sábado, septiembre 11, 2010

"Cómo vender un modelo fracasado"("..gran aparato gubernamental de propaganda..un país sumergido en el caos, con la mayor inflación del continente.")


POR:FRANCISCO OLIVARES.


Al no poderse vender un modelo fracasado se ha suprimido la palabra “comunismo”

La campaña oficialista ha estado cargada con un lenguaje violento, de vida o muerte y de infundir miedo a sus seguidores. El mensaje es “quieren la cabeza de mi comandante”, “los liquidamos o nos liquidan”. La presión sobre los funcionarios y militancia política es feroz y se les advierte que perderán sus puestos de trabajo porque llegarán las hordas opositoras a sacarlos. Junto a la amenaza se deja colar la idea de que el Gobierno sabe por quién se vota.

Paralelo a ese mensaje se ofrece el consumismo con la tarjeta “buen vivir”, electrodomésticos a mitad de precio y hasta viviendas bien equipadas, buscando así compensar la campaña de terror con un ingrediente populista que le dé un toque de esperanza a los eternos desasistidos y a ese amplio sector que siempre está esperando que “le caiga algo” del Gobierno.

Esos mensajes están montados sobre ese gran aparato gubernamental de propaganda que encabeza el Presidente de la República y que según las cifras aportadas por Súmate ha aparecido más de 60 horas en TV en quince días que lleva en campaña. Eso incluye cuatro cadenas de dos horas cada una, programas especiales y la transmisión en cadena de ocho caravanas con los candidatos del PSUV.

Debajo de ese aparataje yace un país sumergido en el caos, con la mayor inflación del continente, con uno de los mayores índices de homicidio en el mundo, y junto a Haití los únicos con decrecimiento económico.

Al no poderse vender un modelo fracasado, se han visto obligados a suprimir la palabra “comunismo” o cualquier acepción marxista en el lenguaje comunicacional, con la mala suerte que el padre y tutor del Presidente les recuerda que socialismo del siglo XXI es comunismo y ahora agrega que el modelo fracasó.

Lamentablemente a los efectos de la propaganda, siempre aparece algún dirigente desubicado, como una candidata del estado Anzoátegui de nombre Cristina Sifontes, que reivindica el hambre que han pasado los cubanos durante medio siglo y augura que “nosotros”, o sea Venezuela, “haríamos lo mismo”.

Así la caravana presidencial recorre el país tratando de saltear las zonas que constantemente padecen del corte del servicio eléctrico y que ahora, que ya no está el fenómeno climático del Niño, no queda otra que atribuírselo a un supuesto sabotaje de la oposición. Para hacer más creíble la historia, el ministro de la Defensa anuncia que se han desplegado patrullas de helicópteros para vigilar las instalaciones eléctricas, como si desde el aire se pudiera detectar algún saboteador de turbinas eléctricas.

En fin, es el tercermundismo en su máxima expresión visto ahora a través de una campaña electoral.



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