jueves, febrero 28, 2008

Eclipse de Lina no de Luna.


POR:ARCANGEL VULCANO

Eclipsado y opacado, quedó sin dudas el chow mediático que tenía preparado el Jefe supremo Hugo Chávez con motivo de la liberación de los cuatro congresistas colombianos secuestrados por las FARC, ante la puesta en escena de la comandante revolucionaria Lina Ron.

Todo parecía convenientemente preparado para el gran acontecimiento que haría lucir al caudillo envanecido como el emblemático mayor liberador humanitario del continente americano; su ya preconcebida actitud de perdona vidas, hacían presagiar el majestuoso servido escenario para la conveniente espectacular ocasión; pero ya nada le sale bien al desventurado, luego de la pava macha que le ha caído desde el año pasado después que sacó del aire de la señal abierta a RCTV, y se le ha multiplicado exponencialmente luego del fatídico 2D; algo negativo tenía que ocurrirle otra vez –no podía ser de otro modo- al igual que aquel inolvidable día de fin de año y comienzo del 2.008, cuando el célebre infante inocente con nombre de mensajero de los cielos (Emmanuel) le trastocó insospechadamente su fiesta de entrega de rehenes de entonces.

Esta vez la aguafiestas principal provino de sus propias alforjas, el exótico dirigente ha alimentado en el pasado mediante su verbo encendido divisionista y clasista a sus partidarios, auspiciando fenómenos como el de la proliferación de personajes emotivos, como sin duda lo es la díscola controversial dirigente política metropolitana con apellido de bebida exquisita.

El noticioso evento dirigido por la dirigente oficialista Lina Ron al tomar la sede del palacio Arzobispal de Caracas, para lanzar sus proclamas políticas amenazantes contra quienes considera sus adversarios políticos contra revolucionarios, hasta el mismo comandante en jefe debió deplorarlo públicamente; pero nos dio la sensación, que no lo hizo para deplorar –como le corresponde como jefe de estado ante la flagrancia delincuencial- las amenazantes advertencias de la pintoresca líder revolucionaria, sino que para lamentarse amargamente, porque la Lina de sus tormentos le saboteó su ya programado espectáculo humanitario, sin tomar en cuenta que él y sólo él –jamás ella- debía robar cámara ese día.

La comandante Lina tal vez debió sentirse muy entristecida y poco apreciada, por un instante se nos asemejó con una luna eclipsando al sol, luego de la pública reprimenda que le propinara, en vivo y en directo su dulce amor eterno. Pero es que realmente Lina como si fuera una gran Luna, realizó una hazaña, casi que una proeza a favor de la sorprendida oposición, que no sabía que inventar para contrarrestar el día glorioso que debía tener el omnipresente caudillo llanero.

Lina actuando como si fuera una Luna eclipsó a una estrella más radiante que nunca, pero que no pudo brillar con todo su esplendor, gracias a la actitud satelital de la Ron, y la estrella fue así opacada. Lina cometió la arbitrariedad de lograr lo que nadie hubiera podido hacer desde las diversas filas de la oposición para –cualquiera que hubiera deseado inventar algo e intentar en vano robarle cámara a la estrella del día, se hubiera lanzado de pecho- eclipsar al “sol de América” en su alfombra roja adecuadamente provista para la ocasión festiva –así lo bautizó el adulante diputado con nombre que sugiere un escarmiento- ¡Que pena ajena produce todo esto!

Ahora la gran Lina que no parece luna, y es lanzada a los leones como sospechosa de ser infiltrada nada más y nada menos que por el maligno “imperio mismo” –que es maluco como suele sugerir Rafael poleo- En realidad lo ocurrido nos luce como el eclipse de Lina -no de luna- a la estrella misma de la constelación política que pareciera sentirse el nuevo adalid de la libertad de América; pero no hay que ignorar que las Lunas son satélites de los planetas y todos giran alrededor del sol que les proyecta la luz ¿o no?

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