Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 28 ene
2016.- En la Academia Nacional de Ciencias Económicas y Sociales tuvo
lugar este miércoles la asunción a la presidencia del profesor Humberto
García Larralde para el período 2016-2018. A continuación una síntesis
de su discurso.
“La economía venezolana sufre actualmente el peor descalabro del que se tenga registro, a pesar de los ingentes recursos percibidos por la exportación petrolera en los últimos diez años. Esto ha tenido terribles consecuencias para la vasta mayoría de la población. Se evidencia en las enormes colas que a diario se hacen frente a supermercados y farmacias. Gente resignada a perder horas enteras con la eventualidad –incierta- de conseguir alimentos, pañales y otros productos que antes eran adquiridos en completa normalidad”.
“También es el terrible drama de aquellos que se ven obligados a
acudir infructuosamente a farmacia tras farmacia en procura de
medicamentos que no consiguen, que podrían salvarles la vida. Para mayor
desgracia, las cifras oficiales y, más aún, las extraoficiales,
registran un incremento en el costo de la vida mucho mayor que en
cualquier otro país del mundo y muy superior a los incrementos
salariales decretados. La inflación en Venezuela es hoy más alta que en
cualquier otro momento de su historia”.
“Más allá de los contratiempos personales se asoma la evidencia de
numerosas empresas paradas o trabajando a media máquina por no disponer
de insumos, repuestos y/o equipos, o por no poder cubrir sus costos con
las regulaciones y controles de precio a que han sido sometidas. En
consecuencia, mengua la productividad y por ende, los salarios, y
aumenta el desempleo. El resultado de todo lo anterior no podía ser sino
el incremento de la pobreza, como lo recoge la encuesta sobre
condiciones de vida de los venezolanos, ENCOVI, realizada en 2015 por
las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Católica Andrés
Bello, que registró un 73% de la población en situación de pobreza por
ingreso. Esto podrá avanzar rápidamente hacia estadios de verdadera
hambruna en algunos segmentos de la población, si no se atajan las
causas de tal descalabro”.
“Es muy censurable que el Banco Central de Venezuela se haya negado a
publicar, durante largos períodos, la información pormenorizada sobre
el comportamiento de distintas variables económicas, como es su deber.
Mantener a la población venezolana en ascuas acerca de la conducción de
la economía no sólo dificulta la labor profesional del economista;
disuade el financiamiento internacional que tanto necesita el país en
estos momentos; niega la información fidedigna con la que empresarios,
trabajadores y consumidores, puedan tomar decisiones acertadas; y, al
esconder las dimensiones y el perfil de la crisis, arroja al venezolano
de a pie a entregarse angustiado a rumores sobre su suerte”.
“Lamentablemente, la anterior Asamblea Nacional, justo antes de que
feneciera su período, reformó la Ley del Banco Central de Venezuela
buscando otorgar piso legal a esta violación de su deber constitucional,
alegando situaciones de “amenaza a la Seguridad Nacional -con
mayúsculas en el original del artículo 40 reformado- y a la estabilidad
económica de la Nación”, como excusa para no publicar las cifras. Este
ocultamiento de información se une al desacato de los ministros de la
economía por rendir cuentas a la Asamblea Nacional en ocasión del debate
sobre el Decreto de Emergencia Económica, recién concluido. Es oportuno
recordar que la Constitución en su artículo 141, señala:
“La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y
ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad,
participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición
de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con
sometimiento pleno a la ley y al derecho”. (negritas mías, HGL)
“El escamoteo de la realidad económica acarrea severos costos
económicos y humanos. En democracia no es aceptable que servidores
públicos oculten a los ciudadanos la información requerida, para que
éstos puedan apreciar las consecuencias de las decisiones tomadas y
evaluar el desempeño de estos funcionarios en el cumplimiento de sus
deberes frente a la Nación”.
Mercados competitivos y transparentes
“El desarrollo de la ciencia económica, puesta a prueba
reiteradamente en las experiencias de incontables países a través del
globo, concluye de manera fehaciente que mercados competidos y
transparentes, en los que se conocen precios y calidad de lo que se
transa constituyen la forma más eficiente de satisfacer los
requerimientos de la sociedad con los recursos y capacidades
disponibles”.
“Cualquier desajuste entre demanda y oferta de un bien o servicio
habrá de expresarse en su precio, incentivando la concurrencia de nuevos
oferentes si sube, o desplazando a aquellos menos eficientes en caso
contrario. En competencia, el sistema de precios orienta a los
consumidores hacia las mejores ofertas y señala oportunidades de negocio
a los emprendedores. Además, presiona a cada firma a perfeccionar su
oferta, so pena de que un competidor satisfaga mejor la demanda y la
desplace del mercado. Esta dinámica incentiva la innovación, mejorando
la calidad de los bienes y servicios producidos, disminuyendo sus costos
y generando espacios para la inversión, el crecimiento y el empleo
productivo”.
“Corresponde a los gobiernos estimular la competencia, promover la
transparencia de los mercados, regular los monopolios naturales y forjar
condiciones que promuevan la innovación y el cambio tecnológico. Deben
procurar los equilibrios macroeconómicos que están en la base de la
estabilidad de precios, del financiamiento competitivo y del intercambio
provechoso con el extranjero. Asimismo, es menester un marco
institucional que promueva la confianza y la iniciativa de
inversionistas, productores y comerciantes”.
“A la vez, el Estado debe producir los bienes públicos que requiere
la sociedad, compensar las fallas de mercado ocasionadas por la
presencia de externalidades y velar por la equidad y la justicia social
–atendiendo, en particular, a los sectores más vulnerables de la
población-, sin matar la gallina de los huevos de oro de la iniciativa
privada”.
Política económica
“Pero el gobierno nacional desde hace demasiado tiempo viene haciendo
exactamente lo contrario. Obnubilado por nuestra condición de país
petrolero y emborrachado con el alza de sus precios a niveles nunca
vistos en el mercado internacional, se desentendió de los criterios de
racionalidad propios de una economía de mercado y pensó en dispensar
directamente los proventos de esta industria para apuntalar su
particular proyecto político. El usufructo discrecional de estos
recursos en la prosecución de estos fines requería abatir las
instituciones que resguardan la seguridad jurídica de los agentes
económicos, y que promueven la iniciativa privada y la eficiencia de los
mercados”.
“En su lugar se ha instrumentado un sistema de controles y
regulaciones, y de acoso a los sectores productivo y comercial, que ha
generado graves distorsiones en el quehacer económico. En particular, la
fijación administrativa de precios sin tomar en cuenta los costos de
producción, ha hecho desaparecer númerosos ítems de los mercados,
fomentando la emergencia de una vasta economía parasitaria de
revendedores que logran ofertar tales productos por canales de
comercialización informales, pero a precios varias veces superior. El
caso más extremo es el de la gasolina, prácticamente regalada en el
país, cuya reventa en el extranjero, en connivencia con funcionarios
destacados para resguardar las fronteras, genera ganancias
inimaginables”.
“El ocultamiento de información, y la ausencia de transparencia y de
rendición de cuentas en la gestión pública, ha permitido que se
enseñoree una conducta patrimonialista por parte de quienes controlan el
poder, en el sentido de manejar la Res-pública –la cosa pública- como
si fuera su patrimonio personal. La excesiva y discrecional intervención
del Estado de los últimos años ha desatado una profusión de incentivos
para lucrarse con la intermediación y reventa de productos regulados,
comisiones en los contratos con el sector público, arbitrando entre
distintas cotizaciones del dólar, extorsionando a empresarios con la
amenaza de leyes punitivas, con el lavado de dineros mal habidos y en
otros ilícitos. Puede afirmarse que la economía de controles lo que ha
prohijado es corrupción, a expensas de la actividad productiva”.
“Por otro lado, bajo el amparo de ingresos extraordinarios por la
venta de petróleo, se quebrantaron los principios de una sana conducción
macroeconómica. Prácticas populistas y clientelares incrementaron el
gasto público de manera desordenada e insostenible, revelándose déficits
fiscales descomunales al no crecer el ingreso petrolero en igual
proporción. Desde 2011, tales déficits se financian en buena medida con
la emisión de dinero inorgánico por parte del Banco Central”.
“Aunque ello lo prohíbe el artículo 320 de nuestra Carta Magna, se le
ha querido dar visos de legalidad con la reforma de la Ley de Banco
Central de diciembre pasado, antes aludida. Como consecuencia, la
liquidez monetaria prácticamente se duplicó durante 2015: casi la mitad
de este crecimiento vino de la “maquinita” del BCV. Tal desorden
monetario ha llevado a un severo racionamiento de las divisas, que ha
disparado el precio del dólar en el mercado paralelo a niveles más de
100 veces superior al tipo de cambio oficial. Todo ello impulsó la
inflación por encima del 200% en el último año, empobreciendo
brutalmente a la inmensa mayoría de venezolanos”.
“No hay excusa ni justificación alguna para que el Gobierno no
reconozca los efectos desastrosos de estas políticas. El costo social y
humano conllevado hace imperativa su rectificación. Ya basta de
pretender comprar tiempo alegando conspiraciones o inventando una
“guerra económica” para intentar evadir responsabilidades. No hay
razones válidas para soslayar los cambios requeridos y corresponde al
Ejecutivo Nacional asumirlas, como demanda un país expectante. En
cumplimiento de su mandato legal, la Academia Nacional de Ciencias
Económicas está presta a dar su opinión y a sugerir propuestas de
política para superar el atolladero que hoy agobia a los venezolanos”.
Soluciones a la crisis
“Es menester atajar de inmediato la cruel caída en los ingresos
reales de la población. Para ello hay que neutralizar los factores que
nutren la altísima inflación que hoy padece el país. Debe reducirse
significativamente el déficit de la gestión pública, haciendo más
eficiente la recaudación de ingresos –entre otras cosas, sincerando los
precios de la gasolina y de otros bienes y servicios prestados por el
Estado-, eliminar el gasto dispendioso y focalizarlo en las necesidades
prioritarias, a la par que se prescinde del financiamiento monetario por
parte del Banco Central”.
“Ello es base de la unificación del tipo de cambio -en un mercado de
libre transacción-, y la negociación del financiamiento internacional,
sin el cual Venezuela no podrá cuadrar sus cuentas externas ni defender
la paridad del bolívar. Honrar la deuda con los proveedores foráneos y
los compromisos del servicio de la deuda financiera externa contribuirá,
a su vez, con el restablecimiento de un clima de confianza para atraer a
inversionistas extranjeros y propulsar la inversión local. La
disponibilidad de insumos, maquinaria y repuestos importados, hecho
posible por el libre acceso a las divisas, significará un paso
gigantesco en la liberación de las fuerzas productivas del
estrangulamiento a que han sido sometidas”.
“Estas acciones deberán complementarse con el desmantelamiento del
punitivo sistema de controles y restableciendo las seguridades jurídicas
a la propiedad y a las transacciones comerciales, condiciones sine qua
non para ampliar la oferta de bienes y servicios demandados, sustituir
importaciones -ahorrando divisas-, y proveer empleo productivo bien
remunerado”.
“El gobierno descubre ahora la importancia decisiva de incrementar la
producción como vía para superar la crisis. Pero hay que decirle que
este llamado no responde a simples deseos o exhortaciones; debe
estimularse con políticas coherentes y creíbles, que den confianza”.
“Se trata, en definitiva, de la imperiosa necesidad de echar los
fundamentos de una economía competitiva, capaz de asegurar procesos
sostenidos de crecimiento y de mejora en el bienestar de los venezolanos
a través del emprendimiento y el dominio tecnológico, de manera de
trascender las perversiones del rentismo petrolero”.
“El disparate de creer que se podía arrinconar sin mayores
consecuencias el aparato productivo doméstico se pone hoy de manifiesto
con la abrupta caída de los precios internacionales del crudo. Superar
el rentismo implica instrumentar cambios institucionales profundos que
requerirán de un liderazgo político capaz de generar los consensos
necesarios para su instrumentación y sostenibilidad”.
“La discusión e implantación de estos cambios es una agenda
imprescindible para los próximos años. Las perspectivas de que se
prolonguen los bajos precios internacionales del petróleo, así como los
compromisos adquiridos por la mayoría de los países del mundo en la
reciente Conferencia de París para reducir su dependencia de los
combustibles fósiles que generan gases de invernadero, nos señalan de
manera terminante que nuestro bienestar futuro no podrá recostarse sólo
del petróleo”.
“En fin, enfrentar las realidades duras de la situación económica del
país, nos guste o no nos guste, representa un imperativo vital en estos
momentos. La Academia Nacional de Ciencias Económicas renueva su
aspiración a continuar promoviendo el debate de los aspectos centrales
del desarrollo y de las políticas requeridas para ello. Permítaseme
concluir estas breves palabras recordando un exhorto de nuestro
pronunciamiento sobre la situación del país de noviembre del año pasado:
“La Academia Nacional de Ciencias Económicas hace un llamado a las
autoridades públicas, los partidos políticos, al sector empresarial, las
universidades, los trabajadores y al público consumidor, a concertar
los esfuerzos necesarios para producir un cambio fundamental en la
conducción de los asuntos económicos y así poder superar la grave
situación en que nos encontramos.”
“Ya el pueblo se manifestó clara y contundentemente a favor del
cambio en los comicios recientes del 6 de diciembre. Los factores
políticos, económicos y sociales capaces de incidir en la toma de
decisiones no pueden eludir este mandato. Corresponde al Ejecutivo,
respetando la autonomía y competencias de la Asamblea Nacional recién
electa, negociar los acuerdos y compromisos imprescindibles para superar
el terrible drama que azota hoy a los venezolanos. Desde la Academia
Nacional de Ciencias Económicas ofrecemos nuestro modesto aporte al
éxito de las transformaciones requeridas”.
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2016/01/discurso-de-humberto-garcia-larralde-economia-venezolana-sufre-el-peor-descalabro-de-la-historia/
5 comentarios:
Maduro: usted está desbordado por la crisis: Vayase ya
Usted es el presidente de:
1. El país de mayor inflación en el mundo
2. El país más violento del mundo
3. Un país declarado en crisis humanitaria de salud por la Asamblea Nacional, representante del pueblo
4. Un país donde usted o su entorno, el número dos Diosdado Cabello, ministros y gobernadores están indiciados por la justicia de países de la región de estar involucrados en lavado de dólares y narcotráfico
5. Un país en el cual la independencia del Poder Judicial ha desaparecido, según apuntan las organizaciones internacionales de los derechos humanos
6. Un país al borde de la cesación de pagos o, si paga, obligado a dejar de cumplir con sus compromisos laborales y de pago a los suplidores locales
7. Un país que no puede votar en las Naciones Unidas porque no ha pagado sus cuotas reglamentarias
8. Un país en el cual hasta los medios pro-gobierno como www.aporre.org le están pidiendo la renuncia
9. Un país que se ha visto obligado a decretar una emergencia económica pero cuyo gobierno, presidido por usted, no ofrece esperanza alguna de rectificación
10.Un país en el cual el sepelio de un criminal, amigo de su ministro de prisiones, recibe honores del malandraje armado dentro de las cárceles, frente a la total pasividad de los representantes de la Ley
11.Un país sin transparencia, en donde no se sabe cuándo murió el presidente anterior ni donde nació usted
12.Un país donde los magistrados del TSJ son obligados a jubilarse para ser remplazados por fichas del régimen que no puedan ser removidos por el Poder legislativo
13.Un país en el cual los ministros del gabinete y presidentes de empresas del estado se niegan a ser interpelados públicamente, como debe ser el caso en un país democrático, donde impere el estado de derecho
14.Un país donde la unidad de su moneda vale menos de una fracción de centavo estadounidense y no es aceptado como pago en ningún país del mundo
15.Un país donde Héctor Rodríguez, un jumento, es jefe de la fracción oficialista en la Asamblea nacional
16.Un país en el cual los empleados de PDVSA salen en masa a sembrar caraotas, en lugar de producir petróleo
17.Un país donde Iris Varela es ministro y Pedro Carreño es miembro de la Asamblea Nacional
18.Un país donde el ministro de Agricultura Urbana, ya saliente, pide que le “espichen las bolas” a quienes se oponen al régimen
19.Un país en el cual el presidente del Banco Central de Venezuela guarda miles de dólares y euros en su casa vacacional y se los roba una menor quien es su “amiguita”
20.Un país en el cual ese mismo Banco Central ha impreso no menos del equivalente de $40.000 millones, en bolívares inorgánicos, para darlos a PDVSA, a fin de que pague sus gastos en bolívares, cuando debería ser al contrario, que PDVSA le de dólares al Banco Central de Venezuela
21.Un país en el cual PDVSA ya vende petróleo por debajo de su costo de producción pero sigue obligado por usted a regalar petróleo a Cuba, a PetroCaribe y al ALBA, debido a la criminal política que mantiene vigente
22.Un país en cual se muere la gente de mengua pero el régimen le sigue dando a Pastor Maldonado unos $50 millones al año para que corra en la Fórmula 1 y unos $7 millones para él, dinero que sale de PDVSA, la cual se endeuda cada año en mayor proporción
Maduro: usted está desbordado por la crisis: Vayase ya
23.Un país que tiene los mayores depósitos de dinero en Andorra, Madrid y Suiza, pertenecientes a funcionarios del régimen, depositados por gente con pasaporte diplomático, un dinero robado a los venezolanos
24.Un país en el cual la Fuerza Armada ha sido puesta al servicio del desastre, gracias a los privilegios y entregas a los miembros del Alto Mando Militar, quienes no conocen la diferencia entre el deber y la sumisión
25. Un país en el cual su principal industria, PDVSA, ha sido destruida, convertida en un nido de pudrición moral e ineptitud profesional, cuyo presidente es un mentiroso y un irresponsable
26.Un país en el cual los servicios públicos son de calidad totalmente inaceptables, como lo evidencian las frecuentes interrupciones de electricidad y el creciente colapso del servicio de agua potable
Todo esto lo he listado de memoria. SI hiciese una investigación en profundidad, la lista sería 10 veces más larga. Sin embargo, creo que es suficiente para darle una idea del por qué:
Usted debe renunciar, tiene que renunciar, es imperativo que se vaya. Si usted tiene un átomo o, como usted dice en su lenguaje primitivo, un centímetro de vergüenza, debe irse, debe disolver su gobierno y llamar a elecciones presidenciales. El país está en ruinas y usted no tiene soluciones. Sus discursos son patéticos, vergonzosos. Revelan una total ineptitud para enfrentar la pavorosa crisis que su predecesor generó y que usted ha contribuido a amplificar.
Debo añadir lo siguiente: su renuncia y la de su zoológico no será garantía de que Venezuela entrará de inmediato en un ciclo virtuoso, de salida de su horrible foso. Ello no es posible por la magnitud del desastre. Pero, al menos, ello representaría un importantísimo cambio actitudinal en el país y podría enviar al mundo la señal de que Venezuela está regresando a la sensatez, a la racionalidad, después de una pesadilla de 17 largos y aterradores años.
Sr. Maduro: su lugar en la historia ya está asegurado. Usted será en nuestra historia de Venezuela un pobre diablo que heredó el poder político sabiendo que no tenía credenciales para ello, que procedió a destruir lo que quedaba por destruir, que se negó por largo tiempo, por estúpidas razones ideológicas, a rectificar el curso suicida que llevaba el país. Pero esa página de historia podría tener un párrafo final, el cuál - si no absolutorio - al menos con un cierto poder de redención parcial.
Podría decir: Nicolás Maduro se dirigió al país y dijo que, a fin de abrir el camino a las urgentes reformas y cambios que el país requería urgentemente, estaba abandonando la presidencia y llamando a nuevas elecciones.
Sr. Maduro: No hay nada más honesto en la conducta de un ser humano que el reconocimiento de sus errores y de sus limitaciones. Una persona común y corriente que no lo haga podrá ser, casi, su única víctima (aunque siempre sufrirá su familia) pero, si esa persona está a cargo de la presidencia de un país, estará condenando a todos sus ciudadanos a sufrir los efectos de su incompetencia.
Sr. Maduro: Yo no sé qué le dicen sus allegados. Todavía habrá gente a su alrededor que le diga que lo está haciendo “muy bien”, a pesar de todas las evidencias en contrario. Trate de salir de ese cerco de adulantes.
Escuche lo que le dice Venezuela. Váyase y de usted el primer paso en lo que será un largo camino hacia la regeneración de Venezuela.
Estoy a esta hora:15:30 hoy jueves 28 viendo al ilegítimo en su bodrío, justificándose y amenazando como siempre. Está dando sus explicaciones sobre la misión vivienda; pero padeciendo su derrota por la aprobación de la nueva ley que le otorga propiedad a los beneficiarios de la misión vivienda. Es muy obvio que irá al TSJ para solicitarle se declarare en la Sala Constitucional la insconstitucionalidad de dicha ley...sólo ha sido aprobada en primeda discusión; por lo que habrá que esperar. En todo caso, suena por todas partes, el rumor de la posibilidad de la renuncia; vemos eso como una opción que está estudiando el alto mando de la revolución, especialmente el PSUV; pero eso dependerá de la intensidad de la temperatura del clima social futuro, que es muy explosivo, y que podría genera cualquier desenlace de la situación política. La renuncia está siendo examinada; pero no es la única posibilidad de maniobra. El ilegítimo no puede decidirlo él solo, necesita el visto bueno del zar del azúcar caribeño. Además, ya tienen listo al negro bateador emergente. Se estudia, es el cómo, el cuando,y hay muchas posibilidades de que este año se convoquen elecciones generales. Eso lo precipitaría la espantosa crisis económica. El negro se haría cargo del coroto. La gran interrogante: ¿Quienes serían los eventuales precandidatos de la MUD? eso es para pensarlo...¿Y los del PSUV?...
Imposible perder más tiempo
Oswaldo Álvarez Paz
Venezuela entera está convencida de la necesidad de un cambio radical, profundo y urgente, que revierta hacia lo positivo las negativas realidades del presente. Me refiero a todos los venezolanos. A los que giran alrededor de la alternativa democrática y los partidos que integran la MUD, también al ciudadano común que no vive de la política, ni de los partidos, sino de su esfuerzo personal y familiar para mantener en alto la dignidad que merecen y, por supuesto, a los millones de decepcionados compatriotas que ahora señalan a sus ídolos de pocos años atrás como los responsables de la destrucción del país.
El problema se dramatiza porque el tiempo avanza y todos los terribles anuncios con relación con el año que se inicia se hacen realidad. Los males del país están sobrediagnosticados y las posibles soluciones son conocidas, repetidas en infinidad de ocasiones por expertos en cada una de las actividades nacionales. Pero seguimos perdiendo un tiempo valioso que quizás no se mantenga demasiado.
La primera gran conclusión es que no hay solución posible mientras se mantenga el poder en manos de eso que llaman el alto gobierno cívico-militar de la revolución encabezada por la dupla Maduro-Cabello. Si estos personajes conservaran una mínima dosis de dignidad y decencia, facilitarían el camino hacia el cambio renunciando a sus responsabilidades actuales para que se instale una etapa de transición para la reconstrucción institucional y ética del país. Han desperdiciado todas las oportunidades de rectificación y siguen empeñados en profundizar los errores y violentar una situación de peligrosa confrontación que, de continuar, arrasará con cualquier signo del reciente pasado chavista, socialista a la cubana.
Nicolás Maduro debe renunciar antes de que la Asamblea Nacional accione la vía constitucional más rápida y práctica, para obligarlo a irse. No puede ni debe continuar. Nadie tiene derecho de jugar con el país como lo está haciendo este señor. Más allá de la falta de legitimidad relativa a su designación como cabeza del Poder Ejecutivo, no ha cumplido con ninguna de las obligaciones, de los deberes expresamente señalados en la Constitución. ¿De qué cosa se ocupa? ¿Hasta dónde estirará la cuerda para mantenerse en el poder como sea?
La Asamblea Nacional está cumpliendo con su deber. Es depositaria de la confianza, de la fe y de la esperanza de Venezuela. Esperamos que profundice el acertado camino que transita hacia el cambio necesario. La Fuerza Armada Nacional se mantiene en una especie de expectativa vigilante, con idéntica fe en el destino superior que merecemos.
oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz
La renuncia, una vía de salvación
Marianella Salazar
La situación puede desbordarse y sumirnos en una espiral de violencia que nadie quiere, el gobierno debería ser el primer interesado en evitarlo y cumplir con el mandato popular expresado el 6-D, que no es otra cosa que someterse a control legislativo como lo exige la Constitución y, en vez de generar confrontación y sabotear su función –como pasó con los ministros que no asistieron al Parlamento para explicar el mamotreto de decreto de emergencia económica–, le tira la pelota a la Asamblea para responsabilizarla de la debacle, cuando su responsabilidad constitucional es resolver los problemas sociales y económicos que durante este desgobierno de Nicolás Maduro se agravaron con más corrupción, mayor incompetencia y, sobre todo, por su falta de sensibilidad social.
Hoy, más que nunca, la gran cantidad de gente que madruga y hace colas durante 10 o 12 horas, en busca de alimentos de primera necesidad, se enardece cuando no logra adquirirlos por una u otra razón –porque se agotaron o los esconden para favorecer a bachaqueros, previa bajada de la mula–; la angustia de los padres de no llevar nada qué comer a sus hijos, ni conseguir medicinas para una urgencia es abono para el anunciado estallido social, que ha sido refrenado con el resultado de las elecciones pasadas.
Una vez que el soberano expresó su resolución de cambio, el gobierno no puede burlar ese mandato, pero es lo único que hace desde que se instaló la Asamblea Nacional el pasado 5 de enero. Están jugando con fuego. Pretenden aumentar el precio de la gasolina, que se justificaría de existir pulcritud en el manejo de los dineros públicos, pero eso es como pedirle peras al olmo y “al horno”. El aumento de la gasolina debe estar condicionado a suprimir la golilla de los precios del petróleo y combustible a países miembros de Petrocaribe y eliminar, de una vez por todas y para siempre, las regalías petroleras a Cuba, que solo sirven para engrosar los negocios de los Castro a costa de la miseria y el sufrimiento del pueblo venezolano.
La crisis humanitaria se asoma en Venezuela; activistas por los derechos de pacientes con enfermedades graves están pidiendo ayuda internacional, a través de la Organización Mundial de la Salud, para que donen medicinas e insumos en el área de la salud. Es una vergüenza haber caído en una situación tan precaria y lastimosa como la de algunos países africanos, castigados por la hambruna y enfermedades que diezman su población, sin recursos para adquirir medicamentos, y todo por haber dilapidado descomunales ingresos petroleros y desmantelado el aparato productivo para castigar al sector privado, pero lo sufre toda la población.
La gente está desesperada porque el dinero no alcanza para cubrir sus necesidades; además del desabastecimiento, está el desempleo y la inseguridad; hay que impedir que la mayoría de un país exasperado tome las cosas en sus manos, así que no perdamos más el tiempo y busquemos una salida constitucional para sustituir a un gobierno que no rectifica, la más expedita es la renuncia del presidente. Ante la coyuntura actual es impensable que Nicolás Maduro termine su mandato.
Renuncia negociada. Maduro no renunciará voluntariamente, la salida tendrá que ser negociada por los factores de poder, como ha sucedido con la mayoría de las renuncias presidenciales, empezando por la de Chávez, el 11 de abril de 2012, cuando el general Lucas Rincón, en cadena nacional, aseguró que “se le pidió la renuncia al señor presidente, la cual aceptó”. Lo que pasó después fue una chapuzada. Ahora le corresponde a la Asamblea Nacional asumir lo que tiene que hacer y garantizar la gobernabilidad.
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