lunes, noviembre 24, 2008

Chávez pierde el control absoluto, Oposición gana terreno en el mapa político venezolano

POR:JORGE RUEDA
"Análisis AP: Oposición gana terreno en el mapa político venezolano"

En la foto: Antonio Ledezma y Henrique Capriles electos Alcalde Mayor de Caracas y Gobernador del Estado Miranda respectivamente, dos nuevos líderes abanderados por la oposición para las luchas futuras, son vistos a escasos minutos del anuncio de su triunfo en la capital de la república.
El mapa político de Venezuela, teñido casi totalmente en el 2004 por el rojo de la alianza dirigida por el presidente Hugo Chávez, cambió de color luego que la oposición le arrebató al oficialismo la alcaldía mayor de Caracas y tres de los estados más poblados del país.
Contabilizado el 95,67% de las mesas de votación instaladas en 20 de los 22 estados que participaron en las elecciones regionales del domingo, los aliados de Chávez ganaron 17 de las gobernaciones en disputa, mientras que los candidatos de la oposición se alzaron con el triunfo en al menos cinco estados.
“La victoria es de Venezuela”, dijo Chávez a sus simpatizantes en una rueda de prensa luego de los comicios. “Se ratifica el camino venezolano que hemos escogido”.

La oposición venció en los estados de Zulia, Miranda y Carabobo— que son tres de los mayores del país— además de Táchira y Nueva Esparta, así como en la alcaldía mayor de Caracas, informaron las autoridades electorales.

La alcaldía mayor de Caracas y las gobernaciones de Táchira y Miranda que estaban en poder de colaboradores cercanos a Chávez pasaron a manos de algunos de los más enconados adversarios del presidente.
El hermano de Chávez, Adán, en tanto, obtuvo un ajustado triunfo por la gubernatura de Barinas, el estado donde nació el mandatario y donde su padre Hugo de los Reyes ha gobernado desde hace 10 años.
El presidente Chávez pronto verá materializado su sueño dorado de ver a su hermano Adán recibiendo el mando de su padre, como lo vaticinó recientemente.

Las autoridades no anunciaron los resultados de la mayoría de las alcaldías ni de representantes de las asambleas estatales con el argumento que la diferencia entre los candidatos aún no alcanzaba la categoría de irreversible.
La participación electoral superó el 65% entre los 16,8 millones de votantes registrados, un nuevo récord para una elección local en Venezuela, dijo Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral.

Pese al cúmulo de cargos de elección popular logrados por la alianza oficialista, algo que parece evidente, la ascendencia política de Chávez —que ha sido un portaaviones electoral para sus aliados desde que asumió el mando por primera vez en 1999— hizo agua en los comicios

En consecuencia, a partir del próximo año, Chávez enfrentará a una envalentonada oposición que no oculta que su objetivo central es quebrar el dominio del gobernante y volver a ganar el poder en los principales estados y ciudades.
Si bien Chávez celebró el triunfo oficialista en una mayoría de los puestos, la votación todavía podría obligarlo a hacer frente a adversarios más hostiles a nivel local.
Antonio Ledezma, que ganó la alcaldía mayor de Caracas, invocó la cooperación entre el gobierno de Chávez y los alcaldes de oposición para “trabajar juntos en el rescate de Caracas”, una urbe que bajo el mando de los partidarios del presidente se ha sumergido en la basura, una galopante delincuencia y un evidente y avanzado deterioro en la infraestructura.
Una invitación semejante fue ofrecida por Henrique Capriles, quien derrotó a uno de los más cercanos confidentes de Chávez y se convirtió en el próximo gobernador del estado Miranda, que incluye parte del área metropolitana de Caracas.
“Lo importante es que el mapa (político) de Venezuela ha comenzado a cambiar”, dijo el líder de la oposición, Manuel Rosales, actual gobernador del rico estado petrolero Zulia y candidato electo a la alcaldía de Maracaibo.

Después de una década en el cargo, el presidente aún goza de una sólida popularidad, pero el año pasado sufrió su primera derrota en las urnas desde que asumió el poder en 1998, cuando fracasó en el intento de suprimir los límites a la reelección presidencial.
En ese entonces, la oposición —que virtualmente desapareció del escenario político— tomó nuevo impulso cabalgando sobre las denuncias de corrupción y el descontento por el alto costo de la vida.
Alberto Muller Rojas, vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), desestimó las victorias de la oposición.
“Seguimos siendo la primera fuerza política del país”, aseveró. Muller además se jactó de que los “bolivarianos recuperamos las gobernaciones de Aragua, Guárico y Sucre”, que en meses recientes pasaron a engrosar al grupo de disidentes de Chávez al postular candidatos por cuenta propia, contrariando la voluntad del presidente.
En los comicios del 2004, el chavismo barrió en casi todo el país, salvo en dos de las 23 gobernaciones. Conquistó además la mayoría de las alcaldías. En las nuevas elecciones estuvieron en disputa 22 gobernaciones, 330 alcaldías y otros cargos.

La única gobernación sin elecciones está en poder del oficialismo. El estado de Amazonas elegirá a su próximo gobernante el año venidero. El actual gobernador, Liborio Guarulla, asumió un año después del resto de los gobernadores como consecuencia de un anterior fallo del máximo tribunal que ordenó la repetición de los comicios en ese estado.
Chávez aprovechó la oportunidad para destacar que los electores pusieron de manifiesto que hay un “sistema democrático aquí”, pese a las voces críticas de sus opositores nacionales y extranjeros.
Ante los resultados de los comicios, el mandatario en tono irónico preguntó: “¿Quién puede decir que hay una dictadura en Venezuela?”.

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