El periodista venezolano, galardonado por su trayectoria
profesional, no ha podido viajar a Madrid a causa de las restricciones
para viajar que le ha impuesto la Justicia en su país: "Tengo Venezuela
por cárcel"
El periodista Teodoro Petkoff, de 83 años, ha agradecido la concesión del premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Profesional desde la capital de Venezuela, Caracas. El director del diario Tal Cual no ha podido viajar a Madrid, donde hoy se entregan los premios, porque una orden judicial le impide abandonar el país.
Tanto él como la Junta Directiva de su periódico se encuentran
pendientes de juicio después de que el presidente de la Asamblea
Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, les denunciara por presuntos
delitos contra su honor. Desde el momento en que conoció que había
recibido el galardón, Petkoff ya señaló que no podría asistir a la
ceremonia de entrega de los premios periodísticos que concede EL PAÍS
porque no estaba dispuesto a solicitar permiso para viajar: "Sería como
legitimar la conculcación de mi derecho al libre tránsito que se me ha
impuesto", aseguraba el pasado 17 de abril.
Fuente:http://elpais.com/elpais/2015/05/06/videos/1430933776_616525.html
El coraje de la prensa libre
POR:
Rocío García /
Rosario G. Gómez
Una triste ausencia ha marcado este martes el tono festivo en la entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. Teodoro Petkoff, de 83 años, símbolo de la resistencia democrática en el periodismo de Venezuela, se ha visto obligado a intervenir en la distancia. El Gobierno de Nicolás Maduro le ha prohibido salir del país para recoger el premio a la trayectoria profesional, otorgado por unanimidad. “Tengo el país por cárcel”, ha clamado con voz potente y clara a través de un vídeo el fundador del diario Tal Cual, una referencia política e informativa en favor de la libertad de expresión desde hace 15 años, que se vio forzado a cerrar en marzo pasado y lucha ahora por sobrevivir en el mundo digital.
Un diario que, en palabras de Petkoff, es “vocero de los mejores intereses y aspiraciones de los venezolanos que queremos vivir en un país democrático, abierto y seguro para todos”. Fueron pocas las palabras, pero contundentes, un clamor por la libertad y los derechos. El informador ha denunciado que el régimen chavista conculca derechos fundamentales. “Este es un premio a la Venezuela luchadora, empeñada en vivir democráticamente”, añadió.
Las palabras del combativo informador han marcado la entrega de la 32ª edición de los galardones que otorga el diario EL PAÍS, a la que asistieron destacadas personalidades del ámbito de la política, la cultura y la economía. Ha abierto el acto el director de El PAÍS, Antonio Caño, quien ha ensalzado la profesión periodística como una herramienta para “conocer, innovar y contar su tiempo con valentía y sin nostalgia”.
Todos los focos han estado puestos en Venezuela. Una gran expectación ha rodeado la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González, quien se ha ofrecido a defender a los líderes de la oposición venezolanos encarcelados, y que fue el encargado de recoger el premio otorgado a Petkoff. Un hombre, según González, que es “la conciencia crítica irreductible de la izquierda, que cree en la libertad de los lectores y de los electores. Por eso molesta tanto y a tantos”. El líder socialista ha anunciado su intención de viajar a Caracas el próximo día 17, a pesar de haber sido declarado persona non grata por las autoridades del país latinoamericano.
La defensa de la prensa libre y la denuncia del autoritarismo del régimen chavista ha planeado sobre la ceremonia de entrega de los galardones. El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, encargado de la clausura del acto, ha tenido palabras emotivas ante la valentía de un hombre como Petkoff. “Es un premio muy justo para alguien que es un símbolo de la resistencia democrática a un régimen que va cerrando cada vez más los espacios pequeños donde todavía podía funcionar un periodismo independiente y crítico. Nadie ha utilizado con más valentía y lucidez las convicciones democráticas”, ha dicho Vargas Llosa. “Ha demostrado que el régimen de Chávez y ahora el de Maduro no es como pretenden, un régimen progresista y de grandes reformas sociales, sino autoritario, caudillista y populista”, ha añadido. Y ha considerado a Petkoff “un ejemplo de serenidad, acción democrática y espíritu de resistencia en un país donde la oposición está siendo acosada, perseguida, encarcelada, multada y enjuiciada. A él no le han quebrado”.
Tampoco a Gerardo Reyes, premio de periodismo digital por un reportaje sobre las mafias de la minería en Latinoamérica difundido en la web de Univisión, muy crítico con las amenazas que se ciernen sobre el periodismo de investigación. “El panorama es deprimente. Se elaboran leyes cada vez más sofisticadas, como, por ejemplo en Ecuador, donde se castiga no solo lo que se dice sino la intencionalidad”, ha señalado.
También en España la información sufre los efectos de un Gobierno cuyo presidente no contesta preguntas y comparece a través de un televisor de plasma. Es la crítica que hacen Pedro Simón y Alberto di Lolli, premio de periodismo impreso por la serie de reportajes La España del despilfarro, publicada por El Mundo. “Esto es gravísimo. Los periodistas seguimos acudiendo a esas comparecencias en las que no se nos permite preguntar; hemos asumido una norma aprobada en el Congreso por la que se nos prohíbe hacer fotos de los parlamentarios en sus escaños utilizando dispositivos electrónicos”, han destacado. Simón ha querido resaltar la precariedad de un oficio que muchos han tenido que abandonar “para poner copas en los bares y poder sobrevivir”. “Es el precariodismo, que ha acabado con 12.000 puestos de trabajo desde que empezó la crisis”, ha deplorado el reportero.
El fotógrafo José Palazón ha animado a sus colegas a seguir haciendo fotos, a que nunca falte la tinta en la pluma. “Que no se apague la voz”, ha proclamado al recoger un premio que ha dedicado “a todos aquellos que han estado, codo con codo, en la valla de Melilla, oponiéndose a la política de fronteras hispanomarroquí: activistas, fotógrafos, plumillas, juristas...”.
El acto ha sido clausurado por el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, quien evocando a Larra, ha hablado de paraperiódicos y ha resaltado que “no puede haber libertad de expresión si no hay un marco de libertades”. Cebrián ha reivindicado el papel de la Transición, tan criticada hoy, por cuanto supuso la recuperación de la libertad por parte de presos encarcelados por sus ideas. “La libertad es un bien escaso siempre amenazado. Es un bien difícil de conseguir y fácil de perder. Me satisface que esta sesión haya sido un reconocimiento a la libertad y que sirva de recuerdo a los españoles para cultivarla y conquistarla cada día”.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/05/06/actualidad/1430948848_075153.html
El coraje de la prensa libre
Los Premios Ortega y Gasset se convierte en un clamor a favor de la libertad de expresión
Una triste ausencia ha marcado este martes el tono festivo en la entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo. Teodoro Petkoff, de 83 años, símbolo de la resistencia democrática en el periodismo de Venezuela, se ha visto obligado a intervenir en la distancia. El Gobierno de Nicolás Maduro le ha prohibido salir del país para recoger el premio a la trayectoria profesional, otorgado por unanimidad. “Tengo el país por cárcel”, ha clamado con voz potente y clara a través de un vídeo el fundador del diario Tal Cual, una referencia política e informativa en favor de la libertad de expresión desde hace 15 años, que se vio forzado a cerrar en marzo pasado y lucha ahora por sobrevivir en el mundo digital.
Un diario que, en palabras de Petkoff, es “vocero de los mejores intereses y aspiraciones de los venezolanos que queremos vivir en un país democrático, abierto y seguro para todos”. Fueron pocas las palabras, pero contundentes, un clamor por la libertad y los derechos. El informador ha denunciado que el régimen chavista conculca derechos fundamentales. “Este es un premio a la Venezuela luchadora, empeñada en vivir democráticamente”, añadió.
Las palabras del combativo informador han marcado la entrega de la 32ª edición de los galardones que otorga el diario EL PAÍS, a la que asistieron destacadas personalidades del ámbito de la política, la cultura y la economía. Ha abierto el acto el director de El PAÍS, Antonio Caño, quien ha ensalzado la profesión periodística como una herramienta para “conocer, innovar y contar su tiempo con valentía y sin nostalgia”.
Todos los focos han estado puestos en Venezuela. Una gran expectación ha rodeado la presencia del expresidente del Gobierno Felipe González, quien se ha ofrecido a defender a los líderes de la oposición venezolanos encarcelados, y que fue el encargado de recoger el premio otorgado a Petkoff. Un hombre, según González, que es “la conciencia crítica irreductible de la izquierda, que cree en la libertad de los lectores y de los electores. Por eso molesta tanto y a tantos”. El líder socialista ha anunciado su intención de viajar a Caracas el próximo día 17, a pesar de haber sido declarado persona non grata por las autoridades del país latinoamericano.
La defensa de la prensa libre y la denuncia del autoritarismo del régimen chavista ha planeado sobre la ceremonia de entrega de los galardones. El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa, encargado de la clausura del acto, ha tenido palabras emotivas ante la valentía de un hombre como Petkoff. “Es un premio muy justo para alguien que es un símbolo de la resistencia democrática a un régimen que va cerrando cada vez más los espacios pequeños donde todavía podía funcionar un periodismo independiente y crítico. Nadie ha utilizado con más valentía y lucidez las convicciones democráticas”, ha dicho Vargas Llosa. “Ha demostrado que el régimen de Chávez y ahora el de Maduro no es como pretenden, un régimen progresista y de grandes reformas sociales, sino autoritario, caudillista y populista”, ha añadido. Y ha considerado a Petkoff “un ejemplo de serenidad, acción democrática y espíritu de resistencia en un país donde la oposición está siendo acosada, perseguida, encarcelada, multada y enjuiciada. A él no le han quebrado”.
Tampoco a Gerardo Reyes, premio de periodismo digital por un reportaje sobre las mafias de la minería en Latinoamérica difundido en la web de Univisión, muy crítico con las amenazas que se ciernen sobre el periodismo de investigación. “El panorama es deprimente. Se elaboran leyes cada vez más sofisticadas, como, por ejemplo en Ecuador, donde se castiga no solo lo que se dice sino la intencionalidad”, ha señalado.
También en España la información sufre los efectos de un Gobierno cuyo presidente no contesta preguntas y comparece a través de un televisor de plasma. Es la crítica que hacen Pedro Simón y Alberto di Lolli, premio de periodismo impreso por la serie de reportajes La España del despilfarro, publicada por El Mundo. “Esto es gravísimo. Los periodistas seguimos acudiendo a esas comparecencias en las que no se nos permite preguntar; hemos asumido una norma aprobada en el Congreso por la que se nos prohíbe hacer fotos de los parlamentarios en sus escaños utilizando dispositivos electrónicos”, han destacado. Simón ha querido resaltar la precariedad de un oficio que muchos han tenido que abandonar “para poner copas en los bares y poder sobrevivir”. “Es el precariodismo, que ha acabado con 12.000 puestos de trabajo desde que empezó la crisis”, ha deplorado el reportero.
El fotógrafo José Palazón ha animado a sus colegas a seguir haciendo fotos, a que nunca falte la tinta en la pluma. “Que no se apague la voz”, ha proclamado al recoger un premio que ha dedicado “a todos aquellos que han estado, codo con codo, en la valla de Melilla, oponiéndose a la política de fronteras hispanomarroquí: activistas, fotógrafos, plumillas, juristas...”.
El acto ha sido clausurado por el presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, quien evocando a Larra, ha hablado de paraperiódicos y ha resaltado que “no puede haber libertad de expresión si no hay un marco de libertades”. Cebrián ha reivindicado el papel de la Transición, tan criticada hoy, por cuanto supuso la recuperación de la libertad por parte de presos encarcelados por sus ideas. “La libertad es un bien escaso siempre amenazado. Es un bien difícil de conseguir y fácil de perder. Me satisface que esta sesión haya sido un reconocimiento a la libertad y que sirva de recuerdo a los españoles para cultivarla y conquistarla cada día”.
La aventura, el riesgo y la audacia
“El periodismo es una aventura y, a menudo, una aventura peligrosa
para los que aman y defienden la libertad”. Nadie mejor que Teodoro
Petkoff encarna el espíritu de estas palabras pronunciadas este
miércoles por el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Un
oficio que implica también aventura, riesgo y audacia, cualidades
reconocidas, según el escritor peruano, a lo largo de la historia de los
Premios Ortega y Gasset, y que adquieren una especial relevancia en
sociedades en las que los sistemas de censura, más o menos explícitos o
disimulados, impiden el libre ejercicio de esta profesión. “Teodoro está
dando una durísima batalla en una dictadura que va cerrando espacios de
libertad”, dijo Vargas Llosa en su discurso en la ceremonia de entrega
de los galardones que concede EL PAÍS.
El autor de El héroe discreto repasó la extraordinaria trayectoria de Petkoff, hijo de búlgaro y polaca, que fue comunista, guerrillero y hombre de acción. “El caso de Teodoro es muy parecido al de Malraux y Orwell. Aunque no sea un creador, es un hombre de pensamiento y acción que ha sido capaz de mostrar distancia con la acción que él mismo protagonizó. Se hizo comunista, como tantos jóvenes que pensaron que el comunismo era el instrumento para salir del subdesarrollo, la injusticia y las desigualdades. Y se hizo luego guerrillero para seguir la gesta de los barbudos como Fidel Castro”, evocó Vargas Llosa, que elogió la grandeza de Petkoff, un hombre que supo distanciarse de ese pasado y también del Mas, (Movimiento al Socialismo) que el mismo fundó, cuando este partido apoyó al comandante Hugo Chávez en la primera elección como presidente, “cuando este caudillo parecía a ojos de muchos venezolanos que era el hombre que les iba salvar de la corrupción, el caos, el desorden y la violencia”.
Petkoff ha demostrado grandeza y lucidez al abandonar la rigidez dogmática de una izquierda totalitaria y rechazar el “caudillismo” de Chávez, siguió Vargas Llosa. “Se empeñó en señalar que no era un movimiento popular y progresista, sino que venía de una vieja tradición del caudillismo populista, militarista y demagógico, de trágicas consecuencias en la historia de Latinoamérica, algo que muy pocos vieron al comienzo del chavismo”. El premio reconoce también a esos millones de venezolanos que “ahora sí se enfrentan al chavismo a pesar del acoso terrible y la arbitrariedad, con atropellos cotidianos, cárceles, torturas y asesinatos”.
El autor de El héroe discreto repasó la extraordinaria trayectoria de Petkoff, hijo de búlgaro y polaca, que fue comunista, guerrillero y hombre de acción. “El caso de Teodoro es muy parecido al de Malraux y Orwell. Aunque no sea un creador, es un hombre de pensamiento y acción que ha sido capaz de mostrar distancia con la acción que él mismo protagonizó. Se hizo comunista, como tantos jóvenes que pensaron que el comunismo era el instrumento para salir del subdesarrollo, la injusticia y las desigualdades. Y se hizo luego guerrillero para seguir la gesta de los barbudos como Fidel Castro”, evocó Vargas Llosa, que elogió la grandeza de Petkoff, un hombre que supo distanciarse de ese pasado y también del Mas, (Movimiento al Socialismo) que el mismo fundó, cuando este partido apoyó al comandante Hugo Chávez en la primera elección como presidente, “cuando este caudillo parecía a ojos de muchos venezolanos que era el hombre que les iba salvar de la corrupción, el caos, el desorden y la violencia”.
Petkoff ha demostrado grandeza y lucidez al abandonar la rigidez dogmática de una izquierda totalitaria y rechazar el “caudillismo” de Chávez, siguió Vargas Llosa. “Se empeñó en señalar que no era un movimiento popular y progresista, sino que venía de una vieja tradición del caudillismo populista, militarista y demagógico, de trágicas consecuencias en la historia de Latinoamérica, algo que muy pocos vieron al comienzo del chavismo”. El premio reconoce también a esos millones de venezolanos que “ahora sí se enfrentan al chavismo a pesar del acoso terrible y la arbitrariedad, con atropellos cotidianos, cárceles, torturas y asesinatos”.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2015/05/06/actualidad/1430948848_075153.html
2 comentarios:
Gustavo Coronel
Un payaso del circo de Moscú
Maduro:
Este viaje tuyo a Moscú ha roto todos los records de indecencia presidencial. Llegaste allá arrimado en un avión cubano, de rodillas, a pedir dinero, luciendo como un cachorro de Raúl Castro. Sentimos vergüenza de saber que en Moscú y en todo el mundo ya tienes la imagen bien ganada de payaso zalamero e ignorante. Fuiste a pedir dinero a Putin para tratar de mantenerte algún tiempo más en el poder. Al viajar de esta manera tan rastrera le muestras al mundo que ya no te importa aparecer como triste comparsa, que te sientes hasta orgulloso de exhibirte como actor de reparto en la ceremonia que armó Putin para auto-glorificarse.
Es terriblemente humillante para Venezuela que el mundo vea tu ínfima calidad humana, que te oiga hablar sandeces y conozca la triste realidad de un país que antaño fuera modelo de democracia y de progreso en América Latina. Nos avergonzamos de ver a quien se dice presidente del país balbucear incesantemente frases sobre independencia, soberanía y dignidad nacional, palabras vacías que salen de tu boca de amanuense de los Castro.
Detrás de tu jefe cubano fuiste el único político latinoamericano que asistió a la ceremonia militarista de Putin, Ni siquiera Evo, tu único cachorrito remanente, te acompañó.
Durante tu estadía allá diste una entrevista a “Russia Today” en la cual sobrepasaste todos los límites de la ignorancia y del descaro. Entre otras necedades:
1. Adulaste a los rusos para pedirle un préstamo a Putin, al decir que “fue el pueblo ruso el que quebró el espinazo a la Alemania nazi”. Si no hubiera sido por la ayuda estadounidense al pueblo ruso, este hubiese naufragado bajo la tormenta que fue la segunda guerra mundial. Eres un ignorante de la historia. Lo honesto, si querías adular, era decir que el pueblo ruso se comportó heroicamente en la defensa de su territorio. Hubieras debido agregar que Stalin se alió con Hitler al principio y, luego, tuvo que ir a pedirle cacao a Roosevelt.
2. Hablaste de mezquindad de los líderes europeos quienes no asistieron a la ceremonia de Putin, pero olvidas que esa ausencia fue debida al rechazo que tiene en Europa la política imperialista y expansionista rusa. Putin trata de reconstruir a la Unión Soviética porque confunde tamaño con grandeza. El evento de Moscú fue una cita de segundones: Lukashenko, Mugabe, Raúl, tú, y otros bates quebrados del mundo forajido.
3. Seguiste hablando del decreto ejecutivo de Obama y mentiste al decir que en América Latina hay una postura unánime contra ese documento. No has podido obtener que nadie importante te acompañe en el rechazo a lo que ha sido una sanción a miembros de tu pandilla, los violadores de derechos humanos. Tu grosera reacción ha sido la de promoverlos, así como invitar a un grupo de espías cubanos liberados por EEUU (trueque) para darles la condecoración máxima. Al hacerlo has prostituido la Orden del Libertador, así como el difunto prostituyó la Espada de Bolívar, al darla a asesinos y forajidos del planeta.
4. Has dicho que el terrorismo internacional es “un invento” de los Estados Unidos. Esta afirmación es grotesca y merece el rechazo del mundo civilizado. El terrorismo existe y mata gente en todo el mundo, mucha de ella gente pobre. Los grupos como Isis, Hezbollah, ETA, Farc, varios de los cuales tu funesto régimen ha financiado y protegido, asesinan, secuestran y trafican en drogas. Algunos de tus inmediatos colaboradores están señalados por centros de investigación internacional como narcos, lo cual debe ser motivo de rechazo a tu régimen por todos los venezolanos decentes.
5. Celebras el encuentro de Castro con Obama como una victoria de Castro. Pero una gran parte del planeta lo ve como la rendición de un régimen funesto que, después de 60 años, no tiene nada más que mostrar y se está cayendo solo. Ese acercamiento ha significado el progresivo alejamiento del régimen cubano de tu pandilla. Ya ni a Cuba podrás ir a vivir una vez que salgas de Miraflores y solo te quede Ciliaflores.
Gustavo Coronel
Un payaso del circo de Moscú
6. Insistes en decir que hay una “guerra económica” en contra de tu régimen, a fin de explicar el desastre que impera en Venezuela. Tu entorno suena como Madame de Montespan o como María Antonieta: “Si no hay papel tualé, que usen tusas”. Esa insensibilidad frente a las angustias de la gente, incluyendo los antiguos seguidores de tu régimen, te ganarán la cárcel.
7. Dijiste: “Hemos hecho un gran esfuerzo para que el venezolano tenga sus necesidades satisfechas”. ¿Es que careces por completo de vergüenza? ¿Es que pretendes tapar el desastre con palabras necias? En Venezuela hay hambre, necesidad, angustia. Los testimonios gráficos son aplastantes, mostrando los estantes vacíos en los supermercados y las inmensas colas para adquirir productos básicos. Los venezolanos sufren hoy un sistema humillante de racionamiento, marcados como animales. Hablaste con desvergüenza de un 5,4 % de desempleo, cuando la cifra real debe ser del triple.
8. Afirmaste que “casi todos los sectores de la oposición están involucrados en planes golpistas”. Esto que dices es una clara muestra de tu vil naturaleza, ya sin nada que perder, como decía Aquiles Nazoa del perro callejero. No muestras prueba alguna, has perdido toda credibilidad.
Si tuviéramos instituciones decentes, un ejército no prostituido o una oposición más aguerrida, ya estarías en la cárcel, junto a unos 300 de tus cómplices más cercanos. O expulsado del poder por debilidad mental, como hicieron con Bucaram en Ecuador. Como no hay instituciones, ni ejército digno ni oposición organizada, tendremos que esperar, o bien tu implosión por la vía de la economía o tu arresto por fuerzas internacionales, tal como sucedió con el panameño Manuel Noriega.
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