POR:FREDDY LEPAGE.
La propiedad privada fue abolida en los regímenes comunistas de Europa del Este, China y Berlín Oriental. Esta negación absoluta de la libertad llegó a su fin con la disolución de la Unión Soviética, a excepción de la isla caribeña de los Castro, donde aún perdura este anacronismo.
Hoy en día en esas mismas naciones la propiedad privada es motor fundamental de sus economías. Durante la Revolución Bolchevique, prevalecían, sin discusión, las afirmaciones de Lenin sobre el capitalismo de Estado (1921), como fase previa e indispensable para la construcción del socialismo (?). Las nefastas consecuencias históricas de esos postulados teórico-prácticos están a la vista: pobreza galopante, indigencia atroz, millones de muertos por hambre y represión animalizada y el fracaso más rotundo en materia de producción de bienes y servicios. Lenin estaba convencido de que el capitalismo de Estado debía ser realizado por el partido (partido y gobierno eran la misma cosa) en nombre del proletariado.
Para ello era condición sine qua non, despojar a las clases dominantes de su fortaleza económica de manera obligada. Pero, qué tiene que ver lo señalado anteriormente ocurrido, por demás, hace tantos años con la Venezuela actual, en manos de los revolucionarios bolivarianos. Chávez se proclamó comunista, aunque confesó no haber leído El capital de Marx. Lo cual, de alguna manera, resulta una ligereza de su parte. En todo caso, ¿cuántas atrocidades se han cometido en nombre del llamado marxismo-leninismo? O de su interpretación sesgada e interesada, para mantener enquistados a dictadores y burócratas de toda calaña. La arremetida contra la propiedad privada por parte del Gobierno, obedece a un batiburrillo de razones y motivaciones varias que distan mucho de ser meramente ideológicas.En Chávez conviven resentimientos sociales, ansias de reconocimiento y poder, y una pulsión infinita de sojuzgar a la sociedad que tanto agrede y desprecia. No cabe duda, sus motivaciones tienen un origen multicausal. Hay un factor externo que no puede ser dejado a un lado, el carácter internacional de su proyecto político. Esto, significa que existe un andamiaje político externo de una extrema izquierda mineralizada, que no puede apostar por la Venezuela democrática: su existencia está umbilicalmente ligada a la supervivencia de Chávez en Miraflores. La intencionalidad manifiesta en la estatización y la confiscación de empresas productivas, así como en la invasión de fincas y, en general, en hacerse de actividades que corresponden al área privada está enmarcada dentro del esquema totalitario diseñado desde La Habana. En el comunismo cada enemigo de la revolución es enemigo del Estado. Por eso cuando los trabajadores de Polar y otras empresas salen en defensa de su derecho al trabajo, son declarados enemigos de la clase obrera y de la revolución. A diferencia de los comunistas del siglo pasado, en Venezuela Chávez sustituye al partido y a las instituciones. Esa es al propio tiempo su fortaleza circunstancial y la debilidad intrínseca de la revolución bolivariana. La propiedad privada es un estorbo, de allí la pertinencia del planteamiento del Movimiento 2D.
Twitter: @freddyjlepage
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