POR:PEDRO BENÍTEZ.
Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Petróleo desde el 17/07/2002,
Presidente de PDVSA desde 20/11/2004 y Vicepresidente del Área Económica
21/04/2013, cuarto bate, pitcher, novio de la madrina e hijo del dueño
del equipo, ha sido el brazo ejecutor y responsable directo de la
debacle de la industria petrolera nacional.
Durante su gestión la deuda de PDVSA pasó de 6 mil millones de
dólares en 1998 a 43 mil millones en 2013. De exportar gasolina
Venezuela pasó a importarla. Las refinerías se queman, explotan, se
paralizan, funcionan mal o no dejaron de funcionar. La producción de
petróleo pese a todas las promesas hechas por él (plan siembra
petrolera) no hay forma ni manera que supere los 2.8 millones b/d (datos
oficiales), mientras el personal de la industria se ha multiplicado por
cinco.
Ese mismo funcionario, ahora en papel de cuadro político
comprometido, se presenta ante el III Congreso del PSUV como el salvador
de la patria.
La verdad es que Ramírez se ha dedicado desde abril del año pasado a
hacer pagar a los venezolanos el desastre y saqueo que él, junto con
Giordani, Merentes (y otros), contribuyó a propiciar. Las sucesivas
devaluaciones han tenido un objetivo: cuadrar las cuentas de PDVSA.
Ante los delegados del partido oficial tuvo la desvergüenza de afirmar que: “En este país no hay ningún problema de divisas”.
En realidad debió cambiar el tiempo verbal, pues su intención es que
no tenga problemas de divisas para los propósitos del régimen. Es por
ello que entre otras opciones se está por concretar la venta de Citgo,
propiedad del Estado venezolano, por un monto oscilaría entre 10 a 15
mil millones de dólares, tal y como lo informó con detalle el portal de
noticias y análisis konzapata.
Vender esa compañía no tendría mayor inconveniente si el producto de
esa transacción se fuera dirigir a desarrollar, por ejemplo, proyectos
en la Faja del Orinoco. Pero conociendo la trayectoria de los personajes
uno tiene fundadas sospechas que eso no será así.
Van a realizar esa venta para cumplir con China, seguir recibiendo
financiamiento rápido de ese país y salir de una propiedad que pudiera
ser objeto de litigios en E.E.U.U.
Hay que oponerse a esa venta. Que el gobierno de Nicolás Maduro venda
Citgo es un acto de irresponsabilidad, un atentado contra el patrimonio
de la nación. Será como el que vende el auto, pero no para dar la
inicial del apartamento, sino para llegar a fin de mes y pagar deudas de
juego. ¿O se puede esperar algo mejor de esa gente?
@PedroBenitezF
Fuente:http://www.noticierodigital.com/2014/08/citgo-en-la-debacle-petrolera/
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