viernes, febrero 16, 2007

CHÁVEZ EL ESPANTO DE LA SABANA

No es necesario ser economista ni experto en finanzas, para avizorar el desastre económico que se nos vendrá encima a todos los venezolanos, si el gobierno del presidente Chávez continúa conduciendo la economía como a una carreta antigua, precipitándonos hacia una terrible hiperinflación, que podría desarticular seriamente la estabilidad de toda la nación.

Ahora se ha empeñado junto a sus Ministros “genios”, en imponernos una conversión monetaria, haciéndonos todo un cuento chino, argumentando toda una serie de disparates para justificar tamaña aberración; incluso ,esgrimiendo razones de orden psicológico ¡válgame Dios! ¿Es posible tanta insensatez concentrada en un solo individuo?

Lo que disparará la inflación irremediablemente es la ausencia de políticas económicas acertadas, que permitan el incremento de la producción nacional de todo tipo de bienes y servicios. Culpar a los empresarios privados por el aumento de la inflación, no es más que un pretexto para justificar la incapacidad del gobierno para gobernar exitosamente.

Nada es más nocivo para la economía de un país que la perdida de la confianza. El impacto negativo que causan el pánico que se genera deliberada y artificialmente desde un gobierno irresponsable, que empuja el barco de la economía de la nación hacia un profundo remolino que lo absorberá irremisiblemente, porque cuando entre en la espiral inflacionaria no habrá medida compensatoria que pueda frenar la brusca precipitación hacia el abismo del desastre: desempleo, cierre y quiebra de empresas, escasez, desabastecimiento, inestabilidad, desasosiego, fuga de capitales, ausencia de inversión nacional y extranjera, el caos, la inseguridad jurídica, la ausencia de estabilidad política, en síntesis, recesión económica con todas sus negativas consecuencias.

La única manera de impedir ese camino desastroso es aumentar la productividad, fortalecer el sector privado, cesar el lenguaje agresivo del presidente, impedir esa decadente disputa constante entre gobierno y empresariado, para facilitar el dialogo enriquecedor, y así generar la confianza indispensable para que el país salga a flote y se enrumbe la economía hacia unas aguas menos turbulentas. Producir más y mejor. Venezuela tiene inmensas posibilidades de desarrollo, infinitas ventajas comparativas, sólo se necesitan reglas claras, estabilidad jurídica, generación de la necesaria confianza; pero sobre todo, hace falta que el presidente Chávez deje de ser lo que hasta ahora: “El espanto de la sabana”…

4 comentarios:

EBE dijo...

Querido Arcángel:Pareciera que el mundo se cae (de veras)..al menos el nuestro -Venezuela-..quisiera decirte cosas "buenas" como que tengo computadora nueva en el servicio de mi hospital y que un microscopio viene en camino..pero no es suficiente para arrancarte (ni arrancarme) una sonrisa (que vaina..)

Arcangel Vulcano dijo...

Estimadísima Cabina:Lo que importa son tus buenos deseos,y ¡si!, son cosas muy buenas tus nuevas expectativas.Para mi son suficientes para arrancarme no una, sino cientos de sonrisas.

Pero siempre nos arranca auténticas sonrisas tener la convicción que personas especiales y sensibles como tú reflexionan, se impactan, y no permanecen indiferentes por cuanto ocurre a su alrededor. Solo eso es un signo vivo, claro y real de que siempre habrá esperanzas...y aunque suene repetitivo, hay que decir, que siempre hay esperanza, de que la "esperanza es lo último que se pierde".

Somos optimistas. Mientras en el país existan seres de una fe superior como tú, tenemos derecho a ser optimistas y a abrigar grandes esperanzs en cuanto al futuro de Venezuela y de la humanidad..."La materia no se acaba se transforma".

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Arcángel, ¿o sea que nos fregamos, porque ese señor no va a recapacitar nunca?

Anónimo dijo...

Es un panorama muy poco alentador el que perfilas en tu post.Si se produce ese desastre, él solito se estaría liquidando políticamente.La oposición más fuerte que tendría sería la de sus propios partidarios que ya comienzan a advertir el nivel de desquiciamiento del líder del proceso.Ni los propios aliados quieren por ejemplo el partido único; ya hay ciertos indicios que reflejan un gran descontento en las bases populares que ven como el discurso del jefe es pura promesa; le ha caido a palo a los buhoneros, a los motorizados y se la pasa regalando real y proyectando obras para el exterior,mientras los venezolanos más pobres no tienen empleo, y la clase media hace maromas para conseguir carne y pollo, porque está escasa; lo que puede estallar es una reacción popular si no consiguen amortiguar la inflacción con artificios y regalitos...