miércoles, febrero 21, 2007

PARRILLA ARGENTINA, CHIMICHURRI Y YUCA



El 21 de febrero los presidentes de Venezuela y Argentina Hugo Chávez y Néstor Kirchner se reunieron al margen del majestuoso río Orinoco, en el marco de la visita del mandatario gaucho con motivo de los convenios y acuerdos internaciones suscritos entre ambos países hermanos. No hablaremos hoy, de esos tratados, ni de las importantes implicaciones políticas y económicas, del significativo evento. Haremos unas reflexiones sobre el momento que vivimos todos los venezolanos, en el cual se realiza la visita, nos preguntamos: ¿en medio de que ambiente, de cual clima nacional ha venido el mandatario argentino?

Esta reunión, se produce precisamente cuando en Venezuela los venezolanos tenemos la bonanza económica más grande jamás vivida por nuestro país, en virtud del alto costo de nuestra principal fuente de ingresos, que han permitido que nuestras reservas internacionales rebasen los 36.000 millones de dólares. Riqueza petrolera disponible, y con la que el gobierno venezolano cuenta discrecionalmente para administrarlos en nombre de todos los venezolanos.

Pero mientras el presidente argentino quien representa esa gran nación, productora e importadora de una de las mejores carnes del mundo, se reúne, con el presidente venezolano, no podemos dejar de sentir cierta preocupación y gran frustración, porque hoy nuestros ganaderos, productores pecuarios, comercializadores, dueños de frigorídicos y carnicerías, están prácticamente quebrados, desesperados, producto de las políticas económicas implementadas hasta ahora por el gobierno nacional que no les ofrece alternativas, ni soluciones viables a sus necesidades.

A los venezolanos y a los argentinos, nos gusta comer buena carne; en el caso venezolano, tenemos como producirla: recursos a granel, territorio apropiado, población suficiente, empresarios del campo experimentados, campesinos laboriosos, deseosos y necesitados de empleos, larga tradición ganadera, cultura, petróleo para exportar y hasta para regalar, divisas suficientes para financiar el desarrollo. ¿Entonces, que ha pasado? ¿Por qué ya no podemos aquí en Venezuela hacernos una buena parrilla en carnaval? Al menos, sin pasar por las penurias, en primer lugar de encontrar la carne si es que lo logramos –es una odisea- en segundo término, de pagarla a un precio económico, barato, adecuado y justo, porque existe toda una confusión auspiciada por la falta de dialogo entre gobierno, los productores, frigoríficos y expendedores; ya que toda la cadena de comercialización se encuentra desarticulada, confundida, temerosa, acosada por el gobierno.

Por causa de las importaciones que realiza el gobierno de carne argentina, colombiana o brasileña, etc, más barata, con dólar libre preferencial, y estrangulando sin piedad ni previsión, ni subsidio a los productores, comercializadores, y empresarios privados venezolanos, que no encuentran márgenes de rentabilidad, ni pueden competir con esa injusta situación.

La única respuesta que han recibido los empresarios productores de carne en Venezuela del gobierno, es el control fijo y la restricción de los precios, acompañado de las amenazas insultantes de intervenirlos militarmente, nacionalizarlos, estatizarlos, o de expropiarlos, mediante la aplicación de una ley contra la especulación y el acaparamiento, absolutamente unilateral (ya aprobada), que no resolverá el problema de fondo sino lo agravará, porque con leyes arbitrarias no se produce más, ni se cría ganado; además, nadie trabaja ni produce para perder en ninguna parte del mundo. El gobierno venezolano fomenta el desestímulo a la producción nacional, mientras paralelamente alienta las importaciones de carne extranjera, esto es suicida para nuestra economía, es condenar al fracaso a los productores nacionales, mientras se financia a otras economías a costa del sufrimiento y padecimiento de nuestro pueblo.
Qué ironía, los hermanos argentinos son los “reyes” de la carne, ¿quien no ha deseado saborear en su vida una suculenta parrillada argentina, es posible que alguien en su sano juicio no desearía deleitarse con una salsa argentina chimichurri, hecha con perejil, pimentón en polvo, pimienta negra, orégano, ajo, ají, aceite de olivo extra virgen, bañando un buen bife de chorizo, o churrasco de solomo; unas chuletas de cerdo, salpicando de salsa unos chorizos, exquisitas morcillas, unas tiritas de corazón, algunos trozos de riñón, matizados con unas chinchurrías de chancho? Los argentinos, tienen sus mejores reses y cortes de carne, eso esta bien y lo celebramos sinceramente; pero los venezolanos no nos quedamos atrás en eso de disfrutar una buena parrillada llanera de carne asada con yuca; pero el problema es que no la producimos como ellos ¿Qué debemos hacer entonces, solo comprarla y ya? Debemos comprarla mientras nos haga falta es verdad, y ahora es el momento, pero hay que resolver también la situación de fondo de nuestros productores.

Los venezolanos en vez de estar aplicando políticas económicas colectivistas, que constriñen, estrangulan y asfixian la actividad productiva de nuestros ganaderos y campesinos, destinándolos a la quiebra, al hambre y a la más espantosa miseria; deberíamos diseñar políticas económicas modernas, ambiciosas, dirigidas fundamentalmente a apoyarlos con toda clase de ayuda, para que progresen, se desarrollan y crezcan.

Dándoles el apoyo incondicional a todos los productores nacionales, con créditos a bajas tazas de interés; brindándoles ayuda oportuna con asesoría técnica, científica, tecnológica. Facilitándoles tierras, dotándolos de equipos, maquinarias; galpones, construyéndoles infraestructura adecuada a sus requerimientos y necesidades; haciendo nuevas vías de penetración, prestándoles servicios públicos indispensables, como alumbrado eléctrico, riego, dotación de acueductos, mantenimiento, prevención delictiva, seguridad, vigilancia policial y militar, apoyo logístico de todo tipo, atención médica hospitalaria, educación familiar, en fin, prestarle toda clase de apoyo financiero y moral, para que los productores hagan lo que mejor saben hacer, trabajar para engrandecer el rebaño nacional, y no tener que vernos en la necesidad de importar carne de ninguna parte por muy buena que esta sea. Pero no, se prefiere es vociferarles siempre esta consigna tan estimulante: “Oligarcas temblad, mal oliente oligarquía traidora que expulsó a Bolívar; patria, socialismo o muerte, venceremos”. Así produciremos más carne y mejoraremos a los productores que la trabajan, ¡si como no!

Por lo demás, aquí en Venezuela estamos acostumbrados desde siempre, al menos desde que tenemos conciencia, a comer sabrosa carne asada a las brazas con yuca, guasacaca de aguacate (especie de guacamol mexicano), arepitas de maíz, hayaquitas, queso fresco, nata, suero, ensaladas mixtas y ají, como la comían nuestros ancestros, nuestros aborígenes, y hasta los mismísimos libertadores.

Nos encanta disfrutar de una fiesta con los mejores amigos, lo que llaman una ternera entera montada en vara, asada sobre leña. Disfrutarla en el ambiente campestre al aire libre, preferiblemente en alguna finquita, conuco u hacienda, alojadas en la sabana llanera de los estados Apure, Guarico, Portuguesa, Zulia, Lara y Barinas, o en cualquier parte, rociadita con una buena provisión de ron venezolano, cerveza, aguardiente o miche zanjonero, amenizada la comida con buena música folklorica proveniente de un autóctono conjunto criollo con arpa, cuatro y maracas, un coplero cantante llanero, que entone nuestra hermosa música criolla, un joropo, un pajarillo, un mano a mano, un golpe tocuyano, o tal vez una tonada de Don Simón Díaz.

Parece que a más de un venezolano le tocó esta vez comerse la pura yuca pelada, porque hay más de un ganadero por esos montes de Dios más “arrecho” que caimán hambriento; por cierto, nos preguntamos: ¿Y que será de la vida de la ruta de la empanada? Esperen un momento, ¡ya va!... -¡Amigos, lo mío me lo dejan en la olla!, cuidado con comerse todas las mollejitas que traje, fue lo único que logré encontrar. Disculpen ustedes, es que si no me avispo, me dejan sin cenar…-¡ya voy! ¿Me dejaron ?

13 comentarios:

Arcangel Vulcano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ramón Villaplana dijo...

Buen blog, un saludo :)

EBE dijo...

Que horrible, cómo duele Arcángel..cuando pienso en los ganaderos venezolanos plagiados, el cobro de vacunas, el azar que implica criar un novillo..en fin, todas las penurias que viven los "oligarcas venezolanos" y sabes, me indigna cuando el ciudadano "común" se ALEGRA por lo que les hace el gobierno
..se cansa uno

Arcangel Vulcano dijo...

Ramón Villaplana, ¡Bienvenido! Nos causa una gran alegría tu visita. Muchísimas gracias.Estamos gratamente sorprendidos por tus actividades políticas, que despliegas con gran dignidad.Que la juventud asuma sus responsabilidades políticas es muy esperanzador. Saludos.


Cabina,comparto tu opinión, es muy indignante.El país comienza a cansarse muy pronto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Bueno, entre suspiro y suspiro termina dándole hambre a una, pero la sensación de que vamos para atrás cada vez corroe más nuestro espíritu.

No es sólo la ineficiencia administrativa, la incertidumbre de lo que vendrá, el discurso ofensivo y retador... son las incoherencias como éstas, la leche y la carne importada, el azúcar que no se ve, el café (por Dios!) que no se consigue. Es la indignación de quienes, como yo, no podemos dar por sentado que tendremos trabajo mañana.

La reflexión es importante, pero es más importante tomar nota para no cometer los mismos errores cuando nos toque a nosotros. No perdamos la esperanza de un futuro mejor.

Felicidades por el blog,

Z

Arcangel Vulcano dijo...

ZZ, Gracias por tu visita, tus palabras de aliento, y tus interesantes comentarios.

¿Indignación? Eres la segunda persona consciente que hoy me expresa ese sentimiento.Cabina también lo manifestó, lo compartimos.

Jamás perderemos la esperanza.

Mis respetos y saludos.

Erótika dijo...

HOLA TE ESPERO POR MI BLOG HOT :)

UN BESO

Arcangel Vulcano dijo...

erótika,gracias por tu visita y por la invitación.

La Gata Insomne dijo...

Hola Arcángel tengo 20 minutos esperando que baje tu página, por tantas verdades pesadas, por tanto tanque, portaaviones, ganado ajeno.

Me muero por comerme una parrilla, pero lo que me sale como a todos es "comernos un cable"

esto tiene un nombre y muy triste, siempre me ha dado mucha rabia

"Luz en la calle, oscuridad en la casa"
Como Cabina, me muero de ka rabia de pensar en el pueblo campesino, el agricultor y el ganadero

Voy a ver si abjo en la playa queda una de cazón (que tampoco es cazón)

saludos Arcángel
y no te olvides que si no me ves más por aquí, no es porque no venga

Arcangel Vulcano dijo...

Hola gata playera y poeta, es un placer como siempre rencontrarte en mi tejado.

Anoche estuve trepando entre las hondas grietas de tus paredes, escudriñando tus trazos felices, cada nueva experiencia tuya nos nutre más, y nos convierte en sumisos admiradores de tu interminable inspiración.

La música que seleccionaste es como para estacinarse frente al mar, y brindar con un exquisito vinito friiiitoooo.

¿Rabia-indignación?, pués si,también la sentimos a veces y la guardamos muy interiormente, todo lo que ocurre no es casual...

Por otro lado,mientras dura la situación de escasez de la carne aquí estamos disfrutando del pescado también, que por cierto es probadamente más saludable "no hay mal que por bien no vengas".

Un afectuoso saludo felina amiga.

Anónimo dijo...

Arcángel,aparte de llamar la atención sobre la crisis de nuestros productores y expendedores de carne en el país, que análisas de manera muy precisa. Lo que más me agradó fue la forma como describiste la fiesta en el campo, la ternera, la caña, el conjunto musical, el menú, me hiciste abrir el apetito y las ganas de bonchar ¡que rico!; pero además, te comportas como un buen venezolano, que sabe apreciar y valorar sus costumbres.

ultimamente uno siente que esos valores culturales se están perdiendo, sobre todo en la gente más joven, que no suele realizar estas actividades que tu fomentas en tu post.Por eso me pareció muy bonito todo lo que escribiste sobre el las costumbres del venezolano criollo, nos transportaste a nuestras raíces.

Muy bueno todo.

Manuel Miranda dijo...

Saludos amigo y colega Arcangel:

Anoche leyendo el periodico del Domingo, en especial la seccion 7 dias de El Nacional, me estaba preguntando si el excedente de soya que comprara Venezuela a Bolivia es con el objetivo de suplir el deficit de carne.

Es una idea que lanzo al aire.

Gracias por su positiva critica a mi tesis de la Autonomia Universitaria, acaba de hacerle algunas correcciones.

Arcangel Vulcano dijo...

Gracias colega Manuel Miranda.

En verdad muy oportuna y pertinente tu acotación, sobre el tema de la importación de soya Boliviana; pienso que no resolverá ni el deficit de carne, ni el fondo del problema de los productores venezolanos.

El deficit de carne debería resolverse aplicando una política integral de insentivo sincero y agresivo de la producción nacional, la cual no se producirá por la terquedad del gobierno de imponer su proyecto de corte socialista en un país en donde existe libre competencia,libertades económicas y tradición comercial capitalista.

De continuar el régimen en su empeño, lo que podría provocar es colapsar la economía nacional, quebrar la producción nacional, con un elevadísimo costo, produciendo graves daños al aparato productivo nacional y generando crisis social, desempleo, inflación, escasez,hambre, miseria.

Comprar soya a Bolivia contribuirá seguramente a desarrollar el mercado productor de soya de ese hermano país, eso es bueno para ellos, pero nos parece inadecuado que el gobierno venezolano no dialogué con nuestros productores de carne nacionales, y los etiquete a priori sin escucharlos, ni permitirles que se defiendan ni expongan sus problemas como "acaparadores , especuladores y oligarcas";sino que los amenaza con su frase ya cansona:"oligarcas temblad, patria, socialismo o muerte, venceremos"

La respuesta del gobierno ha sido como siempre la amenaza y la aprobación de una ley arbitraria contra la especulación y los acaparadores, como si con semejante actitud ,fuera a producir más carne, y a resolver la crisis que ha generado su política económica estatista socialista restrictiva, que estrangula y asfixia a la industria nacional, para imponer un sistema colectivista de producción que ha fracasado en otras latitudes.

La cadena de comercialización de la carne en su gran mayoría no especula, lo que ocurre es que la inflacción es real, verdadera, porque el gobierno ha inundado el mercado interno con más dinero inorgánico, y ha espantado a los productores, a los inversioinistas nacionales y extranjeros, y porque no hay el nivel de producción de alimentos necesario para cubrir el consumo interno, provocando escasez y como es lógico, altos costos de producción que encarecen los precios finales del producto.

Nadie en su sano juicio tendría la necesaria confianza para arriesgarse, nadie desea producir donde no hay ganancias ni insentivos, ni seguridad jurídica, ni garantía de la propiedad, sino que una permanente y constante amenaza de ser expropiado o invadido.

Todo un desastre económico está provocando el "espantador de la sabana", el presidente en su delirio socialista.Las inexorables leyes que rigen la economía no prescriben, siempre están vigentes y no perdonan a nadie que las ignore.

Saludos.