus intereses", nosotros somos sus más preciados intereses, sus hijos. Dios nos entregó sus "bienes", la vida, todas nuestras capacidades físicas, mentales y espirituales, el poder de crear, nos dio los cinco sentidos, la vista, el tacto, el gusto, el oído, el olfato, nos dio la inteligencia, habilidades potenciales para que las desarrolláramos y así lográramos hacerlas dar frutos.

Ciertamente Jesús emplea la palabra talentos, pero para nosotros en este caso no podemos únicamente darle un significado literal a esta palabra, porque no se refiere precisamente a cualidades o virtudes ; es evidente y se desprende de este pasaje: "...Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor..." lo que escondió o enterró fue lo que el señor le había dado al principio, lo cual se denominaba talentos, el dinero simboliza bienes, los que Dios nos entregó para que los trabajáramos, los perfeccionáramos, mejoráramos y así le rindiéramos frutos a él que es nuestro padre celestial.

Por otra parte, pensamos también que Dios nos entregó a cada uno conforme a nuestras capacidades, pero nos ¿entregó realmente dinero?, ¿que fue lo que nos entregó, que nos ha entregado Dios a todos? Nos entregó sus bienes, simbolizados en dinero, virtudes, es decir nos dio la voluntad, nuestras habilidades potenciales para trabajar y surgir en la vida, para así agradar a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Para que fuéramos verdaderamente felices.

Entonces, Dios nos da a cada uno sus bienes, para que cumplamos adecuadamente nuestras labores, cumplamos nuestra misión de servicio, y la primera cosa que debemos hacer es el bien y serle fieles a nuestro padre creador. En primer lugar ser fieles al Padre celestial, pero también ser fieles a nosotros mismos. A nuestros principios, a nuestras convicciones; ser fieles al creador que nos dio la vida para que la aprovecháramos en nuestro favor y en el de los demás.

Por eso es que Dios nos sugiere a través de su amado hijo Jesucristo que así como se fue volverá a pedir "cuentas" (no económicas, si no de vida) a sus siervos (nosotros) para constatar qué hemos hecho con los bienes que nos entregó para hacerlos producir frutos y rendirles el interés de esos bienes que son suyos.

De tal manera que en esa significativa y hermosa parábola de los talentos, a los siervos que cumplieron la encomienda del Señor, quienes multiplicaron los bienes y rindieron buenos frutos, entregándoles a su padre buenas cuentas de sus bienes dándole frutos; que se los dio para que los aprovecharan en su beneficio, de los demás y de Dios. El señor los premia reconociéndolos, diciéndoles que “hicieron bien”, llamándolos “buenos siervos y fieles”, pero además ofreciéndoles entrar en el gozo del señor, que para nosotros es la paz espiritual absoluta.

Pero a quienes no rindan frutos, Dios no les quitará nada en realidad, porque no se trata de ofrecer un castigo personal, se refiere a lo que le ocurrirá al individuo temeroso, que no tenga fe ni confianza en si mismo, que no desarrollé en su vida un oficio, que no realice acciones positivas con los bienes que Dios le dio, y que prefiera o decida libremente en vez de rendir frutos con esos dones, desaprovecharlos inútilmente.

Fíjense que el siervo infiel confiesa ante su señor: "...Tuve miedo y fui y escondí tu talento en la tierra..." Para nosotros, enterrar en la tierra lo que Dios nos ha dado para desarrollarnos es desperdiciarlo. Es como quien entierra su dinero en vez de llevarlo a un banco para que rinda intereses. Para explicarlo y ejemplificarlo el Maestro Jesús menciona en esta parábola a los banqueros, pero no para sugerirnos darles nuestro dinero, ni para enseñarnos lecciones de ahorro ni economía sino de vida, para simbolizarnos que los bienes que nos entregó deben rendir buenos frutos y no desperdiciarlos, ni desaprovecharlos, como si los botáramos inútilmente en un hueco.

Cuando nos dice lo que es mío, es porque sencillamente somos en verdad de él y le pertenecemos en cuerpo y alma, somos de Dios, somos sus hijos, sus más preciosas y valiosas joyas, y jamás porque nos sugiera de algún modo que debemos pagarle intereses económicos a nadie, y menos atesorar riquezas. Se trata de que ese siervo reprendido en particular fue ocioso y prefirió no trabajar, ni desarrollar las capacidades que le fueron dadas por Dios, pero por su propio temor –que todos tenemos latente-, por lo que su falta de fe, de confianza en Dios y en si mismo lo vencieron, desperdiciando los bienes que Dios le entregó, quedando en las tinieblas, la oscuridad que es la ausencia de luz, que en definitiva es la ausencia y desconocimineto de la verdad regalada por Dios a sus preciados hijos -sus intereses-.

Más adelante el señor dice claramente lo que le ocurrirá a quienes desaprovechen sus bienes, a quienes no sean capaces de hacerlos rendir frutos en sus vidas, bienes que son de su interés, pero que nos entregó también en pleno ejercicio de nuestro libre albedrío; así que cada quien decide si lo hace rendir frutos o prefiere temer y enterrarlos sin hacerlos producir frutos al señor - sus intereses-.

En primer lugar califica negativamente al siervo que no rindió frutos -"intereses-": le dice "siervo malo y negligente..." Definitivamente hay dos formas de hacer las cosas para cumplir la voluntad de Dios, bien o mal.

También sugiere que al ocioso, al siervo inútil, quien no sea útil a Dios, a los demás y a sí mismo, a quienes desperdicien sus vidas y los bienes entregados por el Padre Celestial, se le echará en "las tinieblas de afuera". ¿Cuales tinieblas? en la oscuridad, donde no brilla la luz; y ¿en que sitio es afuera? para nosotros es afuera de la casa del señor, que es el reino de Dios, que está descrito en la promesa crística de hacer el reino de Dios en esta tierra con la segunda venida de Cristo redentor, que vendrá a arreglar cuentas con nosotros, para constatar si hemos rendido buenos frutos con sus bienes, si los hemos aprovechado en beneficio de Dios, el prójimo y nosotros mismos.

Ciertamente Dios nos promete a través de su hijo amado, que entregará más bienes y bendiciones a quienes más hayan logrado hacer rendir frutos "intereses" por los bienes que nos entregó y nos confió en misión en nuestras vidas. Por eso es que nos dice:"...Porque al que tiene le será dado, y tendrá más...? ¿Al que tiene que? frutos, a quienes hayan rendido frutos por los bienes que Dios les dio. ¿Y que les será dado? más bendiciones, más bienes de Dios, el gozo de la paz eterna junto a Dios el Padre Celestial, por ser buenos y fieles, y no inútiles y negligentes, Dios no premia la falta de fe, ni la inutilidad, ni al ocioso, premiará a quien le rinda frutos por sus bienes entregados, y nos alecciona diciéndonos que no deberíamos cometer la insensatez de desperdiciarlos enterrándolos en el más oscuro hueco, no deberíamos cavar en la tierra para esconder los dones que Dios nos dio generosamente, pero tenemos el libre albedrío de decidirlo.

Así que, para nosotros esta parábola de los talentos, no es de ningún modo una parábola económica, ni explica o sugiere nada sobre banqueros, dinero, e intereses, tal y como pareció querer sugerirlo "el General Samurai", sino que se trata de la perfecta descripción y explicación de cómo es el reino de Dios mediante ilustrativos ejemplos, mostrados alegóricamente a través de esta extraordinaria metáfora, que lo compara con bienes entregados a sus siervos en proporciones distintas (nadie es igual a otro, todos somos diferentes) que deben rendir frutos.

"El siervo inútil", no lo es por ser tratado por aparente desigualdad, o injusticia, al no recibir nada por enterrar su talento, porque nada merecía, ciertamente actúo como un inútil negligente sin fe, y no cumplió su deber, que era en definitiva lograr ser feliz con los bienes que Dios le entregó y confió. Prefirió temer, ser ocioso, y esperar...debía trabajar, luchar, desarrollar los bienes de Dios y rendir frutos, pero también ofrecer cuentas de su vida por su conducta negligente, displicente y sufrir las consecuencias. A propósitio de esta parábola citada por el General, hay que recordar que todos tenemos deberes para con Dios, pero también con el prójimo, con los demás, con nuestros conciudadanos, con nuestra patria, y con nuestra propia consciencia. No cumplirlos adecuada y oportunamente también nos condenan a la oscuridad.

6 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

La Biblia, los Santos Evangelios, pueden ser interpretados de diferentes maneras, cada uno lo hace fiel a su propio interés. El mensaje del militar es netamente populista. El socialismo verdadero del siglo XII, es el que se practica en Europa, y consiste en repartir las riquezas con justicia para que todos los ciudadanos puedan vivir con dignidad. En Latinoamérica todavía se está lejos de alcanzar ese objetivo, porque hay minorías que viven en el lujo y gente pobre que morirá en la miseria.

Anónimo dijo...

“En esto, Jesucristo, va abiertamente en contra del concepto absolutista de la propiedad que privaba por aquel entonces y que al parecer algunos todavía sostienen: El que uno puede hacer con la propiedad lo que se le antoje; esto es contradicho abiertamente según nuestro señor Jesús por la obligación de rendir cuentas, según el uso de los bienes morales, intelectuales y materiales. Y la rendición de cuentas implica un castigo muy duro..."

Arcángel muy interesante tu enfoque sobre la parábola de los talentos, bellísimas reflexiones cristianas. Pero tal y como sugieres al principio, este discurso tiene también muchas implicaciones y mensajes entre líneas. Particularmente a mi el que más me impresionó es el que parece sugerirle a Chávez que deberá algún día rendirle cuentas al País por la forma "absolutista" como ha manejado la riqueza de todos. Parece augurarle un castigo muy duro al descomedido y mano suelta "Don Regalón". Definitivamente el "samurai" le dio hasta con el tobo al tipo...

Anónimo dijo...

El Suspiro del Moro

El rey Mohamed Abu Abdalahyah (Boabdil), al capitular ante los Reyes Católicos, en 1492 , se vio obligado a abandonar Granada. Lo hizo dando la espalda durante toda esa larga marcha hacia el exilio, a su querida Alhambra. En un momento dado, al alcanzar un viso en la zona de Al Badul (hoy conocido como El Padul) volviendo la mirada hacia su añorado palacio, exclamó con un profundo suspiro : ¡Alá Akbar! (Dios es grande). Fue entonces cuando su madre, la sultana Aixa Al-Horrá, increpó su vano lamento: “Bien haces, hijo, en llorar como mujer lo que no fuiste para defender como hombre”. Existen otras variantes sobre tan lacerante sentencia: “Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. “Justa cosa es que el rey y los caballeros lloren como mujeres, pues no pelearon como soldados”. Desde entonces, a ese lugar en donde tuvo lugar tan aciago acontecimiento, se le conoce como “El suspiro del Moro”. http://kbulla.blogspot.com/2006/08/el-suspiro-del-moro.html

El suspiro de despedida de Isaías Raúl Baduel, exhalado -no desde Al Badul (¿coincidencias de la reencarnación?)- sino de su amado MinPoPoDef Tres Estrellas , nos llevó por los fracasos históricos del socialismo-marxismo-leninismo, por la Biblia y por el Bushido (el Código de Honor de los samurais, que no le calza porque él es más un ashigaru o soldado de infantería (paracaidista) reclutado. “Ashigaru” es: “pies ligeros”).

Pero, Raúl Isaías Badul, en su exhalación, hasta nos restregó “La Bicha” y el Art. 328” por la cara. Pues, ese ahora “civil”, antes de suspirar en público nos debe:

1- la explicación de “los eventos” del 12/13.4.02 y porqué -desde entonces, en aplicación de su Bushido, que lo tiene clarito- no ejecutó el “328” que era -o es- obligante, especialmente para él. O, ¿ acaso no juró la “nueva Constitución”?.

“Artículo 328. La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, (…) En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. (…)”.

Nos debe también la justificación de su silencio y actuación cómplices de la:

2- invasión cubana de ámbitos de la “soberanía nacional”, entre ellos los cuerpos de “inteligencia”, la “educación” y los cuarteles militares (que estaban bajo su mando directo,…¿o es que no tenía “mando?).
3- La instalación y operaciónes de las FARC en el sur-occidente de Venezuela (el arco Apure-Zulia); Además nos debe su aceptación de la:
4- famosa “Reserva”, que no se menciona en ninguna parte en el Art. 328 de cuya existencia se acordó Baduel el 18.7.07, o de las leyes vigentes ,… cuando se “decretó”.

Más allá del Bushido, de la Biblia y de la Constitución, se le recuerda al ahora civil Baduel que la ignorancia de la ley no excusa su incumplimiento,…y por allí existen numerosas sanciones para funcionarios públicos que incumplen sus deberes. Ya vendrá el momento.

Anónimo dijo...

Napoleón Bonaparte dijo que “un soberano que se sienta sobre un trono de bayonetas, termina pinchándose el culo”.

Todo lo anterior viene a que todos los días escuchamos a cantidades increíbles de habladores y parlanchines de la política. Unos ofrecen el mundo ideal del socialismo y otros no ofrecen nada pero critican a los que ofrecen lo imposible.

En otras palabras, es mejor ir a los hechos y, como decía Cantinflas, “a lo hecho pecho” y no lamentarse como Jeremías o María Magdalena pues el cielo no es para los llorones...

Anónimo dijo...

Raúl Baduel hizo unas consideraciones que no tienen desperdicio, por el lugar donde las dijo y ante quien las dijo.

Hizo mutis por el foro criticando el proceso político actual, y para razonar tomó el ejemplo de la extinta Unión Soviética, al alertar que "no podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un capitalismo de Estado, donde sea éste el único dueño de los grandes medios de producción".

La puntilla dialéctica fue directa a su objetivo: "Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado".

El colectivismo marxista naciente que nos apabulla, salió a flote envuelto en una especie de velo cuando el trisoleado afirmó: "El término Socialismo no tiene un significado homogéneo para todo el que de él habla, y de allí quizás la incertidumbre e inquietud que se generan en algunos sectores de la vida nacional cuando siquiera se le menciona". Y ante el nada calmoso panorama, una recomendación: "Nuestro modelo de socialismo debe ser profundamente democrático".

Es indudable que esa fruslería llamada "Socialismo del Siglo XXI", es una ensaimada marcada por la voluntad de un hombre cuyas brasas soplan en La Habana. Eso lo sabe Baduel, pero su propia ambivalencia ante el deber a la Patria y a Chávez le pone las formas cuesta arriba dentro de una disyuntiva nada fácil.

Ignoramos si el Comandante en Jefe supo de la arenga. Es posible. En el mundo castrense nadie anda por la libre.

Es pronto para ofrecer conclusiones. El discurso cuenta con recovecos y espacios de sombras que se irán aclarando con el tiempo. El general se paseó por su propio laberinto. La lealtad le impidió cruzar la raya. Fueron comedidas y pensadas sus palabras. No hay nada que reprocharle... por ahora. Detrás de esa alocución hay unas cuantas noches de insomnio.

Anónimo dijo...

El General Samurai podría haberse realizado en vivo y en directo el mayor hara kiri político jamás transmitido.

No creo como algunos "ingenuos" que él intentó polemizar con el supremo, sino que por el contrario trató de congraciarse con su jefe, pero al mismo tiempo intenta sutilmente representando un sector de la fuerza armada que no comparte el proyecto comunista castrista, presionarlo para que lo siga considerando importante, haciendo alarde de un cierto control o poder que alardea aún tener en el ejercito, o mantener alguna influencia que cree pudiera seguir ejerciendo desde la vida civil luego de su pase al retiro. El samuray también hizo una amenaza velada al caudillo cuando hablo de rendición de cuentas; pero lo más importante fue que pudo haber fingido contradecirlo con las críticas a la vieja Unión sovietica. Pero en el fondo es sin duda un aliado no incondicional del dictador, sino una pieza más que busca reacomodarse en el juego político nacional; por eso intenta posicionarse como una ficha en el tablero del ajedrez político nacional, pero no quiere ser un simple peón, ni siquiera un alfil, ni un caballo, ni una torre, desea ser como mínimo la reina, él no quiere ser víctima de otro inconveniente enroque, el quiere coronar, se siente merecedor de privilegios luego de haber devuelto al rey el día que estuvo amenazado de jaque mate....por eso siente que debe ser la reina en esta partida, pero al rey parece que se le olvidó y siente que con caballos, alfiles y torres podrá ganar la partida, es decir, que está pensando en sacrificar la reina para que no le frene sus avances, ni le haga sombra...