Rodilla en tierra 1. No son personas normales, por eso el comandante supremo los bautizó merecidamente como escuálidos. Son ladrones desde que nacen. No trabajan. Son unos vagos. Además, todos sin excepción, son pitiyanquis, vendepatria, entregados al imperialismo y traidores por naturaleza. Cuando participan en elecciones y ganan es para agarrarse los reales y viajar como locos por el mundo para hablar mal del gobierno. Son ricos, pelucones, blanquitos, hijos de papá. No le aportan nada al país. Más bien le quitan. Se apoderaron del Gobierno y los reales de Pdvsa por más de 40 años.
Se la echan de mucho a cuenta de que son catires, son doctores, hablan inglés y viajan sabroso. Lo que quieren es continuar sacando los reales de aquí para seguir haciendo sus negocios con el capitalismo salvaje. Antes usaban los aviones de Pdvsa para sus viajes particulares y hasta llevaban a las niñeras de sus hijos. ¡Qué mantequilla! No se puede confiar en ellos. Cuando usted esté cerca de un escuálido esconda la cartera. Le pueden robar todo.
Rodilla en tierra 2:
No vale la pena ni acercarse a hablar con estos vagabundos del poder.
Son un montón de militares, con algo de civiles coleados por ahí, que
asaltaron el país hace 16 años. Ya lo venían cazando desde hace décadas
manejados por los cubanos, pero con el tiempo los primeros comunistas
criollos se hicieron ancianos o se murieron esperando. Pero los viejitos
que quedan aprovechan la feria comunista de lo lindo y aseguran paz,
tranquilidad y bonanza para sus futuras generaciones de no comunistas
que vienen. Tienen a gente muy rara en el Gobierno: colectivos armados,
cubanos, palestinos, iraníes, rusos, africanos provenientes de las
peores dictaduras. Regalan la plata de los venezolanos y no les importa
que el pueblo pase hambre y haga colas interminables por jabón o una
hojilla. Total. Eso es mentira. Es la guerra económica y el sabotaje de
los empresarios y la canalla mediática. Todos los chavistas son
deshonestos. No hay excepción. La cúpula, en su mayoría militar, está en
la buena: tienen casas nuevas, carros nuevos, cuentas nuevas, ropa
nueva, anillos nuevos. Todo nuevo. No son educados. Más bien entre 08 y
diez en sus expedientes escolares y de muy baja evaluación en sus
trabajos antes de los golpes de Estado del año 92. Simplemente saltaron
con la ola verde y ahora son los dueños del país.
Rodilla en tierra 3:
A mí no me importa nada. Me da lo mismo todo. Si los chavistas se roban
hasta el último dólar me da igual que sean los escuálidos los que
saquen los euros que quedan. Son la misma calaña. Por eso ni leo
periódicos, no veo televisión, no escucho radio. Lo mío es una bonche y
la playita. Me sabe lo que pase. No me preocupan las cadenas ni lo que
diga la oposición de las cadenas. Por eso no voto. No sigo a los
políticos. Me importa un pito que no haya harina o que no se encuentren
pasajes disponibles para viajar al exterior. Me voy para Morrocoy, pues.
El whisky está muy caro, entonces tomamos guarapita o se lo vivimos a
alguien. No alcanza la plata, entonces pedimos prestado y no pagamos
nunca. No voy a marchas porque estoy cansado de eso. Eso sí. Hablo paja
pareja. Pero, por encima de todo, me importa un pito todo. No voy a
reuniones ni de juntas de condominio o de consejos comunales. Vayan y me
cuentan. Compro los productos de la cesta básica a los buhoneros porque
no hago colas y no me importa darle los reales a la cadena corrupta que
controla la buhonería en el país. Si la gasolina está barata, bueno. Si
la ponen más cara, no importa. Quiero que sepan que no me importa nada.
Tres miradas. ¿Y entonces? ¿Qué se hace?
erojas@eluniversal.com
@ejrl
Fuente: http://www.eluniversal.com/opinion/141105/vuelta-y-vuelta-sobre-el-mismo-tema
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