domingo, enero 06, 2008

Chávez:"Con los santos de espalda"


POR: CARLOS BLANCO // TIEMPO DE PALABRA.

Si Chávez intenta sólo ganar tiempo para imponer su visión, el repudio crecerá

CON LOS SANTOS DE ESPALDA.

Todo le sale mal de un tiempo a esta parte. Recuerda a personajes como el Gordo y el Flaco. Especialmente al Gordo: cuando encendía la chimenea, la ropa cogía candela; en el momento en que abría la puerta, venía alguien del lado opuesto que le aplastaba la nariz; apenas volteaba al lugar del jolgorio, la torta de chocolate se estrellaba contra su grasiento y abombado rostro; los perros lo orinaban y, desprevenido, saltaba de los trampolines a piscinas vacías.

El de aquí, anda mal; la pava no lo suelta; los del entorno íntimo hacen un nudo en el pañuelo cuando están con él; hay casas en las que colocan escobas detrás de la puerta cuando lo reciben; algunos de sus ministros meten la mano en el bolsillo izquierdo y se aprietan, discretamente, la pequeña redondez en sus vergüenzas para desterrar los malos aires. En fin, todos los días parecen martes y todos los martes son 13. Nada más faltaría que poseyera aliento de óxido de azufre, que tuviera gastritis crónica, algún trastorno tripolar (el bipolar sería muy poco), diverticulitis, flatulencias matinales, y abandono de novias y afines.

¿Qué le ha pasado a la promesa de Sabaneta? ¿Qué mal de ojo hizo trizas al seductor de tanta gente hambrienta? ¿Qué astros se han cruzado en el camino para producir estos desastrados resultados? ¿Es su culpa?

UN CAMINO QUE FINALIZA. Chávez llegó a donde llegó no sólo como expresión de sus ideas e intuiciones, sino como símbolo de una alianza que pretendía hacer la revolución a punta de bayoneta y de socialismo cubano. No logró someter al país, ni lo convenció de las bondades de sus promesas. Sin duda tiene apoyos, pero éstos son realengos, y, últimamente, cuestionadores y alzados.

Esos grupos radicales que Chávez encabeza y expresa, apostaron a imponer una sociedad, y una vida, que ha sido resistida por opositores y chavistas de a pie. La idea de que la redención viene de los impromptus de un caudillo iluminado, tropezó con el espíritu sandunguero, libertario y hasta caótico, de una sociedad acostumbrada a hablar fuerte y claro durante mucho tiempo.

Basta ver cómo los intelectuales vinculados al chavismo, salvo aquellos que tienen más apego a sus sueldos que a sus ideas, le han dicho a Chávez que si no rectifica lo que consolidará es un régimen represivo, impopular y soviético. Si acaso lo logra.

El proyecto autoritario se desmorona. El núcleo dominante parece haber pensado que con el control de la cúpula militar, creando unos ricos a punta de corrupción, sobornando aquí y allá, era suficiente para imponer un camino. Se equivocó. El voluntarismo como demiurgo de la historia, fue, una vez más, al fracaso.

Cuando Chávez estimó poder solucionar el problema de medio siglo de la guerrilla colombiana y que le iba a ganar la mano a Uribe, en su patio, demostraba su suicida visión salvacionista. Cuando se sintió capaz de insultar a Bush, a Fox, a Alan García, a Uribe, al Rey de España, a Tony Blair, a los periodistas, a los opositores, a los empresarios, a los sindicalistas, a los dirigentes de los partidos, y también a los suyos, a los que culpa de sus propios fracasos, el personaje demostró un alterado sentido de las proporciones. El corolario de toda esa cadena de yerros es la derrota en el reciente referéndum.

Sin embargo, no sólo fracasa Chávez, sino una política y las alianzas que expresa. Fracasa una visión; naufraga un gobierno, un equipo, un estilo, un lenguaje. La apoteosis de tales lineamientos fue aquel calificativo estercóreo que le lanzó a la oposición, la humillación a la que sometió al Alto Mando militar en esa ocasión, y los regaños descompuestos a sus propios partidarios, como modo de eludir sus propias responsabilidades.

LOS CONSEJOS CUBANOS. Chávez al parecer tiene dos consejeros a los cuales, de vez en cuando, escucha. Son José Vicente Rangel y Alberto Müller Rojas. A pesar de haberlos despedido en forma desconsiderada, éstos han aprovechado su distancia del caudillo para intentar retomar lugares en la opinión pública desde los cuales obligarlo a escuchar. Cuando estuvieron como subordinados de Chávez fueron ninguneados, pero desde la tribuna pública no pueden serlo tanto. Ambos han hecho críticas diagonales, sin querer queriendo, del estilo "seguramente Chávez tomará en cuenta esto...", "el Presidente es muy sensible a tal o cual cosa...". Con lo cual envían mensajes sobre el centralismo, el atropello, la inseguridad, los riesgos de la política militar, la torta de la economía, entre otros ingredientes. Chávez no los respeta demasiado, pero les teme.

Sin embargo, esas opiniones no son suficientes. El viaje reciente a Cuba tuvo efectos inmediatos más sólidos. Debe recordarse que los cubanos gobernantes son expertos en sobrevivencia política (y, al parecer, biológica también). Al regreso, Chávez cambió el tono, aun cuando estuvo a punto de ebullición con el fracaso de su gestión con las FARC. La amnistía chucuta, más destinada a condenar a unos que a amnistiar a otros, si se completara, podría convertirse en expresión, más que de un intento de cambiar el foco de atención, en un tanteo para buscar otros derroteros. Un régimen que se encuentra a la defensiva después de muchos fracasos es posible que ansíe recomponer sus alianzas internas y su relación con el país. Es factible que no sea más que un conato; nada quita que dure lo que duró la rectificación de abril de 2002; pero algún cambio podría haber y cabría observar hasta dónde llega.

¿SERÁ POSIBLE? Para lograr algo diferente a la cosecha de derrotas, el Gobierno tiene que cambiar el sentido de sus alianzas y su relación con el país, chavista y no chavista, que rechaza sus conductas. Para agenciarlo tiene que abandonar el estilo que confina a ese país disidente a la condición de inexistencia. Una amnistía total, de verdad verdad, sin mezquindades, crearía condiciones para un diálogo que hasta ahora se ha hecho imposible. Un cambio de gabinete que pueda tener capacidad de combatir el crimen desatado, la inflación desmandada y la corrupción galopante, serían indicadores inestimables para abrir unas compuertas¿y cerrar otras. En el reciente cambio -y hasta este instante- los que entran no son distintos, pero la salida de dos representantes de la intolerancia, Jorge Rodríguez y Willian Lara, podría querer decir algo.

Chávez no puede cambiar sin romper con los que, junto a él, lo han aupado al curso de colisión que lo ha hecho naufragar en sus políticas. Si intenta sólo ganar tiempo para imponer la visión que el país ha rechazado, el repudio crecerá. Si existiera esa mínima posibilidad de hacer un país más amable, más propicio al diálogo, capaz de superar la terrible exclusión política, ciudadana y social, de estos nueve años, se abrirían horizontes imprevistos. Puede que sea imposible, pero no está demás imaginarlo como abreboca del 2008.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

"INFIELES" luis Vicente León.

Son muchas las razones que explican el fracaso electoral de Chávez en el pasado referéndum. Hemos comentado algunas de ellas, dentro de las cuales cabe destacar: la característica radical de la propuesta, la participación de los estudiantes, el ataque frontal del general Baduel y de Marisabel de Chávez, el deslinde de Podemos, la reticencia de los gobernadores y alcaldes chavistas a perder sus cuotas de poder y la acción inteligente de algunos partidos políticos de oposición.

Pero el último reporte quincenal de escenarios Datanálisis nos da un nuevo elemento que vale la pena comentar: “la población urbana de bajos ingresos, por primera vez, dejó de votar mayoritariamente por el líder carismático”.

Partiendo de que el 44% de la población electoral no votó y que el resto se dividió (29% por el “NO” y 27% por el “SÍ”). Considerando que la estratificación socioeconómica de la población es, aproximadamente 3% AB, 18% C, 34% D y 45% E y viendo las encuestas previas, entonces se llega a la conclusión de que el 29% de los electores que votaron “NO” se componen, más o menos, de 9 puntos porcentuales de votantes AB y C y 20 puntos porcentuales de votantes D y E.

Si se considera, además, que los 27 puntos porcentuales que votaron “SÍ” no son exclusivamente de estos dos estratos, entonces se puede plantear que el voto de los dos estratos menos favorecidos socioeconómicamente se partió casi por mitad.

Los pobres que abandonaron al Presidente en esta ocasión fueron, además, predominantemente urbanos. Esto se evidencia en el hecho de que Chávez perdió en todas las principales ciudades del país y, por ende, en los 7 estados más urbanos, mientras que ganó en los 15 estados más rurales o menos urbanizados.

Las explicaciones de este fenómeno son varias: Los estratos bajos urbanos pueden estar recibiendo más dinero de las misiones o subsidios, pero el dinero en las ciudades tiene menor valor de compra que en el campo.

Aun teniendo el dinero, los pobres urbanos están confrontando un nuevo problema nacional: el desabastecimiento. Tienen dinero pero hay problemas para conseguir los productos básicos simbólicos para el consumidor nacional, como es el caso de la leche. El pobre urbano es “más víctima” del principal problema del país: la delincuencia, que el pobre rural y de ciudades menores.

Las frustraciones de las promesas no cumplidas, en empleo, vivienda, salud y educación se sienten más y se comunican más en las grandes urbes que en los centros poblados menores. Los urbanos se desengañan más rápidamente de las esperanzas no cumplidas que los rurales. El tiempo de los urbanos es más rápido que el de los rurales. De allí lo siguiente: Los pobladores de las grandes urbes son menos leales políticamente que los pobladores de las ciudades menores y poblados rurales. Los partidos de oposición, ante su escasez de recursos humanos y financieros, abandonaron en buena medida el campo, luego los pobladores de esas localidades no tienen mayor contacto con una alternativa política al chavismo.

No es totalmente cierta la interpretación del Presidente cuando dice que perdió porque 3 millones de sus 7 millones de votantes en diciembre de 2006 no habrían ido a votar. Dado que la abstención subió de 25 a 44% y los votos de oposición subieron de 4. 292.466 (que fueron los obtenidos por Manuel Rosales) a más de 4,5 millones de votos por el “NO” (4.521.494 votos en el Bloque A y 4.539.707 para el Bloque B), entonces es evidente que la subida relativa de los votos de oposición es relevante y tiende a venir, al menos en parte, de esos votantes urbanos y pobres que antes sufragaron masivamente por el Presidente. No podemos decir que esta situación vino para quedarse, pero lo que sí es cierto es que cuando la gente prueba la infidelidad normalmente no para.

Infieles
Luis Vicente León
El Universal

Anónimo dijo...

NOS CANSAMOS DE LA MENTIRA DE SIEMPRE. DE LA MISMA GENTE DE SIEMPRE.

DE QUE TODO LOS RECURSOS SEAN DE UNOS CUANTOS Y SOLO DEN MIGAJAS.

PURO ENGAÑO Y CHAVEZ YA NO ESTA ENGAÑADO.

ABRIMOS LO OJOS Y AQUI ESTA LA REALIDAD.

NO CREEMOS EN CUENTOS DE CAMINO

SE ACABARON LAS HISTORIAS DE LA ABUELITA, DE LA NIÑEZ…ESO NO NOS LLENA LA BARRIGA, ESO NO LES DA TECHO A LOS NIÑOS DE LA CALLE. A LOS MENDIGOS.

A LA GENTE DE VARGAS DEL 99 QUE PERDIO TODO.

ESO NO NOS DA EMPLEO, SEGURIDAD, NO PERMITE QUE LLEVEMOS ALIMENTO A NUESTRO HOGAR.

QUEREMOS QUE HABRAN EMPRESAS, QUEREMOS, TENER HOSPITALES CON ATENCION DE PRIMERA.
QUEREMOS QUE LOS COLEGIOS PÚBLICOS SEAN EXCELENTES, Y QUE NO PROFESORES MEDIOCRES.

QUEREMOS ESO…POR ESO NO VOTAMOS POR TÍ CHAVEZ.

YA NOS CANSAMOS

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que, entre la guerra de los hackers y el general Uds. saben bien quien es, no dejaron pasar los 3 millones de votos virtuales.

El resultado, el real, no el de la mínima diferencia se parece mucho al del referendum y a las del 2006.

No se de que se extrañan.

Anónimo dijo...

ESE ES EL DERROTERO DE LA MALDAD: TERMINA ENVENENANDOSE A SI MISMA.
A CHAVEZ NADA PUEDE SALIRLE BIEN, EN REALIDAD NUNCA LE HA SALIDO, TODO LO QUE HA HECHO ES PARA MAL PROPIO Y DEL PAIS QUE DICE AMAR.
MARIA ISABEL LO DEJO, BADUEL LO TRAICIONO, JVR QUIERE SERRUCHARLE EL PISO, CUBA LE TOMA EL PELO, EVO LO BESA COMO UN JUDAS (POR PLATA), LAS FARC LO DEJAN EN RIDICULO Y SU PAIS LO DESPRECIA.
ES SU DESTINO.

Anónimo dijo...

2.008, AÑO DEFINITIVO.
OSWALDO ALVAREZ PAZ.

Colombia acaba de dar otra prueba de la fortaleza de su institucionalidad democrática. Convertida desde hace tiempo en el muro de contención más serio y firme a los propósitos expansionistas de Hugo Chávez en el continente, peón fundamental del tablero internacional castro-comunista, su gobierno paró en seco el avance impulsado desde Venezuela y desenmascaró, una vez más, al narcoterrorismo de las FARC y a quien pareciera despuntar como uno de sus líderes y voceros fundamentales.

Las FARC y Chávez recibieron un duro golpe. La clarísima intención desestabilizadora en contra del Presidente Álvaro Uribe busca derrocarlo o construir una fuerza política-electoral que comprenda desde la extrema izquierda que se mueve en democracia hasta las propias FARC hacia el 2010, quedó en situación muy comprometida con el ridículo fracaso de la operación Enmanuel. Lo sucedido es un claro mensaje a propios y extraños. El mundo libre y los auténticos demócratas de nuestros países tenemos la obligación de cerrar filas al lado de Colombia y su gobierno, responsable y apto en la defensa de la libertad.

Solo fanáticos irracionales o mercenarios interesados, sea cual sea su nivel y calificación, podrán justificar o defender a un régimen que, como el de Chávez, se desmorona progresivamente. Queda claro que Venezuela esta siendo destruida por la venalidad y mediocridad que la gobierna en nombre de un proyecto revolucionario que el pueblo ha rechazado de hecho y de derecho. Los resultados del 2D-07, el fracaso de la intervención en el conflicto colombiano y los recientes cambios en los equipos superiores del gobierno, han despertado serios temores en lo que hasta ahora ha sido su entorno sobre los juicios que se le vienen encima a esta izquierda estéril e inmoral, protagonista del más terrible fracaso de que tenga memoria el continente americano.

Se trata de los bárbaros más caros de la historia. En menos de una década empantanaron la vida pública, desprestigiaron a la izquierda decente y democrática, embarcaron a los más pobres traicionando la fe de sus más humildes seguidores y despedazaron la institucionalidad republicana. En estas condiciones será imposible alcanzar la paz y la reconciliación anheladas por la inmensa mayoría. El régimen, al elegir el terrorismo, el odio y la muerte en lugar del diálogo y la vida, es el obstáculo mayor para alcanzar esos objetivos. El pueblo venezolano, pacífico y cívico, ejercerá su derecho a la legítima defensa. Nadie podrá censurarlo. Esta es la tarea que nos convoca al comienzo del año. Mario Vargas Llosa decía en alguna oportunidad que “no es nada fácil combatir desde el realismo y el pragmatismo que caracteriza a la sociedad democrática, a creyentes inflexibles dispuestos a destruirla”. Estoy seguro que Venezuela saldrá de esta pesadilla este año y junto a Colombia será faro orientador de la libertad y la democracia. Todos estamos convocados a este esfuerzo histórico e inaplazable.