sábado, mayo 30, 2015
"La ofensiva de la democracia"("...Vencer a cualquier tipo de autoritarismo será posible...")
POR:ALBERTO RODRÍGUEZ BARRERA.
El carácter social se moldea en concordancia con la forma de
existencia de una sociedad dada. Así es que el hombre se moldea por la
estructura de necesidades económicas y sociales de una sociedad, aunque
no es infinitamente adaptable. Hay necesidades fisiológicas y
psicológicas que deben ser satisfechas; son cualidades inherentes que
generan ciertas reacciones cuando son frustradas; y son cualidades como
la tendencia a crecer, a desarrollar y realizar potencialidades que el
hombre ha desarrollado en el curso de la historia, como la facultad de
pensar creativa y críticamente y de haber diferenciado experiencias
emocionales y sensuales; potencialidades que tienen dinamismo propio.
Esta tendencia puede ser suprimida y frustrada por impulsos
destructivos.
La tendencia general a crecer –idéntica en las tendencias biológicas y
psicológicas- resulta en tendencias como el deseo por la libertad y el
odio hacia la opresión, ya que la libertad es la condición fundamental
para crecer. Pero también el deseo por la libertad puede ser reprimido,
puede desaparecer en la consciencia del individuo, pero aún así no deja
de existir como una potencialidad, y evidencia su existencia por el odio
consciente o inconsciente que tal reprimir genera. Igualmente reprimida
y pervertida puede ser la lucha por la justicia y la verdad, que
también es inherente a la naturaleza humana.
En la situación que actualmente vivimos los venezolanos cabe recordar
que el adelanto de la libertad humana no es algo que puede ser
realizado sólo en términos políticos y económicos. El único criterio
para la realización de la libertad es si el individuo participa
activamente o no en determinar su vida y la de la sociedad, y esto no es
sólo en al acto formal de votar sino también en su actividad diaria, en
su trabajo y en su relación con otros.
La democracia política moderna, si se restringe a la esfera puramente
política, no puede contrarrestar suficientemente los resultados de
insignificancias económicas del individuo común; tampoco son suficientes
los conceptos puramente económicos como la socialización de los medios
de producción, ya que se genera una poderosa burocracia que manipula a
la vasta masa de la población, impidiendo el desarrollo de la libertad,
aún cuando sea efectivo el control gubernamental.
Nunca como hoy han sido las palabras tan mal utilizadas para ocultar
la verdad. A las creencias contrarias de los aliados se les llama
traición, la agresión militar es camuflada como defensa ante un ataque,
la asimilación o conquista de naciones pequeñas lleva el nombre de pacto
de amistad, y la represión brutal de la población se perpetra como un
neo-socialismo.
Las palabras democracia, libertad e individualismo también se vuelven
objetos de tal abuso. Pero la realidad es que la democracia es un
sistema que crea las condiciones económicas, políticas y culturales para
el total desarrollo del individuo; y el fascismo es un sistema que,
independientemente del nombre que adopte, subordina al individuo a
procesos extraños y debilita el desarrollo de la genuina individualidad.
Existe una contradicción entre economía planificada y la cooperación
activa de cada individuo. Una economía planificada requiere de
centralización, de una burocracia que administre esta máquina
centralizada. Por otra parte, la cooperación activa individual y de
pequeñas unidades de todo el sistema requiere de una gran cantidad de
descentralización. La gran tarea, entonces, es combinar coherentemente
centralización y descentralización. Lo cual se hace con el interés real
de cuidar los intereses de los seres humanos, y abriendo espacios para
innumerables economías independientes.
Hoy –como lo podemos ver claramente- tal espacio ha disminuido porque
sólo un grupo muy pequeño ejerce la iniciativa individual. Y el
objetivo de que todo el carácter social pueda ser libre, es algo que
sólo será posible sobre la base de un esfuerzo racional y concertado de
toda la sociedad, y con una cantidad de descentralización que garantice
una cooperación real, genuina y activa, y control por parte de las
unidades más pequeñas del sistema.
El hombre debe adquirir dominio de la sociedad y subordinar la
máquina económica para los propósitos de la felicidad humana, porque
sólo participando activamente en el proceso social superará lo que lo
lleva a la desesperación, ahí donde sufre más al ubicársele como un
autómata vacío y sin sentido.
Vencer a cualquier tipo de autoritarismo será posible sólo si la
democracia no retrocede y toma la ofensiva para alcanzar la meta de
quienes lucharon por la libertad a través de los siglos. Las fuerzas
nihilistas caen por la fuerza de la fe, de la vida y de la verdad, por
el peso de las ideas (más que por su alcance), ya que las ideas son
fuerzas poderosas cuando responden a necesidades humanas específicas,
adaptadas para las tareas objetivas que el individuo debe realizar en
una sociedad funcional.
Los cambios de las condiciones sociales generan nuevas necesidades y
ansiedades. Estas nuevas necesidades generan nuevas ideas que tienden a
estabilizar e intensificar el nuevo carácter social que determina las
acciones del hombre. Es decir, las condiciones sociales influencian los
fenómenos ideológicos por medio del carácter, no es el resultado de
adaptación pasiva a las condiciones sociales, sino una adaptación
dinámica sobre la base de elementos que son biológicamente inherentes a
la naturaleza humana, o que se han vuelto inherentes como resultado de
la evolución histórica.
El hombre moderno, en vez de ser empujado a obedecer lo que le
ordenen, es impulsado a trabajar duro por una compulsión interior, una
autoridad interior de consciencia y deber que opera más efectivamente en
controlarlo a él, como jamás podrá hacerlo cualquier autoridad externa.
Este hombre también cree en ideales como la verdad, la justicia y la
libertad, aunque sean frecuentemente meras frases o racionalizaciones,
pero que pueden ser luchas genuinas, ya que cualquier análisis que no
trate con ellas como factores dinámicos es falaz. Estos ideales no
tienen carácter metafísico; están enraizados en las condiciones de la
vida humana, y en el presente contienen una abundancia de problemas
morales.
Los actos de libertad son también siempre un fenómeno de abundancia.
Fuente: http://www.noticierodigital.com/2015/05/la-ofensiva-de-la-democracia/
lunes, mayo 25, 2015
"Ganar las parlamentarias"("... el día que la señora Tibisay Lucena tenga a bien convocar los comicios...")
POR:JOSÉ GUERRA.
Bajo la conducción de Nicolás Maduro, Venezuela marcha hacia un
despeñadero. Luce el país en una situación de caos: la violencia tiene
tomada las principales ciudades y pueblos, las colas se multiplican como
resultado de la escasez y la caída de la producción nacional, el
bolívar está a punto de desaparecer como moneda para las principales
transacciones de la economía, la inflación está haciendo estragos en los
bolsillos de los trabajadores y lo peor de todo, el gobierno está
paralizado y sin iniciativas.
Antes que se complete la destrucción del país, las fuerzas agrupadas
en la Unidad Democrática y más allá de ella, estamos obligados a generar
un cambio en el país que restituya el bienestar y despeje el horizonte
para las grandes mayorías de los venezolanos que hoy ven con
desesperanza el futuro de la nación. Bajo el llamado socialismo del
siglo XXI, Venezuela no tiene futuro.
Ese cambio pasa necesariamente porque las fuerzas de la Unidad ganen
la mayoría de los diputados de la Asamblea Nacional, el día que la
señora Tibisay Lucena tenga a bien convocar los comicios. La oportunidad
que se presenta para salir victoriosos es clara, según lo refleja la
encuesta más reciente ordenada por la Universidad Católica Andrés Bello y
realizada por la encuestadora Delphos, a cargo del doctor Félix Seijas
hijo. La encuesta cuyo estudio culminó el 25 de abril de 2015, refleja
que el país se ha despolarizado y que las fuerzas democráticas son
claramente la mayoría. Así, el bloque oficialista alcanza al 31,8%
mientras que el agrupado en la oposición concentra 42,8% de apoyo. Pero
llama la atención que entre quienes se declaran chavistas, los no
maduristas son el 16,4% mientras que los chavistas maduristas
representan apenas el 15,4%. Ello refleja el desmembramiento de las
fuerzas chavistas ahora dirigidas por Maduro y Cabello.
Maduro ha conducido al país al desánimo. El 86,9% de los encuestados
refleja que el país está estancado o en retroceso mientras que apenas
11,7% considera que Venezuela está progresando.
Otros datos del estudio apuntan a que de haberse realizado las
elecciones hace tres semanas, el Psuv hubiese obtenido el 15,5% de los
votos, los candidatos de la Unidad el 39,2% y el 16,4% habría votado por
otros candidatos. Igualmente, el 46,8% piensa que la Unidad ganará las
elecciones en tanto que un 30,8% cree que el ganador será el Psuv.
Sobre la base de estos datos, la Unidad está obligada a presentarle
al país una alternativa creíble, que el pueblo desencantado con el
chavismo la perciba como factible, atractiva y que atraiga a quienes
valoren que esta tragedia que vive Venezuela tiene una solución no
traumática. Todo ello con una oferta política inclusiva expresada
mediante el voto. Para ello una tarjeta única o también alianzas
perfectas podrían entusiasmar a los hoy descontentos y a un pueblo harto
de la crisis.
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/05/ganar-las-parlamentarias/
miércoles, mayo 06, 2015
“Tengo Venezuela por cárcel” Dice Teodoro Petkoff galardonado del premio Ortega y Gasset.
El periodista venezolano, galardonado por su trayectoria
profesional, no ha podido viajar a Madrid a causa de las restricciones
para viajar que le ha impuesto la Justicia en su país: "Tengo Venezuela
por cárcel"
El periodista Teodoro Petkoff, de 83 años, ha agradecido la concesión del premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Profesional desde la capital de Venezuela, Caracas. El director del diario Tal Cual no ha podido viajar a Madrid, donde hoy se entregan los premios, porque una orden judicial le impide abandonar el país.
Tanto él como la Junta Directiva de su periódico se encuentran
pendientes de juicio después de que el presidente de la Asamblea
Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, les denunciara por presuntos
delitos contra su honor. Desde el momento en que conoció que había
recibido el galardón, Petkoff ya señaló que no podría asistir a la
ceremonia de entrega de los premios periodísticos que concede EL PAÍS
porque no estaba dispuesto a solicitar permiso para viajar: "Sería como
legitimar la conculcación de mi derecho al libre tránsito que se me ha
impuesto", aseguraba el pasado 17 de abril.
Fuente:http://elpais.com/elpais/2015/05/06/videos/1430933776_616525.html
El coraje de la prensa libre
POR:
Rocío García /
Rosario G. Gómez
Una triste ausencia ha marcado este martes el tono festivo en la entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. Teodoro Petkoff, de 83 años, símbolo de la resistencia democrática en el periodismo de Venezuela, se ha visto obligado a intervenir en la distancia. El Gobierno de Nicolás Maduro le ha prohibido salir del país para recoger el premio a la trayectoria profesional, otorgado por unanimidad. “Tengo el país por cárcel”, ha clamado con voz potente y clara a través de un vídeo el fundador del diario Tal Cual, una referencia política e informativa en favor de la libertad de expresión desde hace 15 años, que se vio forzado a cerrar en marzo pasado y lucha ahora por sobrevivir en el mundo digital.
Un diario que, en palabras de Petkoff, es “vocero de los mejores intereses y aspiraciones de los venezolanos que queremos vivir en un país democrático, abierto y seguro para todos”. Fueron pocas las palabras, pero contundentes, un clamor por la libertad y los derechos. El informador ha denunciado que el régimen chavista conculca derechos fundamentales. “Este es un premio a la Venezuela luchadora, empeñada en vivir democráticamente”, añadió.
Las palabras del combativo informador han marcado la entrega de la 32ª edición de los galardones que otorga el diario EL PAÍS, a la que asistieron destacadas personalidades del ámbito de la política, la cultura y la economía. Ha abierto el acto el director de El PAÍS, Antonio Caño, quien ha ensalzado la profesión periodística como una herramienta para “conocer, innovar y contar su tiempo con valentía y sin nostalgia”.
Todos los focos han estado puestos en Venezuela. Una gran expectación ha rodeado la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González, quien se ha ofrecido a defender a los líderes de la oposición venezolanos encarcelados, y que fue el encargado de recoger el premio otorgado a Petkoff. Un hombre, según González, que es “la conciencia crítica irreductible de la izquierda, que cree en la libertad de los lectores y de los electores. Por eso molesta tanto y a tantos”. El líder socialista ha anunciado su intención de viajar a Caracas el próximo día 17, a pesar de haber sido declarado persona non grata por las autoridades del país latinoamericano.
La defensa de la prensa libre y la denuncia del autoritarismo del régimen chavista ha planeado sobre la ceremonia de entrega de los galardones. El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, encargado de la clausura del acto, ha tenido palabras emotivas ante la valentía de un hombre como Petkoff. “Es un premio muy justo para alguien que es un símbolo de la resistencia democrática a un régimen que va cerrando cada vez más los espacios pequeños donde todavía podía funcionar un periodismo independiente y crítico. Nadie ha utilizado con más valentía y lucidez las convicciones democráticas”, ha dicho Vargas Llosa. “Ha demostrado que el régimen de Chávez y ahora el de Maduro no es como pretenden, un régimen progresista y de grandes reformas sociales, sino autoritario, caudillista y populista”, ha añadido. Y ha considerado a Petkoff “un ejemplo de serenidad, acción democrática y espíritu de resistencia en un país donde la oposición está siendo acosada, perseguida, encarcelada, multada y enjuiciada. A él no le han quebrado”.
Tampoco a Gerardo Reyes, premio de periodismo digital por un reportaje sobre las mafias de la minería en Latinoamérica difundido en la web de Univisión, muy crítico con las amenazas que se ciernen sobre el periodismo de investigación. “El panorama es deprimente. Se elaboran leyes cada vez más sofisticadas, como, por ejemplo en Ecuador, donde se castiga no solo lo que se dice sino la intencionalidad”, ha señalado.
También en España la información sufre los efectos de un Gobierno cuyo presidente no contesta preguntas y comparece a través de un televisor de plasma. Es la crítica que hacen Pedro Simón y Alberto di Lolli, premio de periodismo impreso por la serie de reportajes La España del despilfarro, publicada por El Mundo. “Esto es gravísimo. Los periodistas seguimos acudiendo a esas comparecencias en las que no se nos permite preguntar; hemos asumido una norma aprobada en el Congreso por la que se nos prohíbe hacer fotos de los parlamentarios en sus escaños utilizando dispositivos electrónicos”, han destacado. Simón ha querido resaltar la precariedad de un oficio que muchos han tenido que abandonar “para poner copas en los bares y poder sobrevivir”. “Es el precariodismo, que ha acabado con 12.000 puestos de trabajo desde que empezó la crisis”, ha deplorado el reportero.
El fotógrafo José Palazón ha animado a sus colegas a seguir haciendo fotos, a que nunca falte la tinta en la pluma. “Que no se apague la voz”, ha proclamado al recoger un premio que ha dedicado “a todos aquellos que han estado, codo con codo, en la valla de Melilla, oponiéndose a la política de fronteras hispanomarroquí: activistas, fotógrafos, plumillas, juristas...”.
El acto ha sido clausurado por el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, quien evocando a Larra, ha hablado de paraperiódicos y ha resaltado que “no puede haber libertad de expresión si no hay un marco de libertades”. Cebrián ha reivindicado el papel de la Transición, tan criticada hoy, por cuanto supuso la recuperación de la libertad por parte de presos encarcelados por sus ideas. “La libertad es un bien escaso siempre amenazado. Es un bien difícil de conseguir y fácil de perder. Me satisface que esta sesión haya sido un reconocimiento a la libertad y que sirva de recuerdo a los españoles para cultivarla y conquistarla cada día”.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/05/06/actualidad/1430948848_075153.html
El coraje de la prensa libre
Los Premios Ortega y Gasset se convierte en un clamor a favor de la libertad de expresión
Una triste ausencia ha marcado este martes el tono festivo en la entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. Teodoro Petkoff, de 83 años, símbolo de la resistencia democrática en el periodismo de Venezuela, se ha visto obligado a intervenir en la distancia. El Gobierno de Nicolás Maduro le ha prohibido salir del país para recoger el premio a la trayectoria profesional, otorgado por unanimidad. “Tengo el país por cárcel”, ha clamado con voz potente y clara a través de un vídeo el fundador del diario Tal Cual, una referencia política e informativa en favor de la libertad de expresión desde hace 15 años, que se vio forzado a cerrar en marzo pasado y lucha ahora por sobrevivir en el mundo digital.
Un diario que, en palabras de Petkoff, es “vocero de los mejores intereses y aspiraciones de los venezolanos que queremos vivir en un país democrático, abierto y seguro para todos”. Fueron pocas las palabras, pero contundentes, un clamor por la libertad y los derechos. El informador ha denunciado que el régimen chavista conculca derechos fundamentales. “Este es un premio a la Venezuela luchadora, empeñada en vivir democráticamente”, añadió.
Las palabras del combativo informador han marcado la entrega de la 32ª edición de los galardones que otorga el diario EL PAÍS, a la que asistieron destacadas personalidades del ámbito de la política, la cultura y la economía. Ha abierto el acto el director de El PAÍS, Antonio Caño, quien ha ensalzado la profesión periodística como una herramienta para “conocer, innovar y contar su tiempo con valentía y sin nostalgia”.
Todos los focos han estado puestos en Venezuela. Una gran expectación ha rodeado la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González, quien se ha ofrecido a defender a los líderes de la oposición venezolanos encarcelados, y que fue el encargado de recoger el premio otorgado a Petkoff. Un hombre, según González, que es “la conciencia crítica irreductible de la izquierda, que cree en la libertad de los lectores y de los electores. Por eso molesta tanto y a tantos”. El líder socialista ha anunciado su intención de viajar a Caracas el próximo día 17, a pesar de haber sido declarado persona non grata por las autoridades del país latinoamericano.
La defensa de la prensa libre y la denuncia del autoritarismo del régimen chavista ha planeado sobre la ceremonia de entrega de los galardones. El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, encargado de la clausura del acto, ha tenido palabras emotivas ante la valentía de un hombre como Petkoff. “Es un premio muy justo para alguien que es un símbolo de la resistencia democrática a un régimen que va cerrando cada vez más los espacios pequeños donde todavía podía funcionar un periodismo independiente y crítico. Nadie ha utilizado con más valentía y lucidez las convicciones democráticas”, ha dicho Vargas Llosa. “Ha demostrado que el régimen de Chávez y ahora el de Maduro no es como pretenden, un régimen progresista y de grandes reformas sociales, sino autoritario, caudillista y populista”, ha añadido. Y ha considerado a Petkoff “un ejemplo de serenidad, acción democrática y espíritu de resistencia en un país donde la oposición está siendo acosada, perseguida, encarcelada, multada y enjuiciada. A él no le han quebrado”.
Tampoco a Gerardo Reyes, premio de periodismo digital por un reportaje sobre las mafias de la minería en Latinoamérica difundido en la web de Univisión, muy crítico con las amenazas que se ciernen sobre el periodismo de investigación. “El panorama es deprimente. Se elaboran leyes cada vez más sofisticadas, como, por ejemplo en Ecuador, donde se castiga no solo lo que se dice sino la intencionalidad”, ha señalado.
También en España la información sufre los efectos de un Gobierno cuyo presidente no contesta preguntas y comparece a través de un televisor de plasma. Es la crítica que hacen Pedro Simón y Alberto di Lolli, premio de periodismo impreso por la serie de reportajes La España del despilfarro, publicada por El Mundo. “Esto es gravísimo. Los periodistas seguimos acudiendo a esas comparecencias en las que no se nos permite preguntar; hemos asumido una norma aprobada en el Congreso por la que se nos prohíbe hacer fotos de los parlamentarios en sus escaños utilizando dispositivos electrónicos”, han destacado. Simón ha querido resaltar la precariedad de un oficio que muchos han tenido que abandonar “para poner copas en los bares y poder sobrevivir”. “Es el precariodismo, que ha acabado con 12.000 puestos de trabajo desde que empezó la crisis”, ha deplorado el reportero.
El fotógrafo José Palazón ha animado a sus colegas a seguir haciendo fotos, a que nunca falte la tinta en la pluma. “Que no se apague la voz”, ha proclamado al recoger un premio que ha dedicado “a todos aquellos que han estado, codo con codo, en la valla de Melilla, oponiéndose a la política de fronteras hispanomarroquí: activistas, fotógrafos, plumillas, juristas...”.
El acto ha sido clausurado por el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, quien evocando a Larra, ha hablado de paraperiódicos y ha resaltado que “no puede haber libertad de expresión si no hay un marco de libertades”. Cebrián ha reivindicado el papel de la Transición, tan criticada hoy, por cuanto supuso la recuperación de la libertad por parte de presos encarcelados por sus ideas. “La libertad es un bien escaso siempre amenazado. Es un bien difícil de conseguir y fácil de perder. Me satisface que esta sesión haya sido un reconocimiento a la libertad y que sirva de recuerdo a los españoles para cultivarla y conquistarla cada día”.
La aventura, el riesgo y la audacia
“El periodismo es una aventura y, a menudo, una aventura peligrosa
para los que aman y defienden la libertad”. Nadie mejor que Teodoro
Petkoff encarna el espíritu de estas palabras pronunciadas este
miércoles por el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Un
oficio que implica también aventura, riesgo y audacia, cualidades
reconocidas, según el escritor peruano, a lo largo de la historia de los
Premios Ortega y Gasset, y que adquieren una especial relevancia en
sociedades en las que los sistemas de censura, más o menos explícitos o
disimulados, impiden el libre ejercicio de esta profesión. “Teodoro está
dando una durísima batalla en una dictadura que va cerrando espacios de
libertad”, dijo Vargas Llosa en su discurso en la ceremonia de entrega
de los galardones que concede EL PAÍS.
El autor de El héroe discreto repasó la extraordinaria trayectoria de Petkoff, hijo de búlgaro y polaca, que fue comunista, guerrillero y hombre de acción. “El caso de Teodoro es muy parecido al de Malraux y Orwell. Aunque no sea un creador, es un hombre de pensamiento y acción que ha sido capaz de mostrar distancia con la acción que él mismo protagonizó. Se hizo comunista, como tantos jóvenes que pensaron que el comunismo era el instrumento para salir del subdesarrollo, la injusticia y las desigualdades. Y se hizo luego guerrillero para seguir la gesta de los barbudos como Fidel Castro”, evocó Vargas Llosa, que elogió la grandeza de Petkoff, un hombre que supo distanciarse de ese pasado y también del Mas, (Movimiento al Socialismo) que el mismo fundó, cuando este partido apoyó al comandante Hugo Chávez en la primera elección como presidente, “cuando este caudillo parecía a ojos de muchos venezolanos que era el hombre que les iba salvar de la corrupción, el caos, el desorden y la violencia”.
Petkoff ha demostrado grandeza y lucidez al abandonar la rigidez dogmática de una izquierda totalitaria y rechazar el “caudillismo” de Chávez, siguió Vargas Llosa. “Se empeñó en señalar que no era un movimiento popular y progresista, sino que venía de una vieja tradición del caudillismo populista, militarista y demagógico, de trágicas consecuencias en la historia de Latinoamérica, algo que muy pocos vieron al comienzo del chavismo”. El premio reconoce también a esos millones de venezolanos que “ahora sí se enfrentan al chavismo a pesar del acoso terrible y la arbitrariedad, con atropellos cotidianos, cárceles, torturas y asesinatos”.
El autor de El héroe discreto repasó la extraordinaria trayectoria de Petkoff, hijo de búlgaro y polaca, que fue comunista, guerrillero y hombre de acción. “El caso de Teodoro es muy parecido al de Malraux y Orwell. Aunque no sea un creador, es un hombre de pensamiento y acción que ha sido capaz de mostrar distancia con la acción que él mismo protagonizó. Se hizo comunista, como tantos jóvenes que pensaron que el comunismo era el instrumento para salir del subdesarrollo, la injusticia y las desigualdades. Y se hizo luego guerrillero para seguir la gesta de los barbudos como Fidel Castro”, evocó Vargas Llosa, que elogió la grandeza de Petkoff, un hombre que supo distanciarse de ese pasado y también del Mas, (Movimiento al Socialismo) que el mismo fundó, cuando este partido apoyó al comandante Hugo Chávez en la primera elección como presidente, “cuando este caudillo parecía a ojos de muchos venezolanos que era el hombre que les iba salvar de la corrupción, el caos, el desorden y la violencia”.
Petkoff ha demostrado grandeza y lucidez al abandonar la rigidez dogmática de una izquierda totalitaria y rechazar el “caudillismo” de Chávez, siguió Vargas Llosa. “Se empeñó en señalar que no era un movimiento popular y progresista, sino que venía de una vieja tradición del caudillismo populista, militarista y demagógico, de trágicas consecuencias en la historia de Latinoamérica, algo que muy pocos vieron al comienzo del chavismo”. El premio reconoce también a esos millones de venezolanos que “ahora sí se enfrentan al chavismo a pesar del acoso terrible y la arbitrariedad, con atropellos cotidianos, cárceles, torturas y asesinatos”.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/05/06/actualidad/1430948848_075153.html