sábado, marzo 21, 2015

"Maduro se la juega a EEUU"



 POR:ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ.

Sin que ese fuera su propósito, EEUU es usado para recuperar deterioro del régimen, que según encuestas, ronda “punto más bajo al que ha llegado en 16 años”: 22%. Todo debido a acomodaticia interpretación de la declaración del Presidente Barack Obama, quien “determino que situación en Venezuela, incluida erosión de garantías de derechos humanos, persecución de oponentes políticos… constituyen amenaza inusual y extraordinaria para seguridad y política exterior, por lo cual declaro emergencia nacional para enfrentarla”. De ello hacen bandera régimen y algunos voceros que se dicen adversos, con apoyo de países aliados. Ignoran extraterritorialidad de la norma.

Según David Smilde, experto en Venezuela de Oficina de Washington para América, tal declaración “al menos en corto plazo”, beneficia a Nicolás Maduro. Le “facilita ejercicio del poder y le sirve para sofocar desacuerdo respecto a todo lo que él dice sobre conspiración en contra”. De hecho se refuerza con ley habilitante.

Más precavido que voceros de partidos de oposición, sesgados por el electoralismo, el chavista de Marea Socialista, Nícmer Evans, declaró:

“Siendo EEUU la potencia bélica más poderosa del mundo, es absurdo que se señale a Venezuela como una amenaza”.

En opinión de Thomas Sparrow, corresponsal de BBC Mundo en Washington, cuando Obama firma la orden ejecutiva en la que declara que hay un estado de emergencia, obtiene ciertos poderes excepcionales que le permiten imponer sanciones o congelar ciertos bienes.

De acuerdo a dicho testimonio el gobierno estadounidense tiene unos 30 programas de sanciones basados en declaraciones de emergencia similares y que son presentadas con un lenguaje similar a la de Venezuela.

Para el Departamento del Tesoro los maduristas sancionados son considerados amenaza a la salud del sistema financiero estadounidense, y en esa misma medida se convierten en problema para la seguridad nacional, como declara el comunicado de la Casa Blanca.

Silencio guardan régimen y aliados, con detección de US$ 2 mil millones depositados en Banca Privada de Andorra. Igual lo hizo con el desfalco de más de US$ 200 millones del Fondo de Pensiones de Trabajadores, por lo cual tribunales yanquis sentenciaron a Francisco Ilarramendi a 13 años de cárcel
Se estima que US$ 4.200 corresponden a operaciones de blanqueo de dinero proveniente de Venezuela. Estuvieron acompañadas de creación de empresas fantasmas. Desde la perspectiva de Obama, son transferencias que contaminan sistema financiero estadounidense.

EEUU califica el narcotráfico como amenaza a la seguridad nacional, ya que afecta salud de la población, orden social y seguridad interna. Recientemente conoció del Cartel de los Soles, al que se dice que el régimen entregó control de espacio aéreo que negocia con otros de la droga.

Afirma que se trata de procedimiento legal normal usado con países como Irán, Birmania o Siria. Recuérdese que a luchar en este territorio en defensa del gobierno de Bashar Al Asad fue el diputado venezolano a Adel El Zabayar Samara ¿No es esta injerencia?

No quedan dudas que Maduro se la juega a EEUU para consolidar su régimen castrocomunista.

Al margen: La escritora Josefina Jordán se ha dedicado a divulgar la trayectoria del prócer José Leonardo Chirinos, cuya vida reseña en la novela Libertario… todo empezó en Coro. Desafiando al elitismo de ciertas instituciones, la presentará en la Ciudad Mariana.

jordanalberto18@yahoo.com
 
 Fuente:http://www.noticierodigital.com/2015/03/maduro-se-la-juega-a-eeuu/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

José Domingo Blanco (Mingo)
Barack, ¿jefe de campaña de Nicolás?
Desde que Obama declaró que Venezuela era una amenaza para la seguridad de Estados Unidos e impuso sanciones a funcionarios del régimen involucrados en violaciones de derechos humanos y actos de corrupción -todo esto anunciado en una cadena que duró tan sólo 4 minutos-; no he hecho más que pensar en el enorme favor que le hizo Mr. Barack a Nicolás, su homólogo venezolano.

Maduro, como revelan todas las encuestas, ha ido en picada. Su popularidad desciende a pasos agigantados. La apreciación que tenemos los venezolanos sobre su gestión de gobierno sólo logra calificaciones que oscilan entre malo o pésimo. Cuando preguntan quién es culpable de todo el desastre que estamos viviendo, nuestros dedos acusadores apuntan a un solo responsable: ¡Nicolás! Quien con su ineptitud, su incapacidad, su tozudez e, incluso, su escasísimo intelecto –que queda en evidencia en sus breves intentos de locuacidad tratando de imitar al Difunto- ha provocado este descenso acelerado, hasta en las filas del chavismo, que ya no lo ven con tan buenos ojos; pero que todavía se lo calan por razones ideológicas y por respeto a la voluntad del Comandante Eterno Insepulto.

Pero entonces, habla Obama desde el norte y Nicolás aprovecha esas declaraciones -asesorado hábilmente por los cubanos- para arroparse con la bandera tricolor, dársela de ofendido, despertar el sentimiento nacionalista y tratar de aglutinar a los venezolanos en torno a la consigna antiimperialista: #ObamaderogaeldecretoYA. Habla Obama, y todo lo demás, todo lo grave que está ocurriendo en el país, pasa a un segundo plano, desplazado por esta “emoción patriótica” y “estos ejercicios militares para defendernos de los yanquis invasores” que ahora ocupan las mentes de quienes creen que en Venezuela desembarcarán los Marines y la US Navy. En este momento crucial para nuestra nación, en el que estamos al borde del colapso económico más grande de la historia, el trending topic es cómo vamos a repeler la agresión americana. No el desvío de fondos del erario público que aparecen en bancos extranjeros. No que a los españoles de Podemos, Chávez y su combo les pagaron sumas exorbitantes para darle cuerpo al inentendible Socialismo del Siglo XXI. No la inseguridad, la escasez, la inflación y la pobreza desbordada que afectan a nuestra patria. Habla Obama e, inmediatamente, Nicolás lo acredita y lo vuelve –tácitamente- su jefe de campaña.

Porque resulta, que detrás de todo este show que rápidamente se montó el desgobierno -que abarca desde concentraciones en apoyo a Nicolás (con cartelitos en los que se lee “Gringos go home”) hasta la imposición de que en las escuelas los niños escriban composiciones en contra de Barack- la mirada está puesta en las próximas elecciones de los diputados que ocuparán la Asamblea Nacional. Sin necesidad de encuestas –porque la calle habla por sí sola- de realizarse las elecciones en este momento –claro, en un escenario hipotético donde el CNE actúa con la imparcialidad que se requiere- el chavismo no la tendría fácil. Los números no los favorecen. Perderían curules. De eso no tenemos dudas, a pesar de que el descontento de los chavistas aún no logra ser capitalizado por la dirigencia opositora; pero, esa es materia que, sin duda, abordaré en otro artículo.

Anónimo dijo...

José Domingo Blanco (Mingo)
Barack, ¿jefe de campaña de Nicolás?

La sanción que firmó Obama contra funcionarios venezolanos nos sorprendió, pero al mismo tiempo, nos puso capciosos. Tiene muchas aristas y Maduro ha sabido aprovecharlas para comenzar a hacer la campaña electoral de su partido. Sin embargo, hay otra tesis que explicaría la razón por la cual Obama califica a Venezuela como un peligro para Estados Unidos: y es la que encontramos en el libro “Reconceptualización de la seguridad de las Américas en el Siglo XXI”, en el capítulo dedicado a Venezuela, escrito por el analista Joseph M. Humire, (Reconceptualizing security in the Americas in the 21th Century, capítulo “Venezuela: Trends in Organized Crime”) en el que se mencionan las vinculaciones de nuestro país con el narcotráfico, se denuncia la existencia de células del Hezbollah que hacen vida en nuestro suelo patrio bajo el amparo de funcionarios del desgobierno; así como el lavado de dinero producto de negociaciones turbias, donde Pdvsa –la estatal petrolera, otrora orgullo de todos nosotros- aparece involucrada. Esas, a juicio del colega Carlos Alberto Montaner, son las verdaderas razones por las cuales Obama se vio obligado -por el Senado americano- a considerar a Venezuela un peligro. Razones de peso, sin duda; pero, que Nicolás ni loco develará o mencionará, porque las otras razones, la de las sanciones a los funcionarios, le vinieron como anillo al dedo, porque “esa ofensa americana, esa injerencia invasora de los yanquis” fueron las que le permitieron poner en marcha la maquinaria con la que intentará subir en las encuestas y que su mala imagen no impacte directamente en la elección de los diputados. ¡Qué fracaso significaría para Maduro perder curules! Es tan importante la Asamblea Nacional que Chávez le dijo una vez a la oposición que cambiaba alcaldes por Diputados. Perder estas elecciones no se la pasarían por alto sus cómplices camaradas.

También me he preguntado si Obama, aprovechando la sobreproducción y oferta petrolera que hay en los actuales momentos, dejaría de comprar el crudo venezolano. Podría presionar a Nicolás de esa manera. Y entonces: ¿qué haría Nicolás con esos barriles? ¿Los mandaría a China? ¿Se atrevería a perder a uno de sus más importantes clientes, los gringos, esos mismos a los que les está diciendo go home? ¿Los que pagan chin chin, de contado y sin demora? Hoy cuando Maduro ostenta el record de haber llevado al país –en un cortísimo tiempo- a los niveles de pobreza que teníamos en el año 2002, siendo Venezuela un país monoproductor y petrodependiente: ¿se atreverá realmente a pelearse con los gringos?… Me huele a reconciliación en los próximos días.

Anónimo dijo...


Obama y Maduro
SAMMY EPPEL | EL UNIVERSAL
jueves 26 de marzo de 2015 12:00 AM
Barack Hussein Obama es un hombre de izquierda, pero también es presidente de un país donde la democracia es la base de la sociedad, además de elecciones libres, separación de poderes y el imperio de la ley. En otras palabras Estados Unidos no es un país de hombres, es un país de leyes.

Hace unos meses, el Congreso norteamericano pasó una ley para castigar a los violadores de derechos humanos en Venezuela, Obama la firmó casi obligado. Ahora firma una orden ejecutiva, donde declara al régimen venezolano como un peligro para la seguridad del país. Eso no es cualquier cosa. En un artículo anterior al decreto, escribí sobre el comportamiento del régimen de Maduro en cuestiones de narcotráfico, terrorismo y legitimación de capitales, y dije que seguramente se trataba solo de la punta del iceberg. Asumo que Obama recibió en la oficina oval la totalidad del témpano que seguramente no cabía por la puerta y que ante tal enormidad de evidencia no le quedó más remedio que actuar.

Los gobiernos chavistas, desde el comienzo, fueron complacientes en todo tipo de actividades ilegales, altos personeros han sido formalmente acusados a nivel internacional y la reacción local siempre ha sido, la recompensa o el encubrimiento, eso quiere decir que las actividades denunciadas contaban con la aprobación del régimen.

El cerrar filas y llamar a la defensa del país, léase chavismo, es una estrategia lógica, lo que no entiendo es cómo líderes de la oposición que están concientes de lo que ocurre, salen a vociferar que Venezuela no es un peligro. Venezuela, en manos del chavismo es un peligro no solo para los venezolanos, lo es para la paz mundial y de ahí el decreto de Obama. ¡Será!

@sammyeppel
sammyeppel@gmail.com