POR:ANDRÉS CAÑIZÁLEZ.
No es la primera vez que usamos este
título. En los últimos años, en diferentes espacios de la vida pública,
hemos defendido el poder del voto en Venezuela, incluso en momentos en
que sectores de la sociedad decidieron no participar en las elecciones.
El uso de este título de forma intencional obedece a que los debates en
el país parecen estar signados por preguntas que cíclicamente se
repiten. Mucha de la dirigencia política, en la Venezuela actual, no
parece contar con fuelle y decisión para mirar sus decisiones, y así
evitar la repetición de experiencias desastrosas. En octubre de 2005 la
interrogante que se vivía en un amplio sector de la sociedad tenía que
ver con acudir a votar o dejar de hacerlo en las elecciones de una
Asamblea Nacional.
Prevaleció, entonces, la tesis de que
dejando de votar se deslegitimaba al gobierno. En aquel momento muchos
opositores seguían aferrados a la tesis del fraude en el referéndum del
2004. El resultado fue la desmovilización: estábamos ante un fraude tan
sofisticado que aún esperamos las pruebas de la estafa.
Mirando con necesaria retrospectiva
crítica, aquella decisión del 2005 fue un enorme error. El Parlamento no
terminó deslegitimado y con una votación escuálida -en el verdadero
sentido de la palabra- se consolidó un cuerpo legislativo rojo, rojito.
Cuánta diferencia habría hoy si en la Asamblea Nacional una bancada
opositora se hubiese plantado ante la designación de lacayos en los
poderes públicos del país allá por el año 2007. La deslegitimidad de un
régimen no se logra quedándose en casa, con los brazos cruzados.
Dejándole los espacios de poder legítimo (como el Parlamento o la
presidencia) a un gobierno que quiere acaparar todo el poder, no se le
debilita, sino que se logra precisamente el efecto contrario. Hugo
Chávez logró controlar la vida institucional no sólo porque esa era su
intención; lo alcanzó porque la agenda opositora a favor de la
abstención se lo facilitó. Hay que llamar a las cosas por su nombre.
En los últimos años se ha consolidado en
Venezuela una alternativa democrática que ha tenido, sabiamente, la
ruta electoral como una alta prioridad. La presencia de un cuerpo de
diputados en el seno de la Asamblea Nacional hoy (gracias a que se
acudió a votar en 2010) es lo que ha impedido –por ejemplo- una nueva
concesión de poderes habilitantes al jefe de Estado o incluso tratar de
llevar adelante una nueva enmienda de la constitución. La tenaz
resistencia de los alcaldes y gobernadores opositores electos con el
voto popular es una clara demostración de que sí se puede llevar
adelante una gestión a pesar de la adversidad, puesto que están
gobernando teniendo en contra al Estado central.
Nuevamente cobra vigencia, a tan pocos
días de los comicios del 14 de abril, la revisión de la tesis de dejarle
el terreno libre al gobierno. ¿Cuál es la opción para hacerle frente?
En la práctica se reducen a dos opciones: votar o dejar de hacerlo.
En un sistema que se dice participativo,
pero que en la práctica es el Estado el que norma y controla los
espacios de participación ciudadana, el único poder del ciudadano
termina reducido al voto. Se trata de cada persona y su conciencia sobre
lo que está en juego, sobre lo que quiere para el país. Cada uno de
nosotros tiene un poder. Dejar de ejercerlo, lejos de deslegitimar al
gobierno, afecta a los ciudadanos, y de eso ya hemos tenido malas
experiencias en el pasado reciente de Venezuela. Hay que salir a votar
el 14 de abril.
Fuente:http://blogs.noticierodigital.com/periodismoypoder/
1 comentario:
segun datos extraoficiales gano Henrique Capriles | Red Digital TV
redigitaltv.com/?p=15132
Henrique Capriles Radonsky se perfila como ganador de la elección ... que circule la información a través de las redes sociales y medios electrónicos. ... exterior, transmitidos hasta esta hora, también dan como ganador a Capriles Radonsky.
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