sábado, febrero 21, 2009

"¿Reinventar los partidos? ¿Cómo?" ("...si los 5 millones que votaron por el No estuvieran organizados...Chávez estaría contra la pared...")


POR:FAUSTO MASÓ.


Bienvenida la derrota del 15 de febrero, si la oposición deja de despreciar a los supuestos tontos que por millones votan por Chávez; si se une de verdad, verdad; si los partidos trazan su política ellos mismos, no se la confían a agencias de publicidad y expertos en mercadeo. Es decir, si se reinventan. ¿Estos partidos están a la altura del momento? No, pero no hay otros.

Ayer los medios, la antipolítica, las ONG, los empresarios, ocuparon el lugar de los partidos con resultados penosos. ¿Sabrán los partidos forjar una verdadera unidad? Sólo ellos la lograrán, pero necesitan reinventarse con la ayuda de la juventud, con tal de que los estudiantes no les encandilen los aplausos.

Además, el 15 de febrero ellos también fueron derrotados: Chávez ganó las elecciones. En los 40 años de la IV República, los estudiantes organizaron marchas violentas a favor de la izquierda que dominaba las universidades; las elecciones las ganaban AD y Copei.

Nada reemplaza a los partidos, pero estos necesitan sangre fresca. El país requiere que esa juventud renueve desde la política a la cultura o la economía. Todo, con tal de que aprenda cómo hacerlo. No es fácil.

No hay nada malo en perder unas elecciones, lo terrible es repetir errores. El Sí ganó por 1,2 millones de votos. Chávez revirtió en 3 meses una desventaja de 15 puntos; pasó de perder un referéndum en diciembre de 2007 por 2 puntos a ganarlos por 10.

No hay que ahorrarles a los abstencionistas su culpa, a los que siguieron pidiendo no votar, volvieron de vacaciones para despotricar de los partidos, enviaban mensajes derrotistas por Internet.

Pero, ¿por qué vota Antímano o el estado Portuguesa por Chávez? ¿No se han enterado de cómo anda la macroeconomía o los asesinatos semanales en los barrios? O prefieren malo conocido que bueno por conocer. El antichavismo no es todavía una opción política: se limita a representar la indignación más que justificada de una parte de la población contra Chávez.

La oposición no está organizada en un frente, un foro, una convergencia; faltan cuatro años para las elecciones presidenciales. Chávez ya comenzó la campaña atacando a los posibles candidatos de la oposición.

Si los 5 millones de venezolanos que votaron por el No estuvieran organizados en partidos, Chávez estaría contra la pared… El PSUV no se presenta como un partido, y Chávez, a su vez, es el fruto de la antipolítica, su expresión fiel.

Consolarse no sirve de nada. Algunos buscan excusas para evitar la desmoralización de los votantes que afirman que nunca más volverán a votar. Estos electores creen todavía que ganaron el revocatorio, la elección presidencial de 2006 y ahora piensan que el No derrotó al Sí. Hay que decirles la verdad. Esta lucha no concluye en una fácil victoria, sino supone un largo camino, mucho tiempo y madurez.

En Estados Unidos, Greenspan acepta la nacionalización de los bancos. Con razón los críticos acusan a Obama de precipitación en su plan para enfrentar la crisis económica, pero saben que con la gravedad de la situación mejor dar palos de ciego que quedarse con los brazos cruzados.
El huracán que se aproxima necesariamente no arrasará con Chávez; unos partidos reinventados sí representarían la hora final del chavismo.


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