"Nueve expresidentes y 350 parlamentarios de 13 naciones se suman a la
iniciciativa mientras crecen las denuncias sobre las sospechas sobre la
parcialidad del tribunal electoral chavista"
POR:LUIS PRADOS.
Las denuncias de irregularidades en el sistema electoral por parte de
la oposición al chavismo se han convertido en las últimas horas en el tema central de la campaña venezolana
para las presidenciales del domingo. La alarma ante la posibilidad de
fraude ha traspasado las fronteras del país y por primera vez centenares
de líderes políticos y de opinión latinoamericanos han exigido en carta
abierta a las autoridades que las elecciones sean limpias. Nueve
expresidentes y 350 parlamentarios de 13 naciones del continente hacen
un llamamiento, especialmente al Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, para que el proceso sea “transparente, libre y equitativo”.
La carta de los expresidentes, firmada, entre otros, por el peruano
Alejandro Toledo, el argentino Fernando de la Rúa, el mexicano Vicente
Fox y el costarricense Óscar Arias, comienza declarando el apoyo de la
“comunidad internacional democrática” a los venezolanos, para que puedan
elegir a sus representantes con garantías “de acceso y uso equitativo
de los medios de comunicación y recursos institucionales a lo largo de
la campaña, durante el acto electoral y con posteridad al mismo”. A la
iniciativa, firmada el lunes y conocida ayer, se han sumado más de 200
personalidades y organizaciones del continente.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana ha sido mucho más directo
al expresar el mismo día su rechazo a una invitación del CNE para que
fuese observador del proceso electoral. En carta dirigida a su
presidenta, Tibisay Lucena, escribe: “La votación del próximo 14 de
abril marca una nueva etapa para el pueblo de Venezuela, que asistirá a
las urnas en un proceso signado por el antecedente histórico de una
balanza de garantías inclinada permanentemente a favor de quienes hoy
detentan el poder (…) Teniendo en cuenta el hecho de que mis funciones
serían de acompañamiento a un proceso que por convicción no puedo avalar
debo declinar agradecido la honrosa invitación del CNE”.
Por su parte, más de 300 senadores y diputados latinoamericanos le
enviaron a la presidenta del CNE otra carta en la que le exigen la
adopción de unas condiciones mínimas para que las elecciones puedan
considerarse limpias. Parlamentarios de Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá,
Perú, Paraguay y Uruguay hacen suyas cinco reivindicaciones de la
oposición venezolana como son el escrutinio total de las papeletas, el
uso de tinta verdaderamente indeleble, la retirada de máquinas capta
huellas así como la eliminación de la estación de identificación del
elector -requisitos previos al sufragio que pueden permitir relacionar
la identidad del elector con su voto- , el cese del uso de las milicias
del Plan República -son militares los encargados de distribuir y recoger
el material electoral- y el castigo implacable del abuso de los
recursos del Estado a favor Gobierno.
La nueva preocupación regional por la salud democrática de Venezuela
obedece en parte a las denuncias que el candidato opositor Henrique
Capriles ha realizado en los últimos días sobre oscuros planes del
Gobierno chavista para “torcer la voluntad popular”, así como al cúmulo
de irregularidades que rodea su sistema electoral. Entre ellas, el que
hace una semana un miembro del partido del Gobierno demostrara
públicamente que tenía acceso a la clave secreta de miles de máquinas de
votación. El CNE lo ha negado tajantemente e incluso los líderes de la
oposición han minimizado el hecho por temor a que el escándalo fomentara
la abstención entre sus propios partidarios.
Ludwig Moreno, de la ONG Voto Limpio, que reprocha esa actitud a los
antichavistas, señala entre otras deficiencias que el censo electoral
que se utilizará en estos comicios “se cerró el 15 de abril de 2012,
cuando la ley ordena que esté actualizado con un mes de retraso máximo,
por lo que unos 800.000 jóvenes se llevarán el domingo la sorpresa de
que no pueden votar”. Además, asegura, los aparatos de votación son
máquinas de lotería fabricadas por Olivetti modificadas para que puedan
contar votos. Pero aún peor. Moreno recuerda el error de la oposición
cuando “en septiembre del año pasado aceptó que 1.513.000 electores que
no tenían su huella digital registrada previamente pudieran votar
registrándola en el mismo momento de depositar su voto. Es obvio que eso
provocó el vuelco electoral que se produjo la tarde del 7 de octubre.
El oficialismo ganó por 1.570.000 votos”.
Eric Ekvall, analista de Corporate Strategy Communications, con 30
años de residencia en Venezuela y experto en campañas electorales en
América Latina, sostiene que el chavismo tiene un largo historial de
“fraude electrónico”, concretamente “desde el referéndum revocatorio del
presidente Hugo Chávez
en 2004, que se ha ido sofisticando con la llegada de los expertos
cubanos”, y que el partido del Gobierno y la CNE son “vasos
comunicantes”. Ekvall coincide con Moreno en que el aspecto más
desagradable de esta campaña es “la complicidad de parte de la oposición
con el Gobierno” en el fraude, sea por amenazas o dinero.
Fuente:http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/09/actualidad/1365525023_010941.html
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