sábado, enero 23, 2010

¿Expropiaciones exprés en Venezuela aprueba Hugo Chávez?



"Chávez aprueba las 'expropiaciones exprés'"

"El Ejecutivo venezolano, acosado por la inflación, acelera la confiscación de bienes "

POR:MAYE PRIMERA/ELPAIS.com .

El Estado venezolano puede expropiar más y pagar menos. En eso consiste la reforma de la ley de protección al consumidor aprobada este jueves en la Asamblea Nacional de Venezuela, por petición expresa de Hugo Chávez, como una medida de coerción para evitar el alza de precios de productos y servicios tras la devaluación del bolívar en un 50% decretada el 8 de enero.

El presidente venezolano ha ordenado a sus diputados redactar una ley que permita al Ejecutivo hacer expropiaciones y ocupaciones inmediatas de empresas sin tanto trámite burocrático. Cuatro días después tuvo Chávez en sus manos la reforma de la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios, que le permite declarar el "interés social" de todo cuanto sea "indispensable para la población" y para la "seguridad del Estado".Son de utilidad pública e interés social, dice uno de los artículos reformados, "todos los bienes necesarios para desarrollar las actividades de producción, fabricación, importación, acopio, transporte, distribución y comercialización de bienes y servicios". Y, a partir de ahora, el Estado podrá expropiarlos sin que medie la autorización del Parlamento. El Ejecutivo también tiene la potestad de "adoptar la medida de ocupación, operatividad temporal e incautación [de los bienes y servicios] mientras dure el proceso expropiatorio".
Estas normas podrán aplicarse en el supuesto de que las empresas hayan cometido "ilícitos administrativos", como el "alza indebida de precios", el "acaparamiento", o el "boicot de productos y servicios declarados de primera necesidad por el Gobierno". Dice la ley que esta modificación tiene por finalidad garantizar "el bienestar de la población".
Las indemnizaciones que recibirán las empresas que sean objeto de expropiación, tampoco serán calculadas del mismo modo. A partir de la promulgación de esta reforma, el Estado "podrá compensar y disminuir del monto de la indemnización lo correspondiente a multas, sanciones y daños causados, sin perjuicio de lo que establezcan otras leyes".
El Gobierno, sin embargo, comenzó hace más de una semana a "cumplir" esta reforma de ley, aun antes de que fuese aprobada. Tras el anuncio de la devaluación de 50% del bolívar fuerte, la moneda local, Chávez amenazó con la confiscación a todos los comerciantes y empresarios que encarecieran los precios de sus productos. A partir de esa semana y hasta el momento, más de 1.500 comercios han sido cerrados por la Guardia Nacional. Algunos de ellos, como los hipermercados Éxito -de capital francés y colombiano-, fueron expropiados.
El plan de Chávez es incorporar a las compañías bajo control del Estado a la recién creada Corporación de Mercados Socialistas (Comerso): una megaempresa pública que administra todo tipo de negocios, desde restaurantes "socialistas" hasta concesionarios de coches. "Estamos ante una conspiración de algunos empresarios y comerciantes desestabilizadores que han aumentado los precios. Ya no se podrán burlar como hacían antes, que los multaban, cerraban los comercios y luego subían los precios", ha dicho el diputado Mario Isea, presidente de la comisión que redactó la ley.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por Juan Larraín*

* El autor es profesor de la Universidad de Miami y ex Embajador de Chile en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


En un discurso ante el parlamento venezolano que pasó casi inadvertido, el matón bolivariano se sacó por fin la careta y confirmó algo que era ya un secreto a voces, definiéndose como “marxista y cristiano”, como si ambas doctrinas fueran compatibles o complementarias.
No es de extrañar la confusión mental que tiene este primate, aprendiz de dictador y fiel discípulo de los hermanos Castro. Es este el modelo de sociedad que está instaurando paulatinamente en su país, que cada día despierta para enterarse de una nueva confiscación y atropello a la propiedad privada o del amago de otra libertad individual, de las pocas que todavía subsisten incolumes.

Después de su declaración, no cabe duda hacia donde se encamina su revolución socialista pues, como dice el aforismo jurídico, “a confesión de parte relevo de prueba”.

A raíz de la horrible devastación y crisis humanitaria que vive Haití, los muchachos del ALBA la emprendieron una vez más contra Estados Unidos, para criticar su movilización en ayuda del pueblo de ese país.

La primera clarinada la dio en esta ocasión Ortega, seguramente un desvarío etílico, al señalar que la masiva asistencia estadounidense era una invasión y que por tanto ella constituía una amenaza a la paz del continente.

Como era de suponer, inmediatamente esta demencia fue coreada por Chávez en igual sentido, agregándole como es lógico otros epítetos de su frondosa cosecha anti-imperialista para hacerla más sabrosa. Sin embargo, la más notable fue la reacción de su esbirro boliviano. El pintoresco Evo, que seguramente debe haber memorizado el texto que le proporcionó la Embajada venezolana en La Paz, se hizo eco de las aprensiones de sus compinches, pero agregó algo muy especial. Anunció que denunciaría ante Naciones Unidas la invasión de Haití por parte de Estados Unidos. Sería interesante saber ante que órgano –quizás el Consejo de Seguridad por ser una amenaza a la paz y seguridad internacional- presentó su insólita demanda, que debe ser ahora el hazmerreír del mundo.
La omnipresencia de Chávez en el escenario regional también lo impulsó a comentar el triunfo de Sebastián Piñera en Chile, obviamente en un sentido crítico, a la vez de prevenirlo para que no se entrometa en los asuntos internos de Venezuela, pues su gobierno también fue electo democráticamente. Piñera le respondió que él respetaba todos los gobiernos, pero era también libre de tener una opinión sobre ellos. Chávez se ha dado cuenta que no tendrá en Chile un gobernante que acepta calladamente sus arremetidas matonescas.

Así las cosas, está perdiendo peso e influencia en el hemisferio y aumentan los países que se apartan de su senda y las locuras que promueve. El propio pueblo venezolano, cada vez mas agobiado por su desgobierno, la corrupción e inseguridad, la escasez de bienes y servicios esenciales y la galopante inflación, llegará el día que se rebele de la opresión chavista, tal como lo hicieron otros pueblos que también fueron víctimas del socialismo esclavizante.