lunes, diciembre 10, 2007

"La gran mentira del 2D"


POR:ARMANDO DURÁN.

De acuerdo con algunos dirigentes de la oposición más ingenua, convencional y oportunista, el desenlace de la jornada electoral del pasado 2 de diciembre demuestra que el régimen de Hugo Chávez es democrático, que la conducta de su CNE es irreprochable y que el antichavismo, al fin, comienza a ser mayoría.
Se trata, por supuesto, de una gran mentira.

Chávez no ha sido, no es ni será un gobernante democrático. Nunca ha disimulado su concepción autoritaria del mando ni su ambición totalitaria. De ahí que ahora, al verse obligado por circunstancias no electorales a reconocer su derrota, lo haya hecho con la amargura de quien en realidad no la admite. Y, al hacerlo tan a regañadientes, lo ha hecho despreciando la victoria del adversario al calificarla, primero, de victoria pírrica, poniendo así en evidencia que ignora el sentido de lo que significa una victoria pírrica, y después llamándola victoria de mierda. ¿Refleja esta actitud una visión democrática de la política?

En segundo lugar, ni el CNE realizó un conteo impecable de los votos, ni Tibisay Lucena actuó la madrugada del 3 de diciembre con la transparencia que el Gobierno y la oposición oficialista desean atribuirle. Lucena nos sorprendió con esa escenificación imprevista porque ni ella ni Chávez tuvieron otra opción: a las tres de la tarde del domingo, los jefes de la DIM, numeritos reales en la mano, desengañaron a Chávez sobre la victoria que cantaban desde el comando Zamora y la Asamblea Nacional. Ante esa evidencia, Chávez le ordenó a Jorge Rodríguez dirigirse al CNE y asegurarse de que bajo ningún concepto se cometiera el disparate de ofrecer resultados parciales sin su autorización. Luego, al comprender que la victoria del No era irreversible, ordenó congelar los resultados hasta que no se revisara hasta el último voto emitido, dentro o fuera del país, con máquinas electrónicas o manualmente.

En el mejor de los casos, cuatro días de espera insoportable.Fue entonces cuando intervino el Alto Mando Militar.

Su lealtad con el Presidente de la República estaba fuera de toda duda, le aclaró el general Jesús González González, pero la Fuerza Armada, todavía Nacional, no estaba dispuesta a reprimir al pueblo. Entre otras cosas, porque en todas las guarniciones militares del país el No tenía una presencia que nadie podía ocultar, porque el movimiento estudiantil constituía desde junio una fuerza de influencia decisiva en la sociedad civil y porque la firme actitud del general Raúl Isaías Baduel había producido un gran impacto en el mundo militar.

Chávez escuchó el mensaje en silencio y después se encerró a solas con su preocupación en una habitación de Fuerte Tiuna. Es muy probable que en ese instante crucial haya consultado a Fidel Castro y muy probable que éste le advirtiera de los peligros que corrían la revolución bolivariana y el futuro de Cuba si Chávez cometía un fraude. Esa sí sería, en su exacto sentido, una victoria pírrica.

Marcha atrás, pues. No porque al fin Chávez accedía a aceptar que ya no era mayoría, desde el año 2001 la sociedad venezolana ha estado dividida en dos mitades, sino porque las circunstancias, tal como ocurrió la mañana del 4 de febrero o la noche del 11 de abril, le presentaban de pronto obstáculos insuperables. De nuevo había llegado la hora difícil de rendir las armas, pero también sólo por ahora. Una derrota que además carecía de trascendencia. Con menos consecuencias aún que la derrota de los reparos. ¿O no? A pesar de todos los pesares él seguía siendo el timonel y no volvería a cometer el error de someter su suerte a la veleidosa realidad de las urnas electorales.

Extraído de su columna de hoy en “El Nacional”, titulada “La gran mentira del 2D”

Fuente:www.elnacional.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

“Hugo Chávez no es ningún demócrata”

“Chávez no es ningún demócrata, alguien que quiera a su país aceptaría los resultados sin tanto odio. Reconocería a la oposición y él no lo ha hecho, más bien la insulta y le dice vulgaridades”. Pompeyo Márquez valora, en entrevista exclusiva con Miryam Mosquera, los resultados del 2-D.

A sus ochenta y seis años, de azarosa vida revolucionaria Pompeyo Márquez conoce algo de las dictaduras que asolaron a Venezuela, en el siglo XX: la del gomecismo durante la senectud del tirano andino y en la década de los cincuenta, la de Marcos Pérez Jiménez, sátrapa a quien también tentó el gusanillo de la eternidad en el poder.

En los diez años del terror de la Seguridad Nacional, el bravo guayanés combatió al tirano de Michelena, bajo el seudónimo Santos Yormes, sin darle tregua, hasta el 23 de enero de 1958. Preso en el Cuartel San Carlos en la década de los sesenta y fugado de su sitio de reclusión en 1967, Pompeyo retorna a la legalidad, después de la llamada paz democrática y se incorpora a la vida democrática donde lo sorprende el nuevo milenio y las pretensiones de Chávez, el teniente coronel golpista, que llegó a la presidencia por elecciones democráticas y ahora como Pérez Jiménez aspiraba también a la reelección indefinida, después de dos periodos constitucionales.

Aspiración que no logró concretar porque encontró en la resistencia mayoritaria de los venezolanos, la voluntad de un pueblo que no quiere a los dictadores y en el legendario Santos Yormes, un opositor con el coraje de los miles de universitarios, que apuntalaron el triunfo del No en el referendo el 2 de diciembre, para que el aspirante a dictador mordiera el polvo de la derrota, por primera vez en diez años. Allí estuvo Pompeyo Márquez.

Feliz con el sabor de la victoria en los labios, el viejo luchador conversó con Miryam Mosquera, una vez conocidos los resultados a favor del No en los comicios del 2 de diciembre. No dejó de manifestar la “gran felicidad” que siente con este triunfo de la oposición y que permitió –según sus palabras- hacer una reflexión de lo que aconteció en el país. “El noble sentido del pueblo venezolano se volcó hacia la lucha por la democracia, la paz”, puntualizó.

Chávez no es demócrata

-¿Cuál es su análisis de lo que sucedió el 2D que llevó a la derrota de Chávez en su intención de modificar la Constitución?

-Lo que sucedió el 2 de diciembre es muy significativo. Fue derrotada una propuesta de neto corte totalitario, además de permitir que nuestro pueblo pudiera expresarse como democrático y amante de la libertad. Fue una victoria contundente y el pueblo debe seguir en sus luchas, las alarmas siguen prendidas.

-¿Cómo interpreta la actitud de Chávez una vez conocidos los resultados del 2D?

-A Chávez le ha dolido tanto esta derrota, que no hace sino recriminar a sus partidarios el por qué no votaron por él. Su actitud es arrogante y prepotente. Chávez tiene un gran desespero porque está derrotado.

-¿Chávez es un demócrata al aceptar públicamente la derrota, según afirmaron algunos voceros de la oposición?

-No es ningún demócrata, alguien que quiera a su país aceptaría los resultados sin tanto odio. Reconocería a la oposición y él no lo ha hecho, más bien la insulta y le dice vulgaridades. Apela a las vulgaridades.

Hay que estar alerta con Chávez

-¿Cuál es su opinión sobre la posibilidad de que por ley Habilitante Chávez nuevamente intente su propuesta con la reforma constitucional?
-Hay que estar alerta con Chávez. Pero lo volveríamos a derrotar, sin duda alguna. Además estaría fuera de la Constitución. No sería legal.

-¿A qué atribuye el triunfo del Bloque del No?
-A la cohesión que se logró al final entre los partidos políticos y otros factores que se aglutinaron para esta victoria de la oposición.

-¿Cómo ve el papel del movimiento estudiantil que salió a la calle en defensa de la democracia?
-El movimiento estudiantil estuvo siempre a la cabeza, son dignos representantes que demostraron que tenían el sentido por la lucha, por la democracia y por la paz. Se convirtieron en un movimiento creíble ante el pueblo venezolano.

-¿Qué le diría a Chávez después del 2D?
-Que se ponga a trabajar, que se ponga a gobernar. Que se ocupe de la alta inflación que hay en el país, que deje la política clientelar. Que la inseguridad sigue reinando. Este señor no quiere a los pobres, los humilla, los hace ponerse una camisa roja para que lo sigan a todas partes.
Baduel y Marisabel

-¿Usted cree que tanto el general Raúl Baduel como Marisabel Rodríguez, la ex primera dama jugaron un papel importante dentro de la victoria del No?
-Si, ambos aportaron a la oposición un caudal de votos. Jugaron, sin duda, un importante papel en el referendo del 2 de diciembre. Pero en nuestro triunfo participaron sectores del chavismo.

-¿La oposición está preparada para las elecciones de alcaldes y gobernadores?
-Ya estamos listos. La discusión de votar o no queda en el pasado, se debe cancelar la abstención, se debe derrotar para siempre.

-¿Cómo se siente después de la victoria del Bloque del No?
-Muy alegre y a la vez, reflexivo. No podemos dejar las calles y mantenernos muy alertas con este gobierno. Aunque lo que no me satisface son los cinco años que le quedan a Chávez en el poder, este señor sigue resollando por herida de su gran derrota ante el pueblo venezolano.

-¿Qué consejo le daría a la oposición?
-Que mantenga la unidad.

-El presidente no es ningún demócrata, alguien que quiera a su país aceptaría los resultados sin tanto odio y recriminación. Reconocería a la oposición y él no lo ha hecho, más bien la insulta y le dice vulgaridades. Apela a las vulgaridades como cualquier zagaletón.