miércoles, octubre 25, 2006

VENEZUELA: ¿DEBATE ENTRE ENEMIGOS GRATUITOS O ADVERSARIOS?

En estos dos hombres está comprometida la suerte futura de Venezuela. El actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Teniente Coronel retirado Hugo Chávez y el Gobernador del Estado Zulia Manuel Rosales, son según todas las encuestas conocidas, los dos candidatos con mayor opción de ganar la presidencia de la República, las venideras elecciones que se realizarán en este país el próximo tres de de diciembre. Sin duda alguna, el mundo los observa atentamente en virtud de la gran expectativa que han generado, por la importante polarización que hoy vive la sociedad venezolana. En medio del escenario de gran confrontación política que experimenta el pueblo venezolano, ambos candidatos se enfrentan contraponiendo dos programas y visiones diametralmente contrapuestas, que colocan a todos los venezolanos frente a una decisión crucial: Revolución Socialista o Democracia Social Liberal, este es el verdadero dilema político al que se enfrentan todos los venezolanos, tendrán que decidirlo en unas elecciones que deberán sucederse en un clima de gran polarización, de muchos riesgos y peligros que parecieran asechar la paz social de Venezuela, ante el cuestionamiento y acusaciones de ambos bandos en disputa, tanto de intento de fraude continuado del gobierno, que acusa la oposición , y de amenazas de desestabilización y rumores e intentos de derrocar al régimen y planes conspirativos que adelantaría la oposición, que imputa el gobierno. Toda esta situación de confrontación entre bandos irreconciliables en lo ideológico, configurando un dificilísimo cuadro político de división, caracterizado por mutuas descalificaciones, que no auspician un normal clima de disputa democrática electoral tradicional, el que era habitual, y como solía serlo en el pasado entre los venezolanos, a pesar de sus diferencias políticas e ideológicas, que ahora parecen haberse ahondado a niveles insospechadamente peligrosos y dañinos, lo cual podría desencadenar en trágicas consecuencias, para la estabilidad política y social de la República, que luce en riesgo de conmoción social por el encono que han puesto los adversarios, convirtiéndose en “enemigos gratuitos”, luchando por el control de un gran botín petrolero, es decir, por el control del poder político, para garantizarse el control de la administración de los cuantiosos recursos que produce la descomunal renta petrolera. Así luce el escenario, a sólo mes y medio de las elecciones. Dilema crucial viven los venezolanos, todo sería más sencillo, si no se arriesgara tanto en las elecciones, porque los han puesto en la difícil decisión de escoger entre Socialismo Revolucionario Castro-comunista, o Social Democracia Liberal participativa. Deberán escoger entre aplicar recetas económicas en Venezuela y políticas que implican más estatismo, centralismo e intervencionismo estatal, militarismo, colectivismo, o aplicar descentralización, democratización, más libertades económicas, apertura económica, libre mercado, libre empresa, liberalismo económico ¿Qué escogerán los venezolanos en diciembre? Más expectativa, imposible.
En medio de una campaña electoral muy poco convencional, porque el jefe revolucionario en pleno ejercicio de su cargo como Presidente, en su doble condición, como jefe del Estado y del Gobierno, también ejerce su carácter de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional; situación esta, inédita en la vida democrática del país en vista de que la Ley se lo autoriza, colocándolo en una situación de ambigüedad de funciones, ante el ejercicio también de su carácter de candidato presidencial, ya que el Tribunal Supremo de Justicia sentenció ante un recurso de interpretación de la Constitución Nacional, que el Presidente no estaba obligado separarse del cargo presidencial para optar a ser candidato presidencial.
Frente a esa circunstancia legal, que le otorga este derecho al Presidente en ejercicio, por su parte el candidato Gobernador del Zulia Manuel Rosales, se vio en cambio obligado a separarse “temporalmente del cargo, para así poder optar a la Presidencia de la República. Esto por si solo, ya revela un ventajismo indebido en el transcurrir de la campaña electoral, porque más allá de la posibilidad de que el Teniente Coronel continúa ejerciendo su cargo, existe el riesgo para todos los involucrados en la contienda por el poder, de que éste lo emplee indebidamente en su favor durante la campaña, como suele ocurrir cada vez que un líder político ve comprometida su permanencia en su cargo presidencial; y aunque esto no fuera así en este caso y el Presidente mantuviera una actitud de total pudor ante esa tentación latente, ya constituye una ventaja importante para quien tiene ocho años gobernando en Venezuela, ejerciendo el poder político de una forma particularmente personalista y autoritaria. Sinceramente creemos que hubiera sido mucho más democrático, legislar en esa materia y haber creado normas jurídicas que establecieran algunas importantes restricciones presidenciales como existen por ejemplo en Brasil o en Colombia, específicamente en el manejo y disposición de los recursos públicos, sobre todo, en lo que concierne al uso indiscriminado de los espacios publicitarios en los medios audiovisuales, propiedad del Estado venezolano, que a simple vista, según nuestra opinión, se están usando en lo que va de campaña de forma desproporcionada, a favor del candidato del gobierno, pero de manera grotesca y exageradamente ventajista, lo cual expresa precisamente el temor y reservas que teníamos en este tema, ante el brutal despliegue masivo de mensajes propagandísticos, que pregonan y procuran el sostenimiento del presidente en su cargo, en detrimento del resto de los aspirantes, quienes han sido reducidos a una mínima exposición en esos medios del Estado, y esto es inaceptable, por lo que debemos ser francos al alertar, que todos los medios de que dispone el régimen liderado por Hugo Chávez, han venido siendo convertidos impúdicamente, en agencias propagandísticas en beneficio del proyecto político revolucionario, que lidera el presidente. Esto es muy grave, porque es una violación abierta y flagrante de las leyes y reglamentos electorales, que rigen la materia en el país; pero además, ofende por impudorosa e inescrupulosa la actitud desmedida del presidente Chávez, quien suele también disponer a discreción sin control aparente del dinero público, del espacio televisivo y radial, convenientemente a su libre elección y determinación, durante interminables cadenas y programas de difusión masiva, copando todos los canales de televisión y emisoras radiales privadas, los espacios y escenarios públicos de que dispone a discreción y voluntad el presidente venezolano, obligándolos a transmitir sus mensajes so pena de cuantiosas y penosas multas y sanciones pecuniarias, que usa para coaccionarlos y chantajearlos, e impidiendo el ejercicio de sus derechos, al resto de los candidatos aspirantes, y de todos sus conciudadanos, quienes están impotentes e indefensos, ante esta arbitrariedad y grosero ventajismo, esto es un abuso.
La violación a las leyes electorales (Ley del Sufragio y de Participación Política) pareciera ocurrir impunemente, por el uso indebido de los recursos del Estado por parte del Presidente-candidato, con la tolerancia tácita de las autoridades del Consejo Nacional Electoral, quienes son cómplices y pecan por omisión, al no atender las múltiples denuncias de los partidos políticos que integran a la oposición y de ciudadanos particulares, quienes han denunciado y protestado públicamente en reiteradas oportunidades esta irregular y ventajista actitud del gobierno, sin que hasta ahora se observe alguna acción efectiva y activa de reparo o cese de la ilegítima y vergonzosa conducta gubernamental, por parte de las autoridades electorales, conformadas por cinco ciudadanos “Rectores Electorales integrantes del Poder Electoral” quienes constituyen la Junta directiva del CNE, quienes están obligados a conducir, dirigir y controlar imparcialmente y transparentemente el proceso electoral; y lo peor, sin amonestar, ni sancionar legal, oportuna y adecuadamente al presidente-candidato infractor flagrante de las normas electorales, que lo obligan como primer magistrado nacional a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República; pero sobre todo, a dar el ejemplo moral y ético ante sus adversarios y la nación en general, de respeto a la ley y a sus electores, de rectitud, de nobleza y gallardía, de actitud civilista y democrática frente al país y el mundo, pero también ante su propia consciencia de hombre de Estado, porque aspira seguir dirigiendo los destinos y las vidas de sus conciudadanos y de su patria, desea ser reelegido presidente de partidarios y legítimos adversarios, no de “enemigos gratuitos, como erróneamente los ha etiquetado y estigmatizado, colocando en riesgo la indispensable fraternidad que debe existir y reinar entre los ciudadanos de una misma patria, al producir divisiones, grietas y luchas de clases sociales, que han sembrado el odio entre los miembros de una sociedad pluralista, diversa, multiétnica, precipitando a los venezolanos hacía una peligrosa confrontación que está dejando de ser democrática y electoral, por la violación de las más elementales reglas del juego democrático, mediante el uso abusivo del poder de un grupo que lo ejerce de forma indebida e indecorosa, en detrimento del resto de los legítimos aspirantes a ejercerlo por intermediación de la más libre expresión del voto popular, es decir, de la transparente elección que haga el pueblo soberano, pero sin coacción, ni presión, ni impedimento alguno, pero tampoco siendo víctimas del grosero e impudoroso atropello del ventajismo que ya de por si constituye la intención fraudulenta de quien viola las leyes electorales, ni a la violación de sus derechos electorales que también supone e incluye, poder tener acceso a la exhibición publicitaria en los medios que son del Estado y por ende de todos los ciudadanos, de las propuestas de los demás aspirantes, sin ser obligados a ver una sola visión y publicidad, si no tener acceso a todas por igual, con reciprocidad y equilibrio informativo.
El presidente venezolano ha desnaturalizado y deformado la contienda electoral democrática civilista, para convertirla peligrosamente en una épica batalla, en una especie de guerra por prevalecer en el poder y expandir su proyecto de corte socialista revolucionario, empujando a sus partidarios a conformar escuadras, batallones y pelotones, convocándolos al campo de batalla, a calar sus bayonetas, usando un “lenguaje figurado” pero muy sugerente por su condición de ex militar golpista, enfrentándolos a sus conciudadanos que dejaron de serlo, para convertirse en “enemigos gratuitos”, que ahora acusa de “lacayos del imperio norteamericano, cipayos vendidos al “señor Diablo”, traidores, vende patria, golpistas, saboteadores, terroristas, tarifados de la CIA”, hostigándolos y amenazándoles “si se atreven” a desafiarlo votando en su contra, propiciando insospechadamente un cada vez más probable enfrentamiento fraticida, que es en lo que se podría convertir el proceso eleccionario este próximo tres de diciembre, si no se remedian y se le ponen frenos oportunos a tantas arbitrariedades cometidas por el poder abusivo del gobierno, durante la campaña electoral, que constituyen una provocación insultante a la dignidad de todos los electores venezolanos, absolutamente impropia por injusta e inmoral.
Ante este delicado panorama ya descrito como peligroso, que compromete la estabilidad social, política y económica venezolana, ante escenarios tan poco edificantes que pudieran degenerar en violencia, derramamiento de sangre y luto; porque nosotros creemos en las vías pacíficas, democráticas y electorales para dirimir las diferencias entre los pueblos, porque creemos en las soluciones civilizadas, por vías de derecho y no de hecho, porque abogamos desde aquí por la paz del mundo y especialmente de Hispanoamérica, porque pensamos que las guerras jamás son buenas y no soluciona absolutamente nada; porque respetamos y amamos profundamente al glorioso y libertario pueblo venezolano, al heredero de la gesta libertadora de Simón Bolívar, porque deseamos que Venezuela continúe adelante en su lucha de constante trabajo, superación y progreso, es que decimos con humildad que sugerimos el Debate entre candidatos presidenciales, esa es la más digna vía, la mejor forma de discutir civilizadamente en política entre contrincantes de un mismo país, que tienen y defienden posiciones ideológicas distintas, diferentes, pero igualmente respetables, valiosas por su envergadura, por el peso de influencia que tienen en las sociedades como expresión del pensamiento y el talento humano.
Porque se podrá tildar o calificar a cualquiera de las dos visiones contrapuestas que compiten en Venezuela de cualquier manera, pero jamás se deben subestimar y despreciar el valor de los seres humanos que las sostienen legítimamente, en la búsqueda del favor y el respaldo de los pueblos a que aspiran gobernar. Ahora que, si alguien tiene la osadía, la pretensión de gobernarnos por muy águila que sea, se sienta, o considere, al menos debería permitirnos a todos sus electores, que examinemos transparentemente sus ideas y nos muestre en vivo y en directo frente a su rival, por muy mosca que lo intuya o considere, su manera de debatir, o lo que es lo mismo, su forma de expresar y llevar adelante esas ideas, que dice defender y para las cuales solicita nuestra aprobación mediante el voto, que es el ejercicio del poder soberano. De allí que desde nuestra particular visión, el candidato presidencial que se sienta ya vencedor sin debatir con nadie, porque se cree que es un águila invencible, les está sugiriendo a todos los venezolanos, que ya no es necesario el respaldo de nadie para elegirlo, porque ya los venezolanos decidieron por él, pero sin verlo y oírlo debatir con nadie que tenga cara de mosca, frente a él que es un águila, de ser así, debemos preguntarnos todos:¿y entonces por que les pide los votos con tanto fervor amoroso a los venezolanos, si ya está seguro de que los tendrá? No se solicita ni se pide a nadie lo que ya se tiene en la mano asegurado. ¿Será que el presidente venezolano no está tan seguro de que tiene los votos para ganar, y por eso los sigue solicitando cada vez que encuentra un espacio publicitario disponible en alguna parte? No quiere debatir ha dicho ya, “águila no caza moscas” sentenció, pero con tanto amor suplicante les seguirá pidiendo el voto, porque a fin de cuentas debatir con el otro candidato supone escucharlo, y eso como que no es de su agrado y conveniencia, tal vez decida hacer lo que han sugerido algunos desde Madrid, una especie de “feria del monólogo”.
Se le sugiere al señor presidente que realice debates y no batallas entre bandos irreconciliables, eso es lo razonable, conveniente, civilizado y democrático. Al presidente venezolano que es reconocido como muy elocuente e histriónico, y suele pisar importantes tribunas internacionales; ahora se ha quedado mudo para debatir con el candidato Manuel Rosales, quien sin muchas florituras, ni pretensiones de orador consumado, habla más “claro” que ninguno en la comarca venezolana por estos días, sin necesidad de alardes ni aspavientos, ha desafiado “al águila”, “el Zuliano” muy atrevido, le ha salido respondón. La verdad es que suena a pretexto evadir el debate con Manuel Rosales a estas alturas del partido, pues el aspirante presidencial también dispone de argumentos valiosos, importantes y contundentes, que aportar en la discusión política actual, más aún, si como señalan todas las encuestas publicadas en el país, cuenta con un creciente respaldo de la población venezolana; decidir no debatir con Manuel Rosales simplemente le restaría apoyo al candidato del gobierno, quien se observa debilitado, por el peso de las exigencias legítimas de sus conciudadanos y por los magros resultados en su gestión pública durante ocho largos años, porque pareciera no haber logrado solucionar los más urgentes problemas que sufre la población de su país; en verdad su gestión gubernamental deja mucho que desear y esta seriamente cuestionada por todos los sectores sociales, que padecen graves problemas y necesidades, que no han sido atendidas.
Señor Presidente Hugo Chávez, respetuosamente como ciudadanos del mundo, le solicitamos simplemente esto: Debata públicamente ante las cámaras de televisión en vivo, con el candidato de la oposición Manuel Rosales; hágase su fraternal adversario, no su enemigo irreconciliable, estréchele gallardamente la mano, extiéndasela delante de todo el país y el mundo, bríndele una sonrisa sincera ante las cámaras, perdónele compasiva y cristianamente lo que haya de ser perdonado, respételo como persona, como su conciudadano y su interlocutor; y fájese a debatir ideas, programas, propuestas, soluciones, no a librar batallas y guerras entre hermanos, es la fórmula para garantizar la democracia; la única consigna es que los venezolanos todos sin excepción mediante la aplicación constante de la solidaridad, la unidad, la tolerancia y la convivencia pacífica, encontrarán el camino seguro para conquistar a perpetuidad la paz, lo demás se les dará por “añadidura”. Presidente usted ha confesado ser cristiano, ha reconocido públicamente que su comandante es “Jesús el cristo, el hijo de Dios”, yo le creo. La Biblia nos dice: “Buscad primero el reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”. Encontremos en Venezuela todos los hispanoamericanos un motivo más para orar por la paz en el mundo. Hay que orar por nuestros hermanos venezolanos, quienes vivirán en los próximos días instantes cruciales en su historia, tan cargada de momentos trágicos, difíciles pero tan meritorios para las causas más nobles de la humanidad. Presidente, si usted lo hace se ganará nuestro respeto más profundo como hombre público democrático, aunque no compartamos su particular visión política del mundo. Le diremos: “No estoy de acuerdo con su opinión pero moriría para que usted tenga derecho a expresarla”. Usted ha pregonado la idea de que todos los suramericanos pertenecemos a una misma patria, entonces soy su compatriota, por eso le exijo respetuosa y democráticamente, que cumpla con su palabra y respete a todos quienes somos sus compatriotas, y nos muestre su talante democrático, haciendo lo que se espera de un demócrata de verdad, debatir democráticamente con sus oponente legítimo sin desmerecer su condición personal, sin exponerlo al desprecio público, sin discriminarlo, ni ofender su dignidad como persona porque también tiene el mismo derecho suyo a aspirar a ser electo como Presidente, y usted debe no sólo reconocérselo, sino que garantizarle su ejercicio pleno debatiendo con él, permitiéndole la oportunidad de discutir sus ideas frente a sus electores, de cara al país; porque en el supuesto de que usted sea un mejor exponente argumentando sus ideas y defendiendo sus puntos de vista, lo peor que le puede ocurrir es que usted ratifique y mantenga el respaldo popular del que tanto se ufana. Convénzanos a todos, de que usted es un águila debatiendo y que sus ideas son mejores, que son posibles, viables, ejecutables; acepte el desafío de Rosales a debatir ya, sin pretextos, sin dilación, sin eludir el compromiso que tiene frente a sus nacionales, hágalo por la democracia, pero principalmente, por el amor que asegura tener para haber “hecho todo”; por respeto a su propia consciencia; por su vocación de servicio a los demás; por su ambición histórica de trascender y dejar una huella indeleble en su paso por la vida, y la de sus congéneres; y por la grandeza de espíritu que le imploran que demuestre con sacrificio verdadero por el prójimo, hágalo por todos sus compatriotas ante esta difícil hora que atraviesan gracias a sus ideas y ejecutorias, que usted quiere continuar implementando, pero sin debatir y sin consultarles nada sino dándolo todo por aceptado. No se gane usted Presidente más “enemigos gratuitos”, le llegó la hora de concertar, de conciliar, de concensuar, de acordar, de DEBATIR. Seremos los primeros en escucharle atentamente todo lo que usted quiera expresarnos debatiendo con su adversario Manuel Rosales, hoy su “enemigo gratuito”, mañana posiblemente “su Presidente”, tal vez por negarse usted a debatir, a lo mejor su futuro Presidente Chávez, será dejar de ser “águila” por “no atreverse a cazar una mosca” cuando sus conciudadanos y las exigencias históricas electorales se lo exigían. Recuerde y no olvide nunca, que siempre es mejor combatir y luchar con dignidad y con honor, incluso cuando nos toca perder, también hay que asimilarlo, porque no todo debe mirarse desde el minúsculo cristal, de una sola visión. Asuma esta responsabilidad ante el mundo y ante su país, si ha de ser usted vencedor venza debatiendo, o pierda debatiendo, pero debata. Se lo exige también su condición de Estadista democrático, aspirante a seguir gobernando con el respeto de todos quienes lo elijan, pero incluso de quienes no compartimos su particular visión del mundo, porque no nos consideramos “sus enemigos gratuitos”.

4 comentarios:

Juan Carlos Chirinos dijo...

Describes co claridad la realidad de Venezuela; Chávez ha querido siempre convertir a los que no piensan como él en enemigos de guerra y en traidores a la patria. Yo sólo espero que los venezolanos nos terminenmos de dar cuenta de las intenciones de este señor como lo están haciendo ya los demás latinoamericanos, que le han visto el pelo al lobo y se han curado en salud en las urnas electorales de sus respectivos países.
EL único obstáculo es la cuestionada honestidad del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, en el que pocos confían como transparentes.
un saludo!

Arcangel Vulcano dijo...

Gracias por tu comentario Juan Carlos, muy amable.Deseo sinceramente que Venezuela logre la paz,la unidad, mediante el ejercicio de la convivencia pacifica entre todos sus pobladores. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela es cierto que se encuentra muy cuestionado, pero la gran mayoría de los ciudadanos y la comunidad internacional toda,lo observan atentamente para obligarlo a cumplir con la Ley. Si no cumplen su deber, el pueblo deberá y sabrá actuar para hacer valer sus legítimos derechos, e impedir le sean vulnerados.Que Dios bendiga y proteja a Venezuela, y que ilumine la consciencia de los Rectores electorales del CNE, para que sepan estar a la altura de las difíciles circunstancias que enfrentarán.Hay que tener optimismo frente a los desafíos Juan Carlos, que no impere jamás el desaliento,debemos creer en la buena fe de los venezolanos de buena voluntad, que son la gran mayoría.Todas las mentes de condición democrática del mundo, espiritualmente estamos actuando con nuestra energía y nuestro concurso sobre Venezuela.Saludos.

Roberto Echeto dijo...

A.V. Muchas gracias por los comentarios que has dejado en mi pequeño terruño digital. Y estoy de acuerdo contigo en que la subversión más poderosa que se puede hacer en esta época es mantener el optimismo, la esperanza y la buena fe, cosas éstas por las que vale la pena batirse y romper unas cuantas crismas.

Un gran abrazo.

Arcangel Vulcano dijo...

Roberto Echeto. ¡que privilegio tu visita! gracias sinceras por tomarte el tiempo.Seré en lo adelante tu lector habitual. Sigue produciendo obtimismo, porque así siempre tendremos todos esperanzas.Si a mi me preguntaran que argumentos tengo para ser optimista, daría uno muy categórico:mientras existan seres de una fe superior como intuyo que eres tú, tenemos derecho a ser optimistas y abrigar grandes esperanzas en el futuro de la humanidad.