POR:LAUREANO MÁRQUEZ.
La mejor manera de explicar el mensaje de esta semana es con humor,
porque como el humor es cuento, es en el fondo, la única memoria con la
que cuenta la nación.
En realidad como éste es un país de pronto olvido, la memoria no
cuenta, la verdad que aquí lo único que cuenta son las cuentas y si las
cuentas son favorables, poco importa recordar de dónde vino el billete.
En primer lugar y lo más importante, la noticia que tenía en vilo el
alma nacional no era el tema de los paliativos a la inseguridad, ni la
política económica, era el asunto del dólar, principal y única fuente de
negocios del país: se mantiene a 6,30, lo que nos brinda a todos una
magnífica oportunidad de seguir raspando el cupo y salvar la patria
gastando unas divisas que de otra manera alguien se robaría. En
definitiva, la destrucción de la economía seguirá siendo, en algún
sentido, un buen negocio este año.
Lo que parece que estará difícil es conseguir pasaje para cumplir el
sacrosanto deber de gastar el cupo. Pero el ingenio venezolano ya algo
se inventará. Ya hay gente que habla de transporte aeroejecutivo por
carretera hasta Cúcuta, para de allí tomar vuelo a los centros de
raspado.
Otros se plantean comprar aviones para alquilárselos al que necesite
viajar. En ambos casos, autobús y avión serían importados con dólares
preferenciales. Los más osados dicen que la salida más práctica podría
ser un cajero electrónico de un banco de afuera en la embajada americana
y retirar el cupo en efectivo directamente allí por aquello de la
extraterritorialidad.
Otras novedades de este recuento del futuro que escuchamos, son las
siguientes: Cadivi va a desaparecer y suponemos que con él sus archivos,
es decir su memoria y sus cuentas. Cadivi pasa ahora al Centro Nacional
de Comercio Exterior. Seguirá siendo viceministro de economía quien es
el presidente de Pdvsa y a su vez ministro del poder popular de energía y
petróleo (¡qué trabajón!). El ministerio de la Banca Pública se fusiona
con economía y finanzas que ya a su vez es producto de una fusión
(espero que alguien lleve la secuencia del organigrama de todos estos
cambios). En relación con el Banco Central se designa como presidente a
su ex presidente, ex ministro de finanzas y ex casi todo.
Por otro lado, se establece que los márgenes de ganancia de los
empresarios no podrán superar el 30%. Según las cifras de conocedores la
inflación acumulada es de 56%. Lo que quiere decir es que se plantean
excelentes posibilidades de inversión en el país: por cada 100 bolívares
invertidos el inversionista perderá 26.
Conocida la noticia, millones de capitalistas anunciaron sus deseos
de invertir en Venezuela, pero no consiguen pasaje para venir.
Hablando de los capitalistas, se subrayó por enésima vez la
sinvergüenzura de la burguesía nacional apátrida y fascista que usa los
dólares para el enriquecimiento improductivo y para financiar la
denominada guerra económica. Allí fue cuando una monjita muy clara en
materia de política cambiaria se dijo a sí misma en el convento,
escuchando el mensaje: Gobiernos necios que acusáis al burgués sin
razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.
En definitiva, después de 15 años los recuentos tienen que ver más
con el futuro esperanzador que algún día nos espera, que con los logros
alcanzados por un modelo que ya es dos veces su propio gobierno
anterior. Con razón dijo el poeta: “saber olvidar lo malo también es
tener memoria”.
Fuente: http://www.noticierodigital.com/2014/01/memoria-y-cuento/
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