sábado, abril 19, 2008

"La compra-venta de un país" (" ... de Venezuela por parte de Chávez y su entorno...Revolución Bolivarista")


POR: FERNANDO LUIS EGAÑA.

En noviembre de 1956 fue publicada la primera edición del libro más importante de Rómulo Betancourt: "Venezuela, Política y Petróleo". La primera parte de la extensa obra lleva por título "Una República en venta" y se refiere al período hegemónico del general Juan Vicente Gómez, 1908-1935. Betancourt, con su habilidad periodística que ni sus más enconados adversarios le pudieron regatear, quiso identificar la época gomecista con lo que él mismo denominó "la entrega de gran porción del subsuelo nacional a los consorcios extranjeros".

Pues bien, medio siglo más tarde se podría afirmar que la hegemonía que hoy impera en Venezuela, la liderada por el presidente Hugo Chávez y que lleva el pomposo nombre de "revolución bolivariana", se identifica con la noción de la compra-venta de un país. Esto es la política de los realazos para adueñarse de la República, y no sólo para comandarla con ánimo cuartelero sino para controlarla con poder de propietario.

Para ello es que sirve la botija petrolera, repleta como nunca gracias al prolongado boom de los precios en el mercado internacional. Una especie de fondo patrimonial que dispone el señor Chávez a su antojo y discreción con el fin de reforzar su dominio personal sobre el Estado, la economía real y la base socio-política que sustenta el modelo "revolucionario". La más reciente cuenta del rosario, por ejemplo, es el impuesto petrolero a las ganancias súbitas que pasarán de forma directa a engrosar las chequeras presidenciales, desprovistas de cualquier tipo de control por parte de las autoridades formales del poder público.

Así, lo que se pueda ocupar, se ocupa, y lo que se tenga que comprar, se compra. Instituciones, empresas, grupos, personas, conciencias, lo que sea menester. Con el barril por encima de los 100 dólares se piensa que hay dinero para continuar este proceso de compra-venta y aún para acelerarlo, tal y como las evidencias confirman. Y no es que se trate de un propósito signado por la ideología, que desde luego algo de ello hay con base a los criterios desvencijados de la "izquierda borbónica", la que ni olvida ni aprende; es que se trata de un proyecto de dominación nacional para intentar imponer el continuismo sin límites del desvelado por la reelección indefinida.

Ya el Estado "bolivariano" con sus casi 30 ministerios, más de 100 viceministerios, su multiplicado número de organismos oficiales y su largo inventario de entes para-presupuestarios, ha batido récords de gigantismo estatal y de intromisión cada vez más decisiva en cualquier esfera política, económica, social y mediática de la vida cotidiana del conjunto de los venezolanos. Al respecto, algunos analistas consideran que esto significa una "reedición ampliada" del vertiginoso crecimiento del tamaño del Estado durante la época de la "Gran Venezuela" o la "Venezuela Saudita" de gran parte de la década de los años 70.

Sin embargo creo que hay un error importante de apreciación, porque en aquel entonces el Estado estaba sometido a un sistema de controles sobre el ejercicio de su propio poder, comenzando por la limitación del período presidencial, y la existencia de instituciones nacionales con diversos grados de autonomía entre sí, lo que en la actualidad no tiene ningún tipo de vigencia material. Además, el alcance del denominado "capitalismo de Estado", con todo y sus muy costosos excesos burocráticos y financieros, palidecería en comparación con la marcha avasalladora del copamiento de la vida venezolana por parte de la revolución roja-rojita.

En este sentido, ¿qué se puede decir de las "nacionalizaciones? Que ni siquiera son "estatizaciones", porque ni la nación ni un Estado nacional o representativo tienen algo que ver con el destino de lo "nacionalizado". Son auténticas apropiaciones con recursos públicos para acrecentar el poder personal de una jefatura y de una camarilla, incluso de composición familiar. En teoría, la adquisición de una corporación privada por el Estado o la extensión de la propiedad pública en una empresa mixta, son decisiones perfectamente soberanas que pueden compartirse o no, pero que no necesariamente suponen la ejecución de un plan de dominio político sobre la sociedad. Pero en la práctica, si el Estado ha sido sustituido por una voluntad autocrática cuya doctrina principal es la supervivencia cueste lo que cueste, entonces la transferencia patrimonial real no es entre el particular y la República, sino hacia la parcialidad política de la autocracia.

Y en una sociedad de raigambre populista como la nuestra, dónde se espera que el "gobierno venga y solucione" todo tipo de problemas a casi todo el mundo, desde los potentados que figuran en la lista millardaria de la revista Forbes hasta los ciudadanos más humildes de las barriadas populares, lo que termina ocurriendo es que se refuerza la dependencia social y psicológica hacia el Estado repartidor, ahora, encima, secuestrado por una nomenclatura de ambiciones perpetuas. Porque una cosa debe señalarse aún a sabiendas de que luzca "políticamente incorrecta": el populismo venezolano no ha sido un fenómeno exclusivo del arriba hacia abajo, sino muy extendidamente del abajo hacia arriba, vale decir fundado en el imaginario social del "gobierno como fuente primordial, acaso única, de riqueza y bienestar".

En su ortodoxia comunista, el viejo Domingo Alberto Rangel ha argumentado con impecable tino cómo opera la pretensión de compra-venta política o clientelar a través de las ejecutorias de la "revolución bolivariana", y cuáles son sus principales efectos en términos de desvalorización del trabajo y el sentido de superación mediante el esfuerzo personal. Y es que un tema es la política social, asistencial o misionera para distribuir recursos que compensen la desigualdad y garanticen servicios accesibles a los sectores más necesitados, y otro tema es la creación de masivas redes de dependencia dineraria con objetivos políticos que van, por cierto, más allá de una coyuntura electoral específica, y se orientan a la sujeción individual, familiar y comunitaria al poderío revolucionario.

"Un país de esclavos", ha escrito DAR, es lo que se busca a fin de cuentas y para conseguirlo no se escatima esfuerzo alguno. Curioso que el estribillo "Uh Ah Chávez no se va", ya no se oiga como manifestación de solidaridad política, sino como respuesta al aumento de bonos, becas, estipendios y comisiones siempre de carácter monetario, y casi siempre como apagafuegos de reclamos insatisfechos. Es la transacción esencial de la hegemonía de boinacolora, ya muy alejada de motivaciones políticas o ideológicas, y en cambio de lo más afincada en el chorreo de la bonanza petrolera.

La compra-venta de Venezuela por parte de Chávez y su entorno, con recursos de todos los venezolanos y con el objetivo de ampliar el andamiaje de dominación, no se detuvo después del referendo del 2-D de 2007, sino que más bien se está acelerando en lo que va del 2008. Pocas veces ha tenido más razón el historiador Manuel Caballero cuando en vez de usar la expresión "revolución bolivariana", se empeña en utilizar la de "revolución bolivarista". Comprenderlo así es indispensable para acertar no tanto en el diagnóstico, sino sobre todo en la lucha para superar el mal.

3 comentarios:

  1. Anónimo2:05 p.m.

    Mientras los chavistas hablan de democratizar los medios de comunicación, se están adueñando de todo el país construyendo un verdadero monopolio imperialista, donde el emperador es Hugo Chávez.

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  2. Anónimo2:47 p.m.

    Militarismo chavista

    Autores:
    José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
    www.morochos.org

    Como Hugo Chávez no sabe para qué sirven los civiles, ni qué se hace en las Universidades de Venezuela, se ha encargado de adjudicar a militares los principales cargos de la Administración Pública venezolana.

    Ésta es una de las causas de la ineficiencia chavista y uno de los hechos que simboliza el tipo de gobierno que Chávez quiere para nuestro país: Un orden político donde el comandante ordena y los demás obedecen.

    El militarismo es un fenómeno que ha traído nefastas consecuencias a los latinoamericanos y especialmente a los venezolanos, ya que casi todos nuestros gobiernos han sido dictaduras militares.

    Y por cierto, aquellos chavistas ingenuos que se están creyendo que tienen posibilidades de ser representantes del PSUV en las próximas elecciones regionales, entérense que casi todos los candidatos que designará el dedo presidencial serán también militares.

    A continuación les presentamos una lista con los nombres y funciones administrativas desempeñadas por militares en la Venezuela chavista, mencionaremos solamente los cargos principales ya que si incluyéramos a los cargos medios serían demasiados nombres:

    Presidente
    Teniente Coronel (Ej) Hugo Rafael Chávez Frías

    Vicepresidente
    Coronel (Ej) Ramón Alonso Carrizales Rengifo

    Ministro del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
    Teniente (Ej) Jesse Alonso Chacón Escamillo

    Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia
    Capitán de Navío Ramón Rodríguez Chacín

    Ministro del Poder Popular para las Finanzas, Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela -Bandes-
    Teniente (Ej) Rafael Eduardo Isea Romero

    Ministro del Poder Popular para la Salud
    Teniente Coronel (Ej) Jesús Mantilla Oliveros

    Ministro del Poder Popular para la Alimentación
    Teniente Coronel (Ej) Félix Osorio Guzmán

    Ministro del Poder Popular de Vivienda y Hábitat
    Teniente Coronel (Ej) Jorge Pérez Prado

    Ministro del Poder Popular para la Infraestructura
    Coronel (Ej) Isidro Ubaldo Rondón Torres.

    Ministro del Poder Popular para la Defensa
    General en Jefe (Ej) Gustavo Rangel Briceño

    Director de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, DISIP
    General de Brigada (Ej) Henry Rangel Silva,

    Policía Metropolitana de Caracas
    General de División (GN) Juan Francisco Romero Figueroa.

    Presidente de CADIVI
    Teniente Coronel (Ej) Manuel Antonio Barroso

    Presidente del Banco del Tesoro y Secretario Ejecutivo del Fondo de Desarrollo Nacional
    Teniente Coronel (Ej) César Augusto Giral Michelangeli

    Presidente del Instituto del Seguro Social
    Teniente Coronel (Ej) Carlos Rotondaro

    Superintendente del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria
    Teniente (Ej) José David Cabello

    Presidente de FOGADE
    Humberto Ortega Díaz. Egresado de la Academia Militar en 1983

    Director General del Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía
    Mayor (Av) Mario Ernesto Fernández Echandía

    Empresa Producción y Distribución Venezolana de Alimentos (PDVAL)
    Teniente Coronel (Av) Luís Pulido

    Fondo de Crédito Industrial (FONCREI)
    Teniente Coronel (Ej) William Fariñas

    Electrificación del Caroní CA (EDELCA)
    General de Brigada Hipólito Izquierdo

    Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC)
    Cnel. (Av) Francisco Paz Fleitas

    Instituto Nacional de Espacios Acuáticos e Insulares (INEA)
    Capitán de Navío Rafael Da Silva Duarte

    C. A. Metro de Caracas
    General (ej) Gustavo Enrique González López

    Gobernador del Estado Miranda
    Teniente (Ej) Diosdado Cabello

    Gobernador del Estado Carabobo
    General (GN) Luis Felipe Acosta Carlez

    Gobernador del Estado Lara
    Teniente Coronel (AV) Luis Reyes Reyes

    Gobernador del Estado Bolívar
    General (Ej.) Francisco Rangel Gómez

    Gobernador del Estado Vargas
    Mayor Antonio Rodríguez San Juan

    Gobernador del Estado Mérida
    Capitán (Ej) Florencio Porras

    Gobernador del Estado Táchira
    Capitán (Ej) Ronald Blanco La Cruz

    Gobernador del Estado Apure
    Capitán (Ej) Jesús Alberto Aguilarte Gámez

    Gobernador del Estado Cojedes
    Teniente Coronel (Ej.) Johnny Yánez Rangel

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Austria
    General de División (Ej.) Alí Uzcátegui Duque

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Portugal
    General en Jefe (Ej) LUCAS RINCÓN ROMERO

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en República Dominicana
    General (GN) Francisco Belisario Landis

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República Federativa del Brasil
    General De División (Ej) Julio José García Montoya

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República de Argentina
    General de Brigada (Ej) Arévalo Méndez Romero

    Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Ecuador
    Capitán (Ej) Oscar Navas Tortolero

    Embajador de la República Bolivariana deVenezuela en Perú
    Vice-Almirante Armando Laguna Laguna

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  3. Anónimo2:52 p.m.

    Morochos.org (José Alberto López Rafaschieri) Gracias por la visita y tue comentario. Nosotros publicamos como comentario anónimo tu excelente artículo "Militarismo Chavista" parra difundirlo aún más (sin tu permiso). En verdad es una reflexión muy clara la que haces.

    Un gran saludo.

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