Lo que está ocurriendo actualmente en la ONU con motivo de la escogencia de un miembro no permanente del Consejo de Seguridad que representará a América Latina y el Caribe, ha dejado al descubierto la delgada capa de barniz democrático que se había aplicado el mandatario venezolano, en su afán desmedido de extender su proyecto político revolucionario a todo el continente. El señor del Oro Negro, pese a su intento ambicioso de alcanzar un puesto en la máxima instancia de la seguridad mundial, luego de invertir esfuerzos, desplegar recursos y logística haciendo periplos por países europeos, asiáticos, árabes, africanos y latino americanos, e incluso luego de haber cerrado con broche de oro su evidente campaña en pro de su aspiración, desde Estados Unidos ejecutando una "peculiar alocución" muy temeraria y atrevida por lo insolente, desde la importante sede de la ONU en Nueva York, solicitando y comprometiendo apoyos para su legítima causa; después de realizar toda clase de peripecias políticas, por lo demás válidas y típicas en estas lides, luego de esos específicos esfuerzos realizados y de anunciar públicamente su casi absoluta seguridad de haber obtenido apoyos de la Liga Árabe, parte de la Comunidad Europea, la Comunidad Africana, MERCOSUR, el CARICOM, luego de haber hecho arrogantes alardes de esos apoyos casi que logrados en gesta heroica, y de hacerse recibir cual prócer en su feudo, el fracaso no pudo ser más estrepitoso y desastroso para el audaz mandatario -vistos los resultados- quien en sus discursos en algunos eventos se ha ufanado imprudente y torpemente de apoyos incondicionales, que no han sido tales, y de ser una especie de adalid de la democracia continental que lucha por los desposeídos y los excluidos, sin disimular su demagogia y populismo, pero haciendo gala de una rara destreza para irrespetar a los demás, haciéndoles en su cara lo que tanto les critica; acusa a otros mandatarios de ser irrespetuosos de la soberanía de otros países, pero los irrespeta cuando opina y se inmiscuye en los asuntos internos de sus países. No somos adivinos, pero no nos extrañaría que la primera reacción sea la de hacer ver una derrota tan notoria y estruendosa como una victoria, tal vez otra de las notorias habilidades del astuto político caribeño; ¿acaso fue deliberada su actitud de mantener una candidatura a costa de lo que sea aún sabiendo que no se obtendría el objetivo?-pareciera estar asumiendo la actitud más estridente, que le imponen sus necesidades electorales frente a su pueblo, al pretender lucir como un adalid de causas justas, transmitiendo la matriz de opinión que lo exponga como el librador de una "batalla" por la dignidad, cuando en realidad se trata de sostenerse a todo evento en el poder a costa de lo que le sea necesario ejecutar. Ahora se argumentará que la lucha se ha librado contra un imperio que no ha podido imponer su línea con su ilimitado poder, de nuevo tratará de desvirtuar su derrota, que es suya, que es propia, que no podrá endosar a su pueblo, y que labró nadando las caudalosas y encrespadas aguas de una geopolítica mundial muchísimo más compleja, que el minúsculo cristal por donde mira el mundo, y lo define únicamente de un patético monocolor rojizo sangre, viéndolo convenientemente deformado según su arcaica y obsoleta óptica, lo aspira sin matices, sin consensos posibles, como quien dice "prefiero morir en la orilla", después de haber nadado mucho desde una pretendida posición justiciera, esgrimiendo como estandarte ideales libertarios, de paz y progreso para los pueblos que dice representar, para caer derrotado, en vivo y en directo, pero en la ONU, siendo presa de sus propias maquinaciones, ventilando sus intereses y jugando a ser diplomático diestro, arriesgando lo que le es más sagrado (su imagen), sin sospechar que en el intento se quedó desnudo frente a su país, pero también ante la comunidad internacional, quien ya lo presiente desesperado por el declive de su proyecto político que comienza a mostrar síntomas de debilidad en la región sudamericana donde pretende expandirla. Este particular evento político de derrota internacional sufrido amargamente por el dirigente venezolano, pareciera ser una importante consecuencia de tantos errores cometidos; y en la política los errores se pagan caros, no se pueden cometer impunemente, es decir, sin que se produzcan consecuencias; ya veremos el impacto que tendrán en la política interna de su país; es imposible creer que tales acontecimientos no han de ocasionarle algún daño a la imagen del aspirante presidente, quien hoy es el personaje más polémico que desde Sudamérica produce y ocasiona opinión de toda índole, ya sabemos que no siempre haciéndolo se logran objetivos políticos, a veces se muere en la orilla aunque se haya nadado fuerte...
Dios, abre mis ojos: La restauración espiritual de la visión
-
Esas dos luminosas esferas situadas a ambos lados en nuestro rostro han
sido objeto de alabanzas a través de toda la historia de la humanidad. Y,
¿Cómo n...
Hace 3 horas.
4 comentarios:
el refrán es de una exactitudmeridiana. El problema lo tenemos nosotros los venezolanos: en las elecciones de Venezuela las cosas no van a ser tan tranparentes, y eso es lo que él anda buscando...
gracias por pasarte por mi blog!
El problema como yo lo veo, tiene que ver mas con el motivo del “berrinche”, el objetivo a largo plazo, que con el hecho en si de obtener un puesto en el consejo de seguridad. Manejar una campaña electoral en la que el “hecho comunicacional” se centre en la discusión “puertas afuera”, le abre un espacio de maniobra que le permite no tener que debatir acerca de temas engorrosos para su administración, tales como la inseguridad, el alto costo de la vida (inflación) y la economía estrangulada por la dadivosa mano de la burocracia corrupta, así como el clientelismo que le toca llevar a cuestas, so pena de no contar con piso político alguno para su proyecto de sustentación en el poder a toda costa.
Soy su asiduo lector, gracias a usted.Es verdad que ustedes los venezolanos tienen el problema directamente, pero me temo que también sufriremos las consecuencias de el, todos los hispanoaméricanos. Usted como "notable investigador de oficio" seguramente conoce y ha estudiado a fondo, los efectos perniciosos, que nos han cauado a nuestros pueblos de este lado del "charco" el exceso de caudillismo, militarismo, armamentismo,populismo y totalitarismo.Fenómenos que parecían haber sido superados, pero que hoy regresan con mayor fuerza a amenazar a la democracia que parecía haberse institucionalizado como sistema perfectible de gobierno. El proyecto Castro-comunista parecía aislado y agotado, pero es evidente que lo han resucitado a expensas de la riqueza petrolera de tu hermosa patria, que pedece ahora el "karma" de tantos errores pasados.Los democrátas de tu país deberían considerar vencer las distancias que los dividen, y relanzar un proyecto político democrático alternativo al revolucionario, que derrote este intento de perpetuación en el poder del caudillo barinés.
Muy acertado, apropiado y extraordinariamente claro su comentario Elijah; pienso que su análisis encuadra perfectamente con el mio, sobre todo cuando usted califica muy contundentemente el episodio de la ONU como "un hecho comunicacional", lo cual define la intención del líder, al tratar de manipular, para convertir una derrota y intentar (sin éxito) convertirla en victoria, que es mi opinión.Por lo demás, me parece contundente su parecer al juzgar como un " berrinche" lo que todos vimos por la s pantallas, más descriptivo no pude ser usted respetado Elijah ;por otro lado, ¡que agudeza la suya!, al colocar el dedo en la llaga, que es en donde se revela la verdadera intención de quien maniobra, cuando usted define todo esto de una forma "inigualable" al denuncuar indirectamente al infractor, por decirnos que todo es en función de un "proyecto de sustentación en el poder a toda costa", lo cual comparto también; le agradezco que se tomara el tiempo de leer mis expresiones.
Publicar un comentario