miércoles, diciembre 15, 2010

¡ Triunfar, derrotando el proyecto totalitario Castro Chavista !



POR:ARCANGEL VULCANO

El proyecto político Castro Chavista, de evidente naturaleza totalitaria, militarista, estatista, de dominación y destrucción del sistema y la sociedad democrática, ejecutado gradualmente y por etapas en el continente americano, se encuentra en el período más truculento y descarado de su implacable trayectoria; pero no es invencible, se le puede y debe derrotar, pero hay que saber y poder hacer lo adecuado y necesario. La expansión Castro Chavista continúa. Están decididos a vencer.La botija petrolera no es poca cosa, se justifican las ambiciones políticas de los caudillos. La oposición democrática unida de Venezuela, sus diversos aliados democráticos continentales y universales deben comprender que están sosteniendo una verdadera guerra, que no tienen otro remedio más que organizarse, movilizarse, luchar y triunfar.

No hay tiempo ya para paños calientes. Esperar que haya un cambio en los dirigentes del Castro Chavismo, o una disminución de tirantez, no sirve sino para caer cada vez más inmediatamente en la trampa abierta. Lo que hace falta es firmeza en la fortaleza moral.

Tanta mansedumbre por parte de la nación que posee una de las más gloriosas gestas históricas libertarias, desorienta y desanima a sus aliados en todo el mundo, y estimula a los agresores a excederse, haciendo más probable la catástrofe que con ella se pretende evitar.

No se puede vacilar, porque a este ritmo el Castro Chavismo triunfaría si no lo impedimos. ¡Cómo es posible no hostilizar a un enemigo jurado, cuyo solo propósito consiste en “aniquilar” a su oponente.

El incomprensible y sorprendente silencio, la inocuidad, impotencia, desmovilización, e inacción del inofensivo liderazgo de la oposición democrática venezolana, así como de sus aliados universales, ante las más recientes flagrantes violaciones y atropellos a la Constitución Nacional y los derechos humanos de los venezolanos, por parte del abusivo régimen Castro Chavista en Venezuela, convalidándolos y otorgándoles legitimidad por permitirlos sin oponerse férreamente -como corresponde- ni resistirse mediante la movilización y protesta pacífica masiva de los ciudadanos en las calles, esperando a que el avezado, cruel, frío, calculador y taimado adversario político actúe libre e impunemente, creyendo equivocadamente –tal vez- que con ello se desgasta o debilita políticamente, cuando en realidad se fortalece avanzando en la construcción gradual y por etapas, de su proyecto totalitarista, conculcador de los derechos y las libertades, produciendo desconcierto, confusión, desesperanza, desmovilización, desgano y desmoralización de la población democrática, que hasta ahora ha salido a votar espontáneamente, de forma muy poco organizada. Todo lo cual constituye por ahora, un triunfo de propaganda para el Castro Chavismo y duro golpe para las fuerzas democráticas opositoras en todas partes. ¿Cómo pueden ser tanto la oposición unida democrática venezolana, sus aliados continentales y universales tan cándidos, ingenuos, inactivos e inofensivos? ¿Acaso no está suficientemente demostrado que es un arte inútil cortejar a los déspotas?

Para los Castro Chavistas no existen diferentes clases de guerras, sino una solamente: la guerra a muerte. Ellos se hallan en todo momento a la ofensiva y no toman vacaciones, sino que suelen a todo evento aprovechar los recesos e inacción de sus rivales para ejecutar milimétricamente sus planes de dominación, mientras sus cándidos adversarios demócratas confiados, permanecen injustificadamente e ingenuamente aparentemente inactivos, al menos sin movilizarse adecuadamente tal y como deberían. El hecho de que la oposición democrática nacional e internacional haya permanecido últimamente a la defensiva, explica la asombrosa rapidez con que el adversario Castro Chavista ha logrado penetrar y esclavizar a buena parte de los pueblos de Sudamérica, Centro América y El Caribe y continúa sin hacer pausas ni concesiones, su perniciosa y destructiva expansión del proyecto político totalitario, como si se tratara de un mortal cáncer inextirpable, haciendo metástasis. Los enemigos mortales de la democracia y la libertad, actuando cual si fueran tumores malignos esparcidos por todo el enfermo y maltrecho organismo americano, contaminado artificial y deliberadamente por el letal, nocivo y destructivo virus del odio social entre ricos y pobres, muy convenientemente e irresponsable y criminalmente inoculado en el torrente sanguíneo de sus víctimas, buena parte de los pobladores de los países americanos, quienes manipulados mediante la incesante propaganda difundida por su poderoso aparato comunicacional hegemónico, confiados, desprevenidos, ingenuos, empobrecidos, miserables, inocentes, ignorantes e indefensos, les han carcomido sus almas mediante diabólicos e injustificados mensajes propagadores de rencores sociales contra sus conciudadanos. Ellos hasta ahora han tenido la iniciativa en todas partes, eligen el campo de batalla, el tema a debatir e incluso las armas.

Las contramedidas adoptadas por la oposición unida democrática nacional y universal se han ido improvisando constantemente ante los siempre previsibles ataques. Pasamos precipitadamente de crisis en crisis. Nos lanzamos atropelladamente de una zona a otra, y siempre en el sitio y el momento escogido por los Castro Chavistas.

¿Cuándo acabarán los vacilantes estadistas, líderes y dirigentes opositores unidos democráticos del continente americano y del mundo, por terminar de comprender que la guerra fría es una guerra verdadera y que, como en toda guerra, habremos de perderla sin remedio, si no asumimos la OFENSIVA? Entre tanto, continuaremos cediendo al chantaje mediante concesiones y rendiciones parciales.

Incorregiblemente optimistas a despecho de la realidad, la oposición unida democrática venezolana junto a los diversos y poderosos aliados demócratas universales, no han sabido ni podido aún, capitalizar sus más recientes resonantes victorias electorales (2.007-2010), desperdiciando oportunidades, posiblemente por no poder ni saber cobrarlas, ni ejercerlas eficazmente frente a la dura, cruenta y despiadada cotidiana realidad ciudadana, legitimando mediante sus carencias, inaudito e insólito silencio, su inacción, desorganización, tal vez por causa de la ausencia de un liderazgo político fuerte y carismático, con auténtica iniciativa y creatividad, perdido en medio de la dura, áspera, inevitable, necesaria y titánica lucha política.

Desafortunadamente en Venezuela y América Latina los demócratas del continente y el mundo, probablemente hemos enfrentando hasta ahora inadecuadamente y ineficazmente a una siniestra, desmedida, despiadada, inmoral e inescrupulosa conspiración universal contra la sociedad democrática civilizada latinoamericana, dirigida contra todo lo que significa la cultura judeo cristiana, comandada por rufianes, inmorales, antiéticos, capaces de cometer las más horrendas inequidades y atropellos contra quienes no se dobleguen a sus designios e inconfesables perversos propósitos (exprópiese); el adversario es muy poderoso y letal, jamás debemos ignorarlo. A esos excesivos e indecorosos adversarios internacionales, que generalmente han venido actuando guiados por sus ambiciosos y tenebrosos planes de dominación, quizás hasta ahora hemos cometido la imperdonable ingenuidad, de tratarlos como si en realidad fueran respetables dirigentes democráticos de naciones civilizadas respetuosas de las cortesías diplomáticas y de lo sagrado de los tratados, las Constituciones Nacionales, las leyes, como si en verdad ellos fueran dignos observadores del estado de derecho y garantes de los elementales principios universales que consagran los derechos humanos. Mientras tanto, la denominada OFENSIVA revolucionaria roja se mantiene en forma intensa, persistente y siguiendo sus planes expansionistas.

Hay que reconocer la necesidad de derrotar el Castro Chavismo: de derrotarlo, insistimos, no simplemente de resistirlo.
El régimen Castro Chavista totalitario ha venido experimentando sin prisas pero sin pausas, gradualmente y por sucesivas calculadas etapas, la agitación y la propaganda tan importante como la fuerza militar, sus milicianos, mercenarios y de serviles partidarios. Han invertido miles de millones de dólares en ello (armas); poseen escuelas especiales, en la que instruyen, adoctrinan, forman y entrenan los seleccionados activistas, agitadores y propagandistas, recibiendo el adiestramiento en todas las denominadas técnicas revolucionarias desde el sabotaje y la propaganda hasta la guerra de guerrillas y el motín callejero.

Es hora de adoptar decisiones heroicas, las decisiones que al fin permitan a la oposición unida democrática venezolana y a sus aliados democráticos continentales y universales, tomar la OFENSIVA. Es ya demasiado tarde para continuar desarrollando y desplegando una estrategia pasiva, meramente defensiva. No es posible que con ella conquistemos la victoria.

Los nuevos bárbaros no pueden ser apaciguados ni reprimidos. Tienen que ser derrotados. Aceptar un mundo semi-libre y semi-esclavizado, es el camino seguro de la rendición. La victoria puede y debe lograrse todavía sin recurrir a las armas y sin desatar los demonios de la violencia y la siempre inútil guerra fraticida, mediante la acción civilizada, muy creativa y eficaz del genuino y auténtico liderazgo opositor venezolano que deberá renacer de esta hora aciaga que sufre la patria de Simón Bolívar, hoy secuestrada por la ignominia; pero necesita y debe constituirse como un preclaro, diestro, tenaz, audaz, renovado y moderno liderazgo colectivo, muy esclarecido y democrático, que sea capaz de conducir con firmeza a la nación a la victoria electoral y en todos los frentes sobre el Castro Chavismo opresor y conculcador, para desencadenar una ofensiva total en los terrenos de la lucha política electoral en las calles, mediante el empleo de la persuasión colectiva masiva, desatando una campaña envolvente de propaganda y difusión masiva en favor de sus causas, objetivos, estrategias y tácticas, suministrando paralelamente la ayuda económica y la educación pública y, en general respondiendo a las agresiones con actitudes adecuadas, propositivas, creando y proponiendo soluciones proactivas e incluyentes de la población general; pero no hay que permitir impunemente que nos escupan en la cara, no debemos poner la otra mejilla, sino oponernos a las injusticias, atropellos y abusos de manera indoblegable, dotados con todas las fuerzas que nos den las armas de la Constitución y las leyes, sabiendo ejercer nuestros derechos organizados y movilizados en masa, liderados por nuestros mejores dirigentes a realizar las protestas pacíficas masivas en las calles y en los distintos escenarios en donde haga falta, exigiendo el cumplimiento de los deberes y obligaciones del gobierno para con los ciudadanos; pero eso si, sin caer jamás innecesariamente e injustificadamente en provocaciones; recurriendo si así fuera imprescindible, al derecho a defendernos de agresiones, recurriendo al ejercicio del derecho a la legitima defensa; o amparados por un estado de necesidad.

Aún es tiempo para que, a nuestra vez, obliguemos a los Castro Chavistas a colocarse a la defensiva. En su campo abundan las debilidades y los puntos vulnerables. Podemos crear “crisis” en su propio terreno. Podemos conservar viva la esperanza de liberación entre nuestros hermanos esclavizados por el yugo Castro Chavista. El apaciguamiento es estéril.

La continuada simpatía, y las medidas tibias, no harán sino alentar a los Castro Chavistas a subestimar nuestra voluntad de resistir y sólo entonces nos veremos obligados a elegir entre la guerra fraticida o la rendición.

La única solución posible es afrontar este prolongado conflicto socio político con doble dureza y eficacia contra nuestros jurados adversario políticos. Debemos emprender una sólida contra ofensiva, volviendo contra nuestro envalentonado truculento y desvergonzado adversario político todas las estratagemas, y algunos de los ardides que él emplea; desde la propaganda a la infiltración (Se entiende que no debemos imitarles en el uso de los medios criminales).

Tomar la ofensiva en todos los frentes. Este es el solo y único medio de ¡triunfar! que modestamente sugerimos ejecutar, en la actual ardua lucha política venezolana y del continente americano, que libran las fuerzas políticas democráticas unidas, para enfrentar y derrotar eficazmente al falaz y engañoso proyecto político expansionista totalitario Castro Chavista.

En cada ocasión en la que nos hemos organizado y movilizado masivamente para erguirnos firmes frente a los Castro Chavistas, retrocedieron, recularon o fingieron hacerlo para ganar tiempo y así esperar a que nos desmovilizáramos. Nuestras dificultades mayormente provienen porque no los hemos frenado definitivamente, les hemos dado tiempo de levantarse cuando se han caído pesadamente al piso, dándoles oportunidad para recuperarse, logrando reagruparse, contraatacándonos a traición sin respetar las reglas de la sana convivencia democrática, y así han podido fácilmente dominarnos a pesar de haberlos derrotado electoralmente en las urnas mediante los votos del soberano e indómito pueblo que integramos, lo han hecho sin tener misericordia con sus adversarios y presos políticos, sin compasión y brutalmente; hemos pecado de ingenuos, suponiendo erróneamente que combatimos con demócratas. Ese tiempo debe llegar al fin. Debemos estar plenamente conscientes que combatimos con seres despiadados, inhumanos e inmisericordes.

No deberíamos entonces en lo adelante, jamás creer nada de todo cuanto expresen los castro Chavistas. Ni debemos aceptar nada de lo que ellos presenten como garantías exclusivas, nunca.

Nuestra única esperanza es poder conquistar el triunfo como nuestra meta, aceptar su costo, desembarazarnos de las trabas del miedo y presionar fuertemente en cada frente, siempre preparados para combatir y siempre dejando saber a los Castro Chavistas que estamos preparados para ello.

Urge, por parte de nuestros estadistas, líderes y dirigentes democráticos venezolanos, latinoamericanos y universales, el encausar el gran poder de nuestra nación venezolana y el continente americano, hacia un principal y común objetivo: Triunfar, derrotando el proyecto totalitario Castro Chavista en Venezuela y en Latino América. Un empate, una solución a medias, no bastan; pues no se trata de mantener el “status quo” en un conflicto donde la parte adversa no descansa jamás.

Estamos tratando con un adversario, cuyo apetito es insaciable, cuyos credos reclaman la esclavitud para todos loa americanos juntos. No es tiempo para dormirse. El enemigo es fuerte y decidido, con grandes ambiciones y fanatismo. La amenaza es real. Hay mucho por hacer, si se quiere conservar la plena seguridad. La consideración de los peligros podría provocar en algunos espíritus demasiado medrosos un derrotismo totalmente contraproducente, que podría causar división o histeria. Estamos entrando en una etapa distinta de la lucha democrática que colinda con la competencia civilizada, que requiere de muchísimo talento, sabiduría, resistencia, creatividad, valentía y coraje infinito. Es el tiempo de las catacumbas. Es la hora de la acción eficaz de los líderes verdaderos.

Una posible solución integral podríamos construirla la mayoría de los venezolanos con auténtica vocación democrática y cristiana, actuando coherentemente organizados, muy unidos, orientados por un liderazgo colectivo, capaz de guiar y encausar a la mayoría de las organizaciones y fuerzas políticas, canalizando las energías democráticas nacionales, apoyados por todos nuestros aliados democráticos del continente y el mundo, conjugando, articulando perfectamente, integralmente y en conjunción, un nacionalismo sano y la religión cristiana vivida. “Ambos elementos son necesarios; ambos se complementan maravillosamente. Un nacionalismo exagerado puede degenerar en fascismo fatalista; para que sea recto y ordenado tiene que estar informado de acendrado cristianismo” escribió José Francisco Corta.

4 comentarios:

Isabel Peña O`conn dijo...

Hola, un cordial saludo y como otras veces, quiero dejar constancia de mi reconocimiento y gratitud hacia el trabajo que acá realizas.Cada vez que leo sus articulos me animo y estoy segura que somos más los democratas y patriotas, que aquellos que solo buscan su enriquecimiento personal a traves de la destrucción de la patria

Arcangel Vulcano dijo...

Hola Isabek Peña, te estamos muy agradecidos por tu siempre agradable visita, así como, por tus alentadoras palabras.

Un fraternal saludo.

Manuel Miranda dijo...

Saludos colega
He confrontado todo tipo de problemas tecnicos, profesionales, familiares, etc. que me han robado mucho tiempo, desde finales de Septiembre del año pasado.

Espero que no se me jodan las cosas y pueda escribir tranquilamente.

Saludos y feliz 2011, tardio pero seguro.

Merlis Hernández dijo...

Buenas Tardes, desde el Dtto de Prensa de la Alcaldìa delMunicipio Turìstico El Morro Ldo. Diego Bautista Urbanaja, en Anzoategui le solicitamos su correo Electrónico para hacerles llegar información quepuede ser de su interes. Gracias.