martes, marzo 11, 2014

"La traición de las Américas a la Democracia"." La declaración de la OEA legitima, sin necesidad, al represor Nicolás Maduro".

 
 
POR:ASDRÚBAL AGUIAR
 
He afirmado, coloquialmente, que la resolución adoptada por el Consejo Permanente de la OEA, "Solidaridad y respaldo a la institucionalidad democrática, al diálogo y a la paz en la República Bolivariana de Venezuela", entierra a la Carta Democrática Interamericana; y le pone punto final a la razón de ser del Sistema Interamericano, que nace con la Carta de Bogotá (1948) y, en esencia, tiene como propósito la garantía colectiva de la democracia. Caben, no obstante, algunas precisiones. La primera es, que en verdad no mueren los principios que le sirven de fundamento ni los estándares que le dan contenido a la democracia mientras los ciudadanos la defiendan; pues ella es, como reza la Carta Democrática, derecho humano de los pueblos. Es anterior y superior al Estado, tanto como a las organizaciones internacionales que sólo acogen a los gobiernos de los Estados.


Con la citada declaración ha muerto, eso sí, la garantía institucional y política de la democracia en las Américas y en Venezuela, donde a la vez cede la independencia de la Justicia y se usan a los jueces para criminalizar a la disidencia. Y al denunciar Maduro, como lo hizo, el texto de la Convención Americana de DDHH, significa ello que perdimos el derecho de reclamo ante quienes, negados a garantizar los derechos, optan hoy por desconocerlos y violarlos impunemente.

Los derechos humanos, entre éstos el derecho a la democracia, son de las personas, no de los gobernantes. No por azar, la Constitución de 1999 hace reposar en el pueblo el poder constituyente (artículo 347), y le pide al pueblo desconocer cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los DDHH (artículo 350).

Lo ocurrido -la puesta en marcha de una política de Estado orientada a reprimir, por razones políticas, a los opositores, usando las armas de la república y estimulando para ello a grupos paramilitares bajo su control- y la meliflua consideración que tal asunto recibe en la OEA, pone sobre el tapete una cruda verdad. El rescate de la libertad y la democracia en nuestro país queda en manos de los venezolanos, y será el hilo conductor que, como en el tiempo de nuestra Emancipación, permitirá luego que los pulmones de la moral democrática se expandan hacia todos los gobiernos de las Américas.

¿Y, por qué afirmo que la declaración C084/14 adoptada el 7 de marzo pasado, borra del escenario político oficial las obligaciones de garantía que impone la Carta Democrática, aun siendo interpretación auténtica del tratado fundacional de la OEA?

La declaración parte de un falso supuesto, "hace votos para que las investigaciones tengan una rápida y justa conclusión", siendo que la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos se han pronunciado varias veces sobre el uso de los jueces en Venezuela para doblegar a los adversarios del régimen marxista imperante. Y en una suerte de sincretismo de laboratorio se compromete con la defensa de la institucionalidad democrática; pero alega que lo hará sin inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela. Cita la declaración la Carta de la OEA y habla del Derecho internacional, pero omite toda mención de la Carta Democrática Interamericana, por una razón elemental. Una vez adoptada en 2001, producto de una evolución doctrinal de décadas y bajo el respaldo de más de 500 enseñanzas de la jurisprudencia interamericana, los gobiernos de ese tiempo hoy, lamentablemente, son otros.

Todos a uno, con sus variantes, los presidentes de las Américas se cuecen en los moldes del mismo régimen autoritario instalado en Caracas. Usan a la democracia para vaciarla de contenido y reelegirse. Y cabe decir que, por obra de la cultura que a todos nos lega la tragedia de la II Gran Guerra del siglo XX, es dogma -que prostituye la actual OEA- que ningún gobernante puede tremolar la idea de la soberanía para encubrir sus violaciones de derechos humanos, léase, sus atentados a la democracia.

Al paso, la declaración de la OEA legitima, sin necesidad, al represor Nicolás Maduro, electo en elecciones cuestionadas y quien llega al poder por disposición testamentaria de Hugo Chávez, violándose la Constitución que le prohibía su ejercicio del poder como Encargado y lo inhabilitaba entonces para ser candidato presidencial.

Maduro, sin embargo, rompe sus relaciones con Panamá por ejercer un derecho que consagra la Carta Democrática y amenaza a la OEA, que en su amoralidad, bajando la cabeza, decide saludar con beneplácito su "monólogo", instalado en el Palacio de Miraflores. De victimario, sus colegas, salvo honrosas excepciones y sin rubor, lo han transformado en víctima.

correoaustral@gmail.com
 
 Fuente:http://www.eluniversal.com/opinion/140311/la-traicion-de-las-americas-a-la-democracia

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El Táchira arde
En la carencia de una auténtica democracia está la raíz del caos que vivimos
ROBERTO GIUSTI
En el momento de escribir estas líneas (cuatro de la mañana) San Cristóbal estaba ardiendo por los cuatro costados luego de una violenta movilización de tropas cuyo objetivo era sofocar definitivamente, a sangre y a fuego, el movimiento de resistencia regional que se ha mantenido en las calles a largo de un mes de hostilidades. No sabemos si el uso indiscriminado de la fuerza logró su cometido, pero los mensajes que venían del Táchira eran sobrecogedores y daban cuenta de una ciudad en estado de guerra.

A estas alturas y cuando se suponía que la estrategia de la desobediencia civil estaba derivando a otro tipo de protesta, el gobierno contraataca con todo, dispuesto a apagar un reguero de candelitas diseminadas a lo largo y ancho de todo el país. La decisión de endurecer aun más la represión, al tiempo que, por otro lado, ensaya un remedo de diálogo, reducido por ahora a un monólogo inútil, implica un alto costo político que, más allá del desprestigio internacional (un daño ya irreparable), pone en evidencia su dependencia, cada vez mayor, de las Fuerzas Armadas.

La tragedia de todo esto radica en que las causas que originaron la ola de protestas, lejos de ser solventadas, o al menos consideradas con verdadero criterio de amplitud y talante autocrítico, no solo permanecen inamovibles sino que se han agravado porque los canales democráticos, antes que abrirse, se han cerrado aun más. De manera que esa inmensa porción de venezolanos, agobiados por las carencias y penalidades, que ya no discriminan entre pobres y ricos, no encuentran otra salida sino la protesta y a veces, cuando se le ataca a tiros y a perdigonazos, la protesta airada. Porque, al fin y al cabo, ¿qué es una piedra al lado de un fusil Kalashnikov?

Quizás algunos encuentren razones para protestar por la escasez de alimentos, el desabastecimiento, la falta de medicamentos, la crisis de la salud o la inseguridad, mientras otros exigen un cambio total del modelo económico o el cese de la guerra contra los medios de comunicación críticos, pero no hace falta mucha sabiduría para constatar que en la carencia de un auténtico sistema democrático, con instituciones sólidas y autónomas, está la raíz del caos que ahora vivimos. Por eso, en algún momento, cuando la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, el CNE o la Asamblea Nacional, se convirtieron en unos ministerios más, la gente acudió a los medios. Pero ahora que éstos están siendo sometidos al aniquilamiento sistemático y progresivo o han sido domesticados, el venezolano agobiado (y el Táchira es la expresión mejor acabada del fenómeno) sale a la calle dispuesto a todo.

@rgiustia

Anónimo dijo...

Muere estudiante en Táchira al recibir disparo en el pecho.
NORA SÁNCHEZ , LORENA EVELYN ARRÁIZ | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
martes 11 de marzo de 2014
Daniel Tinoco, de 24 años, estudiante de Universidad del Táchira, perdió la vida anoche luego de recibir un disparo en el pecho, según confirmó Ángel Perdomo, director de la Policía Municipal de San Cristóbal.

Se conoció que Tinoco se encontraba en la intersección de la avenida Carabobo, con la avenida Ferrero Tamayo, lugar de concentración de los estudiantes desde que se iniciaron las protestas en febrero.

El hecho se produjo pasadas las 10:00 p.m. y la víctima fue trasladada al Centro Clínico San Cristóbal. Dos personas más resultaron heridas y se están siendo atendidas en el mismo centro asistencial.

Testigos refieren que los jóvenes estaban en el lugar cuando fueron atacados por grupos motorizados armados y sin ninguna identificación.

Pasadas las 11:30 p.m. aún se escuchaban detonaciones en los alrededores.

Reclamos de alcaldes

Los alcaldes que conforman el bloque opositor en Táchira publicaron un manifiesto sobre la situación de la región y plantearon una serie de exigencias al gobernador José Gregorio Vielma Mora.

En el documento, expresan no creer en el diálogo como está planteado desde el Gobierno, pues consideran que quienes hacen el llamado a la paz son voceros que han descalificado a la oposición y que han dirigido ataques represivos contra la ciudadanía.

El alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, denunció que en la madrugada de este lunes la Guardia Nacional y colectivos atacaron varias zonas de la ciudad, quemaron vehículos particulares, y destruyeron propiedad privada.

Anónimo dijo...

Carta abierta a Nicolás Maduro

Ahora tus esbirros se especializan en ancianas

En declaraciones recientes, usted ha dicho lo siguiente, refiriéndose a los estudiantes de todas las clases sociales quienes han insugido civicamente contra su régimen castrado:

” ND / 10 mar 2014.- Detrás de los jóvenes manifestantes "violentos" están una madre y una padre que les han metido el odio en el alma”.
Y agregó usted : “Es una tragedia tener grupos de chuckys fascistas en Venezuela, ¿verdad? … el odio que les han metido en el alma, es un odio enloquecedor, ni un siquiatra como Jorge Rodríguez... pudieran (sic) descifrar tanto odio, tanta violencia. Es un componente de miedo… les han metido que nosotros somos los castro-comunistas, que nosotros le vamos a quitar todo, que nosotros los queremos matar... Detrás de cada Chucky hay una Chuckulina, detrás, que le metió miedo”.

Mire Maduro: aunque sea difícil mantener la ecuanimidad frente a estas inmundas declaraciones suyas, trataré de hacerlo.
En primer lugar, no solo está usted matando, hiriendo, golpeando salvajemente, torturando y aprisionando a jovenes venezolanos de todas las clases sociales, quienes han insurgido de manera gallarda contra su régimen ilegítimo en atención a los dispuesto en nuestra constitución, sino que, ahora, también se permite insultar a sus padres, llamándolos fascistas e instigadores de odio. Al insultarlos usted miente con total descaro. Por supuesto que ustedes están matando estudiantes. Por supuesto que ustedes tienen años tratando de convertirnos en una sucursal de Cuba. Ustedes son criminales cínicos, la peor combinación, pués niegan crímenes cometidos ante el mundo.
Me permito recordarle que, afortunadamente estos jovenes están estudiando con el pleno apoyo de sus padres, apoyo que frecuentemente llega al sacrificio financiero, a fin de permitirle a sus hijos una buena educación. Estos padres prefieren planteles privados no sujetos a la adoctrinación de un ministerio de educación en manos de un homínido (pregunte que significa esto) quien dice que no sacarán a los pobres de la pobreza para que no se conviertan en opositores!
Estos padres saben que la alternativa a no estudiar es pasar por la vida como analfabetas funcionales, sin saber de aritmética o de geografía, confundiendo el estetoscopio con el telescopio. Saben que un joven sin educación solo puede aspirar a manejar un autobús o servir de mensajero a un militar torvo y ambicioso. Mientras miles de jovenes que han estudiado pueden contruírse una vida digna y ser miembros de una sociedad civilizada, analfabetas sin educación como usted solo pueden aspirar a un golpe de suerte, a sacarse un premio en la lotería. Lamentablemente, llegar a tener una posición de alto nivel, como la que usted ha logrado por la vía del atajo, se torna en maldición cuando no se está preparado para ejercerla. Sus padres no se tomaron la molestia de enseñarle ni geografía ni aritmética ni dignidad. Y ahora todos estamos pagando ese pecado de mala paternidad.

En segundo lugar, lleva usted a cabo una curiosa pirueta psicológica cuando critica a padres que se han preocupado por la educación de sus hijos y les atribuye todos los errores que sus propios padres cometieron. Ni siquiera le informaron a usted donde nació. Ni le dieron una educación. El odio que usted ve en los padres de los estudiantes debe ser el reflejo en el espejo de su propio odio, el cual está ampliamente documentado en los textos de sus declaraciones y de sus discursos, patéticos ejemplos de acomplejamientos y de dependencia patológica en Cuba. Si hasta habla usted como Cubano cuando trata de discursear!

Anónimo dijo...

Continuación de la carta abierta a Nicolas Maduro.

En tercer lugar, esos padres que usted insulta hoy han formado familias. Sabe usted el significado de esa palabra? Sabemos que tiene usted un hijo crecido, a quien usted ha dado un “cambur” (empleo para hacer dinero, no para trabajar) en actividades que no conoce. Pero familia tradicional no tiene. Sabemos que se casó tardiamente con alguien a quien usted denomina como “la primera combatiente”, su pareja de baile mientras los estudiantes mueren en las calles a manos de sus esbirros. Pero nadie lo ve a usted como un jefe de familia, ese núcleo social que permite estabilidad a las sociedades. Ello es típico de los sátrapas. No la tuvo Fidel Castro, no la tiene Daniel Ortega, violador de su hijastra, no la tiene Evo Morales, quien se jacta de tener hijos regados por allí, no la tiene el Obispo gozón del Paraguay, Fernando Lugo. La tuvo el difunto, solo para prostituírla y convertir a un antiguo maestro copeyano en un pequeño virrey, a una otrora sencilla ama de casa en una joyería ambulante y a los hermanos en cazadores de dinero mal habido. Las hijas del difunto han sentado cátedra de patanería, abusando del erario público y permaneciendo en sitios propiedad de la nación sin tener derecho a ello.
Mire Maduro, cuando se tiene un techo de vidrio como el suyo, en materia de familia, de parentesco y hasta de origen, es arriesgado salir a insultar a quienes respaldan la digna actitud rebelde sus hijos. La evidencia de salvajismo de parte de sus huestes militares y de sus terroristas urbanos es incontrovertible y ya es del conocimiento del mundo entero. Insultar a los padres que mantienen en alto la dignidad del pueblo venezolano solo sirve para hundirlo a usted más todavía en las profundidades del gran pantanal.


No te calles, chico. Cada vez que hablas nos convencemos mas que un patán no debe ser presidente. Y vas saliendo.