POR:FREDDY LEPAGE.
La afección de Chávez y su coincidencia con este año preelectoral se presta para muchas conjeturas, elucubraciones y predicciones, ¿por qué no? En tiempos normales (léase, sin elecciones) la salud de un presidente y las consecuencias que de ello se derivan siempre causan intranquilidad y la inestabilidad y muchos rumores en cualquier país del mundo. Por supuesto que Venezuela no escapa a ello…
En la columna anterior me referí a los posibles movimientos y acomodos en un contexto tan cambiante como difícil de predecir en el partido de Gobierno, en el estamento militar y en la oposición (representada por la Mesa de la Unidad). Ahora intentaremos lograr la cuadratura del círculo, explorando sobre cuáles serían las alternativas del presidente Chávez, de acuerdo con el cuadro clínico que presenta y, también, en función de un posible desarrollo y eventual resultado del mismo.
En atención a los vaivenes de la providencia divina, podríamos reflexionar sobre varias posibilidades electorales para el oficialismo. En una próxima oportunidad, intentaré, no sin una alta dosis de audacia, hacer lo propio con el variopinto mundo de los adversarios de la revolución bolivariana y su autoritario y prepotente estilo de gobernar.
Soy un convencido de que estos temas deben ser tomados en cuenta y ventilados públicamente con mucha seriedad. Por lo que no puede, ni debe, ser despachado a la ligera. Y mucho menos ocultarse o ponerle sordina, para dar lugar a todo tipo de ocurrencias pertenecientes al submundo de los chismes, rumores y especulaciones.
Ahora bien, entremos en materia: de acuerdo con lo que se observa respecto a quienes llevan la vocería del Gobierno durante las ausencias de Chávez en las materias de interés nacional e internacional, se pueden sacar algunas conclusiones sobre quiénes serían, o son, los mejores equipados y autorizados para representarlo en unas elecciones.
La primera iniciativa, la más probable, será la de que Chávez sea candidato presidencial, a todo evento, sin que nadie en el PSUV se atreva a cuestionar su liderazgo o, peor aún, aventurarse a solicitar unas primarias internas, para que sea la propia militancia quien tome la trascendental decisión de elegir a su abanderado. Pensar en eso sería, algo así, como adentrarse en el mundo de lo imposible, sin chaleco salvavidas y con las manos atadas.
La otra salida, que sería forzada por las circunstancias, estaría representada por la aparición y presentación de una opción diferente. Siendo así, veamos cuales serían esos sustitutos posibles. Por un lado, asomaría su aspiración Diosdado Cabello, relegado a la Asamblea Nacional y muy disminuido, en cuanto a su liderazgo interno y, también, en cuanto apoyo del líder máximo.
El otro que, seguramente, diría “aquí estoy yo, dispuesto a sacrificarme por la patria”, sería Elías Jaua, vicepresidente ejecutivo de la República. Pero, al parecer, ya tiene su destino definido como contendor para la Gobernación de Miranda.
Sus últimas apariciones y declaraciones así lo demuestran.
El cuarto en cuestión sería el canciller Nicolás Maduro, que cuenta con una amplia experiencia parlamentaria y es hábil negociador (viene del sindicalismo). En mi humilde opinión es el de más posibilidades. Además, luce como el principal portavoz para los asuntos de Estado.
Pues bien, ya tenemos los cuatro naipes sobre la mesa.
Pero, como en política dos y dos no son cuatro, quizás podríamos toparnos con situaciones inéditas… una quinta baraja.
@freddyjlepage
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2011/09/las-cuatro-barajas-del-juego-de-chavez/
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