miércoles, septiembre 10, 2008

"El futuro del dólar y el sistema monetario internacional"


POR:ANGEL GARCÍA BANCHS.

La mayoría de los Estados nacionales cuentan con una moneda propia, pues el cobro regular de los impuestos es suficiente para asegurar su demanda y circulación. En pocas palabras, todo Estado nacional se encuentra en la posición de determinar qué es el dinero, cuál es la moneda nacional y cuál es su símbolo. No importa si se escoge un símbolo mercancía con valor intrínseco como el oro, la plata o el níquel, o si se escoge un símbolo que carezca de valor propio como el papel moneda o las cuentas electrónicas: la única condición para la circulación monetaria a nivel nacional es que aquello que el Estado designe como dinero sea posteriormente aceptado en el pago de los impuestos.

Pero, dado que los Estados nacionales no están capacitados para cobrar impuestos a otras naciones, ¿qué es lo que garantiza la circulación monetaria en la esfera internacional? ¿Por qué es, y sigue siendo, el dólar estadounidense la principal moneda de circulación y reserva a nivel global? ¿Por qué todos los países requieren dólares, aunque sea en pequeñas cantidades? La respuesta no es sencilla, pues si bien es cierto que el poderío militar, económico y político de EEUU juega un rol fundamental en la explicación, también es cierto que ello, por sí sólo, no es suficiente para entender la hegemonía del dólar estadounidense, pues también la UE goza de un gran poderío y, sin embargo, su moneda, el euro, se encuentra todavía distante de substituir al dólar en su rol como principal medio de pago internacional.

Entonces, ¿a qué elemento en particular se debe tal hegemonía? Se debe a que hasta el momento ha sido una práctica común internacional que los contratos petroleros se denominen en dólares: dada las prácticas actuales, el simple hecho de que todas las economías del mundo requieran petróleo para poder crecer implica que también todas ellas necesiten y demanden dólares estadounidenses.

El tamaño de la economía de la UE (UE-27), y su peso en el comercio internacional, supera al de la economía de EEUU, pero el dólar aún preserva su supremacía a nivel global. Tan es así que en el 2007, según el FMI, 63.30% del total de las reservas internacionales de los bancos centrales se denominó en dólares estadounidenses mientras que sólo un 26.50% se denominó en euros y el resto en otras monedas.

El déficit de cuenta corriente de EEUU es exorbitante y superior al de la UE, pero, aun cuando se diga lo contrario, el mismo es plenamente sostenible dada la política monetaria y cambiaria de la mayoría de los bancos centrales del mundo y la necesidad planetaria de soportar el valor del dólar acumulando reservas de dicha moneda: si bien es cierto que individualmente un banco central podría estar interesado en convertir sus reservas de dólares a euros, también es cierto que la totalidad (o el agregado) de los bancos centrales en el mundo no lo estaría, pues si todos los bancos centrales liquidasen simultáneamente sus posiciones en dólares, la Reserva Federal de EEUU no tendría suficiente oro ni menos aún euros para entregar a cambio, y el colapso repentino del dólar sería incontenible, situación que sería impedida por los propios bancos centrales para evitar que el valor de sus reservas internacionales se desplome.

Las economías del mundo, porque quieren crecer, acumulan dólares, a lo menos para poder cancelar su factura petrolera. Al hacerlo respaldan a esa divisa y facilitan el financiamiento del déficit de la cuenta corriente de EEUU, único país cuyo gobierno es capaz de imponer su señoreaje al resto del mundo. La transformación esperada del sistema monetario internacional sucederá, pero gradualmente. Mientras tanto, la guerra por el control del petróleo en el Medio Oriente, y la conexión saudí-estadounidense, no sólo buscará garantizar el suministro de los hidrocarburos tan necesarios para el desarrollo y el crecimiento, sino que también determinará el futuro de la hegemonía del dólar y la preservación de los privilegios norteamericanos dentro del sistema monetario internacional.

Visitante académico en el New School University, NY, EEUU
Profesor del CENDES/UCVhttp:

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