lunes, diciembre 14, 2015

"Mensaje de intelectuales, académicos y creadores a la nueva Asamblea Nacional".




En la mañana del viernes 10 de diciembre de 2015, tras los resultados de las elecciones legislativas del 6 de diciembre, un grupo de intelectuales, académicos y creadores emitieron un comunicado dirigido a los nuevos miembros electos para representar a los ciudadanos en la Asamblea Nacional. El documento tiene recomendaciones y exigencias que fueron comunicadas públicamente y serán entregadas formalmente a los nuevos legisladores. Acá el comunicado íntegro, leído por Carlos Walter:
Lea el mensaje de intelectuales y creadores a la nueva Asamblea Nacional #MonitorProDaVinci 640
“El 6 de diciembre será recordado como un grito de la sociedad toda, como un día en el que el país se encontró en el sagrado ejercicio de su voluntad, para exigir respeto y corregir el rumbo de la nación. Este es un triunfo que merecemos celebrar como país.
Los próximos parlamentarios deben iniciar pronto un proceso de restitución del vinculo entre el pueblo y sus representantes. Soportado, no en el miedo, ni en la conveniencia, sino en la confianza y el respeto mutuo. Sólo en modelos colectivistas se supone que el individuo está esclavizado a un objetivo superior que lo vacía, a una ¨utopía destructiva¨  en la que se  pierde toda identidad y que requiere de enemigos y fantasmagóricas batallas. En esta liberación cultural está la base de volver a tener un país productivo.
Cada uno de los miembros de la unidad tendrá que comprometerse con la VERDAD. La vida de los venezolanos en los últimos años ha transcurrido envuelta en la mentira, el engaño y la doble moral.
La realidad oficial inventada esta conformada por auto referencias complacientes  donde no existen colas, ni inflación, ni desabastecimiento. En estos años los parlamentarios de la bancada oficialista han sido: guardianes de la mentira, artífices del engaño y cultores de una doble moral.
El nuevo parlamento debe reconstituir el poder revelador de la palabra. Crear identidad y ciudadanía, allí donde hay postración colectivista que castra y empobrece. Estamos comenzando a despertar tras una larga travesía por la mentira.
Estos son tiempos en los cuales urge la sensatez, la cordura y la responsabilidad. Es el llamado de los aquí firmantes a que la dirigencia política de la Unidad trascienda a un mero ejercicio electoral y se convierta en un organismo colegiado, en la instancia de deliberación política que le otorgue garantías a los millones de ciudadanos que depositamos en ellos su confianza.
Hacemos desde aquí un llamado a que los intereses personales no se pongan por encima de la necesidad de unión en la ruta de la transformación que comenzó el pasado domingo.
Este mandato inequívoco obliga a los siguientes compromisos ineludibles:
— Presentar de manera muy transparente los planes a ejecutar en el corto y mediano plazo para concretar la voluntad de cambio expresada en su voto.
— Convertir la Asamblea Nacional en el espacio que haga posible la vinculación de toda la sociedad con sus representantes en la búsqueda del bien común.
— Mantener la UNIDAD como principio fundamental e inviolable de las acciones a tomar en el futuro.
— Negados a acostumbrarnos al lenguaje soez, reclamamos que la nueva Asamblea Nacional sirva para rescatar la dignidad de la palabra como recurso para el diálogo, el entendimiento y la convivencia.
Por estas razones, consideramos que su primera responsabilidad es demostrar que su conducta es distinta a la expresada por la vieja Asamblea Nacional y que harán las cosas de una manera totalmente diferente.
Con respecto a la escogencia de la nueva directiva de la Asamblea Nacional, es necesario establecer algunos criterios objetivos que garanticen los principios de alternabilidad y que representen el sentir plural e incluyente de la alianza unitaria. Proponemos lo siguiente:
— Que la designación de la junta directiva sea rotativa anual y que en ella se vean representadas todas las organizaciones políticas que hacen vida en la UNIDAD.
— Que en el período 2016-2017 la presidencia de la AN sea ejercida por un parlamentario propuesto por la organización política integrante de la alianza de la Unidad que tenga el mayor número de diputados.
— Las Vicepresidencias primera y segunda, la Jefatura de la Fracción de la Unidad y la Secretaría de la AN, deben ser escogidas por los partidos que tengan el mayor número subsiguiente de diputados de acuerdo con su decisión o preferencia.
— A partir del periodo parlamentario 2017-2018 en adelante se procederá a la rotación de los cargos señalados arriba, de manera que el segundo partido en número de parlamentarios tendrá la oportunidad de escoger en primer lugar la posición que decida y así lo harán los partidos en orden subsiguiente.
La historia, el esfuerzo y el deseo de cambio del pueblo venezolano, le han abierto al país una oportunidad irrepetible. No podemos fallar.
Ratificamos nuestro compromiso en acompañar a la nueva Asamblea Nacional en esta nueva etapa de la democracia venezolana”.
Atentamente: Álvaro Benavides, Antonio López Ortega, Blas Fernández, Carlos Walter, Edgardo Mondolfi, Elías Pino Iturrieta, Fernando Rodríguez, Héctor Manrique, Inés Quintero, Jesús González, Julio Castro Méndez, Marcelino Bisbal, María de Oteyza, Óscar Lucien, Rafael Arraiz Lucca, Raquel Gamus, Tomás Straka, Willy McKey y otros firmantes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Al límite // ¿Mantendrá Maduro el oído en la situación?; por Luis García Mora

Por Luis García Mora

Que Maduro después del vapuleo del 6-D no salga aún de su perplejidad deja al país más perplejo.

Y sumamente preocupado.

Porque si ante lo que nos anuncia, apenas haber sufrido esta felpa, va a consumir la poca energía que le queda, además de su tiempo físico y mental, en intentar salvar a última hora lo que queda de su prestigio y su liderazgo dentro del PSUV para aherrojarse y aherrojar su derrota, y abandonar el país al garete, entonces sí que puede terminar de llevar a todos a la convicción –ya de por sí muy latente– de que en verdad no entiende, no está descifrando cabalmente, que es lo que está ocurriendo a su alrededor.

No enfrentamos una crisis cualquiera. De política monetaria, o antiinflacionaria, de desinversión o de gasto, sino de ruptura de las cadenas económicas, de desmantelamiento de las instituciones que toman, trazan y operativizan las medidas de política económica.

Enfrentamos una verdadera crisis estructural.

Y aún de intentar tomar él solo la decisión de retejer los conductos y re-institucionalizar, no tiene ni con quién (no dispone de los recursos humanos calificados para esta tarea), ni con qué (no tiene el músculo económico) reactivar la producción paralizada.

Y de mantenerse esta crisis con un tiempo que vuela, nos encaminamos hacia serios sucesos sociales.

Maduro, muy presionado por la base chavista, se ve obligado a convocar de urgencia un congreso extraordinario con 980 delegados del Gobierno y el PSUV, en un intento de poner a todos a buscar explicaciones de lo que ha resultado su más estruendoso fracaso, intentando apresurar lo complejo. Sin percatarse de que lo que está planteado en el grave momento que vivimos no es echarle mas leña al fuego, sino resolver esta crisis.

De cualquier manera, ya hay una fractura importante de reclamo de la base chavista (expresada palmariamente el domingo) del posicionamiento de una directiva autoelecta. De una búsqueda en la base del posicionamiento que siempre se le negó.

Que se materializa entre los asistentes al evento que demandan, exigen, “dentro de una inmensa arrechera con el partido, la remoción de todos los puestos directivos del PSUV”.

Uno de los llamamientos principales desde el arranque por Maduro y Cabello es que no está en discusión la unidad en torno al liderazgo. Pues la unidad está a prueba. El chavismo está llamado a fragmentarse.

“Hay que ser autocríticos” exhorta Maduro, pero eso sí: “NO hay que autoflagelarse”, es decir: “Crítica, ma non troppo”. Jorge Rodriguez, alcalde vencido en su municipio y jefe de la campaña derrotada, culpa del revés ¡al diario El País de Madrid, CNN, ABC aparte de The New York Times! Y Cabello anuncia la acentuación de la “caza de brujas”, investigando al funcionariado chavista pues la oposición ha infiltrado los organismos del Estado y es la culpable de la calamidad que sufre el país, pues hacen las cosas mal a propósito para que el pueblo se desmoralice, se desmotive.

Sí, se ha sufrido un duro castigo.

Y Maduro atribulado en el mausoleo, firme, de pie, con las manos sobre el sarcófago, clama al cielo y a su mentor reclamándole “Cómo nos haces falta, mi comandante”, y añade “espero que podamos sacudirnos de la burocracia de la corrupción que daña todo y que podamos renovar la revolución”, sin mirar a los lados siquiera.

Como quien le habla a un público amnésico.

Promete reorganizar su gabinete, ¿con quién, con quiénes que no sean los mismos? Que vetará (¿?) cualquier amnistía. Que designará a los 12 nuevos jueces del Supremo. ¡Ante una ventaja de más de 2 millones de votos! Y anuncia a América una difícil encrucijada, una crisis política (saltándose la grave crisis económica y social) porque no reconocería ni compartiría el poder con el Parlamento.



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Anónimo dijo...

Al límite // ¿Mantendrá Maduro el oído en la situación?; por Luis García Mora

Por Luis García Mora | 13 de diciembre, 2015

En franco desconocimiento de los Poderes.

Es el lamento del culpable de esta crisis galopante, que ha dilapidado el caudal político y electoral heredado del Chávez que lo ungió. Junto al grave resquebrajamiento de su soporte fundamental: las Fuerzas Armadas. Que según versiones internacionales, hartos de los corrosivos efectos de la crisis, le comunicaron a sus homólogos de los Estados Unidos que respetarían los resultados del domingo. “Comentarios que no solo respondían a la preocupación por la posibilidad de un baño de sangre si se registraba algún pucherazo y la oposición tomaba las calles para impedirlo, sino por el alejamiento de la cúpula castrense de la ortodoxia chavista”.

El mundo se pregunta, comentaba un agudo observador, cuál será el comportamiento de los cuarteles durante el progresivo desmoronamiento del régimen.

La amenaza con la radicalización revolucionaria y la salida a las calles con 20% de aprobación y 90% calificando como negativa la situación del país, no tiene ni pies ni cabeza.

Por otra parte, la Asamblea para nada se anuncia como una institución revanchista. Todo lo contrario. Se cambiará el Tribunal Supremo por el 92% de impunidad en los homicidios. Y como dijo Capriles esta semana, se quiere una administración de justicia que funcione. Porque se votó por un cambio de rumbo.

Y las prioridades son la economía, lo social y la inseguridad.

Ha habido un cambio en el discurso de la oposición.

Y Maduro debería ponerse a la orden de la Asamblea. Convocando a la unión del país e invitándolo a resolver la crisis económica. Porque el tiempo corre.

“Estamos esperando con mucha serenidad, madurez y humildad que digieran el resultado del domingo”, agregó Capriles, pero “en el primer trimestre del próximo año va a haber algún tipo de desenlace o, si no hay una solución, tener que promoverlo en el marco de la Constitución”.

Así que el aire de guerra civil promovido insensatamente por Maduro, no va. No hay clima. No hay fuerza. No hay acción. El país solo quiere que se recupere la cordura, el juicio. La ponderación, la sensatez. Hay en marcha un cambio incluyente que unirá al país para sacarlo de la crisis. Para crecer económicamente, generar empleo y bajar la inflación. Y con un bloque monolítico empujando, es difícil que alguien pueda detenerlo.

Lo del domingo es sólo el comienzo.

Muchos avances sociales que se lograron inicialmente desde el régimen han sido erosionados por la debacle económica. La caída del PIB, la megadevaluación, la corrupción sin parangón en América Latina, y la fuga de capitales, hacen que no sea fácil para la oposición resolver los problemas, con Maduro obstaculizando. Por lo que urge avanzar en el proceso democrático con una oposición monolítica, para comenzar lentamente el proceso de recuperación económica.

El reto es mantener la unidad.

La peor recesión en 70 años domina el cambio del ciclo.

Y el voto es un voto castigo. Con una profundísima interrogante en su seno, como señalaba el periodista Juan Jesús Aznarez: ¿Cuál será la reacción de la gente en los barrios, tan ávida de inmediatez, si siente que una mayoría parlamentaria opositora no va acompañada de una mejora en sus condiciones de vida?

Toda transición democrática fue siempre acompañada en mayor o menor grado de movilización ciudadana.

Pues eso sucedió el domingo con el voto.

De modo que ya alcanzado ese paso, hay que impedir que el cambio tenga unos costos sociales altos que impidan la consolidación del régimen democrático.

Como es reconocido por la experiencia, el peor momento para un mal gobierno es cuando sabe que ha fracasado, y debe asumir la grave decisión de reformarse. Y la gravedad de la situación aumenta cuando quienes ejercen el poder se sienten sin argumentos ni capacidad moral para hacerlo.

Anónimo dijo...

Al límite // ¿Mantendrá Maduro el oído en la situación?; por Luis García Mora

Por Luis García Mora | 13 de diciembre, 2015

Por ello, es necesario evitar las provocaciones, y en esto, hay sana conciencia en la MUD.

Lo sabemos. Como sabemos que cualquier proyecto de cambio (desde la oposición) requiere, necesita para funcionar “una voluntad coincidente superior” a la de la mayoría parlamentaria. Una clara voluntad de acuerdo que le preste una indudable solidez (fortaleza, cohesión, densidad) al edificio institucional a la vista, en especial cuando surjan las contrariedades y el conflicto.

Y no hay referencias en que basarse.

Se trata de un fenómeno inédito.

Tanto para la oposición como para el Gobierno.

No debe haber amnesia sino voluntad de olvidar.

Con vastas interrogantes en el horizonte. ¿Cuál es el orden elegido para enfrentar los problemas del país? ¿Primero los de carácter político inmediato, y solo luego los sociales y económicos? ¿Qué va a ser del presidente? ¿Habrá un acuerdo político que consiga la paz social a cambio de satisfacer reivindicaciones sociales?

¿Una estrategia reformista o una ruptura?

Decisiones que se habrán de tomar día a día en un contexto difícil de prever y dirigir. Y como es lo habitual, uno espera que el protagonismo principal le corresponda a los elementos de centro. Particularmente a los más jóvenes y talentosos. Que están ahí. Repartidos por todos los partidos. Y la posibilidad de actuación de los jóvenes solo conocerá lo posible cuando los de mayor edad y trayectoria, se descarten a sí mismos en este período.

El papel esencial de la oposición en la Asamblea, a partir del momento en que se ponga en marcha el próximo 5 de enero, será el de convertirse en alternativa de Gobierno.

Cómo diría alguien ante este fin de año, “En este gobierno no hay orden ni concierto, ni propósito, ni coherencia, ni unidad”. Cuidado, si este síndrome se copia, se duplica, en la oposición. Y por la torpeza de algunos, se produzca una decepción profunda con ese voto del pasado domingo.

Este régimen arrancó con premisas equivocadas.

Y esto ha concluido en alguna forma de democracia incompleta. Que a medio plazo supone un mayor grado de conflictividad política y social.

Vamos a ver cuál es el comportamiento del régimen.

Decía alguien que nos observa desde fuera, Kevin Casas, director del Programa de Estado de Derecho del Diálogo Interamericano, que lo más probable es que luego de este triunfo inobjetable, el resultado conduzca a una enorme colisión política que acabe por ser arbitrada por el poder militar. Si eso ocurriera, dice, Venezuela se condenaría a un colapso económico, a una ruptura democrática y a una explosión social mucho peor que la vista en 1989.

Evitarlo es una responsabilidad de los líderes venezolanos.

Y hace poco, Lula y Felipe González, le han pedido a Maduro desde Madrid, que dialogue con la oposición. Que tiene la oportunidad tras la derrota electoral de las legislativas, de consolidar la democracia.

“Lo que pasó en Venezuela fue importante. Maduro debe aprender que la democracia no es la perpetuación del poder”, apuntó este viernes Lula.

El mandatario venezolano “debería ser consecuente con el triunfo de la oposición. La Asamblea merece abrir un diálogo, una negociación y un pacto, como pasó cuando Lula llegó al poder” en Brasil, apuntó González.

Después del vapuleo del 6D, es tiempo de salir de la perplejidad.

Es tiempo de responsabilidades.

Anónimo dijo...

El PSUV no tiene Líder
Maduro en las afueras de Miraflores
La derrota ahora busca culpables y se la quieren adjudicar al pueblo. Al que seguían como su líder ya no existe, sólo quedó en retratos y recuerdos. Ahora todos ven los errores que la sabiduría del pueblo castigó con los votos.
Ramón Barrios S
El Chavismo quedó en una quimera, una palabra en la que todos buscan un abrazo. Quedó en franelas, pancartas, símbolos. Igual que el Ché Guevara. Hacen ricos a unos cuantos que se apropian de ese ícono y ya. Ni Chávez ni el Ché Guevara existen. Ya no pueden hacer nada ni guiar una revolución. Quedaron en leyenda, buenas para unos, de terror para otros. Pero no hay nada que los sustituya.

El pueblo que lo veneraba, que le prendía velas todavía existe pero se ha venido a menos. A casi todos, lo que les interesa es comer, trabajo, seguridad, progreso. El que decía las palabras bonitas y despertaba toda clase de instintos en seguidores y adversarios, ya no está.

Y ese capital no lo pueden adquirir los demás como un pegalotodo. Por más que intenten imitar, no son los originales. De eso se dieron cuenta muchos de los que se plegaron a los rojos. Decidieron que lo que hay no es lo que les motivaba. Por eso les dijeron no.

Por eso también la rabia de la alta dirigencia del gobierno. Por eso las amenazas. “No votaste por nosotros, asume tus errores”. Por eso ahora quieren quitarles los caramelos al pueblo.

Saben que el balcón del pueblo, ese que inventó Chávez tampoco les pertenece.

Ya no tienen quién los una. Ese ya no está. No hay un líder que les dicte las normas, el camino y de eso están claros. Comenzaron las disputas internas. Todos vieron las elecciones como un plebiscito, así las plantearon. Y lo perdieron. Pero no sólo lo perdió el gobierno, el Ejecutivo, lo perdió la Asamblea, lo perdieron los gobernadores, los concejales, los abusos, la corrupción. Lo perdieron con la mala administración. Todos tienen su cuota parte.

Y ahora vienen las pugnas entre ellos mismos. Pelean, dan explicaciones, buscan culpables. Están a la deriva. Antes ninguno se quejaba, todos aplaudían los abusos y el poder autócrata del Presidente, aunque por detrás criticaran, se serrucharan los puestos. Después de la derrota, todos han sacado los cuchillos. Quizás es que ni siquiera eso lo saben administrar.

Saben que el balcón del pueblo, ese que inventó Chávez tampoco les pertenece. Maduro quiso bañarse de multitudes y hablar para cumplir con el guión del psicoterror. Pero sin el balcón del pueblo como escenario. Lo hizo desde un quiosco de refrescos que existe en frente de Miraflores. Hasta eso han logrado, restarle majestad al centro del poder!!!.

Un quiosco, que dicho sea de paso, sirvió para que Oscar Rivero, de Zurda Conducta, también lo tomara como podium para hablar y criticar. De ahí en adelante todo han sido declaraciones, Juan Barreto, Tarek El Aissame, hasta Maria Isabel Rodríguez de Chávez, se atrevió a plantear una polémica en su Twitter.

Ellos están criando cuervos y sacándose los ojos. Mientras tanto el pueblo, el que no vive de eso, el que hasta velas ya no tiene para préndenselas a Chávez, vive su día a día pendiente de sus colas. Molestos con que los regañen, porque les hayan espetado que fueron unos traidores. Para el pueblo, el Presidente debe ser el Presidente de todos los venezolanos.

El pueblo tiene ahora una nueva esperanza, la oposición. Y sólo espera, como dijo un señor de 60 años en la calle, “tengo miedo que nos quite la esperanza, tengo miedo de que no lo vayamos a hacer bien. Esto que logramos es un paso muy grande. Tenemos que ser grandes también. Hay que aceptar que ellos existen y en la Asamblea, dialogar y demostrarles, que la oposición si sabe gobernar”.

Anónimo dijo...

La derrota electoral desata discusión en el chavismo, por Pedro Pablo Peñaloza

Apenas conoció oficialmente los resultados comiciales, el presidente Nicolás Maduro apareció en televisión repitiendo el mismo discurso que marcó su fracasada campaña electoral. “Ha triunfado la guerra económica”, sentenció el mandatario nacional, insistiendo en una tesis que evidentemente no ha sido comprada por la mayoría de los venezolanos.

El martes 8 de diciembre, 48 horas más tarde de haber sufrido su peor derrota electoral en 17 años, Maduro recriminó al pueblo desde el llamado Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos del comandante Hugo Chávez. “Yo quería construir 500 mil viviendas el próximo año. Yo ahorita lo estoy dudando, pero no porque no pueda construirlo, yo puedo construirlo, pero te pedí tu apoyo y no me lo diste. Pedí el apoyo y no me lo diste”, repitió el jefe de Estado, cuestionando la “lealtad” de las masas con la revolución.

El revés en las parlamentarias alborotó el avispero chavista. La palabra “autocrítica” salta de boca en boca entre las filas oficialistas. El debate está al rojo –rojito- vivo. En una entrevista concedida al diario Panorama, el exministro Rodrigo Cabezas descartó que hayan sido víctimas de una “traición” popular y reconoció que la falta de respuestas ante la crisis económica fue el detonante de la debacle.

“Es un disparate concluir que es un pueblo ‘desagradecido’ o ‘traidor’. La lectura correcta es que se conformó una mayoría, que incluye tradicionales votantes nuestros, a partir de una crisis que se metió en nuestras casas, en nuestras familias estos dos últimos años, en el desayuno, almuerzo y cena, por la escasez de bienes y la galopante inflación. Fue la economía lo determinante del hecho electoral”, observó Cabezas.

En el Twitter, los pajaritos rojos cantan como gallos. “Una derrota aplastante. No hay que maquillar los resultados ni dar giros para escurrir el bulto y ganar tiempo, que no hay. Sacudón profundo ya”, trinó el exalcalde metropolitano, Juan Barreto. “Con el gran rechazo que tienen los gobernadores, fue un error colocar candidatos a la Asamblea Nacional que se identifiquen con ellos”, lamentó el diputado Adel El Zabayar (PSUV-Bolívar). “El pueblo votó contra la ineficiencia, nadie está festejando, las calles están llenas de tristeza”, interpretó un melancólico Eduardo Samán, antiguo director del extinto Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis).

El analista chavista Nicmer Evans, en una carta pública dirigida a Maduro, identificó parte de las causas del naufragio del 6 de diciembre. “La exclusión y marginación de los sectores críticos del proceso fue el inicio del fin, pero el ocultar las cifras oficiales, el comprar los medios de comunicación opositores, el depauperar el salario a los actuales niveles, el no hablar de lo que hablan las mayorías, el abusar en la explotación del capital político de Chávez y el irrespeto en el uso excesivo de su imagen, la arrogancia, la amenaza, el estalinismo dentro del PSUV, la corrupción y la opulencia de funcionarios públicos, son algunos de los factores que terminaron de explotar en su cara esta derrota presidente, y sin embargo usted huye hacia adelante en lugar de afrontar la realidad”, alertó Evans.

Anónimo dijo...

La derrota electoral desata discusión en el chavismo, por Pedro Pablo Peñaloza


¿Maduro vuelve a verde?

“El Gobierno no gana más una elección en Venezuela hasta que resuelva la ‘guerra económica’”, advierte Jesús Silva, profesor de Estudios Políticos y abogado constitucionalista que simpatiza con el proceso chavista. A una semana de las votaciones que permitieron a la oposición tomar el control de la AN, la conclusión de su análisis es tajante: “el chavismo vuelve a sus raíces populares y democráticas, o será sacado del poder electoralmente”, vaticina.

Maduro prometió que inmediatamente después de las elecciones, convocaría a todos los diputados electos al palacio de Miraflores para desarrollar un gran diálogo nacional. “Yo convoco a todos los diputados electos y diputadas electas de todos los circuitos, de todos los estados, los convoco para darles la mano, conocerlos, conocerlas y ponerme a la orden del trabajo que ellos van a realizar y pedir la colaboración constitucional para que podamos trabajar”, declaró el 3 de noviembre.

Sin embargo, hasta el momento de redactar esta nota, el Presidente no ha cumplido con su palabra y, al contrario, ha empuñado el hacha de guerra contra la nueva mayoría de la Cámara. “Estamos ante una crisis de grandes dimensiones que yo he caracterizado como una crisis contrarrevolucionaria de poder, que va a generar una lucha de poder entre dos polos, el polo de la patria que quiere seguir construyéndose, y el polo de la antipatria”, expuso el dignatario el sábado desde el Patio de Honor de la Academia Militar.

Silva opina que el chavismo no saldría bien parado en ese choque de poderes. “Maduro no puede disolver la AN, aunque sectores adulantes se lo pidan. Las razones de la dura derrota del 6 de diciembre están vigentes y la derrota se va a repetir de forma más severa si no se corrigen las causas: la mala situación económica y el sectarismo gubernamental”.