POR:TRINO MÁRQUEZ.
La secuencia de los hechos fue más o menos la siguiente: luego de
conocer la decisión del Congreso norteamericano en la cual se sancionaba
a un grupo de funcionarios del Estado y del Gobierno venezolano, por su
participación en la violación de los derechos humanos durante las
protestas ocurridas durante el primer semestre de 2014, Nicolás Maduro
convocó, el viernes 12 de diciembre, a una concentración de sus
partidarios en la Avenida Bolívar para el lunes 15. Protestaría contra
injerencia del imperio y la violación de la soberanía nacional. El fin
de semana estuvo en La Habana reunido con los hermanos Castro. En el
mitin de la Avenida Bolívar dijo que había estado a punto de romper todo
tipo de relaciones con los Estados Unidos, pero que luego de contar
hasta diez había abandonado la idea.
El miércoles 17 de diciembre, el presidente Barack Obama y Raúl
Castro sorprendieron al mundo entero al anunciar que ambas naciones
habían decidido -después de 18 meses de intensas negociaciones secretas y
de intercambiar presos en cárceles de ambos países- comenzar relaciones
diplomáticas luego de más de cinco décadas de haberlas interrumpido y
que ese contacto podría conducir, en un plazo cercano, al levantamiento
del bloqueo que el país del norte ha mantenido por más cinco décadas
sobre la isla caribeña. Ambos mandatarios reconocieron el papel del papa
Francisco durante las negociaciones.
Sorprende que un anuncio de tanta trascendencia para las relaciones
entre ambos países, e, incluso, para América Latina, se haya producido
en un momento en el cual las relaciones entre el gobierno de Caracas y
de Washington se han tornado tan tensas. Maduro había estado en La
Habana apenas unas horas antes de las alocuciones. ¿Fue que Raúl no le
informó de los inminentes anuncios? De haberlo hecho probablemente
Maduro no habría estado tan desaforado frente a su clientela, seguidora
de la Revolución Cubana. Los hermanos Castro no tuvieron ni siquiera la
delicadeza de esperar que las aguas regresaran a su nivel para informar
que los delegados de los dos gobiernos habían llegado a compromisos de
tal alcance. No pusieron como condición que los Estados Unidos ignoraran
las sanciones a los funcionarios venezolanos incursos en delitos de
violación a los derechos humanos. Raúl y Fidel no tuvieron la
solidaridad que cabría esperar con el régimen chavista que tantos
beneficios económicos les ha reportado. Los longevos dictadores actuaron
con el pragmatismo que los ha caracterizado desde que entraron en La
Habana el ya lejano 1 de enero de 1959. Las remesas ahora pesan más que
los barriles de petróleo.
Como dato al margen hay que anotar que ese pacto revela que el eje
del poder en Cuba se desplazó definitivamente desde Fidel hacia Raúl.
Hace algunos años esas conversaciones no se habrían dado. El principal
obstáculo que encontraron Jimmy Carter y Bill Clinton para alcanzar
acuerdos con la isla antillana, fue Fidel quien se opuso tenazmente a
las iniciativas de los dos gobernantes norteamericanos dirigidas a
desmontar el embargo. El anciano déspota vinculaba su eternización en el
poder a la permanencia del bloqueo. Las cosas han cambiado. Se nota que
Raúl está pensando en un modelo mucho más parecido al de China y
Vietnam, países que mantienen excelentes relaciones comerciales con
Estados Unidos a pesar del férreo control que sostiene el Partido
Comunista sobre la vida política de los ciudadanos. De este dato tomó
debida nota Barack Obama quien expresó sus reservas sobre la apertura
democrática que pueda haber en Cuba luego del acuerdo alcanzado entre su
gobierno y el de los Castro.
Los Castro le propinaron a su pupilo venezolano una bofetada.
Aplicaron el viejo principio: los gobiernos no tienen amigos, sino
aliados convenientes. Maduro pasó a un segundo plano. En el que en
realidad se encuentra. Así paga el Diablo.
Etiquetas: Trino Márquez
Fuente: http://www.noticierodigital.com/2014/12/la-bofetada-de-los-castro-a-maduro/
13 comentarios:
Antonio Sánchez García
Gracias Obama, bye bye, Raúl, nos vemos en democracia
“Venezuela se queda sola”. El País, Madrid, 17 de diciembre, 2014
Pasará a la historia por haber protagonizado el capítulo más ominoso, patético y lamentable de la historia venezolana contemporánea: sirviendo servilmente a la tiranía cubana y sintiéndose guapo y apoyado en el averiado portaviones castrista creyó que el destino le enviaba un salvavidas en el último minuto a punto de naufragio para que se aferrara al tablón del antiimperialismo yanqui. Se habrá dicho: si Fidel aguantó medio siglo aferrado a la boya del antiimperialismo, yo, que estoy haciendo aguas hasta por las orejas, seguiré sus pasos. Llamaré a Raúl, le pediré algunos consejos de cómo darle en la mera madre a los yanquis, me pondré en contacto inmediato con mis colectivos, sacaré a mis huestes a la calle, pondré a bramar a Caracas y de ese segundo aire viviré hasta diciembre del 2019.
opinan los foristas
Mi contertulio Pedrito Lastra agarró la señal y escribió sarcástico en El Nacional: “¡Que mueran los yanquis, qué viva Fidel!”. Ya se vio agarrado del brazo de Diosdado, de Jaua y de El Aissami montado en la proa del tsunami que deslavaba el valle de Caracas de Catia a Petare ondeando la bandera cubana, mientras cientos y cientos de miles de jóvenes pioneros y millones de milicianos hacían fogatas quemando la bandera norteamericana. De esta no me bajan hasta fines de siglo.
Cuando el intento capotaba estrepitosamente y un puñado de funcionarios públicos iban a pasar lista a la Avenida Bolívar, para irse corriendo y de inmediato a vaciar los negocios circundantes donde se rumoreaba que había leche en polvo y harina pan, el anciano más roñoso, cagalitroso y desprestigiado del país hacía acto de presencia en la desangelada tarima: José Vicente Rangel, símbolo del antiimperialismo norteamericano. Abundan los libros en donde se cuenta de sus carros de lujo, sus mansiones y sus cuentas bancarias en Los Estados Unidos.
Antonio Sánchez García
Gracias Obama, bye bye, Raúl, nos vemos en democracia
Pero nada de toda esa farsa de mala muerte hacía presumir que, desde hacía meses, si no años, Obama y Raúl Castro afinaban los últimos detalles para ponerle fin a la estúpida comedia del odio recíproco alimentado por el satánico Fidel Castro para aguantarse en el macho hundiendo a la Isla en la más abyecta de las cloacas de su historia. Una cloaca con pestes de ceguera, miles de balseros devorados por tiburones, hambre al por mayor, presos untados en excremento, miles de guerrilleros asesinados y ese mismo tiempo de tiranía perdido por generaciones y generaciones de latinoamericanos. Una historia de penurias, fracasos y desgracias.
A la vejez, viruela. Cuando Cuba colgaba de los mocos de ese par de decrépitos ancianos y necesitaba con urgencia sacar la cabeza del pestilente pantano de la miseria y el hambre en que la hundiera el cabreo de la Unión Soviética – nadie alimenta a chulos y vagos eternamente y por amor al arte – y pedirle auxilio con urgencia a los Estados Unidos, un verborreico, trasnochado, estulto y delirante llanero venezolano – de esos lenguaraces y funambulescos – vino a tirarles la soga del petróleo y a mantenerlos a flote. Hasta que, de puro bruto, terminó muerto en brazos de nadie. Que ni Fidel ni Raúl son compasivos como para calarse a un moribundo que se llevaba consigo la clave de la riqueza: su lengua.
Muy pocos entendieron que la muerte de Chávez anunciaba responsos para la agónica revolución cubana. Pues el sujeto que él y sus padrastros pusieron en su lugar no valía un comino. Hundiría en la ruina al país más rico de la región, dependería de las instrucciones habaneras hasta para ir a desaguarse a las letrinas de PDVSA y muy pronto se desmoronaría como cuenta la leyenda judía que se desmoronó el Golem, un siervo hecho de barro que al volverse arena aplastó a los estúpidos que lo habían amasado.
Muerto Chávez, ese fantasmón torpe e inútil que duerme en Miraflores, el petróleo por los suelos y con el hambre en los talones, los Castro hicieron lo que buscaban desesperadamente: entenderse con los demócratas antes que llegaran los republicanos y arriar sus banderas. Por fin se rindieron. Y mandaron al hemipléjico de bigotes a los quintos infiernos. Más no se puede pedir. Ahora, la tarea es nuestra. Terminar de aventarlo de una buenas vez y volver a ser la República que un día fuéramos. Gracias Obama, Bye bye, Raúl. Nos vemos en democracia.
Etiquetas: Antonio Sánchez García
RUNRUNES
NELSON BOCARANDA SARDI
ALTO
¿EL 2014 EN 10 CONCLUSIONES? Están a la vista de todos... 1. Imposible más asertividad por parte de economistas y expertos en cuanto al resultado de nuestra economía y situación de nuestras finanzas. La inflación, el desabastecimiento y la devaluación del 2014 llegaron para quedarse y seguirán golpeando con crueldad el 2015, con su obvia consecuencia: los venezolanos de a pie serán aún más pobres. 2. Estos desastrosos resultados no son patrimonio histórico de Nicolás Maduro. Son la continuación de la improvisación, el desatino y el error de las propuestas y la gestión de Hugo Chávez Frías. Maduro solo se está cortando y se seguirá cortando con los cristales rotos. 3. Venezuela es política y petróleo, Rómulo Betancourt dixit. Parloteando y haciendo demagogia sobre falsos niveles de producción, gestiones endogámicas, persiguiendo enemigos inexistentes, presumiendo de autosuficiencias, llegamos a la etapa que otros países previeron mientras nos quedamos comprando espejitos y carros chinos: Antes de que se acabara el famoso oro negro el mismo se hizo dispensable. 4. La inseguridad enlutó a la población. La violencia signó las barriadas. Los cuerpos de seguridad se hicieron ineficientes y el Estado -representante de la fuerza y seguridad legalmente constituida- se ausentó y apadrinó la mortal impunidad. 5. Cuando todas las naciones del mundo buscaron y participaron más y más de la sociedad de la información y del conocimiento, Venezuela perdió masivamente sus hombres y mujeres mejor preparados, especialmente los de la nueva generación, los que en 10 o 15 años les tocaría asumir las riendas de la vida del país: la fuga de talentos, la primera diáspora venezolana en toda nuestra historia tiene su causa: los 15 años del régimen chavista-madurista. Perdimos, definitivamente, el carro de la innovación, la ciencia y la tecnología. La gestión Chávez-Maduro nos deja entre los últimos países en I&D, fuera de la innovación en internet, no participamos en la nanotecnología, en la biogenética, en la big data, en las ciudades inteligentes, en la generación de energía no orgánica, todo característico de logros universales. El deseo rojo de eliminar de un plumazo el IVIC da cuenta de su atraso mental y falta de conocimiento. Otro reconcomio con graves consecuencias para el país. 6. La justicia dejó de ser, definitivamente, ciega. Se quitó la careta y es abierta y trasparentemente roja rojita. Sumaria y decide en nombre de un partido, de una ideología. Especialmente en el ámbito político y de DDHH solo le rinde cuenta a Maduro. 7. Se continuó destruyendo el tejido productivo e industrial que con el esfuerzo de cuatro o cinco generaciones levantó la iniciativa privada para crear fuentes de trabajo estables y seguros: Guayana deja de ser polo de generación de riqueza, los industriales venezolanos del centro del país, del Zulia, así como el comercio y la banca, son acosados, perseguidos y sus instalaciones desmanteladas, estatizadas. 8. La producción agropecuaria muere lentamente. A punta de petrodólares Chávez y Maduro le dieron motocicletas, afiches y comunas a nuestros campesinos, mientras que pasábamos a comprar la comida diaria en otros países. Dando prosperidad a los productores foráneos, arruinando a paisanos y haciendo milmillonarios a civiles y militares ultracorruptos con el visto bueno del poder. 9. La corrupción se convirtió en bandera y los dineros públicos, tanto en bolívares como en dólares, quedaron como botín oculto de unos pocos. La más grande bonanza petrolera de nuestra historia, en vez de relacionarla con nuevas universidades, carreteras, servicios, seguridad, salud, luz, se tradujo en millonarias cuentas privadas en el exterior para un nuevo elenco, el de los viajeros alegres, de los enchufados, de tantos bolichicos, el de los boliburgueses.10.
RUNRUNES
NELSON BOCARANDA SARDI | Y, finalmente, tal vez la peor de las calamidades que como venezolano, padre de familia, profesional del periodismo y activo ciudadano he podido comprobar es que este 2014 será histórico cuando analicemos en frío cómo el régimen de Maduro, imposibilitado de deshacerse de las megalomanías y obsolescencias del Socialismo del Siglo XXI, profundizó en la división de la sociedad, en la siembra del miedo, de la desconfianza, de la confrontación. Estimado lector, 2014 ha sido un año duro, adverso. Pero aquí seguiremos. Venezuela tiene fibra democrática, el venezolano en general es una buena persona, es trabajador, es "echao pa lante". Busquemos lo mejor de cada uno de nosotros y enfrentemos el 2015 con fe y unión, convencidos de que este triste momento puede y debe cambiar para mejor, en favor de la convivencia, el progreso, la paz. Venezuela no se merecía llegar tan bajo. Detengámonos ante el barranco que está al frente.
MEDIO
SORPRESIVA RABIETA. El presidente uruguayo visitó a Maduro el pasado 2 de diciembre. El plan era que se iría en el avión presidencial venezolano -con Nicolás- a la cumbre de Unasur en Quito. Sin embargo Mujica se fue solo en un avión de Pdvsa y Maduro no se fue en el avión presidencial disfrazado de Conviasa, disimulado así para esconder su lujo interior, sino en otro avión ejecutivo de la petrolera. Discrepancias por consejos y reflexiones que el viejo zorro de la izquierda sureña tuvo con el venezolano. La razón de todo la acaba de ofrecer Mujica cuando confesó, en una declaración estudiada hasta con punto final desde la sede de la central obrera en Montevideo, que le pidió a Maduro "bondad hacia los prisioneros y un trato muy preferencial hacia los prisioneros de carácter político que es una desgracia que tenga que tener". Luego guardó unos segundos de silencio y agregó: "No quiero hablar más"...
RUNRUNES
NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
BAJO
CA$INO$. El Fondo Global de Construcción y su presidente Alex Saab -empresario colombiano ahijado de Piedad Córdoba- pareciera haber convencido al Gobierno para que se reactive la actividad de bingos y casinos. La modalidad que propusieron es que el Estado sea el que tenga los derechos pero que delegue la administración de la jugada en los privados. Ellos participarían. Un plan similar se aplicaría con el hipódromo donde se mueven "potros y caballos" para asociarse y por ello adelantaron su reciente recuperación. El argumento que usaron Saab y Córdoba para convencer al Gobierno es que al abrir bingos y casinos ingresarían al campo laboral cerca de 70.000 nuevos trabajadores a nivel nacional. ¿Buen flujo de caja para la robolución?...
NUESTROS DESEOS. Pidamos al Niño Jesús que nos cubra con sus bendiciones en Nochebuena y la paz en 2015. Felicidades amigos lectores.
@nelsonbocaranda
Titanic cubano
SAMMY EPPEL
En los últimos 12 años, Venezuela recibió por renta petrolera un monto superior al de las cuatro décadas de democracia puntofijista. La mesa estaba servida para un desarrollo y bienestar sin precedente. Se les entrega el país a los hermanos Castro, los cuales inmediatamente aplican lo único que saben, la estatización y el control absoluto de la economía. Era obvio que si el modelo castrista llevó a la depauperización del pueblo cubano, luego de haber sido uno de los países más avanzados de América, el destino de la patria de Bolívar estaba sellado. Lo que hoy vemos no es producto de la improvisación o impericia, es solo un bi-producto, un plan de destrucción que ha tenido un gran éxito.
Los comunistas están felices, pues haber capturado un progresista país petrolero, saquearlo y hundirlo, no ha sido fácil. Tuvieron que apelar a los mejores cerebros del comunismo mundial para lograr tal hazaña.
La pregunta que salta de inmediato es: ¿qué hicieron los venezolanos? Pues muy fácil, arropados con el manto de Chávez, el redentor de los pobres, se dedicaron a la muy "socialista" labor de hacerse millonarios. Nicolás, para no quedarse atrás, viaja a La Habana y firma otros 62 acuerdos para terminar de desguazar los restos del Titanic. Se nombra un estado mayor de guerra económica que obviamente estará a cargo de los más sesudos militares y militantes, primeros en su promoción y especialistas en este tipo de conflicto de sexta generación endógena.
Lo que los venezolanos hemos sufrido en el 2014, no es nada comparado con los que viene en el 2015, la crisis ya no será sectorial, será sistémica. Al chavismo solo le queda dar un golpe frío, echarle la culpa a Maduro y declarar que ahora si viene la revolución. ¡¡Será!!
sammyeppel@gmail.com
@sammyeppel
Fernando Luis Egaña
El viraje La Habana-Washington
El anuncio sincronizado de Barack Obama y Raúl Castro sobre la “normalización de relaciones” fue impactante. Los entretelones de la larga negociación que le dio lugar, también. El intercambio de prisioneros, la mediación del Papa Francisco, los buenos oficios de la diplomacia canadiense, las conversaciones vaticanas, el logrado hermetismo, todo ello parece extraído de uno de los grandes “best sellers” de la Guerra Fría. Y claro, lo relativamente inesperado de todo, le otorga un sino dramático que convierte a la noticia en una de las principales del 2014. Pero es una noticia en progreso. Apenas comienza un nuevo proceso, el del desarrollo del anuncio. El del desarrollo del viraje o de la “normalización”.
opinan los foristas
Así entre comillas, porque una cosa son las declaraciones de intención y otra su aplicación en la realidad. El gobierno de EEUU se dispone a hacer todo lo que pueda, legal y administrativamente, para superar de manera definitiva el embargo económico a Cuba, ya, por cierto, bastante más flexible que en otros tiempos. Y Cuba se dispone a recibir los beneficios de una paulatina integración económica con EEUU, sin que esto necesariamente implique concesiones específicas en materia de derechos humanos o democratización política. En la Casa Blanca piensan que la apertura económica traerá inexorablemente la apertura política. En La Habana y en Miami, no están tan seguros…
Las circunstancias ominosas han apremiado a los hermanos Castro Ruz. Ya la “petro-revolución” de Venezuela no es garantía de supervivencia. Durante decadas la “revolución cubana” se alimentó de la Unión Soviética, más adelante de la República Bolivariana, y ahora han reconocido que no hay más remedio que tratar de mantenerse a costa del capitalismo gringo. Una voltetera acrobática y peligrosa, pero el derrumbe económico-financiero de la colonia venezolana ha estrechado el margen de maniobra. Fidel y Raúl han exprimido y quieren seguir exprimiendo a Venezuela al máximo posible, pero ahora necesitan de otras fuentes de sustento y consideran que el mercado estadounidense se las puede ofrecer. Un poco al estilo chino y vietnamita de finales del siglo XX.
Ellos pensarán que no son menos que Deng Xiaoping o los herederos de Ho Chi Minh. Aunque Cuba no se asemeje ni a China ni a Vietnam, al menos en cuanto a la aspiración democrática se refiere. Y aquí hay un tema principal para el viraje, porque el gobierno de Obama estara en minoría en el Congreso que tiene que sancionar las leyes, los presupuestos y los nombramientos de la “normalización”. Para ese Congreso de mayoría Republicana en ambas cámaras, el tema de las “concesiones democráticas” por parte de Cuba, no es secundario o colateral, sino absolutamente central. Y no por los méritos de la democracia misma, sino por los intereses político-electorales en la confrontación con el despotismo castrista.
Fernando Luis Egaña
El viraje La Habana-Washington
Las declaraciones iniciales de voceros del partido Republicano, incluyendo el senador-doliente Marco Rubio, y el proto-candidato, Jebb Bush, expresan una oposición cerrada a lo pactado por Obama y los Castro, si ello no se expresa rápidamente en una agenda de cambios democráticos que, en verdad, no deben estar en las entendederas de la nomenklatura cubana. Al revés. Allí piensan que todo esto es necesario para perpetuar el sistema político, no para cambiarlo por uno de caracter democrático. Pero la verdad sea dicha, el viraje anunciado ha sido recibido con gran apoyo internacional, sobre todo en América Latina. Y hay muchas razones que lo explican y lo justifican. Recordemos la exhortación de Juan Pablo II al nomás aterrizar en La Habana, en 1998: “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”…
El desgobierno de Maduro, por cierto, no aparece en la foto. Las recientes proclamas sobre escenarios de ruptura de relaciones con EEUU y quema de visas de funcionarios venezolanos, más bien dan la idea de que los cubanos no lo tomaron muy en cuenta, que lo dejaron por fuera como la guayabera en sus aproximaciones y acuerdos con el vituperado “Imperio”. Los intereses de la metrópoli, se argumentara en el habanero Palacio de la Revolución, están por encima de los intereses de las colonias. Pero eso sí, la extracción de recursos venezolanos continuará mientras los castristas sigan controlando el poder establecido en nuestro país. De allí la necesidad renovada de que Venezuela se libere de tan malevola dependencia, exógena y endógena…
La prueba ácida de la “normalización” tendrá que ver con la posibilidad efectiva de que el pueblo cubano pueda ir ejerciendo los derechos democráticos de los demás pueblos del hemisferio. Si el viraje La Habana-Washington ayuda en esa dirección, será muy positivo para la nación cubana. Pero esa interrogante se mantiene. Nadie sabe si será despejada en favor de la democracia. Nadie. Ni por los lados del Potomac o del Malecón. No obstante, la esperanza en un cambio profundo y afirmativo para Cuba adquiere un nuevo aliento, un nuevo impulso, un nuevo horizonte.
flegana@gmail.com
General Carlos Peñaloza
Los pronunciamientos militares
La situación nacional se está haciendo tan apremiante que han aparecido algunos calificados oficiales retirados de alto rango a proclamar su oposición al régimen. Otros han preferido mantenerse en “la reserva” observando el desarrollo de los acontecimientos. Estas voces castrenses, en pleno uso de sus derechos políticos consideran que no es posible un voto limpio en las circunstancias actuales. La misión de todos los venezolanos es liberarnos del yugo castrista por cualquier método. Las posibles alternativas van desde el voto, pasando por la resistencia pacífica, la renuncia de Maduro y en caso extremo hasta la insurrección, basada en el artículo 350 de la Constitución. Ninguna opción debe desecharse, la participación de todos es necesaria, incluyendo a los militares. Aunque algunos de ellos fueron la causa del problema, ahora deben ser parte de la solución. Entretanto la MUD que debería liderizar esta lucha se aísla del país y manteniéndose como un club de partidos con fines exclusivamente electorales, en lugar de ser un ente inclusivo que luche por la independencia con todos los medios disponibles.
opinan los foristas
Para agravar las cosas, Nicolás Maduro ni siquiera se ha dignado a presentar su partida de nacimiento. La MUD atemorizada no se atreve a tocar este tema que considera tabú. Al ser cuestionados por su actitud, su respuesta ha sido oprobiosa: “La partida de nacimiento es irrelevante”. De ser esto cierto, la Constitución Nacional también lo sería y Venezuela constituiría una colonia insignificante. La carga de la prueba de nacionalidad recae en el indiciado y no en las autoridades. Hasta que ese sujeto no presente su partida de nacimiento, como lo demanda la Carta Magna, es un indocumentado y no puede ser legalmente presidente.
Los pronunciamientos recientes no están planteando un golpe de estado o lucha armada, sino un movimiento cívico militar para obligar al gobierno a cambiar de rumbo o renunciar. El 83% de rechazo a Maduro unido al colapso petrolero ha dado pie a varios pronunciamientos que deben unificarse para aumentar su potencia. Exigir cumplimiento de la constitución y expulsión a los traidores es un mecanismo de resistencia válido de defensa de la sociedad. Junto a estas voces se han elevado otras para apoyarlos y pedir que nos unamos. A esas manifestaciones uno mi soporte. Es necesario que los oficiales retirados que claman por la independencia se unan y hagan un equipo con los militares en servicio activo y los civiles de la resistencia para enfrentar a los Castro. Es cierto que en la institución armada hay muchos corruptos e infiltrados que son comunistas fanáticos, pero la mayoría son patriotas. No puede haber resistencia sin ellos.
Entretanto no se debe abandonar el terreno electoral en manos de los chavistas. Esa es otra forma de entregar al país. En las condiciones actuales es imposible para el régimen ganar limpiamente unas elecciones. La única forma en que pueden triunfar es mediante el fraude. Si llegamos a esas elecciones, debemos ir a votar masivamente y luego salir a defender nuestro voto en caso que intenten robarnos. La única salida no violenta que existe es que el régimen entregue el control de la AN luego de las parlamentarias y que Maduro renuncie antes para dar paso a un nuevo gobierno democrático de unidad nacional. La reconstrucción no será tarea fácil y necesita el concurso de todos. Si los Castro insisten en cometer fraude la salida será violenta.
General Carlos Peñaloza
Los pronunciamientos militares
Los colaboracionistas del gobierno acusan a los líderes militares de oposición como conspiradores. La conspiración es una conjura secreta para tomar el poder. En el caso venezolano actual no podemos usar ese término porque el tema se aborda en público, en ruedas de prensa por internet y hasta en mítines y manifestaciones populares contra el régimen anti constitucional. Técnicamente hablando, no se trata de una conspiración porque no se hace en secreto, en conciliábulos ocultos. Obviamente la identidad de los militares democráticos activos no puede rebelarse para evitar purgas. Por ello los militares retirados debemos jugar un papel protagónico, tal como está ocurriendo. En todo caso los militares en servicio y los jubilados formamos un todo único para luchar conjuntamente con los civiles contra la dominación de los Castro. Todos somos necesarios para liberar a nuestra patria.
Los militares retirados que han adoptado públicamente posiciones contrarias al régimen castro comunista que viola a diario la Carta Magna venezolana son voceros de un sentimiento patriótico. Este grupo con acceso a los medios debe apoyar a los oficiales activos que de ser necesario saldrán un día a defender la Constitución. Los oficiales activos que asuman ese riesgo serán los líderes de un movimiento indetenible que nos hará de nuevo libres. A continuación me referiré a los más caracterizados de este grupo que se han convertido en portaestandartes de la rebeldía contra los Castro.
Entre los oficiales retirados que han elevado su voz en defensa de la Constitución y de la patria está el general Ángel Vivas quien recientemente hizo un fervoroso pronunciamiento a favor de la democracia y en contra del régimen. Este oficial además de ser un hombre muy bien preparado ha tomado posiciones en el pasado que lo han convertido en un héroe popular. Conocida es su rechazo al uso dentro de las FAN al lema “! Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos!”. Esta consigna castrista fue instaurada en el Ejército por Hugo Chávez. Por esta valiente actitud ha sido perseguido y en el proceso ha dado demostraciones de gran valor personal. Durante su permanencia en el Ejército fue uno de los hombres de confianza del general Raúl Baduel.
Baduel por su parte es un oficial muy serio con gran ascendiente profesional que dejo muchos seguidores en el Ejército. Formó parte de la logia de Chávez pero al no estar de acuerdo con el plan del golpe se retiró y no participó en la asonada. Al llegar al poder Chávez lo ascendió a general. Siendo Comandante de la Brigada de Paracaidistas fue responsable por la liberación de Chávez luego del golpe del 2002. En recompensa recibió el Comando del Ejército y el Ministerio de la Defensa. Luego de su retiro se manifestó contrario a la reforma constitucional promovida por Chávez. Dada su popularidad y el número de seguidores militares, Baduel fue acusado de corrupción por el régimen y arrestado. Actualmente paga condena en la Cárcel de Ramo Verde.
El almirante Iván Carratú Molina es otro oficial con buena formación académica. Siendo Jefe de la Casa Militar de Carlos Andrés Pérez tuvo una actuación destacada durante la noche del 4F. Gracias a él Pérez logró escapar de Miraflores. Luego de la defenestración de CAP, Carratú fue acusado de corrupción por un delito que no podía cometer y fue detenido. Posteriormente fue dejado en libertad y se ha convertido en fiero opositor al gobierno revolucionario. Actualmente pesa sobre él una orden de captura por subversión y vive en los EEUU. En el exilio ha hecho equipo con el político Alberto Franceschi creando la organización política civil y militar denominada “Un Nuevo Orden” (UNO). Según Carratú su movimiento es un grupo político no electoral que no se propone ir a elecciones, ni aspira a cargos públicos.
Etiquetas: General Carlos Peñaloza
General Carlos Peñaloza
Los pronunciamientos militares
El general Néstor González González es un oficial del Ejército que tuvo una participación destacada en el golpe de abril del 2002. Cuando Chávez fue llevado detenido a la Comandancia del Ejército a medianoche del 11 de abril fue uno de los oficiales más caracterizados al exigir la renuncia del presidente ordenando despojarlo del uniforme que portaba, al cual no tenía derecho. Al regresó de Chávez al poder González pasó a la clandestinidad reapareciendo en la Plaza Altamira. Posteriormente fue al exilio y vive en Costa Rica. Este general goza de gran prestigio dentro de las FAN.
El general Antonio Rivero es otro oficial ejemplar que ha dado amplias muestras de valor personal y patriotismo. Además de tener amplios méritos académicos es un conocido defensor de la democracia, ha estado detenido y está llamado a jugar un papel relevante en la resistencia. Actualmente está en la clandestinidad en Venezuela. Suscribo su mensaje de apoyo al Gen. Vivas en su pronunciamiento.
Además de los oficiales retirados mencionados, en servicio activo hay otros que rechazan la actitud entreguista del régimen. Ellos al igual que la mayoría de los venezolanos sueñan con expulsar a los castro comunistas y restablecer la democracia. Esto requiere que todos los líderes militares y civiles nos unamos en un ente similar a la Junta Patriótica creada para enfrentar al general Pérez Jiménez. Este paso es indispensable para asegurar la victoria. Unidos venceremos, divididos caeremos. Cuenten todos los líderes anticastristas con este modesto soldado para cualquier actividad donde puedo ser útil. Todos debemos luchar unidos para rescatar la patria de las garras de los Castro.
Etiquetas: General Carlos Peñaloza
Antonio Sánchez García
No llores por mí, Hugo Chávez
La historia de América Latina es la historia de un fracaso. Carlos Rangel
Luego de oír la noticia y de haberla digerido en medio de mi estupor, detuve el automóvil en el que me pareció el lugar menos transitado, a la sombra de una gigantesca encina, y me senté al borde de la carretera. Recordé ese momento de desesperanza y tribulación cuando Brecht, haciendo lo mismo mientras le reparaban el neumático reventado, se preguntaba a qué tanto apuro, si ya no había adónde ir. Las tropas soviéticas estaban aplastando la insurrección de Budapest y el sueño de Lenin yacía esparcido por entre los cadáveres de los húngaros aplastados por los tanques del Pacto de Varsovia.
opinan los foristas
De eso hace poco más de sesenta años. Gran parte de mi vida transcurrida desde entonces, la única que me ha sido dada, se la entregué a la revolución que brotaría del último rincón imaginable del Caribe, en gran medida, si no en medida fundamental, movido por el ejemplo de Fidel Castro, del Che Guevara y de una tropilla de zarrapastrosos que parecían animar la utopía por la que murieran millones y millones de seres humanos desde los tiempos de La Comuna de París y el asalto al Palacio de invierno. Que provocara, justo es recordarlo, la reacción en cadena del nazismo alemán y desatara la mayor conflagración conocida por la humanidad, con un saldo de más de cien millones de cadáveres, seis millones de ellos gaseados en la acción más ominosa y cobarde de que los hombres tengamos memoria. Y que si por él hubiera sido, habría desatado una conflagración atómica que pudo haber terminado con la historia humana.
Una vida interrumpida hace cuarenta y un años de manera brutal, desgajada de sus raíces y echada a la intemperie del destierro, todo por haber creído en la palabra de quien juró estar dispuesto a hundir la isla en las profundidades de la fosa del Caribe antes que rendirse al enemigo del hombre, el capitalismo imperial, los Estados Unidos. A los que les había declarado la guerra a muerte. Arrastrado por ese fulgor, cientos de mis compañeros de partido perdieron sus vidas y miles de mis compatriotas fueron asesinados o lanzados al vendaval de la miseria, el exilio, la desesperanza. Como generaciones enteras de latinoamericanos que creyeron que Cuba era el primer territorio libre de la región. La Numancia de la modernidad.
Y cuando creí haberme salvado del naufragio y juraba haber descubierto por fin la felicidad arrojado a las playas de la que consideré desde entonces una tierra prometida, ya definitivamente desengañado y perfectamente en claro que esa revolución había sido algo mucho peor que una estafa, una impostura, una fabulación, para ser en verdad una lamentable y estúpida tragedia, debí asistir con estupor al deslave del más estúpido, más irracional, más delirante y más absurdo de los procesos que un historiador imaginarse pueda: la entrega, llave en mano, de esta Tierra de Gracia, rica en bienes y perfectamente capacitada para ser una suerte de paraíso real, a los estafadores, a los embaucadores, a los tiranos del Caribe. Los culpables de medio siglo perdido para millones de latinoamericanos.
Antonio Sánchez García
No llores por mí, Hugo Chávez
Digamos: como muchos de los que mi quinta, sufrí doble naufragio. Haber salvado la vida de la incomprensible tragedia chilena para venir a perderla en la estúpida tragicomedia venezolana. Autor intelectual de ambos derrapes: Fidel Castro, el comunismo y la izquierda latinoamericana. Y mundial. Que no aprendió, no aprende ni aprenderá jamás que, como decía Jorge Luis Borges, no existen más paraísos que los paraísos perdidos. Paraísos, agrego yo, que vivimos a diario donde brilla el sol de la libertad y sólo un menguado, un débil mental, un irresponsable sin remedio podría destruir para salir en busca del fuego fatuo del castrocomunismo.
¿Cómo no habría de anonadarme saber que horas después de que el sátrapa de los Castro en la devastada Tierra de Gracia convocara a una patética marcha antiimperialista, Barack Obama y Raúl Castro restablecían las relaciones diplomáticas, enterraban la oxidada y carcomida hacha de guerra, derrumbaban de un soplido el segundo Muro de la Vergüenza y le enseñaban al mundo que la revolución no había sido más que el insensato, el atribulado, el pesadillesco sueño de una noche de verano, que los sesenta años de antiimperialismo no habían causado más que desastres, cegueras, hambrunas y desesperados pataleos de un naufragio sin salvación y que la que un torpe, un lenguaraz, un ambicioso y estúpido militar venezolano había llamado la Isla de la Felicidad no era más que el burdel que Cuba siempre fue y que todos sus dolientes podían, por fin, tirar el Manifiesto al basurero de la historia?
No lloré por esos sesenta años de oscuridad y vacío, de reniegos, de sangre, de desesperación, de estupidez infinita. Miré en derredor, vi pasar los últimos mohicanos de la estulticia chavista, los muertos de Puente Llaguno, los jóvenes asesinados por la maldad infinita de la mediocridad nacional, los años y años de mis amigos pasados en las mazmorras de un régimen corrupto cuyo único sentido fue darle unos segundos más de vida a un muerto en vida. Volví a la carretera y supe que la historia volvía a traicionarnos: los tiranos, como los árboles, mueren de pie. Hubieran merecido morir ahorcados.
@sangarccs
Etiquetas: Antonio Sánchez Garc
Publicar un comentario