El "podrío" de Chávez"

POR:ARCANGEL VULCANO.

El Sr Chávez, tal vez atormentado por la dura realidad política que pareciera estarlo acosando, posiblemente como producto de sus severos errores políticos, quizás influido en su preocupante estado de ánimo por los graves acontecimientos que han salido a la luz pública; recientemente en un acto del PSUV realizado en el Estado Anzoátegui, se ha referido a las acusaciones que se le hacen, de que estaría “pasando de contrabando la reforma constitucional”. Descomedidamente ha dicho que “es muy discutible que el pueblo haya rechazado la reforma” pero que, en este momento, no lo va a discutir.

Ha sostenido igualmente, que "él es el culpable de que se haya perdido “por un podrío” pero que el pueblo, de todos modos, al elegirle a él en el 2006 lo hizo en base al programa que presentó y que ya contemplaba el socialismo y las 7 líneas estratégicas que explicó amplia y claramente durante toda la campaña electoral del 2006 y que ha recordado ganó con más del 60%. “El pueblo le dijo SI al socialismo y al programa socialista en el 2006", se ha ufanado. Por cierto que nuestra abuelita repetía, cada vez que perdía en algún asunto: "Después del ojo afuera no vale santa Lucía". También solía expresar la nona, cuando algo le resultaba contrario a sus designios: " A llorar al valle"

Ante tamaño exabrupto, por indebido, impropio, inadecuado, tendencioso y vano intento de manipulación política, nos sentimos obligados a expresar algunas consideraciones al respecto: La primera, es que no se pueden fusionar en uno solo, dos eventos diferentes en su naturaleza, porque tales eventos electorales fueron diametralmente distintos, tuvieron propósitos y efectos diferentes, fueron realizados en tiempos, circunstancias y épocas históricas distintas. Porque obviamente un evento muy específico y particular fue el proceso electoral en el cual los venezolanos lo reelegimos -en mala hora- como presidente de la República, vale decir, para que ocupara la jefatura del estado e investido de autoridad legítima ejerciera el poder desde el gobierno encabezando uno de los poderes públicos (el ejecutivo) cumpliendo cabalmente con las atribuciones, competencias y obligaciones que se derivan del ejercicio de sus funciones constitucionales, para que cumpliera e hiciera cumplir la Constitución y las leyes de la República -no para que las violara como lo ha hecho-. Mientras que el otro evento electoral, fue de naturaleza absolutamente diferente, con consecuencias y efectos distintos, como es lógico, el referéndum popular para aprobar o improbar la propuesta de reforma constitucional, que fue derrotada por la voluntad de la mayoría de los electores venezolanos, quienes ejerciendo plenamente sus derechos sufragaron mayoritariamente por la opción del “No”, cumpliendo con todos los requisitos previstos por la Constitución y las leyes, otorgándole plena validez a ese importante evento electoral, que como consecuencia finalmente desaprobó la propuesta de reforma. Es decir, que fue enterrada por el soberano pueblo venezolano, y eso no tiene discusión.

De tal manera, que es indiscutible que ambos eventos electorales son absolutamente diferentes, desde todo punto de vista, porque tenían propósitos, naturaleza y efectos distintos. Así que, pretender fusionarlos, igualarlos, asemejarlos, ahora –muy convenientemente- no es más que una burda manipulación política, por lo que no cabe ninguna otra valoración. Fueron eventos que ni siquiera se parecen.En segundo término, no se pueden confundir ni mezclar, ni acomodar a conveniencia indiscriminadamente, los complejos conceptos jurídicos, una cosa es elección presidencial y otra es referéndum popular para aprobar o improbar una propuesta de reforma constitucional; y menos aún, no se debe pretender a estas alturas, desconocer la voluntad popular. Aparte de que nadie se lo va a tolerar ni a convalidar, eso sería dar un golpe de estado, lo cual supondría exponerse a cualquier cosa -no deseable- en el futuro. Por lo que es muy pueril, peregrina y precaria la argumentación que intenta endosarse los votos que obtuvo al ser electo presidente un año antes, como respaldo tácito al evento del referendum popular que desaprobó la propuesta de reforma constitucional, como si no se hubiera producido una importante merma de tres millones de votos que sufrió. Ese mismo argumento sería válido entonces, para desconocerlo como presidente legítimo, lo cual políticamente sería probable y posible pero ilegal. Al contrario, debe interpretarse claramente que el pueblo venezolano rechazó un año después su propuesta socialista.Lo que indica que se desinfló su credibilidad como consecuencia de sus excesos y pésima gestión gubernamental. ¿Recuerdan a RCTV?

Por otra parte, debemos enfatizar, que si bien es cierto que el Sr Chávez fue reelecto presidente de la República para ejercer su mandato por un tiempo exacto de seis años, pero el pueblo no le dió un cheque en blanco, y si le condicionó su mandato al cumplimiento de sus obligaciones; además, no es menos cierto que su intento de reformar la Constitución Nacional, para entre otros propósitos, instaurar la reelección indefinida, fue derrotado a pesar de todo el despliegue de ventajosos recursos de que disponía, es decir, que su pretensión de ser reelecto fue desestimada, desaprobada contundentemente por los venezolanos, y de manera absolutamente legal, lo cual ya ni siquiera debería estar en discusión, a no ser que por sus no disimuladas intenciones de perpetuarse en el poder a pesar de la nítida respuesta que ya le dio soberanamente el pueblo venezolano, perdiera la cordura indispensable para ejercer tan alta investidura.

Por tales motivos, resultan hoy muy repugnantes, detestables, indignantes e inaceptables los recientes conceptos emitidos por el Sr Chávez para justificar sus ambiciones de poder eterno, al calificar despectivamente como a un “podrío” el margen de diferencia de votos producido entre el No y el Si, el pasado 2 de diciembre. Así Chávez deja entrever al mundo y a sus compatriotas sus groseras ambiciones de poder hegemónico, totalitario y autocrático, al confesar estar dispuesto a violar no solo La Constitución y las leyes de la república, sino que al revelar y admitir abiertamente sus no disimulados propósitos de desconocer de antemano el resultado legítimo que en el referéndum popular dictaminamos los venezolanos -"¡victoria de mier...!"- Tales actitudes constituyen no solo una flagrante violación a La Constitución Nacional, sino que también son una grosera falta de respeto de un envanecido y arrogante jefe de facción dispuesto pasar por encima de cualquier limitación con tal de atornillarse en la silla presidencial, contra todos sus conciudadanos, lo cual ya no sorprende, pero que con toda seguridad jamás le permitirá el libertario y democratico pueblo venezolano, que de ser necesario lo eyectará del poder, simplemente cumpliendo lo dispuesto en la Constitución Nacional.

Como no debería sorprenderle tampoco jamás a él, la clara determinación del pueblo venezolano de defender la Constitución de la República. Por lo que sería mejor para el engolosinado aprendiz de caudillo, que se vaya acostumbrando a la idea, de que no sólo no podrá de nuevo postularse para la reelección, sino que también debería procurar habituarse a la cruda realidad que le señala de forma inevitable, que deberá cumplir en el término establecido por la carta magna, con sus obligaciones constitucionales, y así cesar irremediable e irremisiblemente en el ejercicio del cargo presidencial, que ejerce temporalmente –gracias a Dios- únicamente por mandato de la voluntad del pueblo soberano venezolano; por lo que tiene ya fecha de salida –de vencimiento- a pesar de todas las manipulaciones que ahora intenta en vano desplegar.

Le sugerimos respetuosamente al Sr chávez, que mejor tenga muchísimo cuidado con el manejo irresponsable que está haciendo sobre tan espinoso y delicado asunto, que no tiente la ira del gigante dormido, no abuse más de su buena suerte. Mejor es que se olvide de la derrotada reelección indefinida. Deje el afán de poder. Porque con “podrío o sin podrío” esas son las reglas del juego democrático, y el juego, lo perdió el 2 de diciembre -¿se recuerda, ganó el NO?- por su culpa naturalmente –por atorado, ambicioso, inescrupuloso, truquero, por andar cuqueando al avispero- pero fundamentalmente desde luego, por la voluntad inquebrantable e indoblegable del glorioso, inteligente y sabio pueblo venezolano, para quien definitivamente no hay imposibles, quien afortunadamente no comió ni comerá coba jamás (cuentos de camino). Así que, mejor ¡olvídese de eso! porque el pueblo hace rato que despertó del letargo en que estaba, y ya no cree en sus artilugios. Trate aunque sea por un breve instante de intentar gobernar en beneficio de todos, deje el sectarismo; ¡bueno! si no es mucho pedir…