lunes, octubre 30, 2006

CAMPAÑA ELECTORAL EN VENEZUELA: MITOS Y REALIDADES.

La campaña electoral en Venezuela transcurre en un clima que podríamos calificar como de tensa calma; esta no ha sido una campaña tradicional, y no lo decimos únicamente por sus características estéticas, sino por la hostilidad de sus protagonistas, el odio entre los adversarios pareciera ser la principal peculiaridad para definir el ambiente en el cual se desarrolla está vez el proceso electoral. Estamos ante un escenario definitivamente riesgoso por la evidente polarización política, lo cual hace presagiar una fuerte confrontación entre dos proyectos políticos que se disputan el control del poder en forma poco común.

El gobierno se ha visto sorprendido por la oposición que ha logrado un importante nivel de aglutinamiento en torno a un candidato presidencial, ligado a un proyecto y un programa político de corte democrático, contrapuesto al revolucionario del presidente; hace unos meses la oposición lucia dividida, dispersa, atomizada, sin capacidad de aglutinarse, distraída en disputas internas estériles , absolutamente desorganizada, ineficaz, anulada, estaba anquilosada, absolutamente desconectada de la realidad; hoy pareciera haber entendido al grave dilema frente al cual se encuentra el país y más por instinto de preservación que por cualquier otra cosa, se ha visto obligada por las difíciles circunstancias que experimenta la nación, a deponer aptitudes partidistas y consideraciones de corte meramente políticas para hacer lo que se le pedía que hiciera desde hace tiempo, que presentara una propuesta seria de unidad junto a un proyecto-programa alternativo democrático, que se le opusiera al proyecto continuista y revolucionario, pero asociado a un liderazgo claro, contundente y esperanzador, que lograra motivar, entusiasmar y convencer a la mayoría de la población, eso es lo que hizo la oposición vario pinta y multicolor, que hace meses se semejaba a una hallaca (plato típico nacional navideño venezolano) por la multiplicidad de sabores e ingredientes que la integran.

Era difícil lograr esta cierta uniformidad de criterios en la diversa oposición, en virtud precisamente de la multiplicidad de partidos y distintas ideologías que se han visto obligadas a convivir dentro de sus naturales enfoques y divergencias ideológicas, para lograr crear un ambiente propicio y lograr hacerle oposición unidos al gobierno revolucionario. Chávez logró hacer el milagro que jamás nadie imaginó: conseguir reunir y sentar juntos una mesa para coincidir políticamente, a los antiguos e históricos adversarios, a los adecos (social demócratas) y a los copeyanos (socialcristianos), quienes habían siempre competido por el control del poder, y alternárselo ; pero es que es difícil también imaginar sentados en esa mesa de coincidencias al Mas (movimiento al Socialismo); a la Causa R (movimiento de trabajadores radicales); incluso cuesta creer que el partido más radical Bandera Roja, antiguo movimiento de ultra izquierda conformado por una elite de dirigentes que combatieron en la guerrilla, también esté sentado en esa mesa de alianzas política, lograda precisamente para aglutinarse en torno a un candidato presidencial de inclinación social demócrata.

Pero lo realmente significativo de esta situación no es analizar las características de las fuerzas políticas que conforman el universo de la oposición, porque la constituyen más de treinta agrupaciones partidistas, de distinto nivel, lo verdaderamente relevante es evaluar lo que le ha ocurrido y le está ocurriendo al gobierno ante estas coincidencias de la oposición. Creemos que el gobierno no esperaba que se lograra está alianza opositora; siempre alentó la división de la oposición, el régimen lucia seguro de contar con un escenario electoral que le proporcionara varios aspirantes presidenciales propuestos por los partidos más poderosos, porque es verdad que existen otros candidatos postulados, pero también es evidente que se trata de candidaturas lanzadas por el mismo gobierno para evitar quedarse solos en la contienda en caso de que la oposición decidiera jugar la carta de la abstención y convertirle la elección de diciembre en un plesbisito ; de tal manera que ante lo folclóricas que son esas candidaturas, postuladas unas por el gobierno y otras por iniciativa propia, no parecieran tener el respaldo suficiente para siquiera restarle votos a la candidatura de la unidad opositora, que a nuestro modo de ver, se trata de una verdadera candidatura nacional de la unidad opositora, así debe entenderse, lo demás es puro cuento. Surgida esta candidatura nacional de la oposición, precisamente para contener la pretensión continuista del presidente; y lograda a puro pulso y sacrificio por la mayoría opositora que ahora si luce compacta y como poderoso adversario para oponérsele al proyecto político revolucionario.

La estrategia del gobierno estaba dirigida a lograr la división de la oposición, siempre ha jugado a dividir para reinar, hasta ahora le había dado resultados; sus principales asesores le habían asegurado al presidente seguramente mientras se encontraba de viaje realizando su periplo por Asia, que no habría candidato único, que la oposición estaba distraída en las primarias, que estaban peleando como perros y gatos, que Sumate los había embarcado en unas elecciones primarias y que de darse esas elecciones internas en el seno de la oposición, saldrían más divididos, que de allí quedarían heridas que no cicatrizarían, en fin, el escenario político que se le presentaba al gobierno era el mejor para sus fines electorales. Pero además, ejecutando una brutal y dispendiosa campaña mediática, comenzó a propiciar y alentar a la abstención opositora infundiendo miedo, creando el falso mito de lo invencible que es Chávez. El gobierno tiene fresco el recuerdo del fantasma del cuatro de diciembre en las pasadas elecciones elegir la Asamblea nacional actual (monocolor), hoy atacada como ilegitima, irrita por la oposición; el país lo dejó desnudo ante sus desesperadas suplicas a votar; en esa ocasión la oposición aunque no cobró la victoria, logró acertarle un poderosos golpe al régimen, cuando lo puso en evidencia ante propios y extraños, ya que la abstención llegó a niveles históricos, desde entonces ese mito de invencible ha quedado derribado y por el suelo, porque el líder del proceso probó por primera vez que el pueblo soberano no era incondicional, de allí que sabe que eso le podría volver a ocurrir, quedarse en el aire sin los votos necesarios para sostenerse en el poder y para sustentar su tan difundida revolución bolivariana. Esta vez el gobierno teme que se le infrinja un golpe mortal con características similares y que no pueda concretar su promesa de obtener y “meterle diez millones de votos por el buche”(su amenaza a la oposición), que fue lo único que se le ocurrió sacar de la chistera al líder del proceso para enmendar la plana, luego de tan contundente demostración que le dio el pueblo venezolano en esa fecha memorable. Allí Chávez tuvo que beber un amargo jarabe y pasar agachado, porque había asegurado a solo horas del proceso eleccionario, que en esa elección tan crucial se decidiría la suerte de la revolución, que se le pretendía infringir un golpe electoral que se trataba simplemente de este dilema, y los conminó a decidir ¿o Bush o Chávez? Ese día tres de diciembre, estamos seguros que ese no era ciertamente el verdadero dilema, era otro; hoy también es otro, lo que pasa es que en la guerra y en el amor parece que fuera verdad que todo se vale.

Actualmente, la campaña se desarrolla de forma inesperada; creíamos que Chávez sería más audaz, al contrario, pareciera desear preservar su potencial caudal electoral, porque innegablemente posee un importante respaldo en gruesos sectores populares, pero que se ha venido erosionando progresivamente producto del natural desgaste político de su gobierno, por la crisis económica social, y por tantas promesas incumplidas producidas en tiempo de campañas electorales pasadas, gracias también al inadecuado manejo de expectativas a veces imposibles de cubrir; pero lo peor, por los errores cometidos durante su gestión que son muchos. Sin embargo, el gobierno despliega todos sus recursos logísticos y realiza una campaña publicitaria absolutamente ventajista y desproporcionada disponiendo a discreción de todos los medios posibles e imaginables de que dispone, sin control alguna por parte de los órganos del poder público obligados según la ley a controlarlo, restringirlo y sancionarlo.

Es notorio también, que el régimen ante la perdida de respaldo en sectores que le eran afectos e incondicionales, ha recurrido a una pintoresca campaña publicitaria en donde se coloca al presidente en una actitud amorosa, piadosa, conciliadora, casi angelical, la gran mayoría piensa que es para atraer la atención de la clase media y a los denominados ni nis (indecisos) , nosotros creemos que se trata en cambio de una audaz estrategia para retener el voto cautivo, para evitar el deslave, la erosión que se viene produciendo del caudal electoral probable del presidente, quien por primera vez en mucho tiempo comienza a presentar signos de desamor por parte de los sectores populares que le amaban ciegamente, pero que comienzan a quitarse la venada de los ojos ante el fracaso de las políticas públicas del gobierno, y ante tantas mentiras dichas en tiempo electoral, ante tanta promesa incumplida, y lo peor, en virtud de tanta hambre, miseria, insalubridad, desempleo, inseguridad, ausencia de vivienda digna, ante la ineptitud del gobierno para resolver efectivamente los más urgentes problemas que experimenta la población, de allí que chávez se ha visto obligado a suplicarles su amor, a pedirles más tiempo, a solicitarles su voto por amor. Esa cuña de un Chávez vestido de azul, explicando como todo lo ha hecho por amor, por si sola no pueden cautivar a los ya avispados y desconfiados electores venezolanos, y se ha convertido en el hazme reír de las grandes mayorías y en el motivo ilustrador de toda clase de chistes, pero a nosotros no nos causa gracia, luego de haberlo visto apuntándonos con un fusil a través de las cámaras de televisión, profiriendo toda clase de amenazas contra los medios de comunicación; el chávez amoroso es para consumo interno, para retener amores confundidos, para reanimar pasiones enfriadas entre sus propios partidarios, para la gente que creyó en él y ya no le cree, para 2amantes desmotivadas por un amor infiel”, mentiroso y embaucador, porque sus viejos partidarios desencantados, ya no quieren ni ir a sus mítines portátiles transportados y vestidos todos de rojo como si se tratara de niños de escuela uniformados.

Por eso el gobierno despliega todos sus tentáculos de poder para tratar de influir en el ánimo de sus potenciales electores, con su campaña mediática brutal; pero mientras Manuel Rosales, cual caminante incansable en contacto directo con la gente del pueblo llano, recorre de punta a punta todo el territorio nacional, realizando caminatas, marchas, mítines y movilizaciones multitudinarias cada vez más entusiastas y nutridas; el presidente candidato luce debilitado, pasado de peso, hinchado, con los ojos rodeados por ojeras y como hoyitos de alcancía, desfigurado, montado en una suerte de “carroza de carnaval”, inaccesible para la gente, porque esta blindado, rodeado de gruesos y numerosos anillos de seguridad que imposibilitan el contacto directo con la gente; más recientemente, imaginamos que por tantos virus que van y vienen, el Presidente-candidato se ha visto también afectado por una fuerte “gripe” que lo alejó momentáneamente de los escenarios durante el más reciente fin de semana suspendiendo su participación en algunas actividades, seguramente por reposo médico que se ha visto obligado a cumplir para reponerse totalmente del virus que lo aqueja, que es lo único que ha logrado callar a Chávez alguna vez, porque debemos reconocerle que en su interminable monólogo el presidente posee como cualidad destacable, su caudalosa e inconfundible verborrea.
Así están las cosas entonces, tal y como vemos el actual cuadro electoral, el mes de noviembre como recta final, será para coger palco en Venezuela. Existen toda clase de conjeturas y escenarios posibles, estos los evaluaremos en otra entrega, pero lo que queremos destacar finalmente es la estrategia del Partido Acción Democrática. Creemos que su no participación en la campaña electoral, como el hecho que no postulara con su tarjeta electoral a Manuel Rosales, forma parte de otro mito creado por ellos mismos, por razones estratégicas. El otrora “partido del pueblo”, como ha sido denominado el viejo partido fundado por Don Rómulo Betancourt, no está “muerto” sólo debilitado en apariencia. Para nosotros ese es un gigante dormido y nos sobrarían argumentos para demostrarlo. Solo diremos en esta ocasión que olfateamos que este partido está presente como protagonista principal en la campaña, y en el diseño de la estrategia de la unidad opositora, aunque trate de hacer creer que no es así; debe disimularlo, pero su militancia está trabajando, los he visto operando. Ellos son unos “bachacos trabajando”, unas “hormiguitas”, y de verdad son serios adversarios del régimen. Lo que creemos que ha ocurrido, es precisamente que su estrategia debió ser esta vez, la de permanecer de bajo perfil, ante el riesgo de que el candidato presidencial Manuel Rosales fuera tildado y encasillado como adeco por el gobierno, lo cual en Venezuela últimamente se había constituido en una pesadísima carga, porque Chávez se ha cansado de desacreditar y derrotar electoralmente a los adecos, también a los copeyanos, aunque ha sido más sutil con estos, porque las filas de su movimiento político se nutrió de ellos, de la vieja base socialcristiana que emigró hacia el chavismo; por lo demás, se asegura que el Padre del presidente actual Gobernador de Barinas fue simpatizante del partido Copei y relacionado de Rafael Caldera, muy afecto a esa corriente ideológica, por lo que se cree que el Presidente mantiene aún aquilatados vínculos afectivos con mucha gente de esa agrupación política, no hay que olvidar que Caldera sacó a Chavez de la cárcel, sobreseyendo la causa judicial de la que era convicto y confeso por golpista y rebelión militar, que muy bien le hubieran valido su inhabilitación política, de haber sido enjuiciado y condenado como hubiera sido lo lógico. Se ha afirmado incorrectamente hasta la saciedad, que Caldera indultó a Chávez lo cual es absolutamente falso; el indulto es el privilegio del perdón presidencial del sentenciado a prisión. Es evidente que Chávez no fue enjuiciado, ni sentenciado ni condenado a prisión, de ser así no hubiera estado habilitado políticamente para ser aspirante y candidato presidencial; a Chávez le fue sobreseída su causa judicial, dicho en lenguaje coloquial, a Chávez no se le enjuició por sus delitos de rebelión militar, ni por haberse alzado en armas, o por dar un golpe militar. Se le mantuvo preso durante dos años es cierto, pero él no estaba preso por una condena judicial, sino que simplemente luego de la intentona golpista del 4 de febrero del año 1.992, era natural que se le mantuviera detenido y en custodia, mientras se desarrollaban los tramites judiciales y procesales de rigor, que suelen sucederse en esos casos. Pero se logró una solución política que auspició Caldera, para facilitar una salida pacífica a la convulsionada situación de riesgo institucional, que experimentaba el país entonces, y que estaba apenas aflorando, porque en la fuerza armada existían sectores que respaldaban la idea de la insurrección armada, tal y como luego ha quedado evidenciado con todo el despliegue ideológico que ha llevado adelante el régimen revolucionario de Chávez, y que era inminente que surgiría con Chávez en la cárcel o en libertad, tal vez lo que se hizo entonces pueda criticársele a Caldera hoy, no sabremos nunca que hubiera ocurrido de haber sido sentenciado e inhabilitado Chávez, lo cierto es que lo del indulto también es otro mito derrumbado.

miércoles, octubre 25, 2006

VENEZUELA: ¿DEBATE ENTRE ENEMIGOS GRATUITOS O ADVERSARIOS?

En estos dos hombres está comprometida la suerte futura de Venezuela. El actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Teniente Coronel retirado Hugo Chávez y el Gobernador del Estado Zulia Manuel Rosales, son según todas las encuestas conocidas, los dos candidatos con mayor opción de ganar la presidencia de la República, las venideras elecciones que se realizarán en este país el próximo tres de de diciembre. Sin duda alguna, el mundo los observa atentamente en virtud de la gran expectativa que han generado, por la importante polarización que hoy vive la sociedad venezolana. En medio del escenario de gran confrontación política que experimenta el pueblo venezolano, ambos candidatos se enfrentan contraponiendo dos programas y visiones diametralmente contrapuestas, que colocan a todos los venezolanos frente a una decisión crucial: Revolución Socialista o Democracia Social Liberal, este es el verdadero dilema político al que se enfrentan todos los venezolanos, tendrán que decidirlo en unas elecciones que deberán sucederse en un clima de gran polarización, de muchos riesgos y peligros que parecieran asechar la paz social de Venezuela, ante el cuestionamiento y acusaciones de ambos bandos en disputa, tanto de intento de fraude continuado del gobierno, que acusa la oposición , y de amenazas de desestabilización y rumores e intentos de derrocar al régimen y planes conspirativos que adelantaría la oposición, que imputa el gobierno. Toda esta situación de confrontación entre bandos irreconciliables en lo ideológico, configurando un dificilísimo cuadro político de división, caracterizado por mutuas descalificaciones, que no auspician un normal clima de disputa democrática electoral tradicional, el que era habitual, y como solía serlo en el pasado entre los venezolanos, a pesar de sus diferencias políticas e ideológicas, que ahora parecen haberse ahondado a niveles insospechadamente peligrosos y dañinos, lo cual podría desencadenar en trágicas consecuencias, para la estabilidad política y social de la República, que luce en riesgo de conmoción social por el encono que han puesto los adversarios, convirtiéndose en “enemigos gratuitos”, luchando por el control de un gran botín petrolero, es decir, por el control del poder político, para garantizarse el control de la administración de los cuantiosos recursos que produce la descomunal renta petrolera. Así luce el escenario, a sólo mes y medio de las elecciones. Dilema crucial viven los venezolanos, todo sería más sencillo, si no se arriesgara tanto en las elecciones, porque los han puesto en la difícil decisión de escoger entre Socialismo Revolucionario Castro-comunista, o Social Democracia Liberal participativa. Deberán escoger entre aplicar recetas económicas en Venezuela y políticas que implican más estatismo, centralismo e intervencionismo estatal, militarismo, colectivismo, o aplicar descentralización, democratización, más libertades económicas, apertura económica, libre mercado, libre empresa, liberalismo económico ¿Qué escogerán los venezolanos en diciembre? Más expectativa, imposible.
En medio de una campaña electoral muy poco convencional, porque el jefe revolucionario en pleno ejercicio de su cargo como Presidente, en su doble condición, como jefe del Estado y del Gobierno, también ejerce su carácter de Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional; situación esta, inédita en la vida democrática del país en vista de que la Ley se lo autoriza, colocándolo en una situación de ambigüedad de funciones, ante el ejercicio también de su carácter de candidato presidencial, ya que el Tribunal Supremo de Justicia sentenció ante un recurso de interpretación de la Constitución Nacional, que el Presidente no estaba obligado separarse del cargo presidencial para optar a ser candidato presidencial.
Frente a esa circunstancia legal, que le otorga este derecho al Presidente en ejercicio, por su parte el candidato Gobernador del Zulia Manuel Rosales, se vio en cambio obligado a separarse “temporalmente del cargo, para así poder optar a la Presidencia de la República. Esto por si solo, ya revela un ventajismo indebido en el transcurrir de la campaña electoral, porque más allá de la posibilidad de que el Teniente Coronel continúa ejerciendo su cargo, existe el riesgo para todos los involucrados en la contienda por el poder, de que éste lo emplee indebidamente en su favor durante la campaña, como suele ocurrir cada vez que un líder político ve comprometida su permanencia en su cargo presidencial; y aunque esto no fuera así en este caso y el Presidente mantuviera una actitud de total pudor ante esa tentación latente, ya constituye una ventaja importante para quien tiene ocho años gobernando en Venezuela, ejerciendo el poder político de una forma particularmente personalista y autoritaria. Sinceramente creemos que hubiera sido mucho más democrático, legislar en esa materia y haber creado normas jurídicas que establecieran algunas importantes restricciones presidenciales como existen por ejemplo en Brasil o en Colombia, específicamente en el manejo y disposición de los recursos públicos, sobre todo, en lo que concierne al uso indiscriminado de los espacios publicitarios en los medios audiovisuales, propiedad del Estado venezolano, que a simple vista, según nuestra opinión, se están usando en lo que va de campaña de forma desproporcionada, a favor del candidato del gobierno, pero de manera grotesca y exageradamente ventajista, lo cual expresa precisamente el temor y reservas que teníamos en este tema, ante el brutal despliegue masivo de mensajes propagandísticos, que pregonan y procuran el sostenimiento del presidente en su cargo, en detrimento del resto de los aspirantes, quienes han sido reducidos a una mínima exposición en esos medios del Estado, y esto es inaceptable, por lo que debemos ser francos al alertar, que todos los medios de que dispone el régimen liderado por Hugo Chávez, han venido siendo convertidos impúdicamente, en agencias propagandísticas en beneficio del proyecto político revolucionario, que lidera el presidente. Esto es muy grave, porque es una violación abierta y flagrante de las leyes y reglamentos electorales, que rigen la materia en el país; pero además, ofende por impudorosa e inescrupulosa la actitud desmedida del presidente Chávez, quien suele también disponer a discreción sin control aparente del dinero público, del espacio televisivo y radial, convenientemente a su libre elección y determinación, durante interminables cadenas y programas de difusión masiva, copando todos los canales de televisión y emisoras radiales privadas, los espacios y escenarios públicos de que dispone a discreción y voluntad el presidente venezolano, obligándolos a transmitir sus mensajes so pena de cuantiosas y penosas multas y sanciones pecuniarias, que usa para coaccionarlos y chantajearlos, e impidiendo el ejercicio de sus derechos, al resto de los candidatos aspirantes, y de todos sus conciudadanos, quienes están impotentes e indefensos, ante esta arbitrariedad y grosero ventajismo, esto es un abuso.
La violación a las leyes electorales (Ley del Sufragio y de Participación Política) pareciera ocurrir impunemente, por el uso indebido de los recursos del Estado por parte del Presidente-candidato, con la tolerancia tácita de las autoridades del Consejo Nacional Electoral, quienes son cómplices y pecan por omisión, al no atender las múltiples denuncias de los partidos políticos que integran a la oposición y de ciudadanos particulares, quienes han denunciado y protestado públicamente en reiteradas oportunidades esta irregular y ventajista actitud del gobierno, sin que hasta ahora se observe alguna acción efectiva y activa de reparo o cese de la ilegítima y vergonzosa conducta gubernamental, por parte de las autoridades electorales, conformadas por cinco ciudadanos “Rectores Electorales integrantes del Poder Electoral” quienes constituyen la Junta directiva del CNE, quienes están obligados a conducir, dirigir y controlar imparcialmente y transparentemente el proceso electoral; y lo peor, sin amonestar, ni sancionar legal, oportuna y adecuadamente al presidente-candidato infractor flagrante de las normas electorales, que lo obligan como primer magistrado nacional a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República; pero sobre todo, a dar el ejemplo moral y ético ante sus adversarios y la nación en general, de respeto a la ley y a sus electores, de rectitud, de nobleza y gallardía, de actitud civilista y democrática frente al país y el mundo, pero también ante su propia consciencia de hombre de Estado, porque aspira seguir dirigiendo los destinos y las vidas de sus conciudadanos y de su patria, desea ser reelegido presidente de partidarios y legítimos adversarios, no de “enemigos gratuitos, como erróneamente los ha etiquetado y estigmatizado, colocando en riesgo la indispensable fraternidad que debe existir y reinar entre los ciudadanos de una misma patria, al producir divisiones, grietas y luchas de clases sociales, que han sembrado el odio entre los miembros de una sociedad pluralista, diversa, multiétnica, precipitando a los venezolanos hacía una peligrosa confrontación que está dejando de ser democrática y electoral, por la violación de las más elementales reglas del juego democrático, mediante el uso abusivo del poder de un grupo que lo ejerce de forma indebida e indecorosa, en detrimento del resto de los legítimos aspirantes a ejercerlo por intermediación de la más libre expresión del voto popular, es decir, de la transparente elección que haga el pueblo soberano, pero sin coacción, ni presión, ni impedimento alguno, pero tampoco siendo víctimas del grosero e impudoroso atropello del ventajismo que ya de por si constituye la intención fraudulenta de quien viola las leyes electorales, ni a la violación de sus derechos electorales que también supone e incluye, poder tener acceso a la exhibición publicitaria en los medios que son del Estado y por ende de todos los ciudadanos, de las propuestas de los demás aspirantes, sin ser obligados a ver una sola visión y publicidad, si no tener acceso a todas por igual, con reciprocidad y equilibrio informativo.
El presidente venezolano ha desnaturalizado y deformado la contienda electoral democrática civilista, para convertirla peligrosamente en una épica batalla, en una especie de guerra por prevalecer en el poder y expandir su proyecto de corte socialista revolucionario, empujando a sus partidarios a conformar escuadras, batallones y pelotones, convocándolos al campo de batalla, a calar sus bayonetas, usando un “lenguaje figurado” pero muy sugerente por su condición de ex militar golpista, enfrentándolos a sus conciudadanos que dejaron de serlo, para convertirse en “enemigos gratuitos”, que ahora acusa de “lacayos del imperio norteamericano, cipayos vendidos al “señor Diablo”, traidores, vende patria, golpistas, saboteadores, terroristas, tarifados de la CIA”, hostigándolos y amenazándoles “si se atreven” a desafiarlo votando en su contra, propiciando insospechadamente un cada vez más probable enfrentamiento fraticida, que es en lo que se podría convertir el proceso eleccionario este próximo tres de diciembre, si no se remedian y se le ponen frenos oportunos a tantas arbitrariedades cometidas por el poder abusivo del gobierno, durante la campaña electoral, que constituyen una provocación insultante a la dignidad de todos los electores venezolanos, absolutamente impropia por injusta e inmoral.
Ante este delicado panorama ya descrito como peligroso, que compromete la estabilidad social, política y económica venezolana, ante escenarios tan poco edificantes que pudieran degenerar en violencia, derramamiento de sangre y luto; porque nosotros creemos en las vías pacíficas, democráticas y electorales para dirimir las diferencias entre los pueblos, porque creemos en las soluciones civilizadas, por vías de derecho y no de hecho, porque abogamos desde aquí por la paz del mundo y especialmente de Hispanoamérica, porque pensamos que las guerras jamás son buenas y no soluciona absolutamente nada; porque respetamos y amamos profundamente al glorioso y libertario pueblo venezolano, al heredero de la gesta libertadora de Simón Bolívar, porque deseamos que Venezuela continúe adelante en su lucha de constante trabajo, superación y progreso, es que decimos con humildad que sugerimos el Debate entre candidatos presidenciales, esa es la más digna vía, la mejor forma de discutir civilizadamente en política entre contrincantes de un mismo país, que tienen y defienden posiciones ideológicas distintas, diferentes, pero igualmente respetables, valiosas por su envergadura, por el peso de influencia que tienen en las sociedades como expresión del pensamiento y el talento humano.
Porque se podrá tildar o calificar a cualquiera de las dos visiones contrapuestas que compiten en Venezuela de cualquier manera, pero jamás se deben subestimar y despreciar el valor de los seres humanos que las sostienen legítimamente, en la búsqueda del favor y el respaldo de los pueblos a que aspiran gobernar. Ahora que, si alguien tiene la osadía, la pretensión de gobernarnos por muy águila que sea, se sienta, o considere, al menos debería permitirnos a todos sus electores, que examinemos transparentemente sus ideas y nos muestre en vivo y en directo frente a su rival, por muy mosca que lo intuya o considere, su manera de debatir, o lo que es lo mismo, su forma de expresar y llevar adelante esas ideas, que dice defender y para las cuales solicita nuestra aprobación mediante el voto, que es el ejercicio del poder soberano. De allí que desde nuestra particular visión, el candidato presidencial que se sienta ya vencedor sin debatir con nadie, porque se cree que es un águila invencible, les está sugiriendo a todos los venezolanos, que ya no es necesario el respaldo de nadie para elegirlo, porque ya los venezolanos decidieron por él, pero sin verlo y oírlo debatir con nadie que tenga cara de mosca, frente a él que es un águila, de ser así, debemos preguntarnos todos:¿y entonces por que les pide los votos con tanto fervor amoroso a los venezolanos, si ya está seguro de que los tendrá? No se solicita ni se pide a nadie lo que ya se tiene en la mano asegurado. ¿Será que el presidente venezolano no está tan seguro de que tiene los votos para ganar, y por eso los sigue solicitando cada vez que encuentra un espacio publicitario disponible en alguna parte? No quiere debatir ha dicho ya, “águila no caza moscas” sentenció, pero con tanto amor suplicante les seguirá pidiendo el voto, porque a fin de cuentas debatir con el otro candidato supone escucharlo, y eso como que no es de su agrado y conveniencia, tal vez decida hacer lo que han sugerido algunos desde Madrid, una especie de “feria del monólogo”.
Se le sugiere al señor presidente que realice debates y no batallas entre bandos irreconciliables, eso es lo razonable, conveniente, civilizado y democrático. Al presidente venezolano que es reconocido como muy elocuente e histriónico, y suele pisar importantes tribunas internacionales; ahora se ha quedado mudo para debatir con el candidato Manuel Rosales, quien sin muchas florituras, ni pretensiones de orador consumado, habla más “claro” que ninguno en la comarca venezolana por estos días, sin necesidad de alardes ni aspavientos, ha desafiado “al águila”, “el Zuliano” muy atrevido, le ha salido respondón. La verdad es que suena a pretexto evadir el debate con Manuel Rosales a estas alturas del partido, pues el aspirante presidencial también dispone de argumentos valiosos, importantes y contundentes, que aportar en la discusión política actual, más aún, si como señalan todas las encuestas publicadas en el país, cuenta con un creciente respaldo de la población venezolana; decidir no debatir con Manuel Rosales simplemente le restaría apoyo al candidato del gobierno, quien se observa debilitado, por el peso de las exigencias legítimas de sus conciudadanos y por los magros resultados en su gestión pública durante ocho largos años, porque pareciera no haber logrado solucionar los más urgentes problemas que sufre la población de su país; en verdad su gestión gubernamental deja mucho que desear y esta seriamente cuestionada por todos los sectores sociales, que padecen graves problemas y necesidades, que no han sido atendidas.
Señor Presidente Hugo Chávez, respetuosamente como ciudadanos del mundo, le solicitamos simplemente esto: Debata públicamente ante las cámaras de televisión en vivo, con el candidato de la oposición Manuel Rosales; hágase su fraternal adversario, no su enemigo irreconciliable, estréchele gallardamente la mano, extiéndasela delante de todo el país y el mundo, bríndele una sonrisa sincera ante las cámaras, perdónele compasiva y cristianamente lo que haya de ser perdonado, respételo como persona, como su conciudadano y su interlocutor; y fájese a debatir ideas, programas, propuestas, soluciones, no a librar batallas y guerras entre hermanos, es la fórmula para garantizar la democracia; la única consigna es que los venezolanos todos sin excepción mediante la aplicación constante de la solidaridad, la unidad, la tolerancia y la convivencia pacífica, encontrarán el camino seguro para conquistar a perpetuidad la paz, lo demás se les dará por “añadidura”. Presidente usted ha confesado ser cristiano, ha reconocido públicamente que su comandante es “Jesús el cristo, el hijo de Dios”, yo le creo. La Biblia nos dice: “Buscad primero el reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”. Encontremos en Venezuela todos los hispanoamericanos un motivo más para orar por la paz en el mundo. Hay que orar por nuestros hermanos venezolanos, quienes vivirán en los próximos días instantes cruciales en su historia, tan cargada de momentos trágicos, difíciles pero tan meritorios para las causas más nobles de la humanidad. Presidente, si usted lo hace se ganará nuestro respeto más profundo como hombre público democrático, aunque no compartamos su particular visión política del mundo. Le diremos: “No estoy de acuerdo con su opinión pero moriría para que usted tenga derecho a expresarla”. Usted ha pregonado la idea de que todos los suramericanos pertenecemos a una misma patria, entonces soy su compatriota, por eso le exijo respetuosa y democráticamente, que cumpla con su palabra y respete a todos quienes somos sus compatriotas, y nos muestre su talante democrático, haciendo lo que se espera de un demócrata de verdad, debatir democráticamente con sus oponente legítimo sin desmerecer su condición personal, sin exponerlo al desprecio público, sin discriminarlo, ni ofender su dignidad como persona porque también tiene el mismo derecho suyo a aspirar a ser electo como Presidente, y usted debe no sólo reconocérselo, sino que garantizarle su ejercicio pleno debatiendo con él, permitiéndole la oportunidad de discutir sus ideas frente a sus electores, de cara al país; porque en el supuesto de que usted sea un mejor exponente argumentando sus ideas y defendiendo sus puntos de vista, lo peor que le puede ocurrir es que usted ratifique y mantenga el respaldo popular del que tanto se ufana. Convénzanos a todos, de que usted es un águila debatiendo y que sus ideas son mejores, que son posibles, viables, ejecutables; acepte el desafío de Rosales a debatir ya, sin pretextos, sin dilación, sin eludir el compromiso que tiene frente a sus nacionales, hágalo por la democracia, pero principalmente, por el amor que asegura tener para haber “hecho todo”; por respeto a su propia consciencia; por su vocación de servicio a los demás; por su ambición histórica de trascender y dejar una huella indeleble en su paso por la vida, y la de sus congéneres; y por la grandeza de espíritu que le imploran que demuestre con sacrificio verdadero por el prójimo, hágalo por todos sus compatriotas ante esta difícil hora que atraviesan gracias a sus ideas y ejecutorias, que usted quiere continuar implementando, pero sin debatir y sin consultarles nada sino dándolo todo por aceptado. No se gane usted Presidente más “enemigos gratuitos”, le llegó la hora de concertar, de conciliar, de concensuar, de acordar, de DEBATIR. Seremos los primeros en escucharle atentamente todo lo que usted quiera expresarnos debatiendo con su adversario Manuel Rosales, hoy su “enemigo gratuito”, mañana posiblemente “su Presidente”, tal vez por negarse usted a debatir, a lo mejor su futuro Presidente Chávez, será dejar de ser “águila” por “no atreverse a cazar una mosca” cuando sus conciudadanos y las exigencias históricas electorales se lo exigían. Recuerde y no olvide nunca, que siempre es mejor combatir y luchar con dignidad y con honor, incluso cuando nos toca perder, también hay que asimilarlo, porque no todo debe mirarse desde el minúsculo cristal, de una sola visión. Asuma esta responsabilidad ante el mundo y ante su país, si ha de ser usted vencedor venza debatiendo, o pierda debatiendo, pero debata. Se lo exige también su condición de Estadista democrático, aspirante a seguir gobernando con el respeto de todos quienes lo elijan, pero incluso de quienes no compartimos su particular visión del mundo, porque no nos consideramos “sus enemigos gratuitos”.

lunes, octubre 23, 2006

VENEZUELA: DILEMA ENTRE “ENEMIGOS GRATUITOS”


El personaje más controversial en estos días en Hispanoamérica sin duda alguna es el actual Presidente de Venezuela; él ha sido, es y seguramente será hasta diciembre próximo, el dirigente político latinoamericano más nombrado en el continente americano –está en campaña para su reelección-. Sus adversarios lo acusan de intentar imponer en Venezuela un régimen totalitario y lo tildan con toda clase de calificativos, es difícil realizar un análisis objetivo de los hechos políticos que ocurren en ese país en virtud de la gran división política que se ha producido en estos últimos ocho años, producto de un enfrentamiento entre dos visiones contrapuestas que parecieran ya ser irreconciliables, lo cual sugiere un inminente choque de frente entre dos corrientes políticas que inevitablemente debería producirse, ocasionando una ruptura más ancha, en la ya dividida y polarizada sociedad venezolana; la oposición acusa con tantos epítetos al dirigente oficialista “líder indiscutido” de su partido MVR (Movimiento quinta República) y una amplia base de pequeños partidos que le apoyan, que es difícil analizar objetivamente la situación política general que se vive en el país.
Más allá de estar o no identificados con su ideología política, en verdad cuesta creer que su particular estilo no le cause un gran efecto de desgaste en su imagen política, y que eso no tenga consecuencias e impacto directo en su base de apoyo popular, por lo que todo hace presagiar una merma en su caudal de votos para el próximo diciembre, cuando se someterá a una prueba de fuego dificilísima, el escrutinio de la voluntad popular. El candidato Presidente, no sé si por errores o deliberada estrategia, ha acumulado muchos poderosos adversarios que le han jurado su encono eterno, y que no descansan en su esfuerzo de combatirlo, tienen ahora la gloriosa oportunidad de hacerlo. Sin embargo, es importante acotar, que en la ciencia política los más aventajados líderes que ha producido la humanidad, han formulado para el estudio de la ciencia política, algunos axiomas orientadores para sus sucesores, uno de ellos sostiene la tesis de que la política es el arte de ganar aliados y neutralizar adversarios, por eso se sostiene la idea, de que la política es el arte de saber lograr consensos. Visto desde esta perspectiva, el accionar cotidiano del actual presidente caribeño no parecería estar orientada por esta máxima, sino que muy por el contrario por otra que sostiene : “dividir para reinar” es decir, dividir al adversario para debilitarlo y vencerlo; da la impresión de que el Presidente venezolano prefiriera el enfrentamiento a todo evento que el consenso; que se inclina por el desacuerdo y no por el acuerdo; en realidad esta pareciera ser la orientación que sigue a pie juntillas el carismático personaje al desarrollar sus ejecutorias políticas. Su estilo es frontal, para él no existen medias tintas, negociar, entenderse, acordar, dialogar o consensuar con sus disímiles es mostrar debilidad, es vender la consciencia y traicionar al pueblo que asegura representar y “defender hasta la muerte”, todo un discurso que excluye la posibilidad de lograr convivir entre visiones plurales, ente oponentes democráticos, desde esa minúscula y primitiva óptica la única verdad posible es la suya las otras sobran, es más, no deben existir, y hay que liquidarlas a como de lugar “patria o muerte” cuatro gritos y tumbamos esto, las bayonetas, los batallones, el retumbar y tableteo de las ametralladoras ¡por favor!
Estamos en un mundo moderno, globalizado, interconectado, tecnológico en donde se impone la discusión, el debate, la diplomacia, la política de alto nivel, no esta cosa extraña, una suerte de socialismo disfrazado de colectivismos y matices de seudo comunismo trasnochado cargado de odio y resentimiento social. El mundo no necesita justicieros libertarios demagogos, sino que requiere sin importar su signo ideológico líderes humanistas, no importa que sean de derecha o de izquierda, el mundo necesita gobernantes sabios, místicos, instruidos, calificados, eficientes, de pensamiento de avanzada, que sen solidarios; con mentes abiertas dispuestas a la búsqueda de grandes soluciones para graves problemas, no es regresando a modelos fracasados y obsoletos que Hispanoamérica saldrá del subdesarrollo, no es cercenando los derechos y las libertades ciudadanas como deben enfrentarse las crisis de valores, sino que es con mayor y mejor democracia, no con totalitarismo; no es con socialismo trasnochado como se crea bienestar, riqueza, productividad, empleo, trabajo, salubridad y educación para los pueblos oprimidos por los viejos modelos y errores del pasado.
No se deben para catalogar y definir y juzgar a los seres humanos, dividirlos entre blancos o negros, amarillos o rojos, azules o verdes, pobres o ricos, escuálidos o patriotas, bonitos o feos, flaquitos o gordos, grandes o chicos, lacayos o leales al proceso, nosotros creemos que los seres humanos debemos es clasificarnos y dividirnos entre hombres buenos y hombres malos, ¡más nada! Y punto (Dios existe, el mal y el bien existen), Para nosotros es malo el asesino, el criminal, el ladrón, el genocida, desde esa visión de justicia tan elemental pero profunda a la vez, para nosotros es tan asesino el “mister gringo” que gobierna allá en el norte, como “el señor de los anillos barbado” que esclaviza a sus pueblo desde hace 50 años en el caribe, a aquella hermosa Isla del “azúcar” de Celia, la rumba y el guaguancó de Tito , aunque no tengamos sino las pruebas vistas a la luz de la historia, por sus inocultables asesinatos (para ser homicida simplemente hay que matar a un ser humano), a nosotros no nos importa en nombre de que o de quien lo haga con ideales o sin ellos, si matas eres asesino, así de simple, eres o no eres asesino, quien mate de a miles es genocida y ya; más nada diremos sobre esto, pero en Venezuela se pretende etiquetar a todos los de la oposición democrática como golpista, lacayos del imperialismo, vendidos, vende patria, traidores a la patria, solo por no serle afectos al señor que gobierna, y esto es inaceptable para quienes somos democráticos y amamos la libertad, y defendemos los derechos sagrados de los seres humanos en general, aunque hay que aclarar que de lado y lado de todo hay.
Más allá de lo expresado, pensamos que el liderazgo de corte populista y mesiánico que representa el caudillo venezolano, como fenómeno social casi siempre sucumbe ante el deterioro de la imagen del mortal que lo encarna; es un hecho reconocido a pesar de los axiomas políticos, que en política no se deben acumular “enemigos gratuitos”, es decir innecesariamente, y esto es lo que nos parece que el Presidente venezolano equivocadamente está haciendo desde hace muchísimo tiempo; hay que recordar que en la política no hay amigos y enemigos, sino aliados o adversarios, el mundo no se debe ver en blanco y negro siempre, debe haber una visión mucho más amplia y universal de la política, para comprender que se requiere el dialogo y la búsqueda de indispensables consensos, que promuevan las soluciones a las crisis de toda índole y los problemas universales. De allí que al dirigente venezolano le ha faltado comprender eso, y por eso creemos que en algún momento quienes él equivocadamente ha etiquetado como enemigos, algún día le van a pasar la factura irremediablemente, para hacerle pagar caro sus errores derrotándolo. Creemos que en política los errores se pagan caros, que no se pueden cometer impunemente, y tal como lo observamos desprendidos de apasionamientos, estamos frente a un político que comete muchos errores innecesarios e injustificables, sin que pareciera tener capacidad de rectificación. De allí que está perdiendo credibilidad frente a sus compatriotas aceleradamente; el vínculo afectivo que lo unía a los sectores populares se resintió, se está desquebrajando, ha sufrido una honda y profunda grieta en la línea de flotación del barco de su popularidad , que había sido alimentada por la propaganda descomunal que pareciera financiar con los ilimitados recursos que maneja sin aparente control, y que lo mantenía estable; y últimamente se auto infringió un duro golpe en la ONU, se hizo estallar en su propia borda un torpedo muy dañino para su futuro político, y está cayendo en picada, en caída libre cuesta abajo y sin paracaídas, por un profundo barranco de desamor, presa ya del desencanto, la decepción de sus propios parciales y partidarios, que lo han hecho lucir como vulnerable, derrotable , aunque ahora maniobre desesperado tratando en vano de hacerlo aparecer como una “victoria moral”; ¡no señor! en política eso no existe y en la guerra tampoco, los ganadores son quienes cobran, a los perdedores ya ni honores les dan, sólo reciben reproches y culpas.
Por otra parte, en política no se puede obviar la fuerza, el tamaño y los recursos de que disponen los oponentes, de allí que puede resultar suicida y mortal sumarlos en cambote contra uno mismo, subestimándolos, como lo ha hecho el caudillo llanero. Tal y como lo vemos desde aquí, algo distantes del hermoso país del “alma llanera”, los “enemigos gratuitos” externos e internos, del señor Presidente bolivariano ya engrosan una nutrida lista de adversarios nada despreciables, por nombrar algunos , según su propia confesión secuencial, estos en orden aleatorio son :
“El imperio Norteamericano”, comandado por el mister “presidente gringo” en persona, respaldado por el ejercito más poderoso de la tierra, en virtud de su fuerza, tecnología y armamentos sofisticados de que disponen, bombas nucleares y todos sus “corotos y juguetes espaciales” , asesorado por la denominada CIA, su emblemático departamento de Estado, los más temibles, acuciosos y notables halcones del pentágono, el comando sur incluido, y el visto bueno de los banqueros, industriales y verdaderos dueños del capital financiero mundial que se alojan en “gringolandía” sin pudor alguno, y todo el poder económico más influyente del mundo, disponible para financiarlo, ¡na` guará! Como dirían en la tierra del Estado Lara.
La Iglesia Católica, ¡hay la Iglesia!, “con la Iglesia hemos topado Sancho”. Conocidísimos son ya los episodios de desplante proferidos por el caudillo contra altos prelados católicos (con o sin razón), transfigurado en una especie de “exorcista del siglo 21” , sugiriéndoles que se “saquen el diablo del cuerpo ” y acusándolos de llevarlo dentro de la sotana, tildándoles de conspiradores y golpistas. Enemigo histórico ese, tan poderoso e influyente como aquel, pero siempre muy presente en cuanto convite exista en el planeta.¡Ave María Purísima! Como solía decir mi abuela materna cada vez que se le venía encima un aguacero, pero de esos que se presentan sin avisar, precedidos de rayos, centellas y truenos. ¡Hay San Pablo Bendito!, suplicaba clamando protección divina, la hermosa viejita, al ver el resplandor de los relámpagos iluminando el frontispicio y las paredes de su casa. ”¡Virgen Santísima, Sagrado Corazón de Jesús, líbranos del agua mansa que de la Brava me libro yo!” sentenciaba la venerable anciana cuando arreciaba la lluvia y resonaban los truenos en todo el ambiente doméstico, haciendo vibrar los vidrios de las ventanas, hasta que pasado cierto tiempo, por fin cesaba la lluvia, para luego mediando un suspiro decirnos mirándonos a los ojos piadosa: “¡Gracias a Dios mi Señor Jesús llueve y escampa!” Con semejantes matronas devotas, creyentes, y fervorosas como esas, que ha habido cientos de miles allá en Venezuela; como no va a ser adversario la Iglesia Católica; tan enraizado hasta los tuétanos en la psiquis de los mortales, para quienes fuimos desde niños influenciados por una abuelita rezandera, es imposible no sentir respeto, natural y tácita adhesión por los símbolos religiosos, de nuestra religión, y por las creencias de un pueblo; de allí que al líder que emblematiza a “florentino” se la pasa citando al diablo en la casa del cristiano, no faltarán algunos que cada vez que el presidente habla en publico se persigne varias veces, y se coloque algún escapulario de la Virgen del Carmen rodeándole el cuello, solo por presentir que ya vienen más “demonios, sapos y culebras” que saldrán de la boca presidencial, a enrarecer el clima de paz interna y espiritual indispensable para sentir sosiego y paz interior, el del sagrado ambiente familiar que proporciona el hogar, pero que el sacrílego presidente de nuevo viene a perturbar gratuitamente; él por obra y gracia de una transmisión en cadena de radio y televisión se convierte en su enemigo “gratuito”, más de una matrona lo tratará a partir de allí como un enemigo de sus creencias religiosas, de sus santos, de sus vírgenes, y hasta de sus crucifijos. Definitivamente es imposible pensar, que después de tantos ataques injustificados a la alta jerarquía de la Iglesia Católica en un país de tradición católica, profundamente enraizada en sus costumbres y hábitos del pueblo venezolano, este no recienta la relación indirecta que todo ciudadano tiene con su presidente, esas expresiones insultantes contra la Iglesia Católica podría que las asuman como propias; deben andar por allí muchos rezando sus penitencias.
El Poder Judío Israelí Mundial, o lo que es lo mismo los hebreos, ¿alguien puede dudarlo? luego de los reiterados ataques del jefe revolucionario bolivariano interviniendo e inmiscuyéndose, inconvenientemente en los asuntos internos concernientes al Estado de Israel, durante los sucesos más recientes, por motivo del conflicto árabe – israelí, que es muy complejo, delicado, y que posee graves implicaciones, incluso a veces incomprensibles para expertos diplomáticos, y del cual es preferible no opinar aquí para no afectar susceptibilidades; ¿alguien en el mundo ha salido bien librado de un conflicto con ellos y entre ellos?. En verdad son adversarios indoblegables, y su historia los avala como combatientes tenaces. ¡Caramba!
El dirigente venezolano se enfrenta igualmente con la Derecha internacional, y le ha jurado combatirla a “muerte” hasta su liquidación; la derecha ésta, no es la más progresista, sino que es la más recalcitrante; alojada en todas partes del mundo, es la que sabe como mover todos los tentáculos que le otorga el poder financiero que la secunda, avala y respalda. Es la derecha que intervino y participó sigilosamente para derrotarlo en Perú apoyando al social demócrata Alan García; en México sosteniendo e imponiendo al conservador Felipe Calderón; en Colombia alentando a Alvaro Uribe, y más recientemente aupando al derechista Novoa en el Ecuador; evitando que el izquierdista Rafael Correa ganara en la primera vuelta; igualmente frenando un posible triunfo del Socialista Lula en Brasil también en la primera vuelta electoral, y muy probablemente, y con toda seguridad pujando para impedir el probable triunfo del sandinista-socialista Daniel Ortega en Nicaragua. Así como lo derrotaron contundentemente en la ONU impidiéndole que lograra un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad, máximo organismo internacional. La derecha mundial nunca juega en el tablero geopolítico mundial en broma, juega duro y a ganar siempre. Sus enemigos también son a “muerte”, aunque trate de disimularlo, la derecha más radical, recalcitrante y conservadora reabre sus fauces de nuevo y va con todo en la defensa de sus intereses mundiales, y aunque no lo parezca Hispanoamérica no le es indiferente sino que esencial.
A un nivel interno, local, doméstico y cotidiano, se enfrenta con enemigos naturales, al que él suele etiquetar como “enemigos históricos”, se trata de la “rancia Oligarquía nacional”, los denominados “amos del Valle”, conformada por los más acaudalados y exitosos empresarios privados de toda índole y rubro posible, asociados y agrupados entre otros a Fedecámaras, algunos muy liberales y progresistas, pero también otros muy radicales, existen bastantes muy democráticos ; instalados en el territorio nacional; pero también muchísimos inversionistas extranjeros que han arriesgado sus capitales en Venezuela y mantienen sus intereses en el país desde hace largos años; esta calificación manipuladora de “oligarquía vendida a los intereses trasnacionales” es muy maniquea, muy interesada, es una forma de chantaje del poder, dirigida para asfixiar el viejo modelo neoliberal, que tiene fallas es verdad, pero también había logrado desarrollar al país estructuralmente a pesar de tantos vicios que se instauraron desde la administración pública, alentados por esta “oligarquía empresarial”, el sistema económico de libre mercado que ha funcionado en el país en los casi 50 años de democracia, y que ahora se intenta sustituir por un nuevo modelo no consagrado en la Constitución (1999) que se anuncia como Socialista del siglo 21, pero con tinte colectivista, comunitario, asociativo, todo un arroz con mango, que no logra ser bien explicado por el líder, ni comprendido aún por los venezolanos. Está suerte de discriminación genérica y ataque inmisericorde que reciben los empresarios privados, ha sido muy nociva para el país porque lo ha arrojado a un inútil enfrentamiento entre ricos y pobres, que no resuelve el problema de fondo, ahuyentando la inversión extranjera y generando una perdida de confianza por el riesgo político que siempre entraña un clima de constante e interminable desasosiego colectivo, de intranquilidad, y de peligrosa y destructiva inestabilidad política, generando inseguridad jurídica pero principalmente de perdida económica porque se paralizan empresas y se destruye el aparato productivo nacional, que es el que crea riqueza y productividad, el que genera empleo, se impone entonces el miedo, la incertidumbre, espantando a todos a propios y a extraños, a adversarios y a partidarios, todos peleando por causa del líder por el líder y para el líder, unos defendiéndolo a muerte y otros desesperados por derrocarlo para protegerse de la perdida de sus dividendos e intereses, porque creen que es lo correcto, ¿y el Jefe donde está?-preguntan todos- No falta quien responda: Pues el jefe está “gozando su delirio megalómano de grandeza heroica” ¿toda una epopeya parece esto verdad?
Esta manipulación del jefe del estado para lograr sus fines de imponer su modelo ideológico revolucionario, está condimentada por un ingrediente político-histórico colonial, que suele manejar muy hábilmente el Presidente barinés, para asociarlos como traidores, pero deformando y desnaturalizando la historia, calificándolos como cómplices en el presente, de la traición al Libertador Bolívar (tamaña injusticia les atribuye) quien fuera proscrito por la clase alta criolla dominante en el año 1830 , los llamados “godos” quienes se apoderaron del poder político y económico desplazando a Simón Bolívar y expulsándolo de Venezuela, con el concurso del General José Antonio Páez, el gran caudillo de los llanos, héroe de Carabobo y las queseras del medio, allá en las sabanas venezolanas durante la guerra de independencia librada por el ejercito patriota a sangre y fuego contra el imperio español (1821). Lo máximo que se le toleraría al militar presidente influenciado por la nostalgia histórica, sería una justa reivindicación al Libertador criticando a los desagradecidos e ingratos “godos” de esa época distante, pero desenterrar la historia para agredir a inocentes, nos parece de los peores excesos que le hemos visto cometer garrafalmente al líder llanero. ¡Semejante barbaridad! pretender acusar de forma genérica y sin hacer distinción alguna, a todos los empresarios, la mayoría honestos, muchos de ellos ni siquiera conocen el pensamiento y la obra del grande genio de América Simón Bolívar, quien merece como nadie descansar en paz, y no ser mal usado por un dirigente político para desvirtuar la realidad, con esta entelequia, se pretende aplicar una sombra de culpa a todos quienes no abriguen sectariamente la ideología que usurpa el autoproclamado líder bolivariano, apropiándose indebidamente de una herencia que no es suya sino de todos los venezolanos. Todos quienes conocemos la gesta emancipadora libertaria del inmenso caraqueño excepcional que fue Simón Bolívar, el máximo venezolano de todos los tiempos, el gran republicano, constructor de constituciones, estamos claros que la gloria de Bolívar es de todos los Latinoamericanos, no del político que hoy gobierna Venezuela manipulando su legado, memoria y epopeya histórica, apropiándosela, deformándola innoblemente, desnaturalizándola, falseándola, para apuntalar a su partido nada convencional y a su proyecto político revolucionario de tiente autocrático. Para sostenerse en el poder a todo evento, obligando al resto de los conciudadanos a aceptar sin corta pisas su visión sesgada de la historia, a riesgo de quedar ante los demás como traidores al Libertador ¡Dios mío cuanta ignominia junta!
Buena parte de los empresarios venezolanos son descendientes de emigrantes europeos, italianos, españoles, canarios, portugueses, venidos después de la segunda guerra mundial (1945) cuando el país padecía una dictadura militar. El mismísimo Libertador Bolívar era un blanco criollo aristócrata de su época, heredero de una gran fortuna, un individuo muy instruido en Europa, hacendado dueño de las famosas minas de Aroa, y nació “enmantillado y en cuna de oro”, tuvo la mejor educación y sus maestros más notables fueron nada menos y nada más que Don Simón Rodríguez, Andrés Bello Y el Padre Andujar, lo cual dice de su privilegiada formación; y sus abuelos provenían de España, a la que luego tuvo que combatir y declararle la guerra, y a nadie sensato hoy se le puede ocurrir la peregrina idea de que los abuelos del Libertador Bolívar eran unos traidores vende patria vendidos al imperio del Rey Fernando Séptimo, y mucho menos se podría asegurar jamás que Don Simón Bolívar era de tendencia socialista eso es algo más que incorrecto, es mentira simplemente. No es verdad que Bolívar fuera un “revolucionario de corte socialista” en los términos ideológicos como hoy pretende exponerlo el presidente venezolano, él ciertamente hizo una revolución porque se alzó en armas contra el imperio español dominante, pero no para crear un sistema socialista marxista en América hispana; desde esa simple perspectiva, Bolívar hizo la guerra a España, para instaurar un sistema político inspirado en su formación académica, que no podía ser otra que de inspiración republicana, su influencia era de los enciclopedistas franceses y no del Marxismo comunista, sus ejecutorias así lo describen y prueban; tampoco es que era un demócrata consumado, ni que defendía el sistema democrático porque no tenía referencia inspiradora directa, como se conoce la democracia moderna en nuestra época, su verdadera inspiración tuvo que haber sido la revolución francesa, por su espíritu libertario, consagrado en la declaración de los derechos del hombre promulgada en esa circunstancia histórica, que probablemente debió impactarle positivamente, pero Bolívar sin duda, si era un republicano, tal vez hasta necesariamente autoritario obligado por las circunstancias, pero jamás un comunista, y mucho menos propiciador de un proyecto político hegemónico de dominación extranjera, afirmar, defender y decir eso sería ser totalmente deshonesto intelectualmente hablando y ser un deformador deliberado de la verdad histórica, estaría fuera de contexto y de la realidad, hacer lo que hace el hombre fuerte de Venezuela es una manipulación política y nada más, así debe entenderse, a menos que sea verdad que su salud mental se haya visto afectada realmente y sufra de algún tipo de patología o “delirio de grandeza ”, lo cual no creemos esté padeciendo, más allá de los naturales y lógicos ataques de sus enemigos que tratan de descalificarlo.
Pero tanta proferida ofensa supone incluir como candidatos a ser sus enemigos en potencia del jefe supremo, enemigos en estado latente y expectante, a los industriales empresarios de buena fe, de tendencia ideológica derechista o de centro izquierda, quienes ya se cansaron de cerrar empresas y perder dinero, que ven en riesgo sus intereses gracias a la confesión presidencial más recientemente lanzada por el líder radical, de pretender imponer un sistema socialista a partir de su eventual victoria electoral, (hay muchos oportunistas en el gobierno hoy).
También son algunos potenciales enemigos, muchos fabricantes de manufacturas; grandes y pequeños comerciantes; propietarios de las cadenas de franquicias de todos los rubros de alimentos; supermercados; centros comerciales; cines; restaurantes; agencias publicitarias; cadenas de hoteles; compañías anónimas de todo tipo; emisoras de televisión y de circuitos radiales; de editoriales; constructoras de obras civiles; agencias de automóviles, y hasta los centros sociales como los llamados club, porque hasta sus campos de golf se han visto amenazados por decretos de expropiación, más recientemente dictados por el Alcalde Mayor de Caracas, afecto al proceso revolucionario, que ha sido objetado en el Tribunal Supremo de Justicia como inconstitucional y confiscatorio de los derechos de propiedad consagrados en la Constitución Nacional de ese país; decreto que pareciera haber sido frenado por el líder temeroso de espantar los votos de sus enemigos jurados, pues el Tribunal Supremo de Justicia acaba de decidir un recurso de amparo constitucional que deja sin efecto el decreto de expropiación, sentenciando a favor de los propietarios de los campos de golf afectados. Sin embargo todo hace presagiar que se trata de diferirlo temporalmente, al menos mientras que el prócer revolucionario termina de coronar su jornada electoral victoriosa, para entonces reactivarlo y así vengarse de los propietarios de los ya desahuciados “campitos de golf de las oligarquías criollas”. Ni golf podrán jugar en Venezuela los “empresarios emprendedores” para el revolucionario socialista, ellos son “ricos despreciables” egoístas oligarcas, que odian al pueblo tanto como él los odia a ellos, “hedonistas aburguesados e indolentes” por voluntad del señor del petróleo y su Alcalde complaciente, al parecer se prohíbe ser rico en Venezuela, “ser rico es malo” ha dicho el gran jefe revolucionario, pero viaja en un avión espectacularmente lujoso, muy cómodo, que le costó sesenta millones de dólares al estado venezolano tan dado hoy día a ser derrochador; ¿tendrán los denominados “oligarcas” motivos, razones de peso, para aspirar derrotarlo, después que durante ocho años constantemente desde su programa aló presidente el jefe supremo les desafía con un petulante discurso donde les repite cual loro casero :“Oligarcas temblad” ?.
¿Será que tendrán temor, se encuentran temblando, o ya estarán rabiosamente decididos a derrotarlo en diciembre? Pero es que no es para menos, el Presidente se ha cansado de insultarlos, con toda clase de calificativos ofensivos, por eso también ha ganado más enemigos, no menos tenaces que los mencionados. Lo único que la aludida oligarquía ha respondido es devolverle la afrenta también insultándolo con cuanto calificativo a sacado de la chistera, a través de los medios de comunicación que aún controla (por ahora) por ejemplo, señalándolo como un enfermo mental que padece “Paranoia Esquizoide” (patología mental progresiva); diciéndole todo tipo de epítetos también muy insultantes veamos: lo acusan de ser “Megalómano, delirante, enajenado, charlatán, narciso, engreído, resentido social, acomplejado, socio pata, magnate saudita, malversador, jerarca caprichoso, petulante, arrogante, personalista, manirroto, despilfarrador, caudillesco, dictador, autocrático, totalitario, mentiroso, mitómano, cobarde, racista, pavoso, vende patria, comunista, golpista, traidor, fraudulento, tramposo” y paren de contar. En verdad cuesta creer que el Presidente revolucionario pese a su controversial personalidad y estilo confrontacional, posea todos esos calificativos y características (no nos agrada por considerarlo erróneo en política). De ser así, los venezolanos lo que necesitarían sería un psiquiatra o tal vez un exorcista; pero sus “enemigos” necesitan y deberían centrarse en la realidad, porque parecieran también estar afectados mental y anímicamente, porque hay que estar muy disociado para no comprender que debe centrarse la política en el debate constructivo, combatiendo al adversario con programas alternativos al que se enfrentan o adversan, proponiendo ideas, proyectos, propuestas, ofertas; creando soluciones mediante el ejercicio de la verdadera lucha política que se realiza es en la calle con la gente, y no únicamente desde los medios de comunicación. Debe combatirse al adversario político criticándole lo malo es verdad, pero es con la participación y con la construcción de un proyecto de país alternativo y opcional, que se oponga a la tesis sectaria y excluyente del Presidente socialista revolucionario bolivariano. Derrotarlo con votos, no con golpes de estado, o conspiraciones dirigidas y ejecutadas por “militares chapuceros y dirigentes fascistas”, que son peores que los que gobiernan, y que degeneran en la perdida de la esperanza de todo un pueblo, ¡por Dios! deben reaccionar con nobleza, inteligencia y sabiduría, se los pide como un clamor Hispanoamérica entera. Hay que luchar por la paz, la hermandad, la solidaridad, “la verdadera misión” que debería también privilegiar el gobierno del señor que comete tantos errores frente a sus adversarios -que no enemigos- en Venezuela, es evitar una confrontación fraticida, una lucha sangrienta y a muerte por vencer a sus propios conciudadanos, que ahora no parecen serlo, son tildados por el líder del proceso de “escuálidos, lacayos del imperio, cipayos, golpistas, traidores”, esto será dando y dando. ¡Palo a palo no es gavilla! El problema es precisamente ese, que cuando el asunto se plantea de un solo color, el que prevalece al final para dirimir los conflictos político-sociales siempre comienza vestido de verde oliva color militar, pero terminan después todos teñidos de rojo sangre.
Pero es que hay más enemigos “gratuitos”, he aquí otro muy peligroso, y a veces decisivo en la contienda política: Los militares que no le son incondicionales, los disidentes de su proyecto político y que trabajan secretamente como celosos garantes de la Constitución y las leyes, y aguardan sigilosamente su derrota para cobrarle tanta “afrenta, y desfachatez proferida contra la patria y sus conciudadanos”, y así cobrarle haber “manchado el orgullo de la fuerza armada nacional”, gracias a esa incomprensible e imperdonable alianza con el dictador cubano Fidel Castro, quien intentó en el pasado invadir Venezuela militarmente en los años sesenta, ejecutando sus planes de expandir su revolución comunista, causando muertes de compañeros de armas que están alojadas en sus memorias, como cicatrices indelebles en el alma de estos oficiales dignos e institucionales, que han sido obligados por las circunstancias, y han debido ser testigos de cómo sin escrúpulo, sin medida, sin rendir cuentas a la nación, el inmenso caudal de recursos petroleros son sacados y “regalados” fuera de su país para promocionar al totalitarista caribeño, y para desplegar todo una logística ideológica de sustentación, al proyecto político de corte socialista castro-comunista hegemónico, que se han propuesto desarrollar en todo el continente y el mundo, de ser necesario pasando por encima de los principios democráticos, y del mismo pueblo libertario de Simón Bolívar, que ya los conoce bien, los presiente y los sospecha caídos, de allí que los espera en la “bajadita para cobrarles tanto atropello”.
Pero sigue el gendarme militarista sumándose adversarios terribles: La Clase media, conformada tradicionalmente por profesionales y técnicos de toda índole, productores del campo, ganaderos, campesinos y pequeños comerciantes, golpeados duramente todos sin excepción, por la carencia de empleo, la inflación, la inseguridad, la disminución de su poder adquisitivo y su nivel de vida, pese a los altos precios del petróleo y el descomunal ingreso en las “buchonas” arcas del estado manirroto, derrochador y corrupto, que les niega posibilidades de ascenso social, quienes conforman prestigiosos gremios profesionales, asociaciones y sindicatos, y a quienes el país les debe tanto. Médicos, Odontólogos, Bioanalistas, Comunicadores Sociales , Periodistas, Locutores, Ingenieros, Arquitectos, Economistas, Administradores, Contadores, Profesores Universitarios, Maestros, Farmacéuticos, Abogados (“entre Abogados te veas”), Sociólogos, Psicólogos, Psiquiatras, Sexólogos Corredores de Bolsa y de Seguros, Intelectuales, Poetas, Historiadores; Artistas, Actores, Humoristas, Comediantes, Fotógrafos, Camarógrafos, Cantantes, Cineastas, Cirqueros, Editores, Pintores, Escultores, Escritores, Técnicos, Trabajadores afiliados a toda clase de Sindicatos como la CTV.
Pero hay más enemigos potenciales que no votarían por “el señor del oro negro”, también entran en esta ya larga lista de enemigos, los partidos políticos tradicionales y nuevos que lo adversan legítimamente y que no se rinden jamás; los presos y perseguido políticos que existen a pesar de que el régimen lo niega; los buhoneros atropellados y hostigados sistemáticamente en las calles; los taxistas y transportistas que protestan porque los matan a cada rato y no hay respuesta a sus demandas de seguridad; los indígenas desasistidos, los ancianos olvidados, los miles de damnificados de tantas catástrofes naturales que han ocurrido, y que no encuentran la ayuda oportuna de un régimen que luce distraído en el exterior, paseando la petro chequera, negociando votos por todo el mundo para aspirar a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad en periplos por Europa, Asia, Africa, y hasta por Usa, saliendo derrotado catastróficamente; comprando tres mil quinientos millones de dólares en bonos argentinos devaluados; donando casas en Cuba, puentes en Uruguay, y haciendo donaciones millonarias a Bolivia, instalando bases militares en su frontera, y haciéndole donaciones injustificables a toda una pléyade de “países amigos”, por cifras descomunales, mientras allá en Venezuela, hay hambre, miseria, niños abandonados, inseguridad, presos hacinados matándose en las cárceles, noventa mil muertos víctimas de la violencia del hampa y la inseguridad; desempleo; inflación, ¡caramba! Allá en Venezuela se caen viaductos, puentes y carreteras por falta de mantenimiento, se colapsan los hospitales y se deterioran todos los servicios públicos injustificadamente, porque se han tenido disponibles y han entrado a las arcas del fisco venezolano más de cuatrocientos mil millones de dólares (400.000.000.000,oo $) en los últimos ocho años, y el líder del proceso revolucionario pareciera haber dispuesto de ellos y no haber podido resolver los problemas.
Por eso pensamos que su peor enemigo es él mismo, su propio gobierno que ha demostrado su incapacidad para resolver los problemas de sus conciudadanos que lo eligieron; por eso nos luce en picada, en caída libre hacia un profundo despeñadero, conducido por sus propios errores y omisiones. Pero lo que más ofende a sus ya jurados adversarios y al país venezolano, a quienes el Jefe revolucionario estigmatiza como “enemigos de la patria”, es su grosera y descarada actitud de constante ventajismo, al pretender violar las reglas electorales viciando el proceso electoral, y tratando de inclinar la balanza del respaldo electoral ilegítimamente a su favor, empleando los cuantiosos recursos del estado indiscriminadamente para su campaña reeleccionista, mientras sistemáticamente impide a sus oponentes el ejercicio libre y democrático de sus legítimos derechos.
El candidato presidente pareciera estar enfrentándose a un gravísimo dilema en su ya dilatada vida política: Si se cuenta legítimamente pudiera perder las elecciones y verse obligado a rendirle cuentas de su gestión administrativa a la nación, cuestionada como “malversadora”; y si auspicia, promueve y ejecuta un fraude pudiera estar tentando “al diablo” que lo tiene en la mira por si hace trampa.
Por su parte, la oposición tiene ahora la gran oportunidad si logra unirse y desplegarse efectivamente, de derrotarlo electoralmente, en el terreno en donde él se ufana de ser popular; su gran problema está en conseguir organizarse eficazmente, articularse coherentemente, en torno a un programa democrático y al liderazgo de su nuevo líder, presentarle y explicarle al país suficientemente un proyecto político alternativo creíble, que entusiasme y convenza a los venezolanos; evitar que se suceda la abstención, prevenir e impedir que el fraude sea viable y se produzca, y lograr que el enorme elefante que es el pueblo venezolano, que pareciera amarrado a un endeble poste que lo inmoviliza desde hace tiempo, convencerle de que si se lo propone, puede y debe romper la frágil y delgada cadena que aún lo mantiene artificialmente atado a sus viejos temores, sin sospechar si quiera que tiene la fuerza indispensable para hacerlo, porque el líder pareciera haber entrado en una situación de declive político indetenible (gane o pierda), y por la ausencia de respaldo suficiente en la población de su país, por haber sumado tantos “enemigos gratuitos ” sin necesidad, por lo que ahora comienza a caer en picada, por sus errores, y su incapacidad manifiesta de sumar voluntades y si muchos “adversarios” sus propios conciudadanos que ahora parecieran desearlo fuera del poder que un día le confiaron ilusionados en las esperanzas que les sembró, ahora difusas, ya difuminadas, comienzan a ser percibidas por las grandes mayorías entristecidas, desalentadas por sus ilusiones rotas, como promesas incumplidas, están sufriendo algo más parecido a un desengaño amoroso, ante las mentiras reiteradas de un amante embaucador, el pueblo soberano que incondicional y ciega adhesión profería su líder salvador, a su “libertario gendarme insustituible”, ya no pareciera ser incondicional y le ha quitado el estandarte de su adhesión. Ahora da la impresión, que lo que quieren la mayor parte de los venezolanos, que se sienten sus “enemigos gratuitos” gracias a él mismo que los etiquetó, es sacarlo a empujones del poder. Lo peor que le puede ocurrir a un dirigente político es la perdida de su credibilidad y esto es lo que le está ocurriendo al jefe revolucionario, en verdad el presidente venezolano se enfrenta a la posibilidad de ser derrotado por sus “enemigos gratuitos”.

martes, octubre 17, 2006

LA ONU: MORIR EN LA ORILLA .


Lo que está ocurriendo actualmente en la ONU con motivo de la escogencia de un miembro no permanente del Consejo de Seguridad que representará a América Latina y el Caribe, ha dejado al descubierto la delgada capa de barniz democrático que se había aplicado el mandatario venezolano, en su afán desmedido de extender su proyecto político revolucionario a todo el continente. El señor del Oro Negro, pese a su intento ambicioso de alcanzar un puesto en la máxima instancia de la seguridad mundial, luego de invertir esfuerzos, desplegar recursos y logística haciendo periplos por países europeos, asiáticos, árabes, africanos y latino americanos, e incluso luego de haber cerrado con broche de oro su evidente campaña en pro de su aspiración, desde Estados Unidos ejecutando una "peculiar alocución" muy temeraria y atrevida por lo insolente, desde la importante sede de la ONU en Nueva York, solicitando y comprometiendo apoyos para su legítima causa; después de realizar toda clase de peripecias políticas, por lo demás válidas y típicas en estas lides, luego de esos específicos esfuerzos realizados y de anunciar públicamente su casi absoluta seguridad de haber obtenido apoyos de la Liga Árabe, parte de la Comunidad Europea, la Comunidad Africana, MERCOSUR, el CARICOM, luego de haber hecho arrogantes alardes de esos apoyos casi que logrados en gesta heroica, y de hacerse recibir cual prócer en su feudo, el fracaso no pudo ser más estrepitoso y desastroso para el audaz mandatario -vistos los resultados- quien en sus discursos en algunos eventos se ha ufanado imprudente y torpemente de apoyos incondicionales, que no han sido tales, y de ser una especie de adalid de la democracia continental que lucha por los desposeídos y los excluidos, sin disimular su demagogia y populismo, pero haciendo gala de una rara destreza para irrespetar a los demás, haciéndoles en su cara lo que tanto les critica; acusa a otros mandatarios de ser irrespetuosos de la soberanía de otros países, pero los irrespeta cuando opina y se inmiscuye en los asuntos internos de sus países. No somos adivinos, pero no nos extrañaría que la primera reacción sea la de hacer ver una derrota tan notoria y estruendosa como una victoria, tal vez otra de las notorias habilidades del astuto político caribeño; ¿acaso fue deliberada su actitud de mantener una candidatura a costa de lo que sea aún sabiendo que no se obtendría el objetivo?-pareciera estar asumiendo la actitud más estridente, que le imponen sus necesidades electorales frente a su pueblo, al pretender lucir como un adalid de causas justas, transmitiendo la matriz de opinión que lo exponga como el librador de una "batalla" por la dignidad, cuando en realidad se trata de sostenerse a todo evento en el poder a costa de lo que le sea necesario ejecutar. Ahora se argumentará que la lucha se ha librado contra un imperio que no ha podido imponer su línea con su ilimitado poder, de nuevo tratará de desvirtuar su derrota, que es suya, que es propia, que no podrá endosar a su pueblo, y que labró nadando las caudalosas y encrespadas aguas de una geopolítica mundial muchísimo más compleja, que el minúsculo cristal por donde mira el mundo, y lo define únicamente de un patético monocolor rojizo sangre, viéndolo convenientemente deformado según su arcaica y obsoleta óptica, lo aspira sin matices, sin consensos posibles, como quien dice "prefiero morir en la orilla", después de haber nadado mucho desde una pretendida posición justiciera, esgrimiendo como estandarte ideales libertarios, de paz y progreso para los pueblos que dice representar, para caer derrotado, en vivo y en directo, pero en la ONU, siendo presa de sus propias maquinaciones, ventilando sus intereses y jugando a ser diplomático diestro, arriesgando lo que le es más sagrado (su imagen), sin sospechar que en el intento se quedó desnudo frente a su país, pero también ante la comunidad internacional, quien ya lo presiente desesperado por el declive de su proyecto político que comienza a mostrar síntomas de debilidad en la región sudamericana donde pretende expandirla. Este particular evento político de derrota internacional sufrido amargamente por el dirigente venezolano, pareciera ser una importante consecuencia de tantos errores cometidos; y en la política los errores se pagan caros, no se pueden cometer impunemente, es decir, sin que se produzcan consecuencias; ya veremos el impacto que tendrán en la política interna de su país; es imposible creer que tales acontecimientos no han de ocasionarle algún daño a la imagen del aspirante presidente, quien hoy es el personaje más polémico que desde Sudamérica produce y ocasiona opinión de toda índole, ya sabemos que no siempre haciéndolo se logran objetivos políticos, a veces se muere en la orilla aunque se haya nadado fuerte...

Paz o Guerras eternas

El mundo es una gran bola de excremento; las relaciones entre las naciones definitivamente no son idílicas, no son románticas, ni siquiera históricas, sino que son lapidariamente económicas; a pesar de los desesperados intentos que hacen algunos lideres que dirigen y comandan las edades de los zamuros quienes se han apoderado de todo cuanto han deseado en nombre de sus “nobles ideales”, los cuales justifican sus pretensiones siempre y a todo evento, para mantenerse inalterablemente en el poder de sus respectivas sectas; no importa sus inclinaciones ideológicas o de otra índole, sus intereses los mantienen apegados a sus oscuros objetivos, de allí que nos han convertido el escenario mundial en una campo de batalla. Es así de elemental, en nombre de encontrar la paz nos conducen a la guerra, no tienen medias tintas a la hora de elegir el camino que los conduce a ejercer el dominio planetario, es una sencilla ecuación, más dominio económico mayor y mejor tecnología, ciencia, técnica y privilegio de poseer las armas más poderosas, lo ejércitos mejor dotados y entrenados. Todo forma parte de una larga tradición, desde que el mundo es mundo se lucha por el logro del dominio militar, esa triste verdad nos conduce inevitablemente a sostener, que el hombre existe para dominarse entre si, para amenazarse, es un juego definitivamente diabólico, que nos veremos obligados a jugar siempre, mientras aspiremos a ser seres terrenales.