¿Una ola o un globo?
Los sondeos le dan la victoria a Aécio Neves, ¿Indicarían estos primeros resultados que empieza a consolidarse la 'ola Aécio', o se trata de un globo que acabará por desinflarse?
Los dos sondeos de Datafolha e Ibope coinciden en un empate técnico
entre los candidatos Dilma Rousseff y Aécio Neves, aunque el exsenador
aparece al frente numéricamente con un 46% de los votos contra el 44% de
Rousseff.
Es la primera vez que Neves aparece superando en números de votos a
la presidenta. El candidato ha crecido más en los sondeos: 12,45 puntos,
ya que había obtenido el domingo pasado 33,35%. Rousseff aumentó 2,4
puntos tras conseguir un 41,59% en la primera vuelta electoral.
¿Indicarían estos primeros resultados que empieza a consolidarse la ola Aécio?
O ¿podría tratarse más bien de un globo que acabará desinflándose
frente a la fuerza electoral de Rousseff y el Partido de los
Trabajadores (PT), como ya ocurrió con la candidata Marina Silva? Es
difícil hacer pronósticos en unas elecciones como estas cargadas de
suspenso y sorpresas.
La pugna entre los dos candidatos no ha hecho más que comenzar.
Correrá aún mucha agua por esos dos ríos hasta el día 26. Esperemos sólo
que no corra sangre, como ha pronosticado algún diario, y que
predominen las propuestas y soluciones ante unos electores cansados de
guerras y polémicas personales.
En vista de los primeros programas de propaganda televisiva gratuita y
por los discursos de ayer, todo hace imaginar que la pugna no será
menos fácil y pacífica que la que hemos visto en la primera vuelta.
No es cierto que los brasileños, contra lo que a veces se escribe,
hayan perdido el espíritu de las protestas de 2013 o que los electores
no están interesados en los comicios porque piensan que todos los
partidos y candidatos son iguales.
Todo hace imaginar que la pugna no será menos fácil y pacífica que la que hemos visto en la primera vuelta
Estas son las primeras elecciones de un Brasil más reflexivo y con un
cierto miedo sobre su futuro, ya que los índices económicos son los más
desfavorables de los últimos años. La presidenta y candidata Rousseff
ha reconocido que es necesario cambiar algunas cosas en su gobierno y ha
anunciado que será diferente del actual empezando por la selección del
ministro de Economía, el talón de Aquiles de su gobierno.
En esta carrera hacia la conquista del Planalto, se equivocarían los
candidatos si pensasen solo en la aritmética de los votos, algo que los
electores pueden desbaratar incluso minutos antes de las elecciones. Se
equivocarían si les ofrecieran lo que ya saben que no pueden cumplir,
olvidándose de los sentimientos que agitan al electorado que se mueve
entre el desencanto y la esperanza de que las cosas puedan mejorar.
El hecho de que los dos candidatos estén empatados al momento de
iniciar la segunda vuelta, demuestra que el país sigue dividido en dos
en su apreciación sobre qué candidato ofrece lo que están buscando.
Revela que ese deseo de cambio lo podrían encontrar tanto en la
candidata de la continuidad que les ofrece cambiar su equipo y
esforzarse por completar lo que en estos cuatro años no consiguió
realizar, como en el candidato que se ha enrollado en la bandera del
cambio y ha recogido de los escombros del trágico accidente aéreo que
terminó con la vida de Eduardo Campos, su último deseo de "no desistir
de Brasil".
Aquel reto de Campos en su última entrevista a la TV Globo antes de
ir al encuentro de la muerte, lo pueden hacer suyo los dos candidatos.
Los electores decidirán en las urnas el 26 de octubre próximo quién les
ofrece mayor seguridad de que serán capaces de hacerlo realidad.
Fuente:http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/10/actualidad/1412910646_573960.html
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