La nueva documentación confirma que allí no se trabajaba con OVNIS o extraterrestres, sino en el desarrollo de aviones espía
POR:EVA SAIZ.
Tras años de negativas, la CIA
ha reconocido la existencia del Área 51, el misterioso complejo en el
desierto de Mojave, en Nevada, convertido en un emblema de la
iconografía popular impulsado por las especulaciones de que allí el
Gobierno estadounidense trabajaba con extraterrestres. La confirmación
se ha obtenido gracias a la desclasificación de documentos decretos de la agencia
solicitada en 2005 por la universidad George Washington. La nueva
información que incluye un mapa del lugar, sin embargo, decepcionará a
los aficionados a las teorías de la conspiración y la ciencia ficción,
ya que el Área 51 era una base militar construida durante la Guerra Fría
para desarrollar programas de vigilancia y probar aviones espía U-2 y
OXCART, capaces de volar a gran altura, una circunstancia que explica
por qué los aparatos eran confundidos con OVNIS.
Aunque sí se tenía conocimiento específico de la existencia de esa
base, es la primera vez que la CIA la denomina explícitamente como Área
51, el nombre que constaba en los mapas del Polígono de Ensayos de
Nevada. “No existe ningún lugar llamado Área 51”, señaló en 1995 un
abogado de la Fuerza Aérea en una vista ante un tribunal federal con
motivo de la investigación de varias demandas de empleados del complejo
que denunciaron sufrir enfermedades respiratorias debido a su exposición
a materiales tóxicos mientras trabajaban allí. Los miembros de la base
se referían a ese lugar secreto como El Rancho.
De acuerdo con los documentos desclasificados, en 1955, la CIA y la
compañía Lokcheed Martin trataban de buscar un lugar para poder probar
el modelo de avión U-2. La localización debía estar apartada, para
preservarla del acceso de curiosos, o espías rusos. Comenzaron a
sobrevolar el área de California, hasta que en pleno desierto de Nevada,
junto al lago Groom, avistaron una pista de aterrizaje abandonada que
la Armada había empleado durante la II Guerra Mundial. Era el sitio
perfecto.
Ese mismo año, el presidente Dwight D. Eisenhower aprobó la construcción de la base militar. El Rancho
fue evacuado en junio de 1957 debido a una serie de pruebas nucleares,
ante el riesgo de que el Área 51 pudiera resultar contaminada, pero en
septiembre de 1959 volvió a estar operativa. La CIA regresó para
desarrollar los modelos de avión A2, el precursor del SR-71. A lo largo
de estos años, el complejo se ha ampliado y las medidas de seguridad se
han endurecido.
La CIA hizo circular de manera interna la historia oficial de las
pruebas con U-2 en 1992, una documentación que se hizo pública en 2002 y
que ahora, con la nueva petición de la universidad de George Washington
se ha ampliado. En 1996 también se reconoció el programa de desarrollo
de los aviones OXCART. La nueva información esclarece que en los
hangares del Área 51 no se ocultaban naves espaciales ni se hacían
autopsias a extraterrestres, sino que se trabaja en algo más prosaico
como la vigilancia.
Tras las primeras denuncias de los trabajadores, la Administración
Clinton trató de paralizar la proliferación de nuevas demandas. El
presidente firmó una orden ejecutiva eximiendo al Área 51 de tener que
desglosar sus índices de contaminación, si bien, finalmente, la Agencia
de Medio Ambiente obligó a descontaminar la base.
El secretismo del Gobierno en torno al Área 51 ha contribuido a dar
verosimilitud a quienes aseguraban que en la base se trabaja con
extraterrestres. En 1989, las declaraciones de un empleado del complejo
asegurando que había trabajado en la base secreta con una nave
alienígena que se había estrellado en la zona, contribuyeron a dar
pábulo a más de dos décadas de teorías de la conspiración.
Fuente:http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/17/actualidad/1376745703_520917.html
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