Levántate y camina, una reflexión de Luis Ugalde
ND / 21 oct 2017.- El padre Luis Ugalde pidió este viernes a los
venezolanos recuperar la esperanza tras lo ocurrido en las elecciones
regionales. Dijo que estos comicios demostraron que “la dictadura está
más desesperada y decidida a imponerse sin cuidar mucho las formas” pero
también demostraron que la oposición “no tenía ni la organización ni la
unidad ni la conexión con la gente movilizada – imprescindibles para
enfrentar eficazmente a un gobierno aferrado a su supervivencia
totalitaria”.
Recordó lo que dijo Pedro a un
paralítico tiempo después de la Resurrección de Jesús, en la época en
que los cristianos eran perseguidos: “Levántate y camina”.
A continuación el artículo de Luis Ugalde, s.j.:
La dictadura se atribuyó el triunfo en las elecciones a gobernadores
del modo como lo hacen los dictadores, que deciden hasta el porcentaje
(94% o 60%) que les conviene como meta y luego combinan arbitrariamente
los medios para presentar el resultado preestablecido. Ante el hecho de
que 80% de los venezolanos repudiamos esta dictadura, el gobierno tenía
que preparar cuidadosamente el conjunto de trampas y manipulaciones. Ya
la votación del 30 de julio para la asamblea nacional constituyente
había sido un enorme y descarado fraude de fondo y de forma.
Pero la gran mayoría de la población y de la dirigencia opositora
esperaba que con una participación opositora masiva de la población y
con diligentes testigos de mesa en todos los rincones del país, tenía la
posibilidad de triunfar impidiendo el fraude sistemático que se
proponía el gobierno y de ganar la mayoría de los gobernadores. El hecho
de que en las elecciones parlamentarias de 2015 los demócratas
opositores fueran capaces de defender su rotundo triunfo, hacía creer
que podrían hacerlo ahora.
Pero los hechos han demostrado que la dictadura está más desesperada y
decidida a imponerse sin cuidar mucho las formas, pues ya el mundo la
ve como dictadura. Por otro lado la oposición democrática ha demostrado
que no tenía ni la organización ni la unidad ni la conexión con la gente
movilizada, imprescindibles para enfrentar eficazmente a un gobierno
aferrado a su supervivencia totalitaria. Pero lo que no puede controlar
esta dictadura es que en los últimos largos meses viene acelerándose una
inflación que este año va a pasar de 1.000% y el próximo se anuncia
superior a 2.000%, con su brutal empobrecimiento y desesperación para la
población, ruina para la empresa productiva. Un gobierno corrupto,
inepto (salvo para la trampa política) y aferrado a un modelo
totalitario que destruye los derechos fundamentales a la vida, la salud y
la libertad, tiene delante una realidad que se agrava cada día y no se
resuelve con trampas electorales.
Ahora todos los demócratas debemos ser serenos y lúcidos para
reconocer los propios fallos, más que echar la culpa a los otros. El
país entra en un estadio nuevo y más grave, que solo con unidad y
claridad estratégica frente a la dictadura y con apoyo internacional
podrá salir de este régimen y emprender la dura tarea de la
reconstrucción.
La Conferencia Episcopal Venezolana una vez más tuvo el acierto de
invitar de manera insistente: “Vayamos todos a votar por nuestro
futuro”, mientras que el gobierno maniobraba para dividir y empujar a la
abstención de los demócratas para perpetuar la dictadura. El resultado
es que con un conjunto de manipulaciones la apertura al futuro ha sido
negada, lo cual nos pone mayores retos a todos los venezolanos, con un
futuro totalitario, miserable y sin esperanza.
El gobierno seguirá con su juego. Ahora exigirá que los gobernadores
electos, incluso los opositores, vayan a arrodillarse ante la
fraudulenta ANC. La obligación de los gobernadores es someterse a la
vigente Constitución de 1999 y no a la ANC constituida desde la
dictadura para matar la Constitución.
¿Y ahora qué?
En los primeros años del cristianismo los discípulos de Jesús vivían
perseguidos y con miedo de que los mataran como a su Maestro. El
ambiente externo era difícil y hostil, pero era más fuerte el fuego
interno de la experiencia espiritual de Jesús Resucitado. Esta fuerza
interior les llevó a vencer todos los obstáculos. Un día Pedro y Juan,
como judíos piadosos, entraban al templo de Jerusalén a orar y en la
puerta se encontraron la mano extendida de un paralítico que desde el
suelo pedía esa limosna diaria que no cambia nada, pero permite
sobrevivir. Pedro le miró a la cara al paralítico y le dijo: “No tengo
plata ni oro, pero lo que tengo te lo doy: en nombre de Jesucristo, el
Nazareno, levántate y camina. Y tomándolo de la mano derecha lo levantó.
De inmediato se le robustecieron los pies y los tobillos, se levantó de
un salto, comenzó a caminar y entró con ellos en el templo, caminando,
saltando y alabando a Dios” (Hechos de los Apóstoles 3, 5-8).
En Venezuela ya no tenemos oro ni plata para vivir de la limosna
estatal y el clientelismo político, han saqueado el país y el régimen
quiere convertir a la mayor parte de la población en mendigos con mano
extendida para recibir la bolsa Clap o cualquier otra limosna,
insuficiente pero necesaria para la supervivencia sumisa típica de estos
regímenes.
Ahora más que nunca nuestro futuro está en no plegarse a la limosna
pública, sino en escucharnos, decirnos unos a otros y practicar el
“levántate y camina” democrático y productivo. Esto hoy está más claro
que antes del último fraude electoral, a pesar de la comprensible
depresión luego de la burla ocurrida. Los dirigentes todos unidos, con
autocrítica y renovación, deben coincidir en el “levántate y camina”.
También en todas las áreas de la actividad social, económica y cultural
se tiene que articular ese 80% de los venezolanos para no seguir
postrados a la puerta del templo de la “revolución” pidiendo una
humillante supervivencia de un país que quiere libertad, justicia y
convivencia digna para todos.
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2017/10/levantate-y-camina-una-reflexion-de-luis-ugalde/
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