POR:ÁNGEL GARCÍA BANCHS.
Venezuela no es una Democracia. Por tanto, en nuestro país las elecciones no reflejan las verdaderas preferencias políticas de la gente, sino una suerte de mixtura entre preferencias, miedo y ventajismo, por no decir trampa. Por eso, ¨ganó¨ Chávez.
¿Qué hicimos bien? La campaña de Henrique Capriles fue, simplemente,
excepcional, y fue más que un David contra Goliat. Capriles recorrió el
país como nadie lo hizo antes, y dirigió claros discursos a la gente,
los hogares, los emprendedores, inversionistas, los gremios y
sindicatos, sin excluir a nadie. Planteó un modelo de creación de
riqueza, generación de empleos, recuperación de las instituciones,
seguridad jurídica y personal, de libertad, fraternidad, igualdad y
armonía entre venezolanos; así como, igualmente, ofreció una visión no
rentista para la industria petrolera, diversificadora de la economía,
que nos independizase del petróleo y las importaciones, permitiese
controlar la inflación, acabar con la escasez y recuperar el valor del
bolívar.
¿Qué hicimos mal? En vez de levantar la voz contra un CNE secuestrado
por el gobierno, que permitió ilimitadas cadenas de radio y TV y
propaganda del partidio oficialista (obligatoria y gratuita en los
medios de comunicación), se le dió la bendición bajo el pretexto de que
si ello no se hacía la gente no iría a votar por falta de motivación.
Claramente, ello colocó a la MUD y a la oposición en general en una
situación que le impedía reclamar absolutamente nada al CNE (la
interrupción de cadenas de radio y TV, y el cese de la propaganda
obligatoria durante el período de campaña electoral, así como,
igualmente, la instalación de las captahuellas, que en un país con lista
de Tascón, ciertamente, miedo y suspicacia iba a producir). La
oposición debió llamar a votar, porque el voto es lo único con que
contamos a favor del cambio; pero, aclarar que, el CNE está secuestrado
por el PSUV al igual que Pdvsa y el resto de los poderes. Habríamos
logrado, bien sea eliminar las cadenas, la propaganda o las
captahuellas. También, se debió revisar una muestra aleatoria del REP
mediante llamadas telefónicas, y no únicamente de forma virtual contra
la base de datos de identificación del SAIME, la cual es producida y
controlada por la misma gente: el propio gobierno. Finalmente, Capriles
cometió el error de caer en populismo (prometer institucionalizar las
misiones), un terreno en el cual Chávez tenía todas las de ganar, al
contar con los recursos públicos, los dineros de Pdvsa y fondos
parafiscales, sin control alguno de la Contraloría o la AN. Capriles
debió llevarlo a su terreno (el del empleo productivo y la producción
nacional), no dejarse llevar al de él (pretender ganarle al maestro del
populismo latinoamericano, al que dejó a Perón como una aprendiz, era
insensato, y vaya que lo dijimos).
Y lo más relevante, ¿qué no entendimos? No entendimos que parte
importante del país, simplemente, no hace comparaciones, sino con el
pasado, y no con el resto del mundo. Ignoramos que, hay gente que cree
que lo normal es que maten a la gente en la calle, o que la
infraestructura de escuelas y hospitales se desplome, porque así ha sido
siempre; olvidamos que, hay gente que no viaja al exterior, o desconoce
la realidad de otros países, donde sí hay seguridad personal, un
servicio de gas, luz, salud, y educación de calidad. Decirles que nada
de eso funcionaba bien no fue suficiente, teníamos que explicarles que,
en el exterior la realidad es distinta. Debimos presentar videos de
gente en otros países, manifestando que lo normal no es la delincuencia,
o que la luz se vaya, el agua falte, el gas no llegue por tuberías, la
salud y la eduación no sean de calidad. En palabras llanas, teníamos que
llevarlos de la comparación con nuestro pasado a la comparación con la
realidad presente en otros países.
¿Por qué ¨ganó¨ Chávez? Ya lo dije arriba. Porque la gente comparó
con el pasado, cuando el consumo privado era menor, y la provisión de
bienes públicos mala como hoy; en fin, cuando el petróleo no estaba en
los 100$/barril, sino en 8$/barril y se vivía peor (faltó explicarle a
la gente que hoy consumimos más, gracias al incremento del petróleo, y
no a Chávez, pues fue el crecimiento de China e India lo que aumento su
precio). Pero, también, Chávez ¨ganó¨ por el miedo y el ventajismo, por
no decir la trampa y el secuestro institucional.
Ángel García Banchs
@garciabanch
2 comentarios:
jueves, 11 de octubre de 2012
Los 3 errores
ANGEL OROPEZA
"En política todas las victorias son efímeras, y todas las derrotas son provisionales". (M. Fraga I.)"
" La tesis del fraude (sospechosamente propagada por los laboratorios mediáticos del gobierno) lo que busca es la desmovilización del pueblo del progreso, ya que si hubo fraude, y la oposición lo sabe y lo permitió, no puedes votar por ella en diciembre, donde nos jugamos no sólo la presidencia de la República, sino toda la geografía del país"
El domingo fue de celebración para una mitad del país, y de tristeza para la otra mitad. Lo último es natural, dado que no se alcanzó el objetivo propuesto. Nos faltó tiempo. Hay que darse permiso para ese sentimiento. Pero luego de expresar nuestra tristeza, lo inteligente es levantarse, y estar preparados para los acontecimientos por venir.
Es prioritario analizar lo ocurrido, porque la conducta futura del país va a depender de su interpretación de lo que pasó. La votación de Chávez es cualquier cosa menos homogénea. Allí coinciden aquellos movidos por su simpatía hacia el actual presidente y los satisfechos con el rumbo del país, con los amenazados con perder su trabajo, las víctimas del miedo (a perder beneficios reales o prometidos), los todavía creyentes de que el voto no es secreto (y por tanto, no era conveniente arriesgarse), hasta los beneficiarios de los más de 200 mil millones de dólares de los que ha dispuesto el actual presidente en los últimos 6 años para gastar a discreción. Y a pesar de eso, el crecimiento de la votación oficialista con respecto al 2006 es mínimo, sobre todo comparado con el aumento de más de 43% de la votación opositora. Definitivamente, nos faltó tiempo. Si la elección hubiese sido en diciembre, como era la tradición en Venezuela, el resultado habría sido muy diferente.
Para el país del progreso, esta fue una gran victoria política, que no llegó a traducirse en una victoria electoral. Se conformó una plataforma unitaria sólida, se llevó un mensaje a todos los rincones del país, se edificó una propuesta política fresca, atractiva, de fuerte inspiración popular, que va a servir de alimento a las luchas que vienen. Y además, el país cuenta con un nuevo y legitimado líder, con la capacidad intelectual, física, y la claridad política para capitanear el equipo de la nueva Venezuela. Hay un camino, hay un equipo, y hay un líder.
Por eso es tan importante evitar 3 errores que pueden acecharnos en estos primeros días:
1. Creer que Chávez ganó por fraude. Si bien la campaña fue muy desbalanceada y corrupta por parte del bando oficial, Chávez ganó porque sacó más votos. La tesis del fraude (sospechosamente propagada por los laboratorios mediáticos del gobierno) lo que busca es la desmovilización del pueblo del progreso, ya que si hubo fraude, y la oposición lo sabe y lo permitió, no puedes votar por ella en diciembre, donde nos jugamos no sólo la presidencia de la República, sino toda la geografía del país. Si la tesis del fraude se impone, los poderosos harán fiesta, porque lograrían evitar lo que hoy es una amenaza para ellos: que la mitad del país que se expresó el domingo, lo vuelva a hacer en diciembre e impida que nuestra patria se tiña de un solo color. Los asesores del oficialismo van a jugar psicológicamente en estas semanas con la frustración opositora, y a alimentarla hasta que se convierta en desesperanza, y luego en inacción y abandono.
jueves, 11 de octubre de 2012
Los 3 errores
ANGEL OROPEZA
2. Creer en las derrotas definitivas. Hay que evitar esta visión lineal, determinista de la vida, según la cual es posible predecir los acontecimientos futuros a partir de los presentes. Esto está muy lejos de ser el fin de la historia. La política, al igual que la vida, no es lineal sino sistémica, y frente a ella lo que hay que hacer es ir continuamente agregando elementos a ese sistema para que pasen cosas. Nadie sabe lo que nos espera ni lo que va a pasar en Venezuela. El futuro es altamente incierto e impredecible. Y de cara a esa incertidumbre, lo único seguro es la organización y el espíritu de lucha que tenga adentro cada uno de nosotros.
3. Ahora, a esperar 6 años. ¡Falso! No solamente por lo que acabamos de decir sobre la incertidumbre de los acontecimientos por venir, sino porque es un error existencial y político fijarse metas tan lejanas y tardías. La próxima meta es apenas dentro de 2 meses. Y si no afrontamos bien esos retos, la amenaza que sentimos sobre el país, la vamos a sentir mucho más cerca de las puertas de nuestras casas. No es lo mismo tener de presidente al actual, pero tener de gobernador a Henrique Capriles o Adriana D Elia, para quienes vivimos en Miranda, que a alguien como Jaua o Jorge Rodríguez. No es lo mismo Pablo Pérez que Arias, ni mucho menos Henri Falcón que Reyes. Estamos hablando de 2 países radicalmente diferentes, y eso se decide en diciembre, no el pasado domingo. Salvo, por supuesto, que permitamos que eso pase porque estemos tristes. Y no es solamente levantar un muro de contención regional, estadal y municipal contra estas amenazas, sino que no es lo mismo seguir construyendo un camino desde la inmensa altura que hemos alcanzado, que volver a comenzar desde cero.
El pueblo del progreso es un pueblo guerrero, y los guerreros no saben sino pelear. El camino que nos queda es pedregoso y duro, pero -según el Evangelio- es el camino difícil el único que conduce a la tierra prometida.
| EL UNIVERSAL
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