Se empeña en imponer la reforma constitucional que los venezolanos rechazaron el 2D. Ya se le dijo no en diciembre y, sin embargo, pretende imponer un Estado socialista.
El Presidente ha venido ejecutando una serie de planes que tienen por objeto la transformación económica y social del Estado a un modelo de economía socialista. En tal sentido, impulsa la "Misión Che Guevara", la Comisión Presidencial para la Formación Ideológica y Política y la Transformación de la Economía Capitalista en un Modelo de Economía Socialista, y el Proyecto Simón Bolívar. Este último constituye el primer plan socialista para el período 2007-2013, el cual establece la "nueva ética socialista", "la suprema felicidad social", "la democracia protagónica revolucionaria", el "modelo productivo socialista" y "la nueva geometría nacional". Pretende mediante actos jurídicos inconstitucionales, sustituir el Estado federal descentralizado que la Constitución consagra por un Estado centralizado. A tales efectos, le quita la Policía Metropolitana a la Alcaldía Mayor y se la asigna al Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia, les quita los peajes a los gobernadores y no es raro que por vías de hecho el Gobierno central le ponga la mano a los puertos y aeropuertos que hoy son administrados por los gobernadores.
Justificándose en el desabastecimiento, dicta un decreto ley que le permite, inconstitucionalmente, ocupar preventivamente bienes de los particulares e intervenir el sector productivo nacional. Asimismo, continúa utilizando la expropiación como un arma de terror y amedrentamiento político.
No debemos dejar de mencionar que imponen un nuevo currículo educativo bolivariano, a través del cual se pretende establecer un proceso de cambio ideológico para construir la revolución socialista y, por supuesto, que todo pasa por cambiar nuestra historia y los valores de los venezolanos.
A la FAN le impone un color, un modelo ideológico y la hace el brazo armado de la revolución.
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1 comentario:
¿Reforma con vaselina?
Después del 2 de diciembre, la gran promesa del Presidente era que iba a abandonar la agenda política mañana, tarde y noche y que se iba a dedicar a resolver los problemas reales y sentidos de todos los venezolanos.
Varias cadenas y Aló Presidentes se dedicaron no a resolver, sino a contarnos después de 10 años de Gobierno, qué cosas se iban a comenzar a hacer.
Ojalá hubiera sido así. De cada minuto que el Presidente le dedicó a la promesa de resolver los problemas, le dedicó horas de horas a pelear con la empresa privada que produce alimentos, como Polar o Heinz, a pelear con la Iglesia, con los medios y con Colombia.
¿Acaso esos son los verdaderos problemas de los venezolanos?
Venezuela necesita más y mejores policías (el déficit de policías es cercano a 60.000), más jueces y tribunales (el déficit de jueces es de 15.000). Nuevas cárceles (deberíamos tener 4 veces el número de cárceles que tenemos) y centros de recuperación de alcohol y drogas (prácticamente no hay).
Venezuela necesita con urgencia que el sector privado y el Gobierno, trabajen juntos, para impulsar la agricultura y la agroindustria (antes estos dos sectores producían 1 de cada 3 empleos en Venezuela, ahora 1 de cada 6). Necesitamos producir nuestros alimentos acá y dejar de crear empleos en Argentina y Brasil. (El 80% de lo que comemos es producido afuera).
Venezuela necesita generar empleo, sobre todo a los más jóvenes (40% de los jóvenes no tienen empleo) y ayudar a conseguir empleo digno y formal a esos 6 millones de venezolanos que son buhoneros.
Sin embargo, una vez que han cesado un poco los rollos de guerra con Colombia, y esperábamos que la energía del Gobierno se enfocara de verdad en los problemas de los venezolanos, vemos con preocupación cómo el Presidente, a pesar de que el pueblo de Venezuela voto NO en el referéndum, quiere aprobar de contrabando las llamadas comunas, una moneda para el trueque, la reforma educativa y una policía que será un brazo armado del PSUV.
Cometería un error histórico el Presidente si habiendo problemas tan graves en Venezuela, se siga empeñando en meter con vaselina un proyecto que el pueblo descartó. Resuelve la inseguridad, Resuelve la escasez, y Resuelve la creación de empleo, son las 3R que Venezuela está esperando
Julio Andrés Borges
El Universal
julioaborges@gmail.com
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