lunes, diciembre 21, 2009

"No, Presidente, no"("Los desatinos del presidente Chávez no tienen límite...")


POR:ÁNGEL GARCÍA BANCHS.

Los desatinos del presidente Chávez no tienen límite. Un ejemplo reciente es lo ocurrido durante la Cumbre sobre Cambio Climático 2009, donde afirmó públicamente que el culpable de la pobreza, el hambre, y el propio cambio climático, era el capitalismo, afirmación que a continuación pretendo explicar por qué no es cierta.

Basta simplemente con hacer referencia a las hambrunas y penurias del medioevo feudal, y del régimen de producción esclavista, para demostrar que tales males han sido históricamente independientes del orden social productivo y, por ende, del capitalismo, aunque no necesariamente de la tecnología, el crecimiento poblacional o menos aún del régimen distributivo. En fin, el capitalismo no es el culpable del hambre y la pobreza, puesto que tales males anteceden a dicho sistema.

Explicar por qué el capitalismo no es el culpable del cambio climático sí es más difícil, puesto que la idea que prepondera hoy es que los cambios recientes son determinados endógenamente por el sistema productivo, cuando en la práctica son determinados endógenamente por el comportamiento de los seres humanos, independientemente de la forma del orden social de producción.

La razón de lo anterior es que teóricamente podría concebirse un orden de producción plenamente socialista (por ejemplo, 100% basado en cooperativas y empresas socialistas) que también generase costos ambientales y cambios climáticos, con tan sólo sea cierto que los individuos que conforman las unidades productivas del sistema tomen sus decisiones de producción sin tomar en cuenta sus efectos sobre el medio ambiente.

En fin, Presidente, el culpable de la pobreza, el hambre, y el cambio climático no es el capitalismo o ningún otro orden de producción concebible, sino los seres humanos per se. Más aún, Presidente, el problema no es ser egoístas, o no ser altruistas, sino simplemente el hecho de no tomar en cuenta los efectos de nuestras decisiones sobre nosotros mismos, los demás, y el medio ambiente: ello es lo que deteriora nuestras relaciones sociales y con el planeta. Lamentablemente, la mayoría toma decisiones sin importar los costos que acarrean a sí mismos, la sociedad y el medio ambiente. Por ello, la verdadera solución implica la internalización de tales costos, (y no me refiero mediante mecanismos de precios o de mercado); esto es, no, Presidente, no: la solución no tiene que ver con pasar del capitalismo al socialismo.
PhD en Economía Política de la Universidad de Siena, Italia y profesor del CENDES/UCV http://www.angelgarciabanchs.com/ opinion@angelgarciabanchs.com Twitter: @garciabanchs

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