El personaje más controversial en estos días en Hispanoamérica sin duda alguna es el actual Presidente de Venezuela; él ha sido, es y seguramente será hasta diciembre próximo, el dirigente político latinoamericano más nombrado en el continente americano –está en campaña para su reelección-. Sus adversarios lo acusan de intentar imponer en Venezuela un régimen totalitario y lo tildan con toda clase de calificativos, es difícil realizar un análisis objetivo de los hechos políticos que ocurren en ese país en virtud de la gran división política que se ha producido en estos últimos ocho años, producto de un enfrentamiento entre dos visiones contrapuestas que parecieran ya ser irreconciliables, lo cual sugiere un inminente choque de frente entre dos corrientes políticas que inevitablemente debería producirse, ocasionando una ruptura más ancha, en la ya dividida y polarizada sociedad venezolana; la oposición acusa con tantos epítetos al dirigente oficialista “líder indiscutido” de su partido MVR (Movimiento quinta República) y una amplia base de pequeños partidos que le apoyan, que es difícil analizar objetivamente la situación política general que se vive en el país.
Más allá de estar o no identificados con su ideología política, en verdad cuesta creer que su particular estilo no le cause un gran efecto de desgaste en su imagen política, y que eso no tenga consecuencias e impacto directo en su base de apoyo popular, por lo que todo hace presagiar una merma en su caudal de votos para el próximo diciembre, cuando se someterá a una prueba de fuego dificilísima, el escrutinio de la voluntad popular. El candidato Presidente, no sé si por errores o deliberada estrategia, ha acumulado muchos poderosos adversarios que le han jurado su encono eterno, y que no descansan en su esfuerzo de combatirlo, tienen ahora la gloriosa oportunidad de hacerlo. Sin embargo, es importante acotar, que en la ciencia política los más aventajados líderes que ha producido la humanidad, han formulado para el estudio de la ciencia política, algunos axiomas orientadores para sus sucesores, uno de ellos sostiene la tesis de que la política es el arte de ganar aliados y neutralizar adversarios, por eso se sostiene la idea, de que la política es el arte de saber lograr consensos. Visto desde esta perspectiva, el accionar cotidiano del actual presidente caribeño no parecería estar orientada por esta máxima, sino que muy por el contrario por otra que sostiene : “dividir para reinar” es decir, dividir al adversario para debilitarlo y vencerlo; da la impresión de que el Presidente venezolano prefiriera el enfrentamiento a todo evento que el consenso; que se inclina por el desacuerdo y no por el acuerdo; en realidad esta pareciera ser la orientación que sigue a pie juntillas el carismático personaje al desarrollar sus ejecutorias políticas. Su estilo es frontal, para él no existen medias tintas, negociar, entenderse, acordar, dialogar o consensuar con sus disímiles es mostrar debilidad, es vender la consciencia y traicionar al pueblo que asegura representar y “defender hasta la muerte”, todo un discurso que excluye la posibilidad de lograr convivir entre visiones plurales, ente oponentes democráticos, desde esa minúscula y primitiva óptica la única verdad posible es la suya las otras sobran, es más, no deben existir, y hay que liquidarlas a como de lugar “patria o muerte” cuatro gritos y tumbamos esto, las bayonetas, los batallones, el retumbar y tableteo de las ametralladoras ¡por favor!
Estamos en un mundo moderno, globalizado, interconectado, tecnológico en donde se impone la discusión, el debate, la diplomacia, la política de alto nivel, no esta cosa extraña, una suerte de socialismo disfrazado de colectivismos y matices de seudo comunismo trasnochado cargado de odio y resentimiento social. El mundo no necesita justicieros libertarios demagogos, sino que requiere sin importar su signo ideológico líderes humanistas, no importa que sean de derecha o de izquierda, el mundo necesita gobernantes sabios, místicos, instruidos, calificados, eficientes, de pensamiento de avanzada, que sen solidarios; con mentes abiertas dispuestas a la búsqueda de grandes soluciones para graves problemas, no es regresando a modelos fracasados y obsoletos que Hispanoamérica saldrá del subdesarrollo, no es cercenando los derechos y las libertades ciudadanas como deben enfrentarse las crisis de valores, sino que es con mayor y mejor democracia, no con totalitarismo; no es con socialismo trasnochado como se crea bienestar, riqueza, productividad, empleo, trabajo, salubridad y educación para los pueblos oprimidos por los viejos modelos y errores del pasado.
No se deben para catalogar y definir y juzgar a los seres humanos, dividirlos entre blancos o negros, amarillos o rojos, azules o verdes, pobres o ricos, escuálidos o patriotas, bonitos o feos, flaquitos o gordos, grandes o chicos, lacayos o leales al proceso, nosotros creemos que los seres humanos debemos es clasificarnos y dividirnos entre hombres buenos y hombres malos, ¡más nada! Y punto (Dios existe, el mal y el bien existen), Para nosotros es malo el asesino, el criminal, el ladrón, el genocida, desde esa visión de justicia tan elemental pero profunda a la vez, para nosotros es tan asesino el “mister gringo” que gobierna allá en el norte, como “el señor de los anillos barbado” que esclaviza a sus pueblo desde hace 50 años en el caribe, a aquella hermosa Isla del “azúcar” de Celia, la rumba y el guaguancó de Tito , aunque no tengamos sino las pruebas vistas a la luz de la historia, por sus inocultables asesinatos (para ser homicida simplemente hay que matar a un ser humano), a nosotros no nos importa en nombre de que o de quien lo haga con ideales o sin ellos, si matas eres asesino, así de simple, eres o no eres asesino, quien mate de a miles es genocida y ya; más nada diremos sobre esto, pero en Venezuela se pretende etiquetar a todos los de la oposición democrática como golpista, lacayos del imperialismo, vendidos, vende patria, traidores a la patria, solo por no serle afectos al señor que gobierna, y esto es inaceptable para quienes somos democráticos y amamos la libertad, y defendemos los derechos sagrados de los seres humanos en general, aunque hay que aclarar que de lado y lado de todo hay.
Más allá de lo expresado, pensamos que el liderazgo de corte populista y mesiánico que representa el caudillo venezolano, como fenómeno social casi siempre sucumbe ante el deterioro de la imagen del mortal que lo encarna; es un hecho reconocido a pesar de los axiomas políticos, que en política no se deben acumular “enemigos gratuitos”, es decir innecesariamente, y esto es lo que nos parece que el Presidente venezolano equivocadamente está haciendo desde hace muchísimo tiempo; hay que recordar que en la política no hay amigos y enemigos, sino aliados o adversarios, el mundo no se debe ver en blanco y negro siempre, debe haber una visión mucho más amplia y universal de la política, para comprender que se requiere el dialogo y la búsqueda de indispensables consensos, que promuevan las soluciones a las crisis de toda índole y los problemas universales. De allí que al dirigente venezolano le ha faltado comprender eso, y por eso creemos que en algún momento quienes él equivocadamente ha etiquetado como enemigos, algún día le van a pasar la factura irremediablemente, para hacerle pagar caro sus errores derrotándolo. Creemos que en política los errores se pagan caros, que no se pueden cometer impunemente, y tal como lo observamos desprendidos de apasionamientos, estamos frente a un político que comete muchos errores innecesarios e injustificables, sin que pareciera tener capacidad de rectificación. De allí que está perdiendo credibilidad frente a sus compatriotas aceleradamente; el vínculo afectivo que lo unía a los sectores populares se resintió, se está desquebrajando, ha sufrido una honda y profunda grieta en la línea de flotación del barco de su popularidad , que había sido alimentada por la propaganda descomunal que pareciera financiar con los ilimitados recursos que maneja sin aparente control, y que lo mantenía estable; y últimamente se auto infringió un duro golpe en la ONU, se hizo estallar en su propia borda un torpedo muy dañino para su futuro político, y está cayendo en picada, en caída libre cuesta abajo y sin paracaídas, por un profundo barranco de desamor, presa ya del desencanto, la decepción de sus propios parciales y partidarios, que lo han hecho lucir como vulnerable, derrotable , aunque ahora maniobre desesperado tratando en vano de hacerlo aparecer como una “victoria moral”; ¡no señor! en política eso no existe y en la guerra tampoco, los ganadores son quienes cobran, a los perdedores ya ni honores les dan, sólo reciben reproches y culpas.
Por otra parte, en política no se puede obviar la fuerza, el tamaño y los recursos de que disponen los oponentes, de allí que puede resultar suicida y mortal sumarlos en cambote contra uno mismo, subestimándolos, como lo ha hecho el caudillo llanero. Tal y como lo vemos desde aquí, algo distantes del hermoso país del “alma llanera”, los “enemigos gratuitos” externos e internos, del señor Presidente bolivariano ya engrosan una nutrida lista de adversarios nada despreciables, por nombrar algunos , según su propia confesión secuencial, estos en orden aleatorio son :
“El imperio Norteamericano”, comandado por el mister “presidente gringo” en persona, respaldado por el ejercito más poderoso de la tierra, en virtud de su fuerza, tecnología y armamentos sofisticados de que disponen, bombas nucleares y todos sus “corotos y juguetes espaciales” , asesorado por la denominada CIA, su emblemático departamento de Estado, los más temibles, acuciosos y notables halcones del pentágono, el comando sur incluido, y el visto bueno de los banqueros, industriales y verdaderos dueños del capital financiero mundial que se alojan en “gringolandía” sin pudor alguno, y todo el poder económico más influyente del mundo, disponible para financiarlo, ¡na` guará! Como dirían en la tierra del Estado Lara.
La Iglesia Católica, ¡hay la Iglesia!, “con la Iglesia hemos topado Sancho”. Conocidísimos son ya los episodios de desplante proferidos por el caudillo contra altos prelados católicos (con o sin razón), transfigurado en una especie de “exorcista del siglo 21” , sugiriéndoles que se “saquen el diablo del cuerpo ” y acusándolos de llevarlo dentro de la sotana, tildándoles de conspiradores y golpistas. Enemigo histórico ese, tan poderoso e influyente como aquel, pero siempre muy presente en cuanto convite exista en el planeta.¡Ave María Purísima! Como solía decir mi abuela materna cada vez que se le venía encima un aguacero, pero de esos que se presentan sin avisar, precedidos de rayos, centellas y truenos. ¡Hay San Pablo Bendito!, suplicaba clamando protección divina, la hermosa viejita, al ver el resplandor de los relámpagos iluminando el frontispicio y las paredes de su casa. ”¡Virgen Santísima, Sagrado Corazón de Jesús, líbranos del agua mansa que de la Brava me libro yo!” sentenciaba la venerable anciana cuando arreciaba la lluvia y resonaban los truenos en todo el ambiente doméstico, haciendo vibrar los vidrios de las ventanas, hasta que pasado cierto tiempo, por fin cesaba la lluvia, para luego mediando un suspiro decirnos mirándonos a los ojos piadosa: “¡Gracias a Dios mi Señor Jesús llueve y escampa!” Con semejantes matronas devotas, creyentes, y fervorosas como esas, que ha habido cientos de miles allá en Venezuela; como no va a ser adversario la Iglesia Católica; tan enraizado hasta los tuétanos en la psiquis de los mortales, para quienes fuimos desde niños influenciados por una abuelita rezandera, es imposible no sentir respeto, natural y tácita adhesión por los símbolos religiosos, de nuestra religión, y por las creencias de un pueblo; de allí que al líder que emblematiza a “florentino” se la pasa citando al diablo en la casa del cristiano, no faltarán algunos que cada vez que el presidente habla en publico se persigne varias veces, y se coloque algún escapulario de la Virgen del Carmen rodeándole el cuello, solo por presentir que ya vienen más “demonios, sapos y culebras” que saldrán de la boca presidencial, a enrarecer el clima de paz interna y espiritual indispensable para sentir sosiego y paz interior, el del sagrado ambiente familiar que proporciona el hogar, pero que el sacrílego presidente de nuevo viene a perturbar gratuitamente; él por obra y gracia de una transmisión en cadena de radio y televisión se convierte en su enemigo “gratuito”, más de una matrona lo tratará a partir de allí como un enemigo de sus creencias religiosas, de sus santos, de sus vírgenes, y hasta de sus crucifijos. Definitivamente es imposible pensar, que después de tantos ataques injustificados a la alta jerarquía de la Iglesia Católica en un país de tradición católica, profundamente enraizada en sus costumbres y hábitos del pueblo venezolano, este no recienta la relación indirecta que todo ciudadano tiene con su presidente, esas expresiones insultantes contra la Iglesia Católica podría que las asuman como propias; deben andar por allí muchos rezando sus penitencias.
El Poder Judío Israelí Mundial, o lo que es lo mismo los hebreos, ¿alguien puede dudarlo? luego de los reiterados ataques del jefe revolucionario bolivariano interviniendo e inmiscuyéndose, inconvenientemente en los asuntos internos concernientes al Estado de Israel, durante los sucesos más recientes, por motivo del conflicto árabe – israelí, que es muy complejo, delicado, y que posee graves implicaciones, incluso a veces incomprensibles para expertos diplomáticos, y del cual es preferible no opinar aquí para no afectar susceptibilidades; ¿alguien en el mundo ha salido bien librado de un conflicto con ellos y entre ellos?. En verdad son adversarios indoblegables, y su historia los avala como combatientes tenaces. ¡Caramba!
El dirigente venezolano se enfrenta igualmente con la Derecha internacional, y le ha jurado combatirla a “muerte” hasta su liquidación; la derecha ésta, no es la más progresista, sino que es la más recalcitrante; alojada en todas partes del mundo, es la que sabe como mover todos los tentáculos que le otorga el poder financiero que la secunda, avala y respalda. Es la derecha que intervino y participó sigilosamente para derrotarlo en Perú apoyando al social demócrata Alan García; en México sosteniendo e imponiendo al conservador Felipe Calderón; en Colombia alentando a Alvaro Uribe, y más recientemente aupando al derechista Novoa en el Ecuador; evitando que el izquierdista Rafael Correa ganara en la primera vuelta; igualmente frenando un posible triunfo del Socialista Lula en Brasil también en la primera vuelta electoral, y muy probablemente, y con toda seguridad pujando para impedir el probable triunfo del sandinista-socialista Daniel Ortega en Nicaragua. Así como lo derrotaron contundentemente en la ONU impidiéndole que lograra un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad, máximo organismo internacional. La derecha mundial nunca juega en el tablero geopolítico mundial en broma, juega duro y a ganar siempre. Sus enemigos también son a “muerte”, aunque trate de disimularlo, la derecha más radical, recalcitrante y conservadora reabre sus fauces de nuevo y va con todo en la defensa de sus intereses mundiales, y aunque no lo parezca Hispanoamérica no le es indiferente sino que esencial.
A un nivel interno, local, doméstico y cotidiano, se enfrenta con enemigos naturales, al que él suele etiquetar como “enemigos históricos”, se trata de la “rancia Oligarquía nacional”, los denominados “amos del Valle”, conformada por los más acaudalados y exitosos empresarios privados de toda índole y rubro posible, asociados y agrupados entre otros a Fedecámaras, algunos muy liberales y progresistas, pero también otros muy radicales, existen bastantes muy democráticos ; instalados en el territorio nacional; pero también muchísimos inversionistas extranjeros que han arriesgado sus capitales en Venezuela y mantienen sus intereses en el país desde hace largos años; esta calificación manipuladora de “oligarquía vendida a los intereses trasnacionales” es muy maniquea, muy interesada, es una forma de chantaje del poder, dirigida para asfixiar el viejo modelo neoliberal, que tiene fallas es verdad, pero también había logrado desarrollar al país estructuralmente a pesar de tantos vicios que se instauraron desde la administración pública, alentados por esta “oligarquía empresarial”, el sistema económico de libre mercado que ha funcionado en el país en los casi 50 años de democracia, y que ahora se intenta sustituir por un nuevo modelo no consagrado en la Constitución (1999) que se anuncia como Socialista del siglo 21, pero con tinte colectivista, comunitario, asociativo, todo un arroz con mango, que no logra ser bien explicado por el líder, ni comprendido aún por los venezolanos. Está suerte de discriminación genérica y ataque inmisericorde que reciben los empresarios privados, ha sido muy nociva para el país porque lo ha arrojado a un inútil enfrentamiento entre ricos y pobres, que no resuelve el problema de fondo, ahuyentando la inversión extranjera y generando una perdida de confianza por el riesgo político que siempre entraña un clima de constante e interminable desasosiego colectivo, de intranquilidad, y de peligrosa y destructiva inestabilidad política, generando inseguridad jurídica pero principalmente de perdida económica porque se paralizan empresas y se destruye el aparato productivo nacional, que es el que crea riqueza y productividad, el que genera empleo, se impone entonces el miedo, la incertidumbre, espantando a todos a propios y a extraños, a adversarios y a partidarios, todos peleando por causa del líder por el líder y para el líder, unos defendiéndolo a muerte y otros desesperados por derrocarlo para protegerse de la perdida de sus dividendos e intereses, porque creen que es lo correcto, ¿y el Jefe donde está?-preguntan todos- No falta quien responda: Pues el jefe está “gozando su delirio megalómano de grandeza heroica” ¿toda una epopeya parece esto verdad?
Esta manipulación del jefe del estado para lograr sus fines de imponer su modelo ideológico revolucionario, está condimentada por un ingrediente político-histórico colonial, que suele manejar muy hábilmente el Presidente barinés, para asociarlos como traidores, pero deformando y desnaturalizando la historia, calificándolos como cómplices en el presente, de la traición al Libertador Bolívar (tamaña injusticia les atribuye) quien fuera proscrito por la clase alta criolla dominante en el año 1830 , los llamados “godos” quienes se apoderaron del poder político y económico desplazando a Simón Bolívar y expulsándolo de Venezuela, con el concurso del General José Antonio Páez, el gran caudillo de los llanos, héroe de Carabobo y las queseras del medio, allá en las sabanas venezolanas durante la guerra de independencia librada por el ejercito patriota a sangre y fuego contra el imperio español (1821). Lo máximo que se le toleraría al militar presidente influenciado por la nostalgia histórica, sería una justa reivindicación al Libertador criticando a los desagradecidos e ingratos “godos” de esa época distante, pero desenterrar la historia para agredir a inocentes, nos parece de los peores excesos que le hemos visto cometer garrafalmente al líder llanero. ¡Semejante barbaridad! pretender acusar de forma genérica y sin hacer distinción alguna, a todos los empresarios, la mayoría honestos, muchos de ellos ni siquiera conocen el pensamiento y la obra del grande genio de América Simón Bolívar, quien merece como nadie descansar en paz, y no ser mal usado por un dirigente político para desvirtuar la realidad, con esta entelequia, se pretende aplicar una sombra de culpa a todos quienes no abriguen sectariamente la ideología que usurpa el autoproclamado líder bolivariano, apropiándose indebidamente de una herencia que no es suya sino de todos los venezolanos. Todos quienes conocemos la gesta emancipadora libertaria del inmenso caraqueño excepcional que fue Simón Bolívar, el máximo venezolano de todos los tiempos, el gran republicano, constructor de constituciones, estamos claros que la gloria de Bolívar es de todos los Latinoamericanos, no del político que hoy gobierna Venezuela manipulando su legado, memoria y epopeya histórica, apropiándosela, deformándola innoblemente, desnaturalizándola, falseándola, para apuntalar a su partido nada convencional y a su proyecto político revolucionario de tiente autocrático. Para sostenerse en el poder a todo evento, obligando al resto de los conciudadanos a aceptar sin corta pisas su visión sesgada de la historia, a riesgo de quedar ante los demás como traidores al Libertador ¡Dios mío cuanta ignominia junta!
Buena parte de los empresarios venezolanos son descendientes de emigrantes europeos, italianos, españoles, canarios, portugueses, venidos después de la segunda guerra mundial (1945) cuando el país padecía una dictadura militar. El mismísimo Libertador Bolívar era un blanco criollo aristócrata de su época, heredero de una gran fortuna, un individuo muy instruido en Europa, hacendado dueño de las famosas minas de Aroa, y nació “enmantillado y en cuna de oro”, tuvo la mejor educación y sus maestros más notables fueron nada menos y nada más que Don Simón Rodríguez, Andrés Bello Y el Padre Andujar, lo cual dice de su privilegiada formación; y sus abuelos provenían de España, a la que luego tuvo que combatir y declararle la guerra, y a nadie sensato hoy se le puede ocurrir la peregrina idea de que los abuelos del Libertador Bolívar eran unos traidores vende patria vendidos al imperio del Rey Fernando Séptimo, y mucho menos se podría asegurar jamás que Don Simón Bolívar era de tendencia socialista eso es algo más que incorrecto, es mentira simplemente. No es verdad que Bolívar fuera un “revolucionario de corte socialista” en los términos ideológicos como hoy pretende exponerlo el presidente venezolano, él ciertamente hizo una revolución porque se alzó en armas contra el imperio español dominante, pero no para crear un sistema socialista marxista en América hispana; desde esa simple perspectiva, Bolívar hizo la guerra a España, para instaurar un sistema político inspirado en su formación académica, que no podía ser otra que de inspiración republicana, su influencia era de los enciclopedistas franceses y no del Marxismo comunista, sus ejecutorias así lo describen y prueban; tampoco es que era un demócrata consumado, ni que defendía el sistema democrático porque no tenía referencia inspiradora directa, como se conoce la democracia moderna en nuestra época, su verdadera inspiración tuvo que haber sido la revolución francesa, por su espíritu libertario, consagrado en la declaración de los derechos del hombre promulgada en esa circunstancia histórica, que probablemente debió impactarle positivamente, pero Bolívar sin duda, si era un republicano, tal vez hasta necesariamente autoritario obligado por las circunstancias, pero jamás un comunista, y mucho menos propiciador de un proyecto político hegemónico de dominación extranjera, afirmar, defender y decir eso sería ser totalmente deshonesto intelectualmente hablando y ser un deformador deliberado de la verdad histórica, estaría fuera de contexto y de la realidad, hacer lo que hace el hombre fuerte de Venezuela es una manipulación política y nada más, así debe entenderse, a menos que sea verdad que su salud mental se haya visto afectada realmente y sufra de algún tipo de patología o “delirio de grandeza ”, lo cual no creemos esté padeciendo, más allá de los naturales y lógicos ataques de sus enemigos que tratan de descalificarlo.
Pero tanta proferida ofensa supone incluir como candidatos a ser sus enemigos en potencia del jefe supremo, enemigos en estado latente y expectante, a los industriales empresarios de buena fe, de tendencia ideológica derechista o de centro izquierda, quienes ya se cansaron de cerrar empresas y perder dinero, que ven en riesgo sus intereses gracias a la confesión presidencial más recientemente lanzada por el líder radical, de pretender imponer un sistema socialista a partir de su eventual victoria electoral, (hay muchos oportunistas en el gobierno hoy).
También son algunos potenciales enemigos, muchos fabricantes de manufacturas; grandes y pequeños comerciantes; propietarios de las cadenas de franquicias de todos los rubros de alimentos; supermercados; centros comerciales; cines; restaurantes; agencias publicitarias; cadenas de hoteles; compañías anónimas de todo tipo; emisoras de televisión y de circuitos radiales; de editoriales; constructoras de obras civiles; agencias de automóviles, y hasta los centros sociales como los llamados club, porque hasta sus campos de golf se han visto amenazados por decretos de expropiación, más recientemente dictados por el Alcalde Mayor de Caracas, afecto al proceso revolucionario, que ha sido objetado en el Tribunal Supremo de Justicia como inconstitucional y confiscatorio de los derechos de propiedad consagrados en la Constitución Nacional de ese país; decreto que pareciera haber sido frenado por el líder temeroso de espantar los votos de sus enemigos jurados, pues el Tribunal Supremo de Justicia acaba de decidir un recurso de amparo constitucional que deja sin efecto el decreto de expropiación, sentenciando a favor de los propietarios de los campos de golf afectados. Sin embargo todo hace presagiar que se trata de diferirlo temporalmente, al menos mientras que el prócer revolucionario termina de coronar su jornada electoral victoriosa, para entonces reactivarlo y así vengarse de los propietarios de los ya desahuciados “campitos de golf de las oligarquías criollas”. Ni golf podrán jugar en Venezuela los “empresarios emprendedores” para el revolucionario socialista, ellos son “ricos despreciables” egoístas oligarcas, que odian al pueblo tanto como él los odia a ellos, “hedonistas aburguesados e indolentes” por voluntad del señor del petróleo y su Alcalde complaciente, al parecer se prohíbe ser rico en Venezuela, “ser rico es malo” ha dicho el gran jefe revolucionario, pero viaja en un avión espectacularmente lujoso, muy cómodo, que le costó sesenta millones de dólares al estado venezolano tan dado hoy día a ser derrochador; ¿tendrán los denominados “oligarcas” motivos, razones de peso, para aspirar derrotarlo, después que durante ocho años constantemente desde su programa aló presidente el jefe supremo les desafía con un petulante discurso donde les repite cual loro casero :“Oligarcas temblad” ?.
¿Será que tendrán temor, se encuentran temblando, o ya estarán rabiosamente decididos a derrotarlo en diciembre? Pero es que no es para menos, el Presidente se ha cansado de insultarlos, con toda clase de calificativos ofensivos, por eso también ha ganado más enemigos, no menos tenaces que los mencionados. Lo único que la aludida oligarquía ha respondido es devolverle la afrenta también insultándolo con cuanto calificativo a sacado de la chistera, a través de los medios de comunicación que aún controla (por ahora) por ejemplo, señalándolo como un enfermo mental que padece “Paranoia Esquizoide” (patología mental progresiva); diciéndole todo tipo de epítetos también muy insultantes veamos: lo acusan de ser “Megalómano, delirante, enajenado, charlatán, narciso, engreído, resentido social, acomplejado, socio pata, magnate saudita, malversador, jerarca caprichoso, petulante, arrogante, personalista, manirroto, despilfarrador, caudillesco, dictador, autocrático, totalitario, mentiroso, mitómano, cobarde, racista, pavoso, vende patria, comunista, golpista, traidor, fraudulento, tramposo” y paren de contar. En verdad cuesta creer que el Presidente revolucionario pese a su controversial personalidad y estilo confrontacional, posea todos esos calificativos y características (no nos agrada por considerarlo erróneo en política). De ser así, los venezolanos lo que necesitarían sería un psiquiatra o tal vez un exorcista; pero sus “enemigos” necesitan y deberían centrarse en la realidad, porque parecieran también estar afectados mental y anímicamente, porque hay que estar muy disociado para no comprender que debe centrarse la política en el debate constructivo, combatiendo al adversario con programas alternativos al que se enfrentan o adversan, proponiendo ideas, proyectos, propuestas, ofertas; creando soluciones mediante el ejercicio de la verdadera lucha política que se realiza es en la calle con la gente, y no únicamente desde los medios de comunicación. Debe combatirse al adversario político criticándole lo malo es verdad, pero es con la participación y con la construcción de un proyecto de país alternativo y opcional, que se oponga a la tesis sectaria y excluyente del Presidente socialista revolucionario bolivariano. Derrotarlo con votos, no con golpes de estado, o conspiraciones dirigidas y ejecutadas por “militares chapuceros y dirigentes fascistas”, que son peores que los que gobiernan, y que degeneran en la perdida de la esperanza de todo un pueblo, ¡por Dios! deben reaccionar con nobleza, inteligencia y sabiduría, se los pide como un clamor Hispanoamérica entera. Hay que luchar por la paz, la hermandad, la solidaridad, “la verdadera misión” que debería también privilegiar el gobierno del señor que comete tantos errores frente a sus adversarios -que no enemigos- en Venezuela, es evitar una confrontación fraticida, una lucha sangrienta y a muerte por vencer a sus propios conciudadanos, que ahora no parecen serlo, son tildados por el líder del proceso de “escuálidos, lacayos del imperio, cipayos, golpistas, traidores”, esto será dando y dando. ¡Palo a palo no es gavilla! El problema es precisamente ese, que cuando el asunto se plantea de un solo color, el que prevalece al final para dirimir los conflictos político-sociales siempre comienza vestido de verde oliva color militar, pero terminan después todos teñidos de rojo sangre.
Pero es que hay más enemigos “gratuitos”, he aquí otro muy peligroso, y a veces decisivo en la contienda política: Los militares que no le son incondicionales, los disidentes de su proyecto político y que trabajan secretamente como celosos garantes de la Constitución y las leyes, y aguardan sigilosamente su derrota para cobrarle tanta “afrenta, y desfachatez proferida contra la patria y sus conciudadanos”, y así cobrarle haber “manchado el orgullo de la fuerza armada nacional”, gracias a esa incomprensible e imperdonable alianza con el dictador cubano Fidel Castro, quien intentó en el pasado invadir Venezuela militarmente en los años sesenta, ejecutando sus planes de expandir su revolución comunista, causando muertes de compañeros de armas que están alojadas en sus memorias, como cicatrices indelebles en el alma de estos oficiales dignos e institucionales, que han sido obligados por las circunstancias, y han debido ser testigos de cómo sin escrúpulo, sin medida, sin rendir cuentas a la nación, el inmenso caudal de recursos petroleros son sacados y “regalados” fuera de su país para promocionar al totalitarista caribeño, y para desplegar todo una logística ideológica de sustentación, al proyecto político de corte socialista castro-comunista hegemónico, que se han propuesto desarrollar en todo el continente y el mundo, de ser necesario pasando por encima de los principios democráticos, y del mismo pueblo libertario de Simón Bolívar, que ya los conoce bien, los presiente y los sospecha caídos, de allí que los espera en la “bajadita para cobrarles tanto atropello”.
Pero sigue el gendarme militarista sumándose adversarios terribles: La Clase media, conformada tradicionalmente por profesionales y técnicos de toda índole, productores del campo, ganaderos, campesinos y pequeños comerciantes, golpeados duramente todos sin excepción, por la carencia de empleo, la inflación, la inseguridad, la disminución de su poder adquisitivo y su nivel de vida, pese a los altos precios del petróleo y el descomunal ingreso en las “buchonas” arcas del estado manirroto, derrochador y corrupto, que les niega posibilidades de ascenso social, quienes conforman prestigiosos gremios profesionales, asociaciones y sindicatos, y a quienes el país les debe tanto. Médicos, Odontólogos, Bioanalistas, Comunicadores Sociales , Periodistas, Locutores, Ingenieros, Arquitectos, Economistas, Administradores, Contadores, Profesores Universitarios, Maestros, Farmacéuticos, Abogados (“entre Abogados te veas”), Sociólogos, Psicólogos, Psiquiatras, Sexólogos Corredores de Bolsa y de Seguros, Intelectuales, Poetas, Historiadores; Artistas, Actores, Humoristas, Comediantes, Fotógrafos, Camarógrafos, Cantantes, Cineastas, Cirqueros, Editores, Pintores, Escultores, Escritores, Técnicos, Trabajadores afiliados a toda clase de Sindicatos como la CTV.
Pero hay más enemigos potenciales que no votarían por “el señor del oro negro”, también entran en esta ya larga lista de enemigos, los partidos políticos tradicionales y nuevos que lo adversan legítimamente y que no se rinden jamás; los presos y perseguido políticos que existen a pesar de que el régimen lo niega; los buhoneros atropellados y hostigados sistemáticamente en las calles; los taxistas y transportistas que protestan porque los matan a cada rato y no hay respuesta a sus demandas de seguridad; los indígenas desasistidos, los ancianos olvidados, los miles de damnificados de tantas catástrofes naturales que han ocurrido, y que no encuentran la ayuda oportuna de un régimen que luce distraído en el exterior, paseando la petro chequera, negociando votos por todo el mundo para aspirar a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad en periplos por Europa, Asia, Africa, y hasta por Usa, saliendo derrotado catastróficamente; comprando tres mil quinientos millones de dólares en bonos argentinos devaluados; donando casas en Cuba, puentes en Uruguay, y haciendo donaciones millonarias a Bolivia, instalando bases militares en su frontera, y haciéndole donaciones injustificables a toda una pléyade de “países amigos”, por cifras descomunales, mientras allá en Venezuela, hay hambre, miseria, niños abandonados, inseguridad, presos hacinados matándose en las cárceles, noventa mil muertos víctimas de la violencia del hampa y la inseguridad; desempleo; inflación, ¡caramba! Allá en Venezuela se caen viaductos, puentes y carreteras por falta de mantenimiento, se colapsan los hospitales y se deterioran todos los servicios públicos injustificadamente, porque se han tenido disponibles y han entrado a las arcas del fisco venezolano más de cuatrocientos mil millones de dólares (400.000.000.000,oo $) en los últimos ocho años, y el líder del proceso revolucionario pareciera haber dispuesto de ellos y no haber podido resolver los problemas.
Por eso pensamos que su peor enemigo es él mismo, su propio gobierno que ha demostrado su incapacidad para resolver los problemas de sus conciudadanos que lo eligieron; por eso nos luce en picada, en caída libre hacia un profundo despeñadero, conducido por sus propios errores y omisiones. Pero lo que más ofende a sus ya jurados adversarios y al país venezolano, a quienes el Jefe revolucionario estigmatiza como “enemigos de la patria”, es su grosera y descarada actitud de constante ventajismo, al pretender violar las reglas electorales viciando el proceso electoral, y tratando de inclinar la balanza del respaldo electoral ilegítimamente a su favor, empleando los cuantiosos recursos del estado indiscriminadamente para su campaña reeleccionista, mientras sistemáticamente impide a sus oponentes el ejercicio libre y democrático de sus legítimos derechos.
El candidato presidente pareciera estar enfrentándose a un gravísimo dilema en su ya dilatada vida política: Si se cuenta legítimamente pudiera perder las elecciones y verse obligado a rendirle cuentas de su gestión administrativa a la nación, cuestionada como “malversadora”; y si auspicia, promueve y ejecuta un fraude pudiera estar tentando “al diablo” que lo tiene en la mira por si hace trampa.
Por su parte, la oposición tiene ahora la gran oportunidad si logra unirse y desplegarse efectivamente, de derrotarlo electoralmente, en el terreno en donde él se ufana de ser popular; su gran problema está en conseguir organizarse eficazmente, articularse coherentemente, en torno a un programa democrático y al liderazgo de su nuevo líder, presentarle y explicarle al país suficientemente un proyecto político alternativo creíble, que entusiasme y convenza a los venezolanos; evitar que se suceda la abstención, prevenir e impedir que el fraude sea viable y se produzca, y lograr que el enorme elefante que es el pueblo venezolano, que pareciera amarrado a un endeble poste que lo inmoviliza desde hace tiempo, convencerle de que si se lo propone, puede y debe romper la frágil y delgada cadena que aún lo mantiene artificialmente atado a sus viejos temores, sin sospechar si quiera que tiene la fuerza indispensable para hacerlo, porque el líder pareciera haber entrado en una situación de declive político indetenible (gane o pierda), y por la ausencia de respaldo suficiente en la población de su país, por haber sumado tantos “enemigos gratuitos ” sin necesidad, por lo que ahora comienza a caer en picada, por sus errores, y su incapacidad manifiesta de sumar voluntades y si muchos “adversarios” sus propios conciudadanos que ahora parecieran desearlo fuera del poder que un día le confiaron ilusionados en las esperanzas que les sembró, ahora difusas, ya difuminadas, comienzan a ser percibidas por las grandes mayorías entristecidas, desalentadas por sus ilusiones rotas, como promesas incumplidas, están sufriendo algo más parecido a un desengaño amoroso, ante las mentiras reiteradas de un amante embaucador, el pueblo soberano que incondicional y ciega adhesión profería su líder salvador, a su “libertario gendarme insustituible”, ya no pareciera ser incondicional y le ha quitado el estandarte de su adhesión. Ahora da la impresión, que lo que quieren la mayor parte de los venezolanos, que se sienten sus “enemigos gratuitos” gracias a él mismo que los etiquetó, es sacarlo a empujones del poder. Lo peor que le puede ocurrir a un dirigente político es la perdida de su credibilidad y esto es lo que le está ocurriendo al jefe revolucionario, en verdad el presidente venezolano se enfrenta a la posibilidad de ser derrotado por sus “enemigos gratuitos”.
Más allá de estar o no identificados con su ideología política, en verdad cuesta creer que su particular estilo no le cause un gran efecto de desgaste en su imagen política, y que eso no tenga consecuencias e impacto directo en su base de apoyo popular, por lo que todo hace presagiar una merma en su caudal de votos para el próximo diciembre, cuando se someterá a una prueba de fuego dificilísima, el escrutinio de la voluntad popular. El candidato Presidente, no sé si por errores o deliberada estrategia, ha acumulado muchos poderosos adversarios que le han jurado su encono eterno, y que no descansan en su esfuerzo de combatirlo, tienen ahora la gloriosa oportunidad de hacerlo. Sin embargo, es importante acotar, que en la ciencia política los más aventajados líderes que ha producido la humanidad, han formulado para el estudio de la ciencia política, algunos axiomas orientadores para sus sucesores, uno de ellos sostiene la tesis de que la política es el arte de ganar aliados y neutralizar adversarios, por eso se sostiene la idea, de que la política es el arte de saber lograr consensos. Visto desde esta perspectiva, el accionar cotidiano del actual presidente caribeño no parecería estar orientada por esta máxima, sino que muy por el contrario por otra que sostiene : “dividir para reinar” es decir, dividir al adversario para debilitarlo y vencerlo; da la impresión de que el Presidente venezolano prefiriera el enfrentamiento a todo evento que el consenso; que se inclina por el desacuerdo y no por el acuerdo; en realidad esta pareciera ser la orientación que sigue a pie juntillas el carismático personaje al desarrollar sus ejecutorias políticas. Su estilo es frontal, para él no existen medias tintas, negociar, entenderse, acordar, dialogar o consensuar con sus disímiles es mostrar debilidad, es vender la consciencia y traicionar al pueblo que asegura representar y “defender hasta la muerte”, todo un discurso que excluye la posibilidad de lograr convivir entre visiones plurales, ente oponentes democráticos, desde esa minúscula y primitiva óptica la única verdad posible es la suya las otras sobran, es más, no deben existir, y hay que liquidarlas a como de lugar “patria o muerte” cuatro gritos y tumbamos esto, las bayonetas, los batallones, el retumbar y tableteo de las ametralladoras ¡por favor!
Estamos en un mundo moderno, globalizado, interconectado, tecnológico en donde se impone la discusión, el debate, la diplomacia, la política de alto nivel, no esta cosa extraña, una suerte de socialismo disfrazado de colectivismos y matices de seudo comunismo trasnochado cargado de odio y resentimiento social. El mundo no necesita justicieros libertarios demagogos, sino que requiere sin importar su signo ideológico líderes humanistas, no importa que sean de derecha o de izquierda, el mundo necesita gobernantes sabios, místicos, instruidos, calificados, eficientes, de pensamiento de avanzada, que sen solidarios; con mentes abiertas dispuestas a la búsqueda de grandes soluciones para graves problemas, no es regresando a modelos fracasados y obsoletos que Hispanoamérica saldrá del subdesarrollo, no es cercenando los derechos y las libertades ciudadanas como deben enfrentarse las crisis de valores, sino que es con mayor y mejor democracia, no con totalitarismo; no es con socialismo trasnochado como se crea bienestar, riqueza, productividad, empleo, trabajo, salubridad y educación para los pueblos oprimidos por los viejos modelos y errores del pasado.
No se deben para catalogar y definir y juzgar a los seres humanos, dividirlos entre blancos o negros, amarillos o rojos, azules o verdes, pobres o ricos, escuálidos o patriotas, bonitos o feos, flaquitos o gordos, grandes o chicos, lacayos o leales al proceso, nosotros creemos que los seres humanos debemos es clasificarnos y dividirnos entre hombres buenos y hombres malos, ¡más nada! Y punto (Dios existe, el mal y el bien existen), Para nosotros es malo el asesino, el criminal, el ladrón, el genocida, desde esa visión de justicia tan elemental pero profunda a la vez, para nosotros es tan asesino el “mister gringo” que gobierna allá en el norte, como “el señor de los anillos barbado” que esclaviza a sus pueblo desde hace 50 años en el caribe, a aquella hermosa Isla del “azúcar” de Celia, la rumba y el guaguancó de Tito , aunque no tengamos sino las pruebas vistas a la luz de la historia, por sus inocultables asesinatos (para ser homicida simplemente hay que matar a un ser humano), a nosotros no nos importa en nombre de que o de quien lo haga con ideales o sin ellos, si matas eres asesino, así de simple, eres o no eres asesino, quien mate de a miles es genocida y ya; más nada diremos sobre esto, pero en Venezuela se pretende etiquetar a todos los de la oposición democrática como golpista, lacayos del imperialismo, vendidos, vende patria, traidores a la patria, solo por no serle afectos al señor que gobierna, y esto es inaceptable para quienes somos democráticos y amamos la libertad, y defendemos los derechos sagrados de los seres humanos en general, aunque hay que aclarar que de lado y lado de todo hay.
Más allá de lo expresado, pensamos que el liderazgo de corte populista y mesiánico que representa el caudillo venezolano, como fenómeno social casi siempre sucumbe ante el deterioro de la imagen del mortal que lo encarna; es un hecho reconocido a pesar de los axiomas políticos, que en política no se deben acumular “enemigos gratuitos”, es decir innecesariamente, y esto es lo que nos parece que el Presidente venezolano equivocadamente está haciendo desde hace muchísimo tiempo; hay que recordar que en la política no hay amigos y enemigos, sino aliados o adversarios, el mundo no se debe ver en blanco y negro siempre, debe haber una visión mucho más amplia y universal de la política, para comprender que se requiere el dialogo y la búsqueda de indispensables consensos, que promuevan las soluciones a las crisis de toda índole y los problemas universales. De allí que al dirigente venezolano le ha faltado comprender eso, y por eso creemos que en algún momento quienes él equivocadamente ha etiquetado como enemigos, algún día le van a pasar la factura irremediablemente, para hacerle pagar caro sus errores derrotándolo. Creemos que en política los errores se pagan caros, que no se pueden cometer impunemente, y tal como lo observamos desprendidos de apasionamientos, estamos frente a un político que comete muchos errores innecesarios e injustificables, sin que pareciera tener capacidad de rectificación. De allí que está perdiendo credibilidad frente a sus compatriotas aceleradamente; el vínculo afectivo que lo unía a los sectores populares se resintió, se está desquebrajando, ha sufrido una honda y profunda grieta en la línea de flotación del barco de su popularidad , que había sido alimentada por la propaganda descomunal que pareciera financiar con los ilimitados recursos que maneja sin aparente control, y que lo mantenía estable; y últimamente se auto infringió un duro golpe en la ONU, se hizo estallar en su propia borda un torpedo muy dañino para su futuro político, y está cayendo en picada, en caída libre cuesta abajo y sin paracaídas, por un profundo barranco de desamor, presa ya del desencanto, la decepción de sus propios parciales y partidarios, que lo han hecho lucir como vulnerable, derrotable , aunque ahora maniobre desesperado tratando en vano de hacerlo aparecer como una “victoria moral”; ¡no señor! en política eso no existe y en la guerra tampoco, los ganadores son quienes cobran, a los perdedores ya ni honores les dan, sólo reciben reproches y culpas.
Por otra parte, en política no se puede obviar la fuerza, el tamaño y los recursos de que disponen los oponentes, de allí que puede resultar suicida y mortal sumarlos en cambote contra uno mismo, subestimándolos, como lo ha hecho el caudillo llanero. Tal y como lo vemos desde aquí, algo distantes del hermoso país del “alma llanera”, los “enemigos gratuitos” externos e internos, del señor Presidente bolivariano ya engrosan una nutrida lista de adversarios nada despreciables, por nombrar algunos , según su propia confesión secuencial, estos en orden aleatorio son :
“El imperio Norteamericano”, comandado por el mister “presidente gringo” en persona, respaldado por el ejercito más poderoso de la tierra, en virtud de su fuerza, tecnología y armamentos sofisticados de que disponen, bombas nucleares y todos sus “corotos y juguetes espaciales” , asesorado por la denominada CIA, su emblemático departamento de Estado, los más temibles, acuciosos y notables halcones del pentágono, el comando sur incluido, y el visto bueno de los banqueros, industriales y verdaderos dueños del capital financiero mundial que se alojan en “gringolandía” sin pudor alguno, y todo el poder económico más influyente del mundo, disponible para financiarlo, ¡na` guará! Como dirían en la tierra del Estado Lara.
La Iglesia Católica, ¡hay la Iglesia!, “con la Iglesia hemos topado Sancho”. Conocidísimos son ya los episodios de desplante proferidos por el caudillo contra altos prelados católicos (con o sin razón), transfigurado en una especie de “exorcista del siglo 21” , sugiriéndoles que se “saquen el diablo del cuerpo ” y acusándolos de llevarlo dentro de la sotana, tildándoles de conspiradores y golpistas. Enemigo histórico ese, tan poderoso e influyente como aquel, pero siempre muy presente en cuanto convite exista en el planeta.¡Ave María Purísima! Como solía decir mi abuela materna cada vez que se le venía encima un aguacero, pero de esos que se presentan sin avisar, precedidos de rayos, centellas y truenos. ¡Hay San Pablo Bendito!, suplicaba clamando protección divina, la hermosa viejita, al ver el resplandor de los relámpagos iluminando el frontispicio y las paredes de su casa. ”¡Virgen Santísima, Sagrado Corazón de Jesús, líbranos del agua mansa que de la Brava me libro yo!” sentenciaba la venerable anciana cuando arreciaba la lluvia y resonaban los truenos en todo el ambiente doméstico, haciendo vibrar los vidrios de las ventanas, hasta que pasado cierto tiempo, por fin cesaba la lluvia, para luego mediando un suspiro decirnos mirándonos a los ojos piadosa: “¡Gracias a Dios mi Señor Jesús llueve y escampa!” Con semejantes matronas devotas, creyentes, y fervorosas como esas, que ha habido cientos de miles allá en Venezuela; como no va a ser adversario la Iglesia Católica; tan enraizado hasta los tuétanos en la psiquis de los mortales, para quienes fuimos desde niños influenciados por una abuelita rezandera, es imposible no sentir respeto, natural y tácita adhesión por los símbolos religiosos, de nuestra religión, y por las creencias de un pueblo; de allí que al líder que emblematiza a “florentino” se la pasa citando al diablo en la casa del cristiano, no faltarán algunos que cada vez que el presidente habla en publico se persigne varias veces, y se coloque algún escapulario de la Virgen del Carmen rodeándole el cuello, solo por presentir que ya vienen más “demonios, sapos y culebras” que saldrán de la boca presidencial, a enrarecer el clima de paz interna y espiritual indispensable para sentir sosiego y paz interior, el del sagrado ambiente familiar que proporciona el hogar, pero que el sacrílego presidente de nuevo viene a perturbar gratuitamente; él por obra y gracia de una transmisión en cadena de radio y televisión se convierte en su enemigo “gratuito”, más de una matrona lo tratará a partir de allí como un enemigo de sus creencias religiosas, de sus santos, de sus vírgenes, y hasta de sus crucifijos. Definitivamente es imposible pensar, que después de tantos ataques injustificados a la alta jerarquía de la Iglesia Católica en un país de tradición católica, profundamente enraizada en sus costumbres y hábitos del pueblo venezolano, este no recienta la relación indirecta que todo ciudadano tiene con su presidente, esas expresiones insultantes contra la Iglesia Católica podría que las asuman como propias; deben andar por allí muchos rezando sus penitencias.
El Poder Judío Israelí Mundial, o lo que es lo mismo los hebreos, ¿alguien puede dudarlo? luego de los reiterados ataques del jefe revolucionario bolivariano interviniendo e inmiscuyéndose, inconvenientemente en los asuntos internos concernientes al Estado de Israel, durante los sucesos más recientes, por motivo del conflicto árabe – israelí, que es muy complejo, delicado, y que posee graves implicaciones, incluso a veces incomprensibles para expertos diplomáticos, y del cual es preferible no opinar aquí para no afectar susceptibilidades; ¿alguien en el mundo ha salido bien librado de un conflicto con ellos y entre ellos?. En verdad son adversarios indoblegables, y su historia los avala como combatientes tenaces. ¡Caramba!
El dirigente venezolano se enfrenta igualmente con la Derecha internacional, y le ha jurado combatirla a “muerte” hasta su liquidación; la derecha ésta, no es la más progresista, sino que es la más recalcitrante; alojada en todas partes del mundo, es la que sabe como mover todos los tentáculos que le otorga el poder financiero que la secunda, avala y respalda. Es la derecha que intervino y participó sigilosamente para derrotarlo en Perú apoyando al social demócrata Alan García; en México sosteniendo e imponiendo al conservador Felipe Calderón; en Colombia alentando a Alvaro Uribe, y más recientemente aupando al derechista Novoa en el Ecuador; evitando que el izquierdista Rafael Correa ganara en la primera vuelta; igualmente frenando un posible triunfo del Socialista Lula en Brasil también en la primera vuelta electoral, y muy probablemente, y con toda seguridad pujando para impedir el probable triunfo del sandinista-socialista Daniel Ortega en Nicaragua. Así como lo derrotaron contundentemente en la ONU impidiéndole que lograra un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad, máximo organismo internacional. La derecha mundial nunca juega en el tablero geopolítico mundial en broma, juega duro y a ganar siempre. Sus enemigos también son a “muerte”, aunque trate de disimularlo, la derecha más radical, recalcitrante y conservadora reabre sus fauces de nuevo y va con todo en la defensa de sus intereses mundiales, y aunque no lo parezca Hispanoamérica no le es indiferente sino que esencial.
A un nivel interno, local, doméstico y cotidiano, se enfrenta con enemigos naturales, al que él suele etiquetar como “enemigos históricos”, se trata de la “rancia Oligarquía nacional”, los denominados “amos del Valle”, conformada por los más acaudalados y exitosos empresarios privados de toda índole y rubro posible, asociados y agrupados entre otros a Fedecámaras, algunos muy liberales y progresistas, pero también otros muy radicales, existen bastantes muy democráticos ; instalados en el territorio nacional; pero también muchísimos inversionistas extranjeros que han arriesgado sus capitales en Venezuela y mantienen sus intereses en el país desde hace largos años; esta calificación manipuladora de “oligarquía vendida a los intereses trasnacionales” es muy maniquea, muy interesada, es una forma de chantaje del poder, dirigida para asfixiar el viejo modelo neoliberal, que tiene fallas es verdad, pero también había logrado desarrollar al país estructuralmente a pesar de tantos vicios que se instauraron desde la administración pública, alentados por esta “oligarquía empresarial”, el sistema económico de libre mercado que ha funcionado en el país en los casi 50 años de democracia, y que ahora se intenta sustituir por un nuevo modelo no consagrado en la Constitución (1999) que se anuncia como Socialista del siglo 21, pero con tinte colectivista, comunitario, asociativo, todo un arroz con mango, que no logra ser bien explicado por el líder, ni comprendido aún por los venezolanos. Está suerte de discriminación genérica y ataque inmisericorde que reciben los empresarios privados, ha sido muy nociva para el país porque lo ha arrojado a un inútil enfrentamiento entre ricos y pobres, que no resuelve el problema de fondo, ahuyentando la inversión extranjera y generando una perdida de confianza por el riesgo político que siempre entraña un clima de constante e interminable desasosiego colectivo, de intranquilidad, y de peligrosa y destructiva inestabilidad política, generando inseguridad jurídica pero principalmente de perdida económica porque se paralizan empresas y se destruye el aparato productivo nacional, que es el que crea riqueza y productividad, el que genera empleo, se impone entonces el miedo, la incertidumbre, espantando a todos a propios y a extraños, a adversarios y a partidarios, todos peleando por causa del líder por el líder y para el líder, unos defendiéndolo a muerte y otros desesperados por derrocarlo para protegerse de la perdida de sus dividendos e intereses, porque creen que es lo correcto, ¿y el Jefe donde está?-preguntan todos- No falta quien responda: Pues el jefe está “gozando su delirio megalómano de grandeza heroica” ¿toda una epopeya parece esto verdad?
Esta manipulación del jefe del estado para lograr sus fines de imponer su modelo ideológico revolucionario, está condimentada por un ingrediente político-histórico colonial, que suele manejar muy hábilmente el Presidente barinés, para asociarlos como traidores, pero deformando y desnaturalizando la historia, calificándolos como cómplices en el presente, de la traición al Libertador Bolívar (tamaña injusticia les atribuye) quien fuera proscrito por la clase alta criolla dominante en el año 1830 , los llamados “godos” quienes se apoderaron del poder político y económico desplazando a Simón Bolívar y expulsándolo de Venezuela, con el concurso del General José Antonio Páez, el gran caudillo de los llanos, héroe de Carabobo y las queseras del medio, allá en las sabanas venezolanas durante la guerra de independencia librada por el ejercito patriota a sangre y fuego contra el imperio español (1821). Lo máximo que se le toleraría al militar presidente influenciado por la nostalgia histórica, sería una justa reivindicación al Libertador criticando a los desagradecidos e ingratos “godos” de esa época distante, pero desenterrar la historia para agredir a inocentes, nos parece de los peores excesos que le hemos visto cometer garrafalmente al líder llanero. ¡Semejante barbaridad! pretender acusar de forma genérica y sin hacer distinción alguna, a todos los empresarios, la mayoría honestos, muchos de ellos ni siquiera conocen el pensamiento y la obra del grande genio de América Simón Bolívar, quien merece como nadie descansar en paz, y no ser mal usado por un dirigente político para desvirtuar la realidad, con esta entelequia, se pretende aplicar una sombra de culpa a todos quienes no abriguen sectariamente la ideología que usurpa el autoproclamado líder bolivariano, apropiándose indebidamente de una herencia que no es suya sino de todos los venezolanos. Todos quienes conocemos la gesta emancipadora libertaria del inmenso caraqueño excepcional que fue Simón Bolívar, el máximo venezolano de todos los tiempos, el gran republicano, constructor de constituciones, estamos claros que la gloria de Bolívar es de todos los Latinoamericanos, no del político que hoy gobierna Venezuela manipulando su legado, memoria y epopeya histórica, apropiándosela, deformándola innoblemente, desnaturalizándola, falseándola, para apuntalar a su partido nada convencional y a su proyecto político revolucionario de tiente autocrático. Para sostenerse en el poder a todo evento, obligando al resto de los conciudadanos a aceptar sin corta pisas su visión sesgada de la historia, a riesgo de quedar ante los demás como traidores al Libertador ¡Dios mío cuanta ignominia junta!
Buena parte de los empresarios venezolanos son descendientes de emigrantes europeos, italianos, españoles, canarios, portugueses, venidos después de la segunda guerra mundial (1945) cuando el país padecía una dictadura militar. El mismísimo Libertador Bolívar era un blanco criollo aristócrata de su época, heredero de una gran fortuna, un individuo muy instruido en Europa, hacendado dueño de las famosas minas de Aroa, y nació “enmantillado y en cuna de oro”, tuvo la mejor educación y sus maestros más notables fueron nada menos y nada más que Don Simón Rodríguez, Andrés Bello Y el Padre Andujar, lo cual dice de su privilegiada formación; y sus abuelos provenían de España, a la que luego tuvo que combatir y declararle la guerra, y a nadie sensato hoy se le puede ocurrir la peregrina idea de que los abuelos del Libertador Bolívar eran unos traidores vende patria vendidos al imperio del Rey Fernando Séptimo, y mucho menos se podría asegurar jamás que Don Simón Bolívar era de tendencia socialista eso es algo más que incorrecto, es mentira simplemente. No es verdad que Bolívar fuera un “revolucionario de corte socialista” en los términos ideológicos como hoy pretende exponerlo el presidente venezolano, él ciertamente hizo una revolución porque se alzó en armas contra el imperio español dominante, pero no para crear un sistema socialista marxista en América hispana; desde esa simple perspectiva, Bolívar hizo la guerra a España, para instaurar un sistema político inspirado en su formación académica, que no podía ser otra que de inspiración republicana, su influencia era de los enciclopedistas franceses y no del Marxismo comunista, sus ejecutorias así lo describen y prueban; tampoco es que era un demócrata consumado, ni que defendía el sistema democrático porque no tenía referencia inspiradora directa, como se conoce la democracia moderna en nuestra época, su verdadera inspiración tuvo que haber sido la revolución francesa, por su espíritu libertario, consagrado en la declaración de los derechos del hombre promulgada en esa circunstancia histórica, que probablemente debió impactarle positivamente, pero Bolívar sin duda, si era un republicano, tal vez hasta necesariamente autoritario obligado por las circunstancias, pero jamás un comunista, y mucho menos propiciador de un proyecto político hegemónico de dominación extranjera, afirmar, defender y decir eso sería ser totalmente deshonesto intelectualmente hablando y ser un deformador deliberado de la verdad histórica, estaría fuera de contexto y de la realidad, hacer lo que hace el hombre fuerte de Venezuela es una manipulación política y nada más, así debe entenderse, a menos que sea verdad que su salud mental se haya visto afectada realmente y sufra de algún tipo de patología o “delirio de grandeza ”, lo cual no creemos esté padeciendo, más allá de los naturales y lógicos ataques de sus enemigos que tratan de descalificarlo.
Pero tanta proferida ofensa supone incluir como candidatos a ser sus enemigos en potencia del jefe supremo, enemigos en estado latente y expectante, a los industriales empresarios de buena fe, de tendencia ideológica derechista o de centro izquierda, quienes ya se cansaron de cerrar empresas y perder dinero, que ven en riesgo sus intereses gracias a la confesión presidencial más recientemente lanzada por el líder radical, de pretender imponer un sistema socialista a partir de su eventual victoria electoral, (hay muchos oportunistas en el gobierno hoy).
También son algunos potenciales enemigos, muchos fabricantes de manufacturas; grandes y pequeños comerciantes; propietarios de las cadenas de franquicias de todos los rubros de alimentos; supermercados; centros comerciales; cines; restaurantes; agencias publicitarias; cadenas de hoteles; compañías anónimas de todo tipo; emisoras de televisión y de circuitos radiales; de editoriales; constructoras de obras civiles; agencias de automóviles, y hasta los centros sociales como los llamados club, porque hasta sus campos de golf se han visto amenazados por decretos de expropiación, más recientemente dictados por el Alcalde Mayor de Caracas, afecto al proceso revolucionario, que ha sido objetado en el Tribunal Supremo de Justicia como inconstitucional y confiscatorio de los derechos de propiedad consagrados en la Constitución Nacional de ese país; decreto que pareciera haber sido frenado por el líder temeroso de espantar los votos de sus enemigos jurados, pues el Tribunal Supremo de Justicia acaba de decidir un recurso de amparo constitucional que deja sin efecto el decreto de expropiación, sentenciando a favor de los propietarios de los campos de golf afectados. Sin embargo todo hace presagiar que se trata de diferirlo temporalmente, al menos mientras que el prócer revolucionario termina de coronar su jornada electoral victoriosa, para entonces reactivarlo y así vengarse de los propietarios de los ya desahuciados “campitos de golf de las oligarquías criollas”. Ni golf podrán jugar en Venezuela los “empresarios emprendedores” para el revolucionario socialista, ellos son “ricos despreciables” egoístas oligarcas, que odian al pueblo tanto como él los odia a ellos, “hedonistas aburguesados e indolentes” por voluntad del señor del petróleo y su Alcalde complaciente, al parecer se prohíbe ser rico en Venezuela, “ser rico es malo” ha dicho el gran jefe revolucionario, pero viaja en un avión espectacularmente lujoso, muy cómodo, que le costó sesenta millones de dólares al estado venezolano tan dado hoy día a ser derrochador; ¿tendrán los denominados “oligarcas” motivos, razones de peso, para aspirar derrotarlo, después que durante ocho años constantemente desde su programa aló presidente el jefe supremo les desafía con un petulante discurso donde les repite cual loro casero :“Oligarcas temblad” ?.
¿Será que tendrán temor, se encuentran temblando, o ya estarán rabiosamente decididos a derrotarlo en diciembre? Pero es que no es para menos, el Presidente se ha cansado de insultarlos, con toda clase de calificativos ofensivos, por eso también ha ganado más enemigos, no menos tenaces que los mencionados. Lo único que la aludida oligarquía ha respondido es devolverle la afrenta también insultándolo con cuanto calificativo a sacado de la chistera, a través de los medios de comunicación que aún controla (por ahora) por ejemplo, señalándolo como un enfermo mental que padece “Paranoia Esquizoide” (patología mental progresiva); diciéndole todo tipo de epítetos también muy insultantes veamos: lo acusan de ser “Megalómano, delirante, enajenado, charlatán, narciso, engreído, resentido social, acomplejado, socio pata, magnate saudita, malversador, jerarca caprichoso, petulante, arrogante, personalista, manirroto, despilfarrador, caudillesco, dictador, autocrático, totalitario, mentiroso, mitómano, cobarde, racista, pavoso, vende patria, comunista, golpista, traidor, fraudulento, tramposo” y paren de contar. En verdad cuesta creer que el Presidente revolucionario pese a su controversial personalidad y estilo confrontacional, posea todos esos calificativos y características (no nos agrada por considerarlo erróneo en política). De ser así, los venezolanos lo que necesitarían sería un psiquiatra o tal vez un exorcista; pero sus “enemigos” necesitan y deberían centrarse en la realidad, porque parecieran también estar afectados mental y anímicamente, porque hay que estar muy disociado para no comprender que debe centrarse la política en el debate constructivo, combatiendo al adversario con programas alternativos al que se enfrentan o adversan, proponiendo ideas, proyectos, propuestas, ofertas; creando soluciones mediante el ejercicio de la verdadera lucha política que se realiza es en la calle con la gente, y no únicamente desde los medios de comunicación. Debe combatirse al adversario político criticándole lo malo es verdad, pero es con la participación y con la construcción de un proyecto de país alternativo y opcional, que se oponga a la tesis sectaria y excluyente del Presidente socialista revolucionario bolivariano. Derrotarlo con votos, no con golpes de estado, o conspiraciones dirigidas y ejecutadas por “militares chapuceros y dirigentes fascistas”, que son peores que los que gobiernan, y que degeneran en la perdida de la esperanza de todo un pueblo, ¡por Dios! deben reaccionar con nobleza, inteligencia y sabiduría, se los pide como un clamor Hispanoamérica entera. Hay que luchar por la paz, la hermandad, la solidaridad, “la verdadera misión” que debería también privilegiar el gobierno del señor que comete tantos errores frente a sus adversarios -que no enemigos- en Venezuela, es evitar una confrontación fraticida, una lucha sangrienta y a muerte por vencer a sus propios conciudadanos, que ahora no parecen serlo, son tildados por el líder del proceso de “escuálidos, lacayos del imperio, cipayos, golpistas, traidores”, esto será dando y dando. ¡Palo a palo no es gavilla! El problema es precisamente ese, que cuando el asunto se plantea de un solo color, el que prevalece al final para dirimir los conflictos político-sociales siempre comienza vestido de verde oliva color militar, pero terminan después todos teñidos de rojo sangre.
Pero es que hay más enemigos “gratuitos”, he aquí otro muy peligroso, y a veces decisivo en la contienda política: Los militares que no le son incondicionales, los disidentes de su proyecto político y que trabajan secretamente como celosos garantes de la Constitución y las leyes, y aguardan sigilosamente su derrota para cobrarle tanta “afrenta, y desfachatez proferida contra la patria y sus conciudadanos”, y así cobrarle haber “manchado el orgullo de la fuerza armada nacional”, gracias a esa incomprensible e imperdonable alianza con el dictador cubano Fidel Castro, quien intentó en el pasado invadir Venezuela militarmente en los años sesenta, ejecutando sus planes de expandir su revolución comunista, causando muertes de compañeros de armas que están alojadas en sus memorias, como cicatrices indelebles en el alma de estos oficiales dignos e institucionales, que han sido obligados por las circunstancias, y han debido ser testigos de cómo sin escrúpulo, sin medida, sin rendir cuentas a la nación, el inmenso caudal de recursos petroleros son sacados y “regalados” fuera de su país para promocionar al totalitarista caribeño, y para desplegar todo una logística ideológica de sustentación, al proyecto político de corte socialista castro-comunista hegemónico, que se han propuesto desarrollar en todo el continente y el mundo, de ser necesario pasando por encima de los principios democráticos, y del mismo pueblo libertario de Simón Bolívar, que ya los conoce bien, los presiente y los sospecha caídos, de allí que los espera en la “bajadita para cobrarles tanto atropello”.
Pero sigue el gendarme militarista sumándose adversarios terribles: La Clase media, conformada tradicionalmente por profesionales y técnicos de toda índole, productores del campo, ganaderos, campesinos y pequeños comerciantes, golpeados duramente todos sin excepción, por la carencia de empleo, la inflación, la inseguridad, la disminución de su poder adquisitivo y su nivel de vida, pese a los altos precios del petróleo y el descomunal ingreso en las “buchonas” arcas del estado manirroto, derrochador y corrupto, que les niega posibilidades de ascenso social, quienes conforman prestigiosos gremios profesionales, asociaciones y sindicatos, y a quienes el país les debe tanto. Médicos, Odontólogos, Bioanalistas, Comunicadores Sociales , Periodistas, Locutores, Ingenieros, Arquitectos, Economistas, Administradores, Contadores, Profesores Universitarios, Maestros, Farmacéuticos, Abogados (“entre Abogados te veas”), Sociólogos, Psicólogos, Psiquiatras, Sexólogos Corredores de Bolsa y de Seguros, Intelectuales, Poetas, Historiadores; Artistas, Actores, Humoristas, Comediantes, Fotógrafos, Camarógrafos, Cantantes, Cineastas, Cirqueros, Editores, Pintores, Escultores, Escritores, Técnicos, Trabajadores afiliados a toda clase de Sindicatos como la CTV.
Pero hay más enemigos potenciales que no votarían por “el señor del oro negro”, también entran en esta ya larga lista de enemigos, los partidos políticos tradicionales y nuevos que lo adversan legítimamente y que no se rinden jamás; los presos y perseguido políticos que existen a pesar de que el régimen lo niega; los buhoneros atropellados y hostigados sistemáticamente en las calles; los taxistas y transportistas que protestan porque los matan a cada rato y no hay respuesta a sus demandas de seguridad; los indígenas desasistidos, los ancianos olvidados, los miles de damnificados de tantas catástrofes naturales que han ocurrido, y que no encuentran la ayuda oportuna de un régimen que luce distraído en el exterior, paseando la petro chequera, negociando votos por todo el mundo para aspirar a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad en periplos por Europa, Asia, Africa, y hasta por Usa, saliendo derrotado catastróficamente; comprando tres mil quinientos millones de dólares en bonos argentinos devaluados; donando casas en Cuba, puentes en Uruguay, y haciendo donaciones millonarias a Bolivia, instalando bases militares en su frontera, y haciéndole donaciones injustificables a toda una pléyade de “países amigos”, por cifras descomunales, mientras allá en Venezuela, hay hambre, miseria, niños abandonados, inseguridad, presos hacinados matándose en las cárceles, noventa mil muertos víctimas de la violencia del hampa y la inseguridad; desempleo; inflación, ¡caramba! Allá en Venezuela se caen viaductos, puentes y carreteras por falta de mantenimiento, se colapsan los hospitales y se deterioran todos los servicios públicos injustificadamente, porque se han tenido disponibles y han entrado a las arcas del fisco venezolano más de cuatrocientos mil millones de dólares (400.000.000.000,oo $) en los últimos ocho años, y el líder del proceso revolucionario pareciera haber dispuesto de ellos y no haber podido resolver los problemas.
Por eso pensamos que su peor enemigo es él mismo, su propio gobierno que ha demostrado su incapacidad para resolver los problemas de sus conciudadanos que lo eligieron; por eso nos luce en picada, en caída libre hacia un profundo despeñadero, conducido por sus propios errores y omisiones. Pero lo que más ofende a sus ya jurados adversarios y al país venezolano, a quienes el Jefe revolucionario estigmatiza como “enemigos de la patria”, es su grosera y descarada actitud de constante ventajismo, al pretender violar las reglas electorales viciando el proceso electoral, y tratando de inclinar la balanza del respaldo electoral ilegítimamente a su favor, empleando los cuantiosos recursos del estado indiscriminadamente para su campaña reeleccionista, mientras sistemáticamente impide a sus oponentes el ejercicio libre y democrático de sus legítimos derechos.
El candidato presidente pareciera estar enfrentándose a un gravísimo dilema en su ya dilatada vida política: Si se cuenta legítimamente pudiera perder las elecciones y verse obligado a rendirle cuentas de su gestión administrativa a la nación, cuestionada como “malversadora”; y si auspicia, promueve y ejecuta un fraude pudiera estar tentando “al diablo” que lo tiene en la mira por si hace trampa.
Por su parte, la oposición tiene ahora la gran oportunidad si logra unirse y desplegarse efectivamente, de derrotarlo electoralmente, en el terreno en donde él se ufana de ser popular; su gran problema está en conseguir organizarse eficazmente, articularse coherentemente, en torno a un programa democrático y al liderazgo de su nuevo líder, presentarle y explicarle al país suficientemente un proyecto político alternativo creíble, que entusiasme y convenza a los venezolanos; evitar que se suceda la abstención, prevenir e impedir que el fraude sea viable y se produzca, y lograr que el enorme elefante que es el pueblo venezolano, que pareciera amarrado a un endeble poste que lo inmoviliza desde hace tiempo, convencerle de que si se lo propone, puede y debe romper la frágil y delgada cadena que aún lo mantiene artificialmente atado a sus viejos temores, sin sospechar si quiera que tiene la fuerza indispensable para hacerlo, porque el líder pareciera haber entrado en una situación de declive político indetenible (gane o pierda), y por la ausencia de respaldo suficiente en la población de su país, por haber sumado tantos “enemigos gratuitos ” sin necesidad, por lo que ahora comienza a caer en picada, por sus errores, y su incapacidad manifiesta de sumar voluntades y si muchos “adversarios” sus propios conciudadanos que ahora parecieran desearlo fuera del poder que un día le confiaron ilusionados en las esperanzas que les sembró, ahora difusas, ya difuminadas, comienzan a ser percibidas por las grandes mayorías entristecidas, desalentadas por sus ilusiones rotas, como promesas incumplidas, están sufriendo algo más parecido a un desengaño amoroso, ante las mentiras reiteradas de un amante embaucador, el pueblo soberano que incondicional y ciega adhesión profería su líder salvador, a su “libertario gendarme insustituible”, ya no pareciera ser incondicional y le ha quitado el estandarte de su adhesión. Ahora da la impresión, que lo que quieren la mayor parte de los venezolanos, que se sienten sus “enemigos gratuitos” gracias a él mismo que los etiquetó, es sacarlo a empujones del poder. Lo peor que le puede ocurrir a un dirigente político es la perdida de su credibilidad y esto es lo que le está ocurriendo al jefe revolucionario, en verdad el presidente venezolano se enfrenta a la posibilidad de ser derrotado por sus “enemigos gratuitos”.
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