martes, febrero 17, 2015

"La salida es un gobierno chavista de emergencia".Dice Laureano Márquez.

Laureano

POR:OMAR LUGO. 
El humorista y politólogo Laureano Márquez afirma que la situación de Venezuela es hoy tan grave que la única salida es que el gobierno del presidente Nicolás Maduro sea sustituido por otro, de transición, encabezado por una corriente del propio chavismo en consenso con el resto del país.
“He llegado a la conclusión que de momento Venezuela solo puede empeorar o por la vía paulatina y progresiva, o por la vía de que suceda alguna cosa inesperada”, dice en entrevista.
“Me preocupa cuando la gente acumula tanto sin posibilidad de desahogo y sin válvulas de escape. Es el típico ejemplo de la olla de presión que puede explotar en algún momento. Eso es un temor que uno tiene y que anda en este momento rondando la sociedad venezolana y ha recordado el Caracazo. La gente teme que pueda haber una explosión social por la situación del país. Me parece que eso es terrible porque lo que va a hacer es empeorar las cosas”.
Laureano analizó la situación de la Venezuela de hoy, su impacto sobre el ciudadano común, tanto el que vive dentro del país como el que ha decidido largarse para probar suerte en otras tierras, pero anhela regresar un día.
Abunda en argumentos para afirmar que Venezuela ha entrado en una fase dramática de empeoramiento de su situación política, económica y social.
“Cuando uno habla con los expertos y le pregunta sobre qué medidas tomarían no saben que decirte. Venezuela entró en un fase de empeoramiento que las medidas no surten el efecto que podrían surtir en una situación normal”, como un paciente con problemas respiratorios que entra en fase de colapso, dijo.
Cambio “dramático”
Pone como ejemplo la gasolina, que ha estado tanto tiempo distanciándose de su precio real que no hay ningún cambio que puedas hacer para llevarla al precio de costo.
“El cambio seria tan dramático y afectaría la economía de una manera tan brutal que no se puede hacer. Tendría que ser incremento casi que simbólico para que la gente entienda que tiene que seguir subiendo. Aumentar el costo 30 veces es algo que no puedes hacer, pasa igual con los demás precios”, regulados.
“El gobierno está absolutamente entrampado porque no puede tomar las medidas que tiene que tomar. Porque tomar esas medidas implica reconocer que lleva 15 años fracasando y eso no lo puede hacer porque lleva 15 años construyendo una imagen deificada del líder del proceso. Entonces y sería como reconocer ‘que nuestro Dios, nuestro eterno, nuestro comandante eterno’, se equivocó durante 15 años. Es una blasfemia que no se pueden permitir”, explicó.
Asamblea Nacional
Sobre si las elecciones legislativas podrían ser esta válvula de escape se muestra cauteloso: “Ojalá la oposición pueda ganar las elecciones parlamentarias y ojalá que no tenga que encargarse del gobierno en este momento”, dijo sobre el escenario electoral de este año, cuando se renovará la Asamblea Nacional y según algunas encuestas se prevé una dura batalla por el control del poder legislativo, un espacio clave para futuras reformas.
“Yo sólo veo una salida institucional en Venezuela, es que haya un gobierno de transición hacia la democracia y hacia una economía de otra naturaleza”, dijo Márquez.
“Y ese gobierno de transición sólo puede ser conducido por el chavismo, por algún sector del chavismo que pueda establecer puente con una alianza opositora para hacer un gobierno de emergencia nacional que conduzca al país por otro rumbo. Esto tiene ser un proceso que nos involucre a todos. Este cambio comienza desde adentro”, agregó.
Evidentes divisiones
“Pero lo que viene va a ser más difícil suceda lo que suceda”, pronosticó. También critica las evidentes divisiones en las líneas de acción y en el discurso de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD):
“La oposición venezolana no da muestras de cohesión de tener un proyecto alternativo. Con ir a la calle, al supermercado, a la ciudad en las noches, sabemos que esto no funciona. El problema es con qué vamos a sustituir esto y como lo vamos a hacer”, explica.
“Voy a decir algo que puede generarme rechazo en la oposición. En este momento ni siquiera es deseable que la oposición se encargue del gobierno del país. Y creo además que una de las mejores cosas que le pasó al candidato Capriles Radonski es que haya perdido o le hayan arrebatado el triunfo electoral”, agrega.
“Porque Maduro no es el responsable de esta situación… Cuando veo a (Jorge) Giordani con su cara lavada decir que somos casi el hazme reír de América Latina uno dice caramba Giordani, usted fue ministro de Planificación hasta el año pasado, usted es el autor de la catástrofe, cómo se atreve a culpar a Maduro de la catástrofe. Aquí tengo que salir en defensa de Maduro, Maduro no ha hecho absolutamente nada”, recalca.
“Capriles estaría exactamente en la misma situación, con el agravante de que la población venezolana estaría diciendo. “¿Ves? Con el comandante vivíamos bien y ahora estamos en esta situación en la que estamos”.
“Capriles hubiera tenido que aplicar lo único que se puede aplicar en Venezuela en este momento que es un plan severo de ajustes. No hay otra salida para esto”, insiste.
“No hay una salida de derroche. Hay una salida de apretarse el cinturón hasta abrirle un huequito más y andar con el dolor de la barriga presionada todo el santo día y esa es la salida que queda. Y si eso lo estuviera haciendo Capriles ya le habrían dado un golpe de Estado. Entonces que bueno que no ganó o que le chorearon las elecciones”, remata.
“Al venezolano común solo le cabe esperar empeoramiento” de la situación actual.
Viene represión
Márquez prevé “mayores dificultades para conseguir productos, movilizarse, conseguir trabajo, mayores dificultades para sobrevivir, en la salud y en la educación”.
“Al venezolano común le cabe esperar incremento en los niveles de autoritarismo del gobierno que nos conduce. En la medida en que la situación vaya empeorando, un gobierno que no tiene en su horizonte la rectificación, lo único que puede hacer es aumentar su nivel de represión social”, agregó.

“Creo que eso es lo que nos esta anunciando con las ultimas medidas y las últimas acciones. Viene represión, conflictos sociales fuertes. El panorama desde mi concepto es grave, sumamente grave”, anticipó Márquez.
Hace algunos meses se hizo famosa una frase de Laureano Márquez, cuando afirmaba que no se iba de Venezuela porque no se quería perder el final de esto. También citaba al economista Luis Vicente León, cuando este decía que “no había más plan B que echarle bolas al plan A”.
Sus palabras nos sirven para evocar la capacidad de resistencia de los venezolanos, o de “resilencia” como dicen los sicólogos sociales.
Pero hoy su tono ha cambiado. El agravamiento de la crisis económica y política, un secuestro express en la madrugada, las imágenes de las colas y la violencia, el desaliento por lo que percibe tanto desde el gobierno como de la oposición, parecen haberlo hecho más escéptico.
“Ya no me siento en condiciones de decirle a la gente que el que se quiera ir que se vaya. Lo que si les digo sobre todo a los jóvenes que se van es que traten de formarse bien para la Venezuela que habrán de construir algún día. No se desconecten de su patria porque ustedes son esto, made in Venezuela”, dice este hijo de inmigrantes canarios.
El que se fue sí hace falta
“El venezolano que está afuera no lo está por voluntad, por deseo. En Venezuela estamos viviendo una especie de diáspora, en la cual, frente a las angustias por la situación política y económica, siente la necesidad de buscar nuevos horizontes”.
Laureano, junto con Emilio Lovera y otros humoristas venezolanos famosos suele llevar sus espectáculos a remotas ciudades (uno levanta una piedra en cualquier ciudad del mundo y le aparece un venezolano) donde hay un público ávido por recibirlos.
“Uno percibe la nostalgia, eso que llaman en gallego (y en portugués) saudades, un sentimiento espiritual de anhelo de su casa y de su patria. Hace que algunas veces en las presentaciones veamos en el público que la gente está llorando en vez de reír. Eso significa o que o somos bastante malos como humoristas, o que la nostalgia los está venciendo”, dice.
Es famoso el chiste de Laureano sobre cómo un venezolano se puede hacer pipí encima, le pueden salir telarañas esperando que le cambie la luz roja en semáforo en Estados Unidos, pero no llega a comérselo aunque la señal luminosa esté mala.
Mientras, en Venezuela, puede ser una irresponsabilidad quedarse parado en la noche o la madrugada esperando la luz verde.
“Las leyes en las sociedades como la norteamericana están hechas para defender al ciudadano, generar un mecanismo de coexistencia ciudadana. Me conviene cumplir la ley y que la cumplas, en ese momento somos más libres. Pero en Venezuela nuestras leyes no buscan la justicia y la convivencia sino que están hechas para embromar a alguien. Por ejemplo, la ley del Trabajo no esta hecha para proteger al trabajador sino para perjudicar al empresario”.
“Nuestras leyes no tienen espíritu de de convicción ciudadana porque no están hechas para protegernos”, observa. Afuera, la multa te va a perseguir, tiene un impacto pecuniario y no hay un resuelve un “cuánto hay pa eso” típico de la viveza criolla que resolver la multa con una extorsión al policía o fiscal.
Sobre el hecho de que el gobierno subsidie los viajes al exterior con dólares a Bs 12, una tasa que está en 27 veces más barata que la otra oficial del mercado libre, señala que esto sólo pasa en Venezuela.
“Un gobierno que se dice socialista subsidia a la gente para que haga compras superfluas, pudo comprar interiores de marca financiados por un gobierno al cual yo adverso”, dice sobre cómo los venezolanos cuando llegan al exterior salen a comprar con desespero para aprovechar sus cupos de la tarjeta, no importa si han tenido que pedirle un sofá para dormir a sus amigos o parientes.
“Este país es tan absurdo y contradictorio que es el único del planeta tierra y mas allá en el cual una persona sale de viaje y llega del viaje con mas dinero del que tenía cuando salió”, observa.
Esto genera un negocio no sólo individual, sino todo un negocio construido alrededor del cupo Cadivi, o Cencoex. “En Venezuela a todo lo que se le pueda sacar provecho deshonesto se le sacará. Toda acción equivocada del gobierno a la vez que destruye al país genera un negocio paralelo que subsiste de esa inconsistencia de la política económica.
“La economía no se puede construir sobre la base de absurdos”
Márquez, un aficionado a la historia, afirma que el Pacto de Punto Fijo (de convivencia política entre los grandes partidos de la era democrática) “fue una de las cosas mas inteligentes que hemos hecho los venezolanos a lo lago de nuestra historia porque los militares fueron reducidos a su misión militar donde no fueran los amos, los dueños de destino nacional.
“Tengo respeto por la Fuerza Armada y la misión militar. Pero quisiera que los de hoy copiaran a los de la Independencia en términos de desprendimiento. Nuestro Libertador que era un hombre de mucho dinero, pertenecía a la oligarquía criolla, sacrifico su dinero por su ideal, la independencia de nosotros”, recuerda.
La fama de los militares de los últimos tiempos no es el sacrificio de su patrimonio personal en función de la República. Es una imagen exactamente contraria, es un patrimonio personal construido a base de negocios hechos con la República.
“Cuando uno ve eso uno esperaría que el alma nacional venezolana no estuviese buscando para empezar soluciones militares. Estoy seguro de que alguna minoría siguen pensando que lo que necesitamos es un hombre con guáramo un líder. No quiero ametralladoras ni miliares quiero hombres civiles”, manifiesta.

 Fuente:http://elestimulo.com/blog/laureano-marquez-dice-que-la-salida-es-un-gobierno-chavista-de-emergencia/

2 comentarios:

Anónimo dijo...


Chataing encara a Nicolás: ¡COBARDE!

El locutor venezolano Luis Chataing, encaró al presidente Nicolás Maduro desde la red social Twitter.

Chataing expresó su malestar con el mandatario venezolano, mientras este hablaba con el país desde la cadena nacional. El animador criticó a Maduro y su supuesta batalla de ideas con la oposición. “Cuál BATALLA DE LAS IDEAS cobarde? nunca la han dado, no la comprenden, tienen el control del 99% de los medios y aún así tienen MIEDO!”.

Además continuó “COBARDE quién coño es el “pelucón” llámalo por su nombre COBARDE! (…) PRUEBAS mata HABLADERA DE PAJA, (y es constitucional)”.

Anónimo dijo...

Carlos Blanco
La etapa del terror


28 de febrero 2015 - 00:01

A Antonio Ledezma

El régimen se desgaja. La crisis es tan brava que cada actor contribuye al desenlace aun sin proponérselo. Una vez que se desatan las fuerzas, la crisis manda. Cuando los policías, los militares y los colectivos disparan para estabilizar la situación; contra sus fines, contribuyen a desestabilizar. Añaden más caos al caos. El último episodio es la acentuación del terror; no es nuevo, ahora es sistemático y actúa como confesión: como si los jerarcas se observaran y se miraran fuera del poder. Es el espanto; es lo inconcebible; es lo que está más allá de su imaginación. Ellos infunden miedo, pero la gente que lucha por la libertad aprende a administrarlo; pero el miedo de los que están en el poder es más terminal que su propio poder porque se piensan todos desnudos ante sus pillajes, sordideces, a lo que no podrán explicar cuando se los pregunten. Y se los preguntarán.

Maduro pretende estabilizarse mediante los fusiles que le son fieles. La muerte, las cárceles, la justicia podrida podrán prolongarse por un tiempo indefinible, pero a la menor equivocación, con la menor de las rendijas abierta, se colará el país que exige un cambio.

El recurso a la represión como eje de la sustentación es lo que queda. El discurso en contra del imperialismo se ha evaporado, los golpes nadie los cree, la idea de que unos oficiales de aviación iban a bombardear Caracas –como criminales– en el fondo es un insulto a todos los oficiales de la Fuerza Aérea; todo le sale mal.

Convertir a Antonio Ledezma en un prisionero es de los peores errores cometidos. Ledezma no se ha arrepentido de su historia: no renegó de Carlos Andrés ni adaptó su discurso a los tiempos del chavismo. Es un hombre de la unidad. Tuvo el arrojo, junto con Leopoldo, María Corina y muchos otros dirigentes, de plantear La Salida, exigir la renuncia de Maduro, y formular la propuesta de Acuerdo para la Transición. Es un líder de carreras largas; no busca atajos ni en su vida política personal ni en la colectiva. Es un funcionario electo; por cierto, con una legitimidad de la cual carece Maduro: nadie cuestionó la elección de Ledezma. Ahora, Antonio, como Leopoldo, Daniel y los presos políticos, queman las manos al régimen. Es por estas razones que el poder se ha lanzado a la orgía de sangre que conocemos.

Frente al terror se levanta la lucha de los jóvenes que debe ser desarrollada con la sabiduría requerida frente a los que no vacilan en matar. La no violencia puede ser estrategia invencible. Ante el terror también se alza la propuesta de Programa para la Transición, para discutirlo y convertirlo en la base del cambio que vendrá. Por eso el régimen que produce el terror le tiene terror al Acuerdo para la Transición. Esta propuesta, en la que Antonio jugó un papel esencial, muestra que sí hay futuro, que sí hay pensamiento sobre lo que hay que hacer. Es increíble cómo en menos de 48 horas se obtuvieron más de 40.000 firmas en respaldo al acuerdo que el régimen calificó de subversivo sin leerlo.

Es importante cómo el entendimiento hacia la transición ha logrado ser el centro de confluencia de partidos políticos, personalidades relevantes del país, grupos de la sociedad civil, sencillos activistas juveniles, que lo asumen como lo que es: la base de un entendimiento sin mezquindades, para su discusión y perfeccionamiento.

No; no era verdad que por La Salida o las guarimbas es que el poder mata; lo hace porque es su naturaleza, es su lógica, es su reacción automática. No hay palabras para describir el horror de los asesinatos recientes que el país ha conocido. Ni hay formas de consuelo para el país que los llora, para padres, hermanos, amigos, parejas, vecinos… Solo hay que procurar justicia, que no venganza, en el país que se vislumbra en las luchas de este tiempo, con jóvenes que ya viven, como si fuera la tierra prometida y en medio de gigantescos sacrificios, la libertad que habrán de alcanzar, con un liderazgo plural, renovado y decidido a que la transición sea futuro.