domingo, mayo 25, 2008

"Malestar en el ejército por nexos de Chávez con la guerrilla colombiana"


POR:CASTO OCANDO

El Nuevo Herald.Una demanda interpuesta recientemente ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por un general activo del ejército venezolano, actualmente relegado a su casa sin mando ni tropa por orden presidencial, está mostrando nuevos niveles de malestar en el interior de la Fuerza Armada Nacional (FAN) impulsados, entre otros factores, por las evidencias que vinculan al gobierno del presidente Hugo Chávez con la guerrilla colombiana.

El pasado 15 de mayo, el general de brigada Angel Omar Vivas Perdomo pidió al TSJ anular la orden del presidente Hugo Chávez que obliga a los militares venezolanos a utilizar en sus ceremonias el lema de inspiración cubana "Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos'', bajo el argumento de que es inconstitucional.

"Definitivamente para los venezolanos no es un lema nacionalista, porque no está fundamentado en el patrimonio moral y los valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional de la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador, por lo que al ser usado en nuestra Fuerza Armada Nacional por nuestros oficiales y soldados se está violando la constitución'', indicó el escrito de seis páginas presentado por el general activo del ejército.

Es la primera vez que un militar activo y de alto grado expresa abiertamente su oposición al mandato presidencial, desde que en octubre del 2002 un grupo de oficiales se congregó en una plaza de Caracas para declararse en desobediencia contra el gobierno de Hugo Chávez.

El general Vivas Perdomo fue director de finanzas del Ministerio de la Defensa durante la gestión del general disidente Raúl Baduel, es considerado como él un militar ‘‘institucionalista'', opuesto a la politización del sector militar, y está próximo a acogerse al retiro.

Sin embargo, "no deja de ser un general activo que tiene una expresión desafiante con respecto a los términos tradicionales en que se ha manifestado la FAN'', estimó Rocío San Miguel, analista militar que dirige la organización no gubernamental Control Ciudadano, que monitorea al sector militar venezolano (www.controlciudadano.com). "Y es una muestra interesante de disidencia canalizada por una vía institucional'', agregó San Miguel.

El alto oficial es también uno de los entre 800 y 1,000 coroneles, generales de brigada y de división, que según informes de inteligencia se encuentran actualmente relegados en sus casas, sin responsabilidades ni mando sobre la tropa, principalmente porque se oponen a la ideologización del estamento militar, y a convertir a las FAN en un ejército socialista, inspirado en el modelo cubano.

Se trata de oficiales "que han expresado el descontento y la molestia que hay dentro de las fuerzas armadas, que llega hasta la oficialidad media'', dijo Orlando Ochoa Terán, analista de seguridad y defensa basado en Nueva York.

Según Ochoa, la creciente polémica en torno a las vinculaciones del gobierno chavista y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha provocado una ‘‘desmoralización de oficiales y soldados de la FAN'', principalmente porque la guerrilla ha sido un enemigo tradicional de los militares venezolanos.

El analista dijo que dos hechos particulares han provocado este efecto desmoralizante. En primer lugar, la revelación de que la masacre de cuatro oficiales y una ingeniera de la petrolera estatal PDVSA en el 2003 en una zona de la frontera sur entre Venezuela y Colombia, fue ejecutada por una columna de las FARC, en vez de supuestos paramilitares, como aseguró el gobierno venezolano en esa ocasion.

Y en segundo lugar, la revelación de un correo electrónico enviado por el guerrillero alias Iván Márquez, a Raúl Reyes, indicando que las FARC mantienen un "bunker'' en Fuerte Tiuna, la más importante guarnición militar del país.

"Se trata de un grupo que masacró a militares, y que además tiene una base de operaciones en Fuerte Tiuna. El efecto moral es devastador'', detalló Ochoa.

Un tercer factor está relacionado con la forma como Chávez ha manejado las líneas de mando dentro del cuerpo armado.

"El presidente se reserva para sí el nombramiento de los comandantes de batallones, y establece una línea directa con ellos de forma que se rompe la cadena de mando, ya que estos comandantes le reportan directamente, generando enfrentamientos internos y oficiales medios con más poder que sus superiores'', dijo un ex oficial de inteligencia militar en Caracas, que pidió mantenerse anónimo.

Las FAN venezolanas cuentan actualmente con un total de 140,000 miembros, entre altos oficiales, soldados y personal civil. Una décima parte de este contingente está integrado por suboficiales y oficiales.

Según un estudio de Control Ciudadano, el poder militar real es ejercido por un grupo élite de 150 altos oficiales, considerados leales al presidente Chávez, y que comparten el modelo socialista propuesto por el líder bolivariano.

En declaraciones y entrevistas recientes, algunos importantes jerarcas militares han criticado duramente a los llamados militares "institucionalistas'', y desmentido el malestar y la baja moral que supuestamente existe en el cuerpo armado.

El pasado 27 de abril, el ministro de la Defensa, general Gustavo Rangel Briceño, calificó despectivamente de ‘‘cobardes'' y "burros'' a los oficiales institucionalistas, porque "se niegan a aceptar la realidad'' del proyecto socialista que el presidente Chávez quiere imponer en el país.

Hace una semana, el comandante general del Ejército, general Carlos Mata Figueroa, dijo en una entrevista que "la Fuerza Armada tiene una elevada moral'', está "unida hoy más que nunca'', y que los oficiales tienen "unas condiciones morales envidiables''.

El general Mata Figueroa defendió el uso del lema "Patria, Socialismo o Muerte'' dentro de la FAN, explicando que "la patria es nuestro valor máximo y el socialimo es la mayor suma de felicidad, igual a vida, lo contrario de eso es la muerte''.

"Por eso la frase y esto llegó para quedarse en nuestros cuarteleas, porque estuvimos esperando este momento que llegó para quedarse'', dijo el general Mata Figueroa, durante una presentación en el programa de entrevistas que conduce el ex presidente José Vicente Rangel en el canal Televen.

"Resulta una mentira grotesca decir que en la FAN son inmensamente felices y que el socialismo ha traido la unidad a la Fuerza Armada'', indicó un editorial del diario El Nacional, en respuesta a las afirmaciones del comandante del Ejército.

"Decenas de oficiales han solicitado su baja, un gran grupo ha sido arrinconado en sus casas sin entregarles cargos de responsabilidad, y otros deben moverse con extremo cuidado para que los agentes cubanos (verdugos importados) no los detecten y acaben con su carrera profesional'', precisó el editorial.

De acuerdo al informe de inteligencia militar, se encuentran relegados a sus casas más de una treintena de generales de brigada y de división, incluyendo 10 generales que se graduaron en la misma promoción de 1978 a la que pertenece el ministro Rangel Briceño.

Entre ellos se encuentran los generales William Warrick Blanco, ex comandante del Teatro de Operaciones 2, que cubre los estados Táchira y Zulia, fronterizos con Colombia; Jesús Wilhen Becerra, ex jefe del Estado Mayor del Ejército; Guillermo Rangel López, ex jefe de la Casa Militar; Antonio García Correa, ex director de operaciones militares de la jefatura del Estado Mayor; y Eduardo Centeno Mena, ex director de la escuela superior del Ejército.

"Son generales que no se han manifestado abiertamente chavistas, tienen criterio propio y un gran prestigio sobre la tropa, porque mantienen una conducta ética, han sido los primeros en sus promociones y son respetados'', dijo la analista Rocío San Miguel.


ocasto@herald.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este gobierno es fascista
Domingo Alberto Rangel

Viernes, 23 de mayo de 2008


He sostenido que el actual régimen, el partido que lo encarna, Psuv, y el comandante Chávez son fascistas. Nada tienen ellos, sin excepción, con el marxismo, con la izquierda o con la revolución. Todo en el régimen de hoy evoca la Alemania de Hitler.
El carácter militarista, ante todo, es ya el "trade mark" inconfundible del presente gobierno y era, también en la Alemania nazi, la etiqueta más visible. Goering, Hess, Röhm, Frank y otros muchos, sin exceptuar, por supuesto, al propio Hitler, eran militares. En el Psuv hoy, como ayer en el MVR y más atrás, en ese anteayer ya medio remoto, el MBR-200, las jerarquías, las posiciones, las riendas decisivas pertenecen a los militares. ¿Quién es hoy el jerarca máximo, el Mujiquita mayor en el Psuv? El general Alberto Müller Rojas, que parece un fantasma y no tiene talento alguno, pero es el vocero de la camarilla militar que controla, desde hace más de quince años, al comandante Chávez. Esa camarilla viene, desde las sombras, gobernando, fiscalizando o administrando a Chávez. El hoy Presidente es apenas un figurín propagandístico, un portavoz de prensa, es el Goebbels del tronco secreto que, tras bastidores bien cuidados, lo dirige todo. El Secretario General del Partido ha sido siempre, desde los tiempos del MBR-200, un militar muy derechista.

Luis Alfonso Dávila primero, Francisco Ameliach y ahora Alberto Müller Rojas, cercanos todos ellos al fascismo en lo ideológico, han desempeñado tal cargo.

En todos los esquemas de Chávez desde sus ya lejanos días de conspirador de cuartel, los civiles han sido los bachilleres Mujica de unos militares mandones y mediocres. En todas las organizaciones políticas creadas para conspirar, para ganar elecciones más tarde o para hacer la inevitable comparsa que es la democracia, allí, el cargo de secretario general o de instrumento predilecto ha sido un militar. Como ha sido un militar siempre el Ministro del Interior y Justicia desde el alejamiento de Miquilena y son militares los jefes policiales, ya sea los que están a cargo de la policía secreta o uniformada.

Los civiles son el jarrón chino, el clavel para el ojal, el anillo que se lleva en el dedo anular, lucen pero no mandan, obedecen pero no deciden, son los mandaderos de alto coturno, tanto más útiles cuanto más inflan la vanidad de los militares. Para servir con el comandante Chávez o con su gobierno un civil debe dejar en su casa olvidado hasta el menor asomo de dignidad personal. No hay en el gobierno prohombre civil que no haya sido vejado o despreciado en público por Chávez y allí siguen todos ellos con docilidad canina, como el perro de la RCA Víctor.

¿Cómo un oscuro conspirador y una camarilla militar lograron apoderarse del Estado sin disparar un tiro, sin librar una batalla? Es la pregunta que retumbará en las sienes de los historiadores que en el futuro estudien el tiempo actual. Los nazis tenían el mérito patriótico de haberse batido en 1914 como soldados en la guerra mundial. Hitler ostentaba una solitaria condecoración, la prestigiosa cruz de hierro otorgada sólo a quienes se desempeñaran con extraordinaria valentía. Y Röhm fue un capitán heroico, pero ¿en cuál batalla han participado los hoy amos virtuales del Estado venezolano? Creo que apenas Freddy Bernal, como policía, adquirió cierta experiencia de guerra en las batallas contra el hampa. Nuestra única guerra, desde inicios del siglo XX, es la que enfrenta, en las amortajadas noches de nuestras ciudades, al hampa con la policía.

No habría Pernaletes si no hubiera Mujiquitas, dijo Gallegos en Doña Bárbara. Nada más doblegado, me perdonan la franqueza, que los civiles al servicio de este gobierno. No sólo han dejado la dignidad, que fue siempre leve en ellos, han renunciado a la iniciativa, a la independencia mental, al respeto por sí mismos.