domingo, marzo 30, 2008

"Con pies de barro" ("Chávez...amenazó...ir a una guerra civil...")


POR:LUIS VICENTE LEÓN.

Chávez puede perder el monopolio político y sería el inicio del fin de la revolución

Chávez vuelve a sus andanzas. El discurso de esta semana, en el que amenazó a la población de ir a una guerra civil si se atreve a ejercer su derecho constitucional de votar en las regionales por quien le dé la gana, es una aberración del concepto de democracia participativa que él mismo propone. El Presidente está diciendo que la única forma de no enfrentar la violencia, es que voten por quien él decida postular. Es decir, él es el gran elector. Él y sólo él sabe lo que le conviene al pueblo: ¡molleja de participación popular!

Es obvia la razón por la que el Presidente usa este chantaje: las evaluaciones de gestión de muchos de los gobernadores y alcaldes chavistas son terriblemente malas incluso dentro de las masas revolucionarias. Esta situación pone en riesgo algunas cuotas de poder de la revolución en todo el país, si la población decide elegir a sus representantes locales y regionales por las razones que deberían hacerlo: para que atiendan sus necesidades, resuelvan sus problemas y mejoren su calidad de vida.

No estoy diciendo que el Presidente enfrente una debacle política. Su caída de popularidad no puede todavía considerarse dramática, pues los niveles en los que aún se encuentra siguen siendo elevados para cualquier líder en poder. Sus riesgos frente a las elecciones regionales se circunscriben a la potencial pérdida de un grupo concreto de gobernaciones y alcaldías, que de ninguna manera amenazan más de un tercio de los puestos de poder regional. El problema para él es que se encuentra frente al riesgo de perder el monopolio político del país y ese podría ser el inicio del fin de su revolución.

No se trata de un tema numérico. Si bien Chávez tiene aún aceptación popular en la mitad de la población, su relación con ellos es muchísimo más débil. La evaluación que las masas hacen de la capacidad del Gobierno para resolver sus problemas son mayoritariamente negativas, la confianza en el líder se deterioró y el cheque en blanco, que la gente antes le daba al Presidente para todas sus propuestas, rebotó estrepitosamente en el pasado referéndum.

En este estado, el problema no es perder la mayoría de los puestos de elección popular. El tema es dejar que el mapa político, hoy casi totalmente rojo, se coloree aunque sea parcialmente, con el acceso de opositores carismáticos a algunas posiciones simbólicas de la política regional, lo que podría ser desastroso para la percepción de control total del país que al Presidente le conviene tener.

¿Qué le queda entonces? Tratar de plebiscitar esta elección. Usar toda su fuerza emocional y económica para apuntalar a sus candidatos regionales y convertir estas elecciones en una validación de la revolución.

¿Tendrá éxito? No lo sé. Pero lo que parece claro es que cada vez será más difícil encubrir su incapacidad de gestión con elementos emocionales con los que la gente ni come ni vive.

No me parece fácil pedir a los petareños que voten por alguien sólo por que Chávez lo apoya, cuando esa misma gente tiene evaluaciones 75% negativas de su chavista actual. Será difícil vender la idea de que el alcalde de Lecherías no es una mejor opción que el gobernador de Anzoátegui. Será imposible parar al alcalde de Chacao en sus aspiraciones a la Alcaldía Mayor, a menos que concreten la barrabasada de las inhabilitaciones administrativas, única vía para que éste no gane en las propias masas chavistas, y no veo cómo impedirán que el alcalde de Barquisimeto, el mejor de la revolución y uno de los mejores del país, gane la gobernación de Lara, con Chávez o sin él.

En fin, lo que Chávez le está diciendo al país con su chantaje actual es que no tiene nada que ofrecer más que amenazas verbales que podrían esconder la realidad de un ídolo con patas de barro.



3 comentarios:

Arcangel Vulcano dijo...

Publicamos el
viernes, enero 25, 2008 el siguiente artículo que pensamos es oportuno reproducir hoy:

Chávez :¿ ¡Vendrían por mi! ¡sería la guerra! ?

POR:ARCANGEL VULCANO.

El 11/01/08 en su mensaje a la Asamblea Nacional el Sr Chávez hizo varias interrogantes que son un monumento de su ineptitud, de su estrepitoso y rotundo fracaso como gobernante: ¿Por qué seguimos consumiendo tantos alimentos procedentes de otros países? ¿Por qué nos cuesta tanto producir bienes de uso diario? ¿Por qué la corrupción no la hemos podido frenar y mucho menos derrotar? ¿Por qué la inseguridad sigue siendo un problema tan grave en las calles, en los pueblos y en los barrios? ¿Cuál es la razón de la impunidad?¿Por qué sigue tan fuerte y descarado el contrabando, que nos hace mucho daño? ¿Por qué las mafias siguen incrustadas en las estructuras de los servicios? ¿Por qué un gobierno revolucionario no ha podido en nueve años cambiar la terrible situación de las cárceles?

Estas interrogantes expresadas amargamente a escasos días del 02D-07, constituyen la más resonante y contundente prueba, la mejor demostración y confesión tácita de su incapacidad manifiesta para resolver los urgentes problemas que nos afectan a todos los venezolanos en general, sin excepción, porque todos padecemos sus errores garrafales como errático e improvisado aprendiz de gobernante, que ha demostrado ser hasta la saciedad.

Y el 20/01/08, en su Aló Presidente, Chávez admitió de nuevo su tragedia como sepulturero de la nación. En virtud del patético escenario por las carencias generadas por su seudo revolución, como la escasez de leche, carne, huevos, granos, azúcar; se atrevió el jefe supremo a asegurar que “eso se debía a que aquí no se había impulsado la producción agroindustrial”.Semejante confesión luego de nueve largos años de desgobierno, lo inhabilitan como administrador, y lo marcan para siempre como un pésimo aprendiz de gobernante.

De allí que Chávez ahora pretende merecer y causar la compasión cristiana de sus partidarios, así como la lástima y reconsideración de sus antiguos “fieles y fanatizados” seguidores que abandonaron su destartalado barco seudo revolucionario, que nos conducía a su reelección indefinida y al control omnipotente de las reservas internacionales, y de todo el control del poder absoluto de un estado capitalista dueño de todo y de todos.

Por eso ahora clama por recuperar antiguas actitudes de lealtad revolucionaria de sus otroras incondicionales que ya no lo son ni lo serán jamás, por eso su descalabro es total y su caída en picada hacia el hondo, oscuro y solitario abismo del rechazo y el olvido colectivos. De allí que advierte aparentemente conmovido pero disimulando su verdaderos temores y motivos ciertos de sus peores pesadillas: “Si la oposición gana las elecciones de gobernadores y alcaldes vendrían por mi”.Pero además, osa amenazarnos ahora con la guerra si eso llegara a ocurrir.

Ni habrá guerra fraticida ni nada que se le parezca, sólo elecciones libres, que con toda seguridad servirán –entre otras cosas- para que los venezolanos exijamos a nuestros gobernadores y alcaldes rendición de cuentas, y también pasemos nuestras facturas por cobrar a los gobernantes incompetentes confesos por su fracasos en el ejercicio de cargos públicos, tal y como lo ha confesado agriamente el auto proclamado comandante seudo revolucionario, y que anda ofreciendo salvar al mundo, cuando no ha logrado ni siquiera saber salvar su propio pellejo y el de sus “colaboradores”; además de que tampoco ha podido ni sabido resolver todos los problemas que citó en sus interrogantes.

Chávez sabe mejor que nadie las respuestas a sus preguntas, pero el pueblo venezolano lo sabe mejor que él, porque somos quienes padecemos los perniciosos efectos de sus políticas económicas colectivistas mientras él juega a ser el salvador del mundo regalando nuestras divisas sin control, ni restricciones ni castigo; políticas de corte comunistas que asfixian a la iniciativa privada concentrando todo el poder en un estado capitalista, interventor y represivo, y que nos han conducido a tan terrible situación de escasez, inflación, desempleo, inseguridad y crisis general, que hoy sufrimos gracias a sus insanos delirios de grandeza, su megalomanía enfermiza y sus inocultables fracasadas ocurrencias madrugadoras.

De tal manera, que no le quedan nada bien sus ínfulas de salvador universal y redentor de pueblos, porque sólo ha quedado evidenciado su ya insultante demagogia y su elemental, primitivo populismo decadente, que ya nadie le cree, ni le compran sus poses histriónicas representando el papel de Mesías de los pobres y desposeídos, cuando en realidad es un rico más, que anda en su avionzote rodeado de su séquito de cortesanos aduladores, disfrutando de las mieles del poder en hoteles 5 estrellas, dándose la gran vida, gastando a manos llenas lo que no le pertenece.

Ahora está desnudo ante el país y el mundo, y nos luce muy temeroso de rendir cuentas próximamente, por eso es su queja, y por ello denuncia patéticamente: “Vendrían por mi y sería la guerra”. ¡No señor Chávez!, no subestime más la inteligencia de todos los venezolanos, ya sus partidarios le demostraron que no quieren y no querrán jamás ser usados como carne de cañón, ni por usted ni por ningún otro ególatra, así que no habrá ninguna guerra, y menos fomentada y alentada por usted, que lo único que necesita es volver a ser un ciudadano común despojado de sus groseros privilegios para recordar quien es en realidad. Así podremos algún día todos los venezolanos que sufrimos sus excesos de hoy, exigirle a su excelencia y sus “colaboradores” -lógicamente y como corresponde- dentro del marco constitucional, jurídico legal y de derecho, que nos rinda cuentas de su administración en el gobierno, que rinda cuentas del destino cierto de los recursos del fisco que ahora maneja impudorosamente sin controles.

Estén seguros, de que ese día llegará, es cuestión sólo de tiempo; usted tranquilo, que los venezolanos hemos demostrado que no somos rencorosos, ni vengativos, que no queremos guerras con nadie, sino la paz; pero eso si, somos muy exigentes a la hora de la verdad y de la justicia ¿verdad?

Publicado por Arcangel Vulcano en 12:00 PM

Anónimo dijo...

Carlos Blanco // Tiempo de palabra

La única estrategia opositora es la de ir a elecciones; no está mal, pero parece insuficiente
Horizontes imprecisos

Uno de los misterios insolubles de este tiempo es el de las ignotas razones por las cuales los partidos de la oposición no se acuestan en el piso para que el CNE entregue los resultados del referendo del 2D. Tal vez no lo hagan por la tesis de que no importa de qué color sea el gato, con tal de que cace ratones y podría parecer ocioso indagar lo que pasó; pero, lo que es ininteligible es que no lo hagan sabiendo que los resultados del 2D son indispensables para saber no lo que pasó, sino lo que puede pasar. Si no se reclaman los resultados del referendo, ¿qué autoridad habría para reclamarlos en próximas elecciones que podrían ser -o parecer- disputadas? ¿Por qué pasar agachados?

Las Estrategias.El movimiento opositor obtuvo un clamoroso triunfo el 2D. La mayor parte de la sociedad se inclinó hacia la votación (en contra de la abstención) y tuvo un éxito indesmentible. Sin embargo, el esclarecimiento del tema de los resultados es vital para saber las razones de la derrota del Gobierno. Porque, como dicen en Barinas, una cosa es con guitarra y otra cosa es con bandola.

Supóngase que la victoria opositora del 2D fue porque la oposición estaba preparada y tenía cubierta la mayor parte (70%) de las mesas, además de estar alerta y unida; en este caso podría decirse que ni que el Gobierno hubiese querido, habría logrado alterar el resultado final. Pero, por vía de hacer más claros los argumentos, supóngase que el Gobierno perdió porque se confió mucho; se entregó en manos de la mágica figura de Chávez y del efecto del realero, y cuando quiso activar algún fraude no pudo. En el primer caso, la victoria habría descansado de las destrezas de la oposición, las cuales podrían mejorar cada vez más; pero, en el segundo caso, la victoria habría dependido de las torpezas de un gobierno demasiado corrompido y cansado que, eventualmente, podría disponerse a no perder de ninguna manera en 2008, porque asomaría la "guerra civil", según insiste el Comandante. En el primer caso, existiría una barrera moral o política que el Gobierno no querría o podría traspasar; en el segundo caso, sólo habría habido simple inadvertencia del oficialismo, a corregir en noviembre.

Amputaciones.Los partidos, poco a poco, han dejado de lado instrumentos estratégicos que juzgan fracasados. La sociedad opositora fue a una insurrección que tuvo mucho de espontáneo y que al final fue confiscada por un grupito en abril de 2002; más adelante, se lanzó al paro cívico al final de ese año. Como esos eventos no concluyeron en la salida permanente de Chávez del poder y fueron evaluados como fracasos, entonces lo fundamental de la dirigencia opositora se persigna cuando le mencionan insurrecciones o paros, no vaya a ser que la estén oyendo. En 2003-2004 la sociedad civil se lanzó a la idea de eyectar al Presidente por la vía del referendo; dado que no se logró, entonces la idea de sacarlo del poder antes de 2013 se ha vuelto anatema. En 2005 se impuso la estrategia de la abstención de más de 80% de los votantes, pero como los partidos -todos los cuales fueron abstencionistas entonces- juzgan que fue una metida de pata, le cogieron alergia a la idea de que la abstención pueda volver a rozar sus cabecitas de estrategas.

El resultado de todas las evaluaciones que ha hecho el núcleo dominante de la oposición partidista es que no puede haber paros ni huelgas, tampoco abstenciones ni fuerte agitación callejera, mucho menos plantearse la renuncia del Presidente; al final el resultado es una política que sólo puede proponerse la concurrencia a elecciones como única forma de acción política.

Debe insistirse en que los paros, las huelgas, la abstención y las peticiones o trámites para la renuncia presidencial no implican golpismo alguno, sino el ejercicio de métodos de lucha que los demócratas utilizan desde siempre. Es a estos métodos diferentes a los electorales a los cuales la dirección opositora ha renunciado, por lo cual no hay mucho más que la concurrencia a los eventos electorales y sólo atina a decir que Chávez estará en el poder hasta 2013, con ocasión de la próxima elección presidencial. Chávez, entonces, puede dormir tranquilo porque nadie osará pensar que su carrera hacia la gloria debe concluir más temprano. El súmmum de esta postura puede observarse cuando ciertos dirigentes opositores se hacen ascos con la consigna de hace algunos años: "¡Chávez, vete ya!"

Lo Que Viene. La única estrategia opositora que queda es la de la concurrencia a la jornada electoral, lo cual no está mal si se observan los resultados del 2D, pero parece insuficiente cuando se ve que el país vive una crisis de gigantescas proporciones, y los partidos, en vez de estar articulando políticas sobre estos temas, están absortos en la disputa por las candidaturas. El tema electoral no atraviesa la crisis sino que se desenvuelve en sus márgenes más apartados.

Un ejemplo es lo que ocurre con la disposición oficial de inhabilitar a Leopoldo López y a Enrique Mendoza como candidatos. Ambos podrían ser los abanderados unitarios y ganadores -si no hay fraude- en Caracas y Miranda, respectivamente. Para evitar la inhabilitación sólo hay dos caminos: las apelaciones tribunalicias, lo cual luce cuesta arriba, porque coloca en las manos del Gobierno la decisión; o un fuerte movimiento popular de calle contra la maniobra, lo cual llevaría a confrontar la treta oficialista, a no aceptarla y eventualmente a descalificar un proceso electoral en que estos candidatos -ilegalmente- no pudieran participar. Sin embargo, como la oposición se ha amputado las posibilidades de agitar las aguas, no la vayan a acusar de golpista, no parece tener más remedio que moverse entre el Tribunal Supremo y la Corte Celestial. Otros candidatos deberán suplir a los inhabilitados si esta prohibición persiste.

Complementos.Los añadidos a esta situación no pueden ser más lamentables. En el caso de Leopoldo López, parece más o menos claro que si no es el candidato, Antonio Ledezma podría ser la alternativa. Inmediatamente han saltado los que descalifican a Ledezma; igual ocurre con los críticos de Hermann Escarrá que se ha postulado en Anzoátegui. Quien esto escribe no sabe cuáles son las posibilidades de los mencionados, pero lo que es claro es que la mentalidad chavista hace estragos dentro de los partidos opositores y, especialmente, de algunos dirigentes que excluyen y discriminan, con los mismos argumentos de Chávez. No falta quien busque apartar a Ledezma y a Escarrá, y también a los de Podemos, a Baduel y a Marisabel Rodríguez, porque éstos no tienen el certificado de pureza antichavista que otorgan los estados mayores de la oposición, algunos de los cuales han estado bastante blanditos con el Gobierno. ¿Sustituir a un dueño de la verdad por otros tan intolerantes como aquél? ¡Mal negocio!

carlos.blanco@comcast.net

Anónimo dijo...

Falcon Crest en Barinas

Las encuestas registran que el pueblo ya no se traga la vieja farsa

Se explica la catarsis de Chávez con aquelarres como el realizado en Caracas sobre "terrorismo mediático" porque en 10 años no ha podido frenar la capacidad informativa y la credibilidad de los medios independientes, a pesar de la abusiva concentración de medios en sus manos, los intentos de soborno, sus agresiones a periodistas y hasta el cierre de RCTV. A medida que su gobierno se hunde, más urgencia tiene de acallar a la prensa, radio y TV que transmiten realidades urticantes, sólo atribuibles a la inestable personalidad de Chávez y a su carencia de atributos para gobernar.

Con cientos de invitados provenientes de la fauna extremista latinoamericana, nos salió carísimo ese autorretrato del terrorismo que Chávez atribuye a quienes osan dar una mirada objetiva al fracaso en la construcción de viviendas, a los mercados desabastecidos, a las vías y puentes derruidos; a la crisis del sistema eléctrico, a las pérdidas crecientes de la rojita Cantv y, sobre todo, a los gritos desesperados de los familiares que lloran a sus seres queridos muertos por carecer de asistencia hospitalaria o asesinados por el hampa desbocada, y a la corrupción que ha penetrado hasta los tuétanos a la otrora pobrísima familia presidencial, cuyos miembros exhiben impúdicamente hoy una injustificable riqueza.

El saqueo comenzó temprano, pero como Chávez estaba en plena luna de miel con el soberano y las denuncias venían de grupos opositores, éstas no tuvieron eco público. Hoy la situación ha cambiado. El denunciante es chavista -el diputado Wilmer Azuaje- y llega a los medios y a los prostituidos poderes públicos armado con los registros de 17 fincas de los Chávez en Barinas y de las fotografías de caballos de carreras, vehículos de lujo y otras muestras de ostentosa riqueza. Emplaza a los humildes obreros de los Chávez que figuran como supuestos compradores y muestra las pruebas. El avezado ex diputado Rafael Simón Jiménez dice que "nunca antes se había recogido una documentación con tanta fuerza como la presentada por Azuaje", documentos que permiten llegar a la inmensa riqueza de la familia Chávez, de cuya existencia conoce el Presidente.

Testimonios de barineses dan fe (como prueban los videos de Azuaje) de que las fincas son de los Chávez, a las cuales llegan diariamente a dar órdenes. Los vecinos citan ejemplos del poder enorme de la familia real en la región, hasta el punto de que controlan todas las instancias públicas: dan órdenes a los militares, jueces, policías y fiscales. Tan enorme es el control, que el ex diputado barinés Garrido Pérez nos confesaba el jueves que sin haber comenzado la AN el simulacro de examinar la documentación presentada por el denunciante, ya una jueza sobreseyó la causa al padre y a los hermanos Chávez por "no haber delito que investigar". Así que los Chávez están libres de toda culpa, mientras que la AN aprobó investigar al denunciante y hasta Cilia Flores amenazó con allanarle su inmunidad parlamentaria. La inmoralidad es tal, que la AN anunció que serán investigados "por corrupción" los gobernadores de Sucre y Amazonas, ambos de la oposición. ¡Qué viva la justicia revolucionaria!

Falcon Crest se mudó a Barinas, pero una réplica de corrupción aún más gigantesca la encontramos en Pdvsa. Nelson Bocaranda nos decía en sus "Runrunes" (EU 27-03) que la gestión de "Rafael Ramírez romperá el récord Guinnes de corrupción si algún día se llegan a conocer las verdaderas cuentas de la petrolera, escondidas y maquilladas, de las que se esmeran en no dejar huellas comprometedoras" (los negocios ordenados por Chávez como dádivas al exterior, refinerías, pdvalitos, compra de Elecar y otras, son el caldo de cultivo para esa enorme corrupción).

La periodista Sebastiana Barráez documenta en Quinto Día de la semana pasada que seis ex gerentes de Alcasa -hoy prácticamente quebrada- siguen cobrando sueldos astronómicos. Los contratos sin licitación son la norma en la CVG y en todo cuanto tocan los voraces revolucionarios. Con el cuento de bajar el dólar permuta, unos vivos rojitos se están enriqueciendo salvajemente con las notas estructuradas. Y así hasta el infinito.

Y mientras el Gobierno anuncia que aumentará en 98% los fondos para el financiamiento de sus amigotes políticos en el exterior y que los recursos del Fonden se usarán para financiar el modelo socialista, seis niños mueren en la Maternidad Concepción Palacios por carecer de médicos neonatólogos y de equipos; los aparatos de anestesiología para el Hospital Central de Maracay, negociados por cubanos, no tienen los software para funcionar y no cuentan con garantías; y en las escuelas de Guacara y Mariara (Edo. Carabobo) redujeron el horario de clases por carencia de alimentos. Por eso las encuestas registran que el pueblo ya no se traga la vieja farsa.