lunes, septiembre 03, 2007

EL VIRUS DE LAS HIOTECAS "BASURA" INVADE EUROPA

El virus de las hipotecas «basura» invade Europa y contagia a la banca pública alemana
La entidad IKB prevé pérdidas de 700 millones de euros debido a la crisis crediticia de EE UU ? El banco Baviera Bayern reconoce también que posee 1.900 millones expuestos al segmento de hipotecas de alto riesgo
Por: María Cuesta.

Madrid- El temido virus «subprime» ya ha llegado a Europa. El primer foco de infección se ha detectado en Alemania, donde ayer salían a la luz dos entidades con importantes sumas de dinero expuestas a estos créditos de altos riesgo. La primera en conocerse fue el deficitario Banco de Industria Alemán (IKB) -entidad con participación estatal en su capital- que anunció para este año unas pérdidas de 700 millones de euros debido a la utilización de vehículos de inversión hipotecaria referenciados a las «subprime».

A continuación, el banco público del Estado federado de Baviera BayernLB anunció una exposición a las hipotecas de alto riesgo estadounidenses de 1.900 millones de euros. No obstante, el 80% de la exposición recibe la máxima calificación crediticia «AAA» y el 20% restante, algo por debajo «AA», por lo que la entidad no prevé un aumento de su morosidad.

Situación que parece no compartir IKB. La entidad tuvo que hacer uso ayer de una inyección de 3.500 millones por parte del Banco estatal de Crédito para la Reconstrucción y el desarrollo (KfW) y de algunas entidades privadas, que idearon una operación de rescate para sacar a flote al banco. Además, la agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings rebajó la calificación de su deuda hasta «F», la peor de las posibilidades.

El Bundesbank reacciona.

Así las cosas, el presidente del Bundesbank, Axel Weber, salió a la palestra y, en declaraciones al diario «Financial Times», reconoció que las actuales dificultades del mercado financiero «tienen todas la características del pánico bancario clásico». Por primera vez desde que estalló la crisis crediticia en EE UU, el gobernador de un banco central respalda una tesis de estas características, sostenida hasta el momento únicamente por diversos analistas y expertos del sector, pero en ningún caso por organismos institucionales, que se han esforzado en lanzar un mensaje de tranquilidad al mercado.

El análisis del banquero alemán subraya el dilema al que se enfrentan los diferentes bancos centrales, que no pueden canalizar fondos directamente al sector financiero no bancario y por lo tanto pueden tener que relajar sus políticas monetarias.

Weber afirmó ante diversos representantes de otras instituciones económicas reunidos en Jakson Hole (EE UU) que «la única diferencia entre una crisis bancaria clásica y las dificultades en los mercados es que las instituciones más afectadas por el momento son «conduits» o vehículos de inversiones estructuradas financiados a través del mercado secundario de deuda, más que mediante instituciones bancarias reguladas».

Las declaraciones de Weber y la grave situación en que se encuentra el banco alemán IKB ponen de relieve el peligro real de contagio al que se expone Europa. Según aseguran los expertos, la globalización potencia el efecto contagio ante una situación de crisis como la que se vive actualmente en la primera potencia mundial, por lo que ningún país puede considerarse inmune a sus efectos.De hecho, y aunque España cuenta con un sistema financiero muy saneado, la aversión al riesgo que reina en el mercado ha hecho que la rentabilidad del bono nacional se haya frenado en seco.

Este vehículo de inversión registraba una evolución positiva en su rentabilidad que contaba ya los dos años. Acompañado por la subida de los tipos de interés, el rendimiento del bono español se dirigía imparable hacia el 5%, hasta que el estallido de la crisis de EE UU hizo que los inversores comenzaran a desconfiar de los bonos privados y se lanzaran a la compra de los públicos, lo que hace que su rentabilidad baje y su precio se incremente.

De esta forma, la demanda de bonos públicos ha aumentado, se ha encarecido su precio de forma exponencial durante estas últimas semanas, y en consecuencia la rentabilidad ha disminuido 1,28 décimas porcentuales desde el inicio de la crisis. Así lo comentó Nuria García, analista de Ahorro Corporación, para quien «los acontecimientos se han dado la vuelta en estas últimas tres semanas y han hecho que aumente la demanda de los bonos públicos y que por tanto baje su rentabilidad», informa Efe.

Por lo tanto, si se observa la evolución histórica de los últimos dos años, vemos que el 25 de septiembre de 2005 la rentabilidad del bono español se situaba en el 3,006%, mientras que su precio, que evoluciona al contrario que el rendimiento, estaba en el 121,83%. Aproximadamente un año después, el 29 de diciembre de 2006, la rentabilidad del bono había aumentado ya un punto, hasta el 4,004% y su precio había descendido hasta el 112,749%.

Parón en las operaciones.

Otra de las consecuencias derivadas de la volatilidad busátil del mes de agosto es el parón de las operaciones en circulación, según publica el «Financial Times». De este modo, el apalancamiento de deuda derivado de las adquisiciones realizadas por fondos de inversión privada, el lanzamiento de Ofertas Públicas de Venta (OPVs) y las operaciones con bonos corporativos han acumulado un retraso de 500.000 millones de dólares (366.000 millones de euros), según cifras de Dealogic.

Fuente: LA RAZÓN.es (España)

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