jueves, abril 29, 2010

"El apagón económico que desafía el modelo de Chávez" (El Washington Post)


POR:JUAN FORERO (Traducción de forista y de ND):

SAN CRISTOBAL, VENEZUELA – Cada día durante los últimos tres meses, los apagones programados por el gobierno han traído como consecuencia que las luces parpadeen y se apaguen en una ciudad que antes bullía con actividad comercialel comercio. Y la Quinta calle , con sus tiendas de autopartes y talleres de automóviles, han llegado a un punto muerto.
“Acabamos de pararnos”, dijo Yanis Jesús, que pinta carros. “Nosotros no estamos trabajamos.”
Tampoco lo está el resto de Venezuela, donde meses de crisis energética y años de intervención del Estado en la economía han tenido un imapcto brutal en las empresas privadas. El resultado es que también la economía está parpadeando y dirigiéndose al apagón, poniendo en duda como nunca antes el experimento socialista del temperamental líder Hugo Chávez.
No importa que Venezuela sea una de las grandes potencias petroleras – está entre los cinco principales proveedores de crudo a Estados Unidos. Los economistas dicen que Venezuela se encuentra en una crisis económica que no tiene solución fácil ni rápida, aunque la producción de petróleo se incrementara el gasto estatal se redujera.
“El gobierno está paralizado, incapaz de manejar la situación – y no hay planes fiscales para hacer frente a la crisis”, dijo José Guerra, ex economista del Banco Central, Director del Departamento de Economía de la Universidad Central de Caracas. “Nuestra situación es increíble, porque tenemos una de las mayores reservas de petróleo en el mundo, de fuentes termo-eléctrica e hidroeléctrica”.
Chávez aún defiende que lo que él llama el “socialismo del siglo 21″ es la respuesta al capitalismo al estilo americano que él cataloga como un fracaso absoluto. Pero a través de su larga permanencia en el gobierno, la economía venezolana ha crecido a un promedio de menos del 3 por ciento al año, aun cuando el precio del petróleo alcanzó un máximo histórico de 150 dólares por barril en 2008.
El año pasado, la economía cayó un 3,3 por ciento. Algunos economistas, incluyendo Guerra, predicen una contracción del 5 por ciento este año. El Fondo Monetario Internacional dice que la economía probablemente se contraerá un 2 por ciento.
Venezuela muestra un marcado contraste con el resto de América Latina, donde algunos bancos centrales se están preocupando de no sobrecalentar sus economias para el 2010. Según el FMI, en Perú, Chile y Brasil, que abrazan la globalización, el crecimiento podría, en efecto ser mucha más alto del 4 por ciento. Venezuela, dicen los economistas, se destaca por su política económica marcada por la nacionalización de las industrias y unos controles estrictos de divisas.
“La razón por la cual la economia venezolana se está contrayendo se debe a que la actividad privada se está contrayendo”, dijo en Washington la semana pasada Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina. “Lo que estamos viendo en Venezuela es un fenómeno donde la productividad, la actividad privada y la empresa privada está cayendo”.
Parálisis y sondeos
La industria petrolera está produciendo 20 por ciento menos de crudo que durante la década de 1990 y está endeudada. La tasa de inflación del país podría alcanzar el 35 por ciento este año, dicen economistas. Miles de fábricas, paralizadas por la falta de acceso al dinero o de partes de repuesto, se han cerrado desde 1999, dijo Carlos Larrazábal, presidente de Coindustria.
En “Tres M”, un taller de metal mecánica aquí, la gerente Marta Medina ha tenido que reducir su fuerza de trabajo de más de 50 trabajadores el año pasado a ocho este año. Ella describe problemas de todo tipo: apagones que han quemado los motores de enormes máquinas, escasez de piezas de repuesto y reducción de pedidos de sus clientes.
“Hemos tenido pérdidas, existe incertidumbre, hemos perdido la credibilidad como compañía”, dijo Medina.
La popularidad de Chávez ha caído por debajo del 50 por ciento, algo que no ha ocurrido con frecuencia durante su mandato y problemático para sus seguidores mientras se preparan para las elecciones parlamentarias de septiembre. Los analistas dicen que la oposición podría ganar su espacio en una Asamblea que ahora es controlada en su totalidad por aliados del presidente.
Chávez no ha expresado preocupación pública, aunque reconoció la caída de la economía este domingo.
¿Es eso motivo para preocuparse? ” dijo a los miembros de su partido. “No, en absoluto.”
Chávez aseguró que el descenso de las importaciones de automóviles son la razón clave por las que la economía ha caído. “¿Y qué tiene que ver eso con el socialismo?” , se preguntó.
La actual crisis mundial “capitalista”, explicó, “no es para nosotros ninguna tragedia.”
“Es una maravillosa oportunidad para impulsar un nuevo modelo”, dijo, refiriéndose al cada vez más control estatal de la economía.
Apagones paralizantes
La crisis económica se ha agravado por la incapacidad de las represas hidroeléctricas de Venezuela de generar suficiente energía eléctrica. El gobierno culpa a una larga sequía. Pero los expertos en energía dicen que Venezuela no hizo las inversiones de miles de millones de dólares para mejorar las represas hidroeléctricas y plantas generadoras de energía.Para ahorrar energía, el gobierno ha impuesto apagones programados en las principales ciudades del país desde 13 de enero. En algunas ciudades, los apagones pueden durar cuatro horas o más al día.
“No fueron capaces de hacer todo lo posible”, dijo Nelson Hernández, profesor de política energética en la Universidad Metropolitana en Caracas. “Si no se desarrolla la infraestructura – la generación hidroeléctrica, la generación eléctrica – va a ocurrir un colapso”.El gobierno ha tratado de aliviar la crisis mediante la imposición de multas a empresas que consuman energía en exceso y el “bombardeo” de nubes para inducir las lluvias. Chávez además pidió ayuda a su más cercano aliado, Cuba, y trajó a Ramiro Valdés, un ex rebelde de 77 años de edad para asesorar a funcionarios venezolanos sobre el tema energético.
Pero Cuba ha sufrido por décadas graves apagones, y Venezuela ha avanzado poco inclusive cuando volvieron las lluvias en los últimos días.
Aquí en San Cristóbal, la capital del estado Táchira, los apagones han afectado a todos los niveles de una economía impulsada por las exportaciones, dijo el gobernador César Pérez Vivas, opositor del presidente.
“Táchira es uno de los estados más afectados por la crisis eléctrica. El racionamiento es lo más grave”, dijo Pérez en una entrevista. “Este es el resultado de una visión socialista”.
Los apagones significan que los comensales en la tienda de sándwich de Iris Coisa tienen que comer en la oscuridad, a pesar de que todavía pueden freir hamburguesas en una parrilla de gas. Al otro lado de la ciudad, una empresa que fabrica autobuses reporta que la producción está al borde del colapso porque el metal, proveniente de la zona este del país, una zona que ha sido golpeada duramente por las estatizaciones y la escasez de electricidad, apenas llega. Una fábrica de juguetes ha dejado ir a la mitad de su personal ya que los pedidos han caído en picada.
Isidoro Teres, presidente de la Cámara de Comercio en Ureña, dice que los apagones y las intervenciones estatales han perjudicado su negocio. Su tienda almacena las importaciones procedentes de Colombia.
Dijo además que el negocio ha caído más del 40 por ciento porque los exportadores colombianos están buscando otros mercados.
“Evidentemente, nadie escapa a la crisis económica”, se lamentó desde un almacen que se encontraba casi vacío.

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