POR:JOSÉ A.CLAVIER.
Es realmente interesante ver como la parodia de Wikileaks se ha desarrollado y como el impacto que este hecho ha tenido en la figura de Hugo Chávez se ha ido transfigurando a medida que han pasado los días. Se acuerdan de frases altisonantes como: “el imperio ha quedado al desnudo”, “fulanita debería renunciar”. Luego de transcurridos varios días nuestro “caudillo” ya no habla del asunto, ahora le avergüenza mencionarlo y se quiere olvidar de eso. Entre otras cosas, el mundo se ha enterado que el G-2 cubano tiene intervenido Miraflores (harto conocido con anterioridad) y que Chávez se deja presionar de manera abusiva por sus eternas enemigas, las grandes trasnacionales petroleras. De acuerdo a estos cables, que hasta ahora nadie se ha atrevido a desmentir, frases como “lo tomas o lo dejas”, emitidas por jerarcas petroleros extranjeros, han hecho tragar grueso al “comandante-presidente” y a toda la camarilla de hampones que lo rodea.
Siguiendo con la información filtrada, según los franceses “Venezuela está en llamas”, lo cual coincide con otra serie de acontecimientos que se han hecho públicos. Resulta que ahora PDVSA le ha ordenado a las empresas mixtas, que operan en la faja, elevar la producción y les está exigiendo con la celeridad del caso un plan de remediación que apunte hacia un incremento súbito en la producción. Esto es, a todas luces, un signo de desespero y un reconocimiento de la incapacidad de PDVSA. La empresa nacional se sabe incapaz de incrementar su cuota de producción en las aéreas tradicionales (esto requiere ingentes cantidades de talento y capital, recursos estos no disponibles en la empresa actualmente), por lo que no le queda más remedio que recurrir a las odiadas, y hasta el cansancio atacadas, empresas trasnacionales.
Nuestro comandante definitivamente siempre apuesta a ganador, para remate nuestro recientes socios en los desarrollos de faja agrupan a empresas venidas de países como Cuba (con una excelsa tradición petrolera), Bielorrusia e Iran. Países estos prácticamente quebrados por contar con dirigentes de ideas similares a las de nuestro “comandante-presidente”, de manera que tampoco puede contar con estas empresas para incrementar producción. Que triste es el destino de nuestro adalid barines.
Al final ha quedado bien claro que los únicos que pueden ayudarlo son los más finos representantes de la rancia oligarquía petrolera internacional. Por eso se firmó un convenio apurado, a toda carrera y prácticamente bajo amenaza con ENI, la petrolera italiana.
Mientras tanto, nuestro “comandante-presidente” tiene que lidiar con una infraestructura en el suelo (metro, suministro eléctrico, vías y autopistas y un largo etc), y como si fuera poco, ahora tiene que afrontar los grandes daños que han dejado las lluvias más devastadoras de la última década.
Siguiendo con la información filtrada, según los franceses “Venezuela está en llamas”, lo cual coincide con otra serie de acontecimientos que se han hecho públicos. Resulta que ahora PDVSA le ha ordenado a las empresas mixtas, que operan en la faja, elevar la producción y les está exigiendo con la celeridad del caso un plan de remediación que apunte hacia un incremento súbito en la producción. Esto es, a todas luces, un signo de desespero y un reconocimiento de la incapacidad de PDVSA. La empresa nacional se sabe incapaz de incrementar su cuota de producción en las aéreas tradicionales (esto requiere ingentes cantidades de talento y capital, recursos estos no disponibles en la empresa actualmente), por lo que no le queda más remedio que recurrir a las odiadas, y hasta el cansancio atacadas, empresas trasnacionales.
Definitivamente nuestro “comandante-presidente” no aprende. Después de estar once años “comandando” la industria petrolera, él debería saber que los incrementos de potencial en el mundo petrolero toman mucho talento, recursos económicos, equipos y por encima de todo requieren tiempo. Ningún desarrollo importante se logra en menos de tres o cuatro años, siempre y cuando vaya acompañado del compromiso de importantes recursos de todo tipo. Ingenieros, gerentes, consultores, operadores, taladros y una variada gama de equipos de superficie son algunos de los recursos que se requieren para llevar a cabo un desarrollo acelerado como el que el “comandante-presidente” está solicitando a sus flamantes empresas mixtas. Otro detalle que juega en contra de las intenciones del Barines es que, de acuerdo a la última ley de hidrocarburos redactada por este gobierno, en cualquier inversión petrolera que se haga en Venezuela, PDVSA (o la nación) debe aportar el 60%. Esto fue establecido así, a pesar de que cientos de voces le advirtieron, con suficiente antelación, que esa clausula era contraria a los intereses de la nación. Pero así es como piensan estos nacionalistas de pacotilla y él nunca se ha distinguido por escuchar a la gradería.
Nuestro comandante definitivamente siempre apuesta a ganador, para remate nuestro recientes socios en los desarrollos de faja agrupan a empresas venidas de países como Cuba (con una excelsa tradición petrolera), Bielorrusia e Iran. Países estos prácticamente quebrados por contar con dirigentes de ideas similares a las de nuestro “comandante-presidente”, de manera que tampoco puede contar con estas empresas para incrementar producción. Que triste es el destino de nuestro adalid barines.
Al final ha quedado bien claro que los únicos que pueden ayudarlo son los más finos representantes de la rancia oligarquía petrolera internacional. Por eso se firmó un convenio apurado, a toda carrera y prácticamente bajo amenaza con ENI, la petrolera italiana.
El mundo se le está haciendo pequeño a nuestro “comandante petrolero”: con recursos propios no puede incrementar producción, sus socios mochos no están en condiciones de ayudarlo, y las grandes trasnacionales tienen muchas reservas (dudas, me refiero) y escaza confianza para sacarle las patas del barro en esta ocasión. Los cables de Wikileaks lo que dicen es que las grandes que todavía tienen presencia en Venezuela están ordeñando sus concesiones actuales con un esquema de cero inversión, ante las colosales dudas sobre el futuro cercano de PDVSA y las enormes deudas que esta empresa mantiene con ellas.
Mientras tanto, nuestro “comandante-presidente” tiene que lidiar con una infraestructura en el suelo (metro, suministro eléctrico, vías y autopistas y un largo etc), y como si fuera poco, ahora tiene que afrontar los grandes daños que han dejado las lluvias más devastadoras de la última década.
Por más que el comandante vocifere y diga sus eternas sandeces, las condiciones económicas del país son de extrema gravedad. El comandante tiene poco margen de maniobra y es importante comenzar a observar como los principales indicadores económicos comienzan a mostrar serios signos de deterioro.
A pesar de la inocultable ironía con que está escrito este articulo, no puedo dejar de expresar que toda esta situación lo que genera es desolación y tristeza en mi ser. De nuevo una inmensa oportunidad de riqueza, desarrollo y bienestar para el país nos pasa de lado y nos deja inmersos en pobreza, abandono e indefensión.
No me queda la menor duda de que Hugo Chávez Frías pasará a la historia como uno de los gobernantes más irresponsables y corruptos que el destino nos haya podido proporcionar. Hay mucha gente que, con sobrada razón, lo está esperando en la Haya. Basándonos en lo que se ve venir, yo creo que hasta el mismo Chávez va a clamar por esa salida, cuando la cosa se torne color de hormiga. Y no falta mucho para eso. Todos los signos apuntan hacia allá.
1 comentario:
TEODORO PETKOFF.
Hace dos noches, el gran jurista de Sabaneta se burlaba, con su característico estilo insultante, de quienes hemos señalado que la Ley Habilitante que solicita no puede trascender el período del Parlamento que la otorga.
Sin nombrarlo, pero citando sus argumentos, acusó a este editorialista de “ignorante” y dio diversas razones, algunas de ellas francamente inconsistentes, cuando no risibles, para justificar su pretensión de extender la vigencia de los poderes especiales por un lapso de seis a dieciocho meses.
Aunque cabe la posibilidad de que Chacumbele crea, en verdad, que es posible llevar la Ley Habilitante más allá del 5 de enero, la pura verdad es que él, que sí es un ignorante comprobado, lo hace porque piensa que no existen limitaciones legales ni constitucionales para su conducta y que puede hacer lo que le dé la real gana. A lo mejor no sabe de lo que está hablando pero, la verdad verdadera es que, incluso si lo supiera, lo haría, porque su naturaleza es la de un abusador contumaz e irredimible.
Aunque sea por no dejar, vamos a explicarle a Chacumbele por qué la Ley Habilitante no puede pasar del día en que fenece la actual Asamblea Nacional.
Una Ley Habilitante faculta al Presidente para legislar por decreto. Es decir, el Parlamento delega en el Presidente sus propios poderes legislativos. El ignorantón adujo, para justificarse, que si fuera como sostenemos nosotros, las leyes aprobadas por un Parlamento dejarían de tener vigencia una vez que ese Parlamento cesa en sus funciones. No, señor.
Las leyes, una vez aprobadas y promulgadas por la presidencia, cobran vida propia, caminan por su cuenta, por así decir; se han “desprendido” del cuerpo legislativo que las creó. Su vigencia no implica una delegación de poderes del Parlamento, el cual los ejerció, precisamente para aprobarlas.
En el caso de una Ley Habilitante, que es una ley, ciertamente, pero una ley muy peculiar, no tiene vida propia más allá de la del Parlamento que la otorga, porque ella afecta las atribuciones permanentes del Parlamento, que son las de legislar y las cuales delega temporalmente. Pero no puede trasladar al que le sigue su propia decisión de ceder poderes legislativos al Presidente. Con eso anularía al siguiente, despojándolo de sus facultades. Precisamente, para eso es esta Ley Habilitante.
Para castrar a la próxima Asamblea Nacional. Porque para ninguna otra cosa, ya sea relacionada con el desastre natural o para aumentar el IVA, necesita de poderes especiales. Esta ley es la respuesta a una Asamblea Nacional que ya no podrá dominar como a la moribunda.
Eso fue lo que hizo Adolfo Hitler. El 24 de marzo de 1933, el Reichstag, el Parlamento alemán, le otorgó poderes especiales por tiempo indefinido y para legislar sobre cualquier materia. El Reichstag no se reunió más nunca; de allí en adelante, Hitler gobernó dictatorialmente. Con este atropello constitucional, más las reformas a las leyes de Telecomunicaciones y Resorte, y el proyecto que se ha anunciado sobre la Ley de Universidades, Chávez ha comenzado a recorrer, ahora sí, el camino de la dictadura. ¿Se lo va a calar el país?
Publicar un comentario