martes, marzo 09, 2010

"El contagio chavista de la oposición" ("...La triste “batalla de Carabobo”...)



POR:ROBERTO GIUSTI.

La triste “batalla de Carabobo” es el peor mensaje a una sociedad que busca la paz.

No hay nada más contagioso que el odio, un sentimiento propio de los seres humanos y que, por carambola, exige un mínimo nivel de raciocinio mezclado, eso sí, con algunas dosis de ignorancia. Una debilidad de la condición humana que no comparten los animales (es decir, con excepción del hombre) los cuales, en general, están liberados de todo aquello que no sea el impulso natural de matar para sobrevivir.
Un tigre de esos que ya están en fase de extinción como especie no se come al venado porque lo odie o le tenga envidia o le hayan dicho que es un escuálido, golpista, instrumento de la ultraderecha imperialista. No. Lo hace porque lo mueve su instinto depredador y además está configurado para eso. Su lema, antes que Patria, Socialismo o Muerte podría ser “comer o morir”. Y de ahí no pasan porque ni lo tigres, ni los elefantes o los caimanes se le ocurriría (¿cómo, si no piensan?) construir un imperio donde sean ellos y sólo ellos los que determinen la suerte de los demás.
En el fondo todos los hombres (y mujeres) cargamos parte de ese instinto depredador que, aunado a la facultad del pensamiento, puede obrar maravillas (sociedades donde impera la ley y se morigera el impulso depredador) y también las peores conflagraciones, donde el afán dominador se impone atizado por el odio, el cual, a su vez, es generado por “una idea” o un cuerpo de ellas.
Los imperios antiguos no se andaban con muchos remilgos filosóficos a la hora de invadir y sojuzgar a los otros pueblos. Ignoro, por otra parte, cuáles serían los argumentos de los tártaros para arrasar con Rusia. Si sé que los españoles vistieron de razones religiosas su “razzia” por las Américas o que los ingleses tenían como justo su predominio sobre pueblos “inferiores”. Pero quizás el súmmum de la locura razonada para acabar con los demás está encarnado en un Hitler capaz de contagiar a una sociedad desarrollada con el disparate homicida de la raza superior.Paro ahí porque me salí de la idea original y resumo con un lugar común: Chávez ha pregonado el odio y la aniquilación del adversario (disfrazado de supuestas metáforas como “los vamos a pulverizar”) para imponerse en un juego de todo o nada. Pues bien, el veneno ha sido tan eficaz que mientras en antiguos sectores chavistas se diluye y la gente recupera la razón, en la dirigencia de oposición ha prendido con tal virulencia, que ahora resuelven a golpes sus diferencias, en el mejor estilo chavista. La triste “batalla de Carabobo” del domingo es el peor mensaje para una sociedad a la búsqueda de la paz y la civilización perdidas. Ni siquiera se puede decir que actúan como animales y sólo les queda el camino de recuperar el juicio.

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