lunes, mayo 02, 2011

Alerta mundial dasata la muerte de Bin Laden.




ANTONIO CAÑO / YOLANDA MONGE / SANDRO POZZI | Washington / Nueva York 03/05/2011

La desaparición física del líder de Al Qaeda, responsable de los atentados del 11-S, ha sido recibida con euforia en Occidente, pero también con cautela ante el temor de que una campaña de atentados como venganza


La muerte de Bin Laden a manos de un comando de élite de EE UU, anunciada por televisión por Barack Obama, ha abierto una nueva dimensión en la lucha contra el terrorismo internacional. La desaparición física del líder de Al Qaeda, responsable de los atentados del 11-S, ha sido recibida con euforia en Occidente, pero también con cautela ante el temor de que sus seguidores inicien una campaña de atentados como venganza. Esa posibilidad ha desatado la alerta mundial y ha llevado a los Gobiernos de EE UU y de Europa a reforzar la seguridad tanto de sus embajadas como de sus tropas en el extranjero y a pedir a sus ciudadanos, especialmente a los que se encuentran en el exterior, que extremen la prudencia. "La guerra contra Al Qaeda y su sindicato del terror no ha terminado", ha advertido la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha convocado para hoy una reunión con los ministros de Exteriores, Interior y Defensa para estudiar nuevas medidas de prevención. "No pueden descartarse represalias", declaró ayer el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, a pesar de lo cual el Gobierno ha elevado por ahora el nivel de alerta de sus fuerzas y cuerpos de seguridad.

Las reacciones que la muerte de este personaje pueden provocar en el mundo son impredecibles. Por si acaso, el presidente estadounidense insistió ayer en que Bin Laden no era un líder musulmán y en que Estados Unidos no está en guerra contra esa confesión religiosa. "Dada la incertidumbre y la volatilidad de la actual situación", asegura el Departamento de Estado, "urgimos a los ciudadanos estadounidenses en áreas donde estos acontecimientos pueden causar violencia antiestadounidense a limitar sus viajes fuera de sus casas y hoteles y a evitar concentraciones y demostraciones masivas".

No obstante, la alegría por la muerte del terrorista más buscado del mundo es patente. EE UU siente que la venganza por los atentados del 11-S ha sido consumada y prueba de ello es que la Zona Cero de Nueva York, escenario principal de la masacre, se ha convertido en lugar de celebración desde que se conoció la noticia. Este jueves irá también el presidente Obama, que se reunirá allí con familiares de las víctimas.

Un gran día para América

Elaborada durante muchos años, estudiada al milímetro durante los últimos meses, una operación de las fuerzas especiales de élite estadounidenses Navy Seals acabó en el domingo con la vida del líder de Al Qaeda. Así lo anunció en torno a las once y media de la noche (cinco y media de la madrugada del lunes en España) el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Los agentes abatieron a disparos al líder de Al Qaeda en la localidad de Abottabad -a 80 kilómetros de Islamabad y en el norte de Pakistán- en una intervención en la que no hubo bajas estadounidenses. En su segunda comparecencia desde que se desarrolló la operación, en un acto de homenaje ayer a dos soldados fallecidos en la Guerra de Corea, Obama afirmaba: "Es un gran día para América, el mundo es más seguro y mejor a causa de la muerte de Osama Bin Laden".

"Estamos todos de acuerdo en que es un buen día para Estados Unidos", dijo Obama durante el homenaje. El presidente aseguró que la operación demuestra que "no hay nada que no se pueda hacer" si Estados Unidos trabaja de forma coordinada. "Somos afortunados por tener a ciudadanos que han dedicado sus vidas a protegernos (...) Como comandante en jefe, no podría estar más orgulloso", aplaudió Obama, que felicitó de forma especial a las autoridades militares y de inteligencia que organizaron y perpetraron el operativo, en particular al secretario de Defensa saliente, Robert Gates.

El asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Brennan, detalló posteriormente en rueda de prensa desde Washington que la operación, seguida en "tiempo real" desde EE UU, se llevó a cabo sin informar a Pakistán, país aliado en la guerra contra el terrorismo. Brennan manifestó que es "inconcebible" que Bin Laden haya estado escondido tanto tiempo en Pakistán sin ayuda de dentro del país. "No voy a especular con el apoyo en Pakistán", contestó Brennan a los periodistas en relación al posible conocimiento de las autoridades paquistaníes de la localización del terrorista saudí. Según la versión estadounidense, Islamabad supo de la operación solo después de abandonar el espacio aéreo las fuerzas estadounidenses. El embajador de Pakistán en EEUU, Husain Haqqani, declaró anoche que su país realizará una "investigación profunda" para recopilar los fallos de inteligencia que impidieron conocer que Osama Bin Laden estaba en su territorio.

El consejero de la Casa Blanca calificó la decisión tomada por Obama como "una de las más valientes que jamás haya adoptado ningún presidente". Según Brennan, las pruebas sobre la estancia de Bin Laden en esa casa eran "circunstanciales", aunque la confianza de la CIA en acertar con el objetivo era "creciente". El asesor estadounidense ha dicho también que tras 15 años persiguiéndole, ya incluso antes del 11-S, Obama aprovechó la "oportunidad" y aprobó la operación.

Sepultura según el rito islámico

Brennan aclaró además que el líder de Al Qaeda ha sido enterrado en el mar de acuerdo con la práctica musulmana. El ritual islámico requiere que el cuerpo se entierre en las 24 horas posteriores a su fallecimiento. Según fuentes oficiales, la decisión se tomó porque resultaba complicado encontrar un país dispuesto a sepultar al terrorista más buscado del mundo. Fuentes oficiales han informado asimismo de que las pruebas de ADN confirman que murió en el ataque militar a la residencia donde estaba.

A preguntas de los reporteros acreditados en la Casa Blanca, Brennan añadió que EE UU "no va a bajar la guardia" en la lucha contra Al Qaeda. La muerte de su mentor, Osama Bin Laden, brinda "una oportunidad para destruir la organización", afirmó Brennan. El asesor de seguridad explicó además que el número dos de la red terrorista, el médico egipcio Ayman al Zawahiri, cuenta con "detractores" dentro de la organización, hecho que dificulta su liderazgo.

En la operación militar, ejecutada a bordo de en varios helicópteros por el grupo de operaciones especiales Navy Seals, murieron cuatro personas más: un hijo mayor de edad del terrorista, su mensajero y un hermano de este y una mujer que, según la Casa Blanca, era una de las esposas de Bin Laden. Fuentes del Gobierno de Pakistán han asegurado al servicio de la BBC en el país que durante el asalto cinco guardias de Bin Laden cayeron también y cuatro más han sido detenidos, pero no ha podido ser confirmado.

Un complejo residencial

El terrorista más buscado por Washington se encontraba en el interior de un complejo de lujo fortificado. La residencia de Abottabad constaba de muros de más de tres metros, alambres de espino y solo dos puertas de entrada. Carecía de ventanas y no tenía ni acceso telefónico ni conexión a Internet. Bin Laden murió de un disparo en la cabeza tras un tiroteo entre las fuerzas de asalto norteamericanas y el grupo que se encontraba con el líder de Al Qaeda.

En su primera alocución desde la Casa Blanca, Obama afirmó que, tras haber estado recibiendo desde agosto informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Bin Laden, la semana pasada dio la orden de atacar y el domingo "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista. En una comparecencia llena de dramatismo, Obama homenajeó a todas las víctimas del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, que causó casi 3.000 muertos. "Esta noche se ha hecho justicia", aseguró. El presidente agradeció a todos los agentes que participaron en la operación y a los que han ayudado durante estos años a perseguir al terrorista. "EE UU ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará", concluyó el presidente estadounidense.

En el día siguiente a la muerte de Bin Laden, Estados Unidos amaneció invadido por la euforia, pero la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró que "EE UU continuará su lucha contra los talibanes en Afganistán". "Esto es un hito en la lucha contra el terrorismo, pero la batalla contra Al Qaeda continúa y no terminará con la muerte de Bin Laden", señaló. La secretaria de Estado atribuyó en parte el éxito de la operación militar que culminó con la muerte del líder terrorista a la "estrecha relación" de Estados Unidos "con Pakistán". Además, Clinton recordó que no solo hubo ataques contra Estados Unidos, sino también "en Londres, Madrid, Bali, Estambul y otras muchas partes hubo inocentes, en su mayoría musulmanes, atacados en mercados y mezquitas, en estaciones de tren y en aviones".

Fuente:http://www.elpais.com/articulo/internacional/muerte/Bin/Laden/desata/alerta/mundial/elpepuint/20110503elpepuint_5/Tes

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