lunes, agosto 18, 2008

"Mientras la rana en la olla...nada". ("...validando el radicalismo...evitar que la masa se de cuenta")


POR:LUIS VICENTE LEÓN.

Están validando "legalmente" el radicalismo, y tratando de evitar que la masa se dé cuenta

Me parece que no es correcto simplificar el tema de las 26 leyes aprobadas en el marco de la Habilitante llamándolas el "paquetazo". Si bien la mayoría de ellas proviene del mismo espíritu controlador e intervencionista y sus exposiciones de motivo comparten, además del mal gusto y la cursilería, la visión primitiva del Estado, podría ser injusto meterlas a todas en un mismo saco. Encontramos al menos en tres grupos distintos. 1) Las que representan en efecto un instrumento de concentración mayor de poder y reeditan la propuesta de reforma constitucional rechazada por la población (tales como la de administración pública, Fuerza Armada o la que involucra al sector alimentos), 2) aquellas que no traen grandes riesgos o cambios en el status quo y finalmente, 3) aquellas que aunque aprobadas por este mecanismo de origen repudiable, representan algunos avances legislativos.

Es al primer grupo de leyes, que el TSJ denominó orgánicas, al que se debe enfrentar para no confundir a la gente y al que probablemente se refería la siempre estructurada e inteligente Idania Chirinos cuando nos preguntaba: ¿por qué Chávez avanzó con este grupo de leyes, luego de haber probado que fue precisamente su radicalismo el que le hizo perder popularidad?

En efecto, el radicalismo no parece haberle funcionado recientemente al Presidente, por lo que lo vimos recular en asuntos estratégicos como la ley de seguridad, el currículo bolivariano e incluso su relación con las FARC.

Pero entonces, ¿por qué insistir en el radicalismo precisamente a las puertas de una elección regional?

La razón parece ser la más sencilla: este marco legislativo es vital para el avance de la revolución y hacerlo más tarde podría ser más difícil para él.

En efecto, el rechazo a la reforma constitucional dejó cojo al modelo chavista. El Presidente dijo claramente que no aceptaría ese NO por respuesta. La Habilitante era el marco adecuado para avanzar en algunos de sus planteamientos centrales, sin necesidad de validarlo popularmente. El momento es el perfecto. Chávez coloca el tema en la mesa cuando los opositores se encuentran cansados y distraídos, luego del desgastante proceso de selección de sus candidatos unitarios para las elecciones regionales. Por otra parte, la introducción de las leyes se hace entre gallos y medianoche. Sin debate, ni apologías. Es más, incluso sin Aló Presidente, no fuera ser que a Chávez le diera por explicar las leyes, lo que hubiera sido contraproducente para él, toda vez que la gente hubiera sabido que le estaban metiendo por decreto lo que habían rechazado electoralmente.

El Gobierno tiene una estrategia de trivialización de esas leyes, cuando las mismas, hace apenas meses, habían sido vendidas como la base del radicalismo "necesario" para la revolución. En efecto, están validando "legalmente" el radicalismo, pasándolo por debajo de la mesa y tratando de evitar que la masa se dé cuenta de lo que esto significa, aprovechándose de que en estos momentos las noticias políticas (las relevantes y las tipo prensa rosa, que ahora son tan populares) compiten entre sí.

Si bien los medios impresos han colocado el tema en la agenda pública, los encargados de tomar estas banderas y convertirlas en asuntos políticos no toman el testigo de manera adecuada, más allá de alguna que otra declaración encendida en la que, por cierto, demuestran no haber tenido tiempo de leerse esas leyes. En este estado, a menos que ocurra algo inesperado, el Presidente avanzará hacia un triunfo contundente en la consolidación de su control político del país, lo que minimizaría cualquier impacto negativo que reciba de las elecciones regionales. Mientras tanto, la rana en la olla de agua caliente... nada.
Nota adicional de Epicentro Hispánico:
La parábola de la rana hervida
“Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados centígrados, la rana no hace nada. A medida que la temperatura aumenta, la rana queda cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla. Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y hierve. ¿Por qué? Porque su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales...”Esto ocurre porque nos adaptamos mejor a cambios rapidos y repentinos que a cambios lentos y graduales.Todo cambio altera la estabilidad, y el cambio puede traer consecuencias deseables como indeseables. Hay personas que se adaptan mejor a los cambios aunque estos tengas consecuencias indeseables".



6 comentarios:

Anónimo dijo...

La mala adaptación a amenazas crecientes para la supervivencia aparece con tanta frecuencia en los estudios sistémicos de los fracasos empresariales que ha dado nacimiento a la parábola de la ‘rana hervida’.

Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla.

Aunque nada se lo impide, la rana se queda allí y se cocina. ¿Por qué? Porque su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en el medio ambiente, no para cambios lentos y graduales.

Todo cambio es estresante por definición. Aun cuando sea bien recibido, todo cambio altera la estabilidad. Para afrontar cualquier cambio debemos entender y manejar el estrés que inevitablemente se presenta en nuestra vida. Todos podemos regular el grado de estrés que experimentamos, manejando la cantidad de cambio que estamos dispuestos a tolerar.

Es importante entender que cualquier cambio puede producir consecuencias anto deseables como indeseables. Trabajando con personas que están viviendo circunstancias traumáticas, como un incendio o un desastre natural, los profesionales han aprendido que las crisis pueden tener consecuencias positivas o negativas. Cuando atravesamos una crisis, la consecuencia puede ser el deterioro en nuestra capacidad de funcionar eficazmente. O, por el contrario, puede ser un mejor funcionamiento y un mayor desarrollo de nuestras potencialidades.

Toda crisis implica desequilibrio y cambio. Todo depende de la forma como la afrontemos y nos sobrepongamos a ella.

Hay incluso crisis que se pueden percibir como ataques a nuestra misma esencia psicológica. Lo que en ese momento el destino nos exige es una redefinición de nosotros mismos, un redescubrimiento de significado, y una renovación de nuestro compromiso con lo que hayamos elegido como lo más importante de nuestra vida.

Anónimo dijo...

La parábola de la Rana Hervida

» by Alberto Garzón Espinosa in: Ciencia Social, Sociedad
La parábola de la Rana Hervida dice así: Si calientas agua en una olla hasta que hierva y a continuación introduces en su interior una rana, ésta saltará bruscamente hacia fuera huyendo de la insoportable y ardiente sensación. Sin embargo, si introduces dicha rana en la olla antes de comenzar a calentar el agua, el animal se acostumbrará poco a poco al cambio de temperatura sin notar grandes cambios. Antes de que se de cuenta, la rana morirá hervida sin reaccionar.


Creo que es un fenómeno totalmente extrapolable a los seres humanos. Muchas veces nos encontramos en situaciones desagradables que deberían ser intolerables pero que se toleran, sencillamente, porque nos hemos ido acostumbrando a ellas. Como aquella frase de Richard Sennet: “La rutina puede degradar, pero también puede proteger“. La rutina de la vida, de las sensaciones, puede hacer reaccionar al individuo y motivarle a actuar para cambiarla, pero las más de las veces sirve de escudo y excusa para no hacer nada y permanecer igual.

En las relaciones sociales, especialmente las de pareja, también tiene sentido esta lógica. Ocurre, por ejemplo, cuando dos amantes que han caído en la rutina se cierran en ella para no ver más allá y no tener oportunidad de percibir “el peligro”, es decir, el riesgo de conocer otros ambientes, contextos y personas.

En la política, que no es otra cosa que la organización de las sociedades y personas, ocurre algo similar. El individuo, tú por ejemplo, no percibe que las cosas pueden ser mejores porque desde siempre pero lentamente se le ha estado perjudicando y haciéndole perder espacios de libertad. Uno se ha acostumbrado ya a tener un salario de mierda, una vivienda cutre, unos planes de estudios tristísimos y decadentes, a ser manipulado por los medios, a tener que pagar por todo, etc. y no se da cuenta de que eso no es la vida en sí, sino una forma de vida determinada que nos imponen.

Hoy un recién licenciado estará contentísimo por ganar mil euros al mes en un trabajo precario donde no sabes ni cuándo te van a echar ni qué será de tí después. Sin embargo, hace treinta años en la Europa Occidental del Estado del Bienestar sólo pensar en esa situación ya hacía hervir la sangre. Pero han empleado con nosotros el segundo método de la rana hervida… y herviremos nosotros. Nos habremos dejado matar estúpidamente.

Todo puede cambiar no es sólo un tema musical de El Sueño de Morfeo, sino también una filosofía de vida que nutre la ya bien conocida expresión de “Otro Mundo es Posible y Necesario“.

PS: Me dijo Jonber que esta parábola es reflejada en una canción de Segismundo Toxicómano. Yo no la he escuchado, pero aquí dejo la nota

Anónimo dijo...

Realmente, dicha parábola tiene mucha razón, pero al fin y al cabo, los últimos culpables,en mi opinión, somos nosotros, los poderes públicos,las empresas, etc. son culpables, claro que sí, pero a quienes utilizan es al ser humano, el cual ha llegado a tal punto de conformismo, que los pocos o muchos inconformistas que hay, se aprovechan del mismo, con un único fin, lucro y prestigio. Con ello no quiero exculpar a política, empresas o demás, simplemente no quitarnos el muerto de encima y hacer ver que nosotros también pertenecemos al sistema, y que por tanto debemos participar en el mismo activamente, y no dejarnos caer en la rutina y en la espera de días mejores.

Anónimo dijo...

Para aprender a ver procesos lentos y graduales tenemos que aminorar nuestro ritmo frenético y prestar atención no sólo a lo evidente sino a lo sutil. Si nos sentamos a mirar los charcos dejados por la marea, no vemos mucho al principio, pero si nos detenemos a observar, al cabo de diez minutos el charco cobra vida. Ese mundo de bellas criaturas está siempre allí, pero se mueve tan despacio que al principio no lo vemos. El problema es que nuestra mente está tan sintonizada en nuestra secuencia que no podemos ver nada a 78 r.p.m., sólo a 33 1/3 r.p.m. No eludiremos el destino de la rana a menos que aprendamos a aminorar nuestro ritmo frenético y ver esos procesos graduales que a menudo plantean para todos las mayores amenazas.

Pandora dijo...

Arcángel Vulcano:


Tu blog ha recibido el premio “Brillante Weblog”, si quieres recogerlo visita el siguiente enlace:

http://resistensanleo.blogspot.com/

Arcangel Vulcano dijo...

Pandora, ¡qué sorpresa! ¡Dios Santo! apenas el pasado sábado recibimos con gran alegría este premio otorgado por el Economista Manuel Ángel Arrias; hoy nos los concedes tú amiga Pandora; nos va a dar un infarto por causa de tantas emociones que producen mucha adrenalina junta.

Estamos en verdad muy conmovidos,muy agradecidos; estos significativos premios generosamente concedidos a Epicentro Hispánico por partida doble provenientes de dos valiosos y respetados colegas que no se detienen nunca en su constante lucha por defender los valores democráticos, nos nutren, inspiran e impulsan para seguir adelante junto a ellos procurando contribuir a las causas comunes...

Recibe nuestra infinita gratitud respetada Pandora.

Un abrazo.