sábado, marzo 20, 2010

"Ahora la cogió con internet" ("...lo que debe ser castigado -cuando lo amerite- es el delito, no el medio...")


POR:ADOLFO SALGUEIRO.


Estamos seguros que los sumisos Poderes del Estado confirmarán la legalidad (pero no legitimidad)

Ya quedó claro para qué fue que vino Ramiro Valdés, el “verdugo” de la Internet cubana. No se precisa mucho seso para relacionar su reciente visita con la iniciativa de Júpiter pidiendo regulación de las comunicaciones electrónicas porque un anónimo circuló maliciosamente una noticia falsa en un portal digital no afecto al Gobierno.

Nadie duda que Internet es un campo apto desde el cual es posible instigar o cometer delitos. Lo que es evidente es que lo que debe ser castigado -cuando lo amerite- es el delito, no el medio. Ello equivale a aquel viejo chiste según el cual un marido engañado, para impedir la repetición de los hechos, mandó destruir el sofá de su casa utilizado por la esposa y el amante para traicionarlo. Delitos se cometen en la calle, en el trabajo, en la escuela, en la casa y además en Internet. Todos deben ser castigados. La otra alternativa sería prohibir todos los medios de comunicación que “pudieran” ser mal utilizados.
El principio constitucional de la libertad de expresión está consagrado en el art. 57 en los términos más amplios posibles. Usted puede decir lo que quiera sin censura previa y por lo mismo asume la responsabilidad por lo expresado. En otras palabras: primero habla y después se atiene a las consecuencias, no antes.
Adicionalmente, el art. 48 de la misma Constitución garantiza “el secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas en todas sus formas”. Internet es una forma de comunicación y por tanto goza de dicha garantía.
Sin embargo, ya para 1999, cuando se redactó la Constitución vigente, se tuvo en cuenta el potencial de causar daño a través de la informática y por eso se estableció en el art. 60: “La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar”. Queda claro pues que la única razón para limitar el uso de Internet es para garantizar honor e intimidad, nada más que para eso.
Pero como sabemos que el “Estado de Derecho” dejó de regir ya en la Venezuela de hoy tal y como lo comprobamos a diario, estamos seguros que los sumisos Poderes del Estado confirmarán la legalidad (pero no legitimidad) a cualquier cosa que Júpiter desee o proponga.
Aun concediendo la necesidad de preservar a la sociedad de los delitos que puedan cometerse por Internet, la experiencia venezolana nos enseña y permite adelantar que la presente campaña, administrada por quienes solo ven la alternativa entre patria, socialismo o muerte, será orientada no para garantizar las libertades fundamentales y el pluralismo de opinión sino para coartarlas y -si pueden- eliminarlas, igualito como sucede en Cuba desde donde llegó esta lamentable iniciativa. Solo queda por ver si en Venezuela podrán salirse con la suya. Si desde Cuba se puede difundir el blog de Johanny, si desde Irán pudimos ver las fotos de la represión poselectoral y si hasta en China consiguen burlar la censura seguramente podremos tener confianza que la Venezuela libre encontrará la forma de expresarse, aunque más no sea por la vía de “Radio Bemba” que a lo largo de la historia ha enfrentado y vencido hasta las más férreas dictaduras.


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