POR:ALEXANDER GUERRERO.
Estos comunistas no cogen puntada sin dedal!!
Las noticias acerca de la descomposición de alimentos importados, no debe pasar desapercibida, sobre todo por cuando ha sido un fenómeno recurrente durante la actual “administración revolucionaria” del gobierno de Hugo Chávez. La “podredumbre de la comida” está compuesta de varios pasos administrativos y decisiones de políticas públicas.
El primero, importación a precios por debajo de los estándares del mercado internacional por ser productos rechazados en otros mercados por razones sanitarias que les impide ser importadas al mundo normal se encuentra en la agenda de destrucción del sector privado, particularmente al subsector de la agroindustria, un pujante medio de crecimiento de la economía privada.
El segundo las políticas de control de cambio y precios, y las regulaciones del sector privado; las expropiaciones, la violencia institucionalizada en el agro venezolano, y el tercero los acuerdos comerciales y políticos como el ingreso al Mercosur, los acuerdos bilaterales con Brasil, Argentina, y países amigos, en particular tenían ese objetivo. El petróleo se cambió por comida que luego se empichó!!
Descapitalizar al sector privado agroindustrial
La importación masiva de esos bienes de esos países fue autorizada por el gobierno para montar un colosal “dumping” y así envilecer la producción nacional, pasó con el sector cárnico y lácteo el cual ha sido descapitalizado por agenda, la violencia política e institucional de expropiaciones y abigeatos inducidos por el gobierno y sus tropas militares han llevado al rebano de res en pie a caer en más del 40%!.
Se requería igualmente desconectar el intercambio comercial con Colombia para impedir las importaciones de alimentos desde ese país, y tener las manos libres para importarlos y en manos del propio gobierno y sus agentes comerciales en esos países. Es importante destacar que el corte comercial con Colombia tiene un incentivo político de desactivar las relaciones económicas y comerciales entre los sectores privados colombianos y venezolanos que data de décadas.
El primero, importación a precios por debajo de los estándares del mercado internacional por ser productos rechazados en otros mercados por razones sanitarias que les impide ser importadas al mundo normal se encuentra en la agenda de destrucción del sector privado, particularmente al subsector de la agroindustria, un pujante medio de crecimiento de la economía privada.
El segundo las políticas de control de cambio y precios, y las regulaciones del sector privado; las expropiaciones, la violencia institucionalizada en el agro venezolano, y el tercero los acuerdos comerciales y políticos como el ingreso al Mercosur, los acuerdos bilaterales con Brasil, Argentina, y países amigos, en particular tenían ese objetivo. El petróleo se cambió por comida que luego se empichó!!
Descapitalizar al sector privado agroindustrial
La importación masiva de esos bienes de esos países fue autorizada por el gobierno para montar un colosal “dumping” y así envilecer la producción nacional, pasó con el sector cárnico y lácteo el cual ha sido descapitalizado por agenda, la violencia política e institucional de expropiaciones y abigeatos inducidos por el gobierno y sus tropas militares han llevado al rebano de res en pie a caer en más del 40%!.
Se requería igualmente desconectar el intercambio comercial con Colombia para impedir las importaciones de alimentos desde ese país, y tener las manos libres para importarlos y en manos del propio gobierno y sus agentes comerciales en esos países. Es importante destacar que el corte comercial con Colombia tiene un incentivo político de desactivar las relaciones económicas y comerciales entre los sectores privados colombianos y venezolanos que data de décadas.
La corrupción: el mal de todos los males en el tuétano de la comida piche
La corrupción es el “proceso” que emerge en medio de la comida piche, es parte de ese impúdico proceso político revolucionario.
La grotesca corrupción que en Argentina y Brasil comienza a descubrir, muestra el impudismo administrativo con que actual el gobierno venezolano.La descomposición de esos alimentos tiene ese trasfondo hamponil, alimentos importados sin contar con los controles adecuados de calidad y requerimientos sanitarios son dejados al tiempo en sus contenedores para su descomposición y asi evitar cualquier control ciudadano aunque informal que pudiera descubrir el desaguisado y corrupción.
Cuál es la procedencia de esos alimentos y bienes perecederos y víveres? Su procedencia Brasil, Argentina, Nicaragua, Cuba (estos países bajo el hambre del comunismo también) y del norte. Los nexos políticos internacionales creados por el gobierno venezolano se encuentran detrás de ese fenómeno de importaciones sin el control propio y natural del mercado, único arbitro por excelencia que puede manejar inventarios y producción, y no a dedo como lo hace el gobierno de Hugo de Chávez, solo bajo el control de la corrupción, nunca se sabe que necesita el mercado y cuanto.
Relaciones políticas, diplomacia y acuerdos económicos con “países amigos”Así además de importaciones con estándares no acotados en el comercio internacional, encontramos las políticas públicas de control de cambio, precios, descapitalización del sector agroindustrial (ver caso POLAR con lupa y se encontrarán las razones para su destrucción). Unidas a estas acciones encontramos la diplomacia y los ministerios de comercio venezolanos crean redes de importación sin control y desde luego las corruptelas hediondas que estamos presenciando.
No en vano para dejar esas actividades delincuenciales a la libre fueron desmontados los controles sanitarios y de calidad en los puertos venezolanos porque el Estado no se controla así mismo en la revolución de Hugo Chávez. Las importaciones de alimentos son decisiones del gabinete y se hacen todas bajo el mando revolucionario y a discreción, a lo militar.
La descapitalización del sector privado era necesaria para la “comida piche”’
Acotemos que el Estado venezolano, el gobierno, ha inducido por agenda un salvaje proceso de descapitalización, expropiación y violencia política institucionalizada desde el mismo gobierno desplazó al sector privado -quien tradicionalmente era el importadcor de alimentos- y se convirtió en el gran importador de materias primas y alimentos terminados, así, leche, carnes rojas y blancas, quesos y otros bienes agroindustriales perecederos y víveres en general.Los dólares aportados para esas importaciones provienen de CADIVI, de manera que las puertas estaban abiertas para una red colosal de corrupción que cubre las autoridades portuarias, el SENIAT y CADIVI y ministerios del ramo, es como despacharse y darse el vuelto.
En términos de incentivos y estímulos a la corrupción la importación indiscriminada de alimentos y materias primas para su elaboración ha contado con la anomia y descomposición administrativa de otras autoridades nacionales del Estado, particularmente la en la contraloría, fiscalía, SENIAT, Ministerio de Industrias y otros ministerios afines, además de otras autoridades encargadas del control sanitario y protección al consumidor.Todo funciona y ha funcionado como una extensa red de corrupción, todos bajo PATRIA O MUERTE bajo la consigna revolucionaria y al mando del líder, quien es obviamente el responsable, la culpa no es del ciego sino que le da el bastón, en un entorno donde el estado revolucionario no es controlado sino desde el poder central, muchos tendrán que rendir sus responsabilidades por esos desaguisados administrativos, derroche y corrupción.
En términos de incentivos y estímulos a la corrupción la importación indiscriminada de alimentos y materias primas para su elaboración ha contado con la anomia y descomposición administrativa de otras autoridades nacionales del Estado, particularmente la en la contraloría, fiscalía, SENIAT, Ministerio de Industrias y otros ministerios afines, además de otras autoridades encargadas del control sanitario y protección al consumidor.Todo funciona y ha funcionado como una extensa red de corrupción, todos bajo PATRIA O MUERTE bajo la consigna revolucionaria y al mando del líder, quien es obviamente el responsable, la culpa no es del ciego sino que le da el bastón, en un entorno donde el estado revolucionario no es controlado sino desde el poder central, muchos tendrán que rendir sus responsabilidades por esos desaguisados administrativos, derroche y corrupción.
Alexander Guerrero E
Economist, Ph.D (London)
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Fuente:http://www.noticierodigital.com/2010/06/la-economia-de-la-comida-piche-petroleo-para-la-corrupcion/
10 comentarios:
Luis Felipe Colina: Chávez está botando espuma por la boca
Junio 6, 2010
ND.- En su columna de este domingo en el semanario La Razón, el periodista Luis Felipe Colina asegura que el 80% de los mensajes recibidos en el Twitter del presidente Chávez a partir del lunes 31 de mayo han sido duras críticas al presidente por la situación de la comida descompuesta encontrada en Carabobo y en Cojedes.
Colina asegura además que la investigación que lleva el Ministerio Público sobre este caso ha sido declarada “tema de seguridad de Estado” por involucrar altos funcionarios y militares del gobierno.
A continuación el extracto de la nota de Luis Felipe Colina:
“El escándalo de los contenedores de comida podrida y vencida encontrados en los depósitos de PDVSA en Puerto Cabello y en Cojedes tiene al presidente Hugo Chávez “botando espuma por la boca”. El personal de Miraflores que atiende la cuenta del jefe de Estado en Twitter, @chavezcandanga, maneja la siguiente información: De todos los mensajes recibidos a partir del pasado lunes 31 de mayo, el ochenta por ciento están referidos a duras críticas al primer mandatario nacional, por la situación de los contenedores con comida descompuesta en los Estados Carabobo y Cojedes. A todas éstas, la investigación en el Ministerio Público fue declarada como “tema de seguridad de Estado” por considerar que en la cadena investigativa aparecen altos jefes militares y al menos cuatro importantes ministros, involucrados de manera directa en la irregularid
Alberto Quirós Corradi
La culpa
Junio 6, 2010
Acto I. Hace unos días una poblada vestida de rojo acudió a las puertas de Fedecámaras, protestando y acusándola de ser violadora de los derechos de los trabajadores, acaparadora de bienes de consumo, enemiga de la revolución y conspiradora. Al oír estas acusaciones no pude menos que pensar que se habían equivocado de dirección y que uno de los dueños de la casa ha debido salir y decir: buenos días ¿qué se les ofrece? Al leer los volantes y escuchar las increpaciones pudo haberles dicho cortésmente: si buscan a violadores de los derechos de los trabajadores, por favor, diríjanse a los ministerios y empresas del Estado, sobre todo las de Guayana y las recientemente confiscadas. Si de lo que trata es de castigar a los acaparadores puedo darles la dirección de Mercal, Pdval y varias agencias del Estado responsables de la importación de alimentos podridos para elevar el monto de la comisión. Miles y miles de toneladas de alimentos no aptos para el consumo han sido descubiertos en las últimas semanas y ni un solo kilo le pertenece a nuestros afiliados.
Acto III. Este gobierno, antes de las elecciones parlamentarias no sólo no podrá solucionar los grandes problemas nacionales sino que continuará deteriorándose. Ni la economía ni el desabastecimiento, la electricidad, el agua, la salud, la infraestructura y la inseguridad mejorarán. Por tanto, a un régimen acostumbrado a la mentira como instrumento para evadir responsabilidades no le quedará otro recurso que el de transferirle la culpa del desastre a las instituciones e individualidades que se le oponen. Por eso, la poblada roja en Fedecámaras, los ataques a Polar y las ofertas locas e irresponsables que pretenden llenar el vacío que creó la ineficiencia, la ideología trasnochada y la corrupción.
El reto de la oposición es no permitir la transferencia de la culpa y prepararse para infligirle al régimen una derrota electoral sin precedentes. Para ello, los candidatos a diputados, la dirigencia política y las ONG opositoras deberán subir cerro, llevándole a sus habitantes la verdad sobre los nefastos resultados de este régimen y hacerse visibles cuando haya que defender los derechos de los ciudadanos. Tendremos mucho que perdonar después pero, por ahora, identifiquemos a los verdaderos pecadores y pongamos el peso de la culpa sobre sus espaldas…donde debe estar.
alberto_quiros@intercon.net.ve
http://quiroscorradi.blogspot.com
Marta Colomina
¿De qué moral habla Chávez?
Junio 6, 2010
¿Envidioso de la eficacia capitalista contrastada con la negligencia e ignorancia propias?
A pesar de los esfuerzos mediáticos con cadenas de hasta seis horas y de las amenazas para hacernos creer que Lorenzo Mendoza, presidente de Polar, y los directivos de Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio son “unos burgueses sin patria” a quienes Chávez acusa de acaparar alimentos para enriquecerse a costa del pueblo y de ser los culpables de la inflación, los protuberantes y malolientes hechos ocurridos esta semana nos demuestran que es el gobierno, con el señor Chávez a la cabeza, el culpable del caos alimentario nacional.
La primera constatación de estar ante un gobierno incapaz de cumplir con eficacia el más mínimo deber de Estado, fue el descubrimiento en Puerto Cabello de 32 mil toneladas (algunos aseguran que son 36 mil) de productos de la cesta básica en mal estado, tales como carne, leche, arroz, harina, azúcar, mantequilla, pasta y aceite, importados por Pdvsa para los mercados Pdval y depositados en los almacenes de la filial petrolera donde, en plena crisis de desabastecimiento, permanecieron varios meses hasta que el mal olor produjo la inspección que develó el escándalo. El segundo caso es denunciado por varios milicianos al servicio de Pdval en Tinaquillo, Cojedes, quienes rompieron su silencio y denunciaron que en esa empresa habían cavado ocho fosas para enterrar miles de toneladas de alimentos descompuestos que se encontraban en los almacenes de Pdval. Denunciaron también que unos 72 soldados de la milicia han sido amenazados y se quejaron de que su patrón (Pdval) no cumple con el pago de sus reivindicaciones salariales, como el seguro social, ahorro habitacional, vacaciones y otros. A pocas horas de su denuncia les aplicaron “la moral socialista” : fueron despedidos. Vecinos dijeron que ha habido varios intoxicados en Tinaquillo a causa de haber comprado en Pdval alimentos en mal estado. Y añaden que “cuando el viento soplaba más fuerte el olor a podrido era insoportable” (Notitarde 03-06-10).
El 03-06-10 surge una prueba más de la negligencia criminal de un gobierno cuyo Ministerio de Alimentación lleva un estricto control sobre los productores e importadores privados de alimentos, a los que obliga a un “reporte mensual” sobre cada rubro importado y que, sin embargo, durante meses y hasta años, abandona miles de toneladas de alimentos importados y adquiridos con cuantiosos recursos públicos que no llegan a los sectores populares porque se pudren en los depósitos oficiales. De nuevo en Puerto Cabello (esta vez en Los Guayos), por denuncias de trabajadores de Pdval que se autocalifican de “explotados”, fueron encontrados 414 contenedores con leche y aceite en mal estado abandonados durante dos años. Las pérdidas suman en total 74 millones de kilos de productos de la cesta básica que escasean en el mercado.
Obsesionado con aniquilar a La Polar (¿envidioso de la eficacia capitalista contrastada con la negligencia e ignorancia propias?) y en medio de un paroxismo inaceptable en un Jefe de Estado, Chávez retó: “Mendoza, vamos a ver quién puede más: tú con tus millones o yo con mi moral”, a la par que amenazaba con confiscar Polar: “acuérdate de RCTV. Mírate en ese espejo”. ¿De qué moral habla Chávez justo cuando las muestras de incapacidad, negligencia y corrupción oficiales lo inhabilitan para las funciones de Estado? ¿De qué explotación capitalista habla Chávez si reconoce que los empleados de la empresa Diana (estatizada) ganan Bs 1.440 mientras los obreros de Polar reciben Bs cinco mil? ¿Quién explota a quién en versión de los trabajadores de Pdval y los milicianos despedidos por haber denunciado la corrupción de Pdval en Tinaquillo? ¿Qué trabajadores son títeres del patrón, los de Pdvsa llevados como becerros a protestar frente a Fedecámaras mientras el gobierno viola su contrato colectivo, o los de Polar porque defienden sus empleos y le recuerdan a Chávez que “las empresas estatizadas están quebradas”?
Marta Colomina
¿De qué moral habla Chávez si se hace públicamente cómplice de la monstruosa corrupción de Pdval al decir que las 74 mil toneladas de alimentos podridos solo representan el 1% del total y sin embargo ordena a la GN “confiscar”, por “acaparamiento” 120 toneladas de alimentos en buen estado de los almacenes de Polar en Barquisimeto, que apenas alcanzaban para abastecer a un 15% de la ciudad?
¿Quién es el acaparador en este inmoral juego político? ¿Lorenzo Mendoza, a quien el Gobierno le autoriza y controla cada kilo de alimentos que procesa Polar y persigue e inspecciona dos veces al día sus depósitos, o Hugo Chávez, responsable de los incapaces, vagos y corruptos que periódicamente envían al basurero miles de millones de toneladas de alimentos y engañan miserablemente al pueblo?
mcolomina@gmail.com
Fausto Masó
La decisiva influencia de Giordani, por ahora
Junio 5, 2010
Ningún fracaso disminuye la influencia de Giordani sobre Chávez, a quien no ha salvado de ningún atolladero, pero Chávez lo escucha reverentemente.
Ambos son amigos sinceros. Giordani no gana ningún concurso de popularidad, hace chistes malos; no inventó bonos como hizo Tobías Nóbregas para que después del paro petrolero Miraflores pagara las nóminas. Jugando dominó, Merentes confesó que Giordani manda a pesar de que hunda las casas de bolsa. Hubiera sido bueno que Giordani no fuera un monje laico.
Chávez adora a Giordani. Lo considera honesto, algo tan raro en su entorno como un oso polar nadando por el Guaire; sus funcionarios no resisten tentación alguna. Lo aprecia desde que lo aconsejaba sobre su tesis de grado en la Universidad Simón Bolívar. Es duro, un estudioso, un filósofo; quizá por esa razón se empecina en sus errores. Con su profesor, Chávez conversa en las madrugadas, por ese camino al final del cual todos saldremos reventados. A Giordani, igual que a Alí Rodríguez, lo apoyan los cubanos. Giordani denunció a los socialistas con Ferrari; a los días, los bolibanqueros huyeron o terminaron en prisión.
Por 1970, Giordani escribía El proyecto del MAS, libro publicado por la Universidad Central de Venezuela. Ingeniero, profesor del Cendes, compartía las ideas de los estructuralistas, hoy una simple curiosidad.
Amigo de Fernando Henrique Cardoso, que después sería exitoso presidente de Brasil, ambos daban clases en el Cendes.
Ese ejército de contenedores con alimentos podridos acaba con cualquier convicción socialista, habrían sido descubiertos enseguida si el centralismo brutal no condenara a Venezuela a esos desastres. En Puerto Cabello el olor a podrido se sentía a un kilómetro, estibadores, funcionarios, visitantes del puerto notaban esa montaña de contenedores, pero sólo cuando el mal olor abarcó todo el país Chávez tomó una decisión. Todo está concentrando en Miraflores, todo funciona mal.
Miraflores ordena pavimentar las calles y autopistas de Venezuela, nadie se atreve a decirle ahora a Chávez que frente a San Agustín, por la autopista Francisco Fajardo y por la avenida Francisco de Miranda los aguaceros acabaron con el pavimento.
En cambio, en viejas obras de la cuarta república como la Cota Mil el pavimento sigue igual.
Por televisión, Chávez presenta como una hazaña producir aceite Diana, habla de montar panaderías en los barrios tricolor. Nadie lo contradice y esa noche conversa con Giordani sobre las peculiaridades únicas del modelo cubano, la experiencia tremenda que representa hoy Venezuela. Los dos creen que cada país busca su propia vía hacia el socialismo; es decir, se empobrece de una forma única e irrepetible.
Giordani le recuerda la maldad del capitalismo, le habla de esa época dorada en que un hombre nuevo, desinteresado, trabajador, impedirá que se pudran los contenedores; pero le recuerda que estamos en un proceso de transición.
Falleció Sergio Ruiz, gran dibujante que trabajó en España, Cuba y Venezuela; en Lunes de Revolución, el Pitirre fundado por Carlos Franqui, La Codorniz y Gaceta Ilustrada. Ilustraba la última página de Exceso. Pudo irse a Estados Unidos, prefirió morir y vivir 40 años en Caracas, sin dejar un sábado de visitar el Gran Café.
Fausto.maso@gmail.com
Tulio Hernández
La jauría
Junio 6, 2010
Como en el poema aquel, erróneamente atribuido a Bertolt Brecht, al comienzo no todos lo vimos venir con claridad. A partir de 2002, muchos, muchísimos, comenzaron a padecerlo en carne propia y muchos más a entender, aunque con cierta renuencia, que no se trataba de hechos aislados. Que estábamos frente a una estrategia de guerra, una lógica implacable, una manera de entender y ejercer el poder de la cual a largo plazo, nadie, salvo aquellos que lograran la sumisión plena o camuflarse con destreza, podrían sentirse enteramente a salvo.
Primero fueron los miles ¿Cuántos? ¿14.000; 15.000; 20.000? de empelados de Pdvsa que luego de la fallida huelga petrolera de 20022003 fueron despedidos de sus cargos, no importa cuán bien formados o cumplidos en sus oficios fueran, por el único pecado de haber ejercido el derecho a huelga establecido en la Constitución. No es que haya habido juicios para establecer responsabilidades. O que se haya castigado a los cabecillas. Nada de eso. A lo bestia, como el demente aquel que para atacar los comejenes que la carcomen quema su casa, el Gobierno bolivariano dio inicio a la primera y la mayor purga política masiva que, dentro del aparato del Estado venezolano se haya conocido alguna vez.
En cosa de meses todos fueron despedidos. Algunos, incluso, apedreados en sus casas.
Luego vino la Lista de Tascón.
El indigno diputado tachirense ofreció su nombre y su rostro para realizar una de las operaciones de persecución ideológica más viles que se haya conocido en democracia alguna: la de haber hecho pública a través de la web o en CD de venta callejera la lista de los venezolanos que habían firmado la solicitud de un referéndum revocatorio del mandato del hombre que aspira a vivir 30 años en Miraflores.
Con el obvio apoyo del Consejo Nacional Electoral, comenzó entonces una cacería de brujas del tamaño del Ávila. El primer gran apartheid laboral por razones ideológicas de nuestra historia. Los casos fueron suficientemente reseñados en la prensa y en algunas películas que quedarán para el “Yo acuso”. Si habías firmado podías perder tu empleo, no contratar con el Estado a menos que borraras tu nombre del documento de la empresa, perder el cupo que ya habías ganado para hacer un posgrado en un hospital público o ser rechazado en una oficina pública para obtener cédula de identidad o pasaporte. Haber ejercido un derecho establecido en la Constitución recién aprobada te convertía en un perseguido en tu propio país.
Una vez terminada la pesca de arrastre, comenzó la persecución selectiva. No hay prácticamente un espacio de lo público o lo privado donde la jauría de cancerberos no haya asestado sus mordiscos rabiosos. Ocurrió la persecución y humillación de los científicos, emprendida por aquellos que desde el IVIC afirman estar haciendo química o física socialista. La persecución cultural que, entre otras joyas, tiene su mejor expresión en la frase aquella del ministro de dudosas “villas” cuando, a propósito de la actriz Fabiola Colmenares, sostuvo algo así como que “ningún opositor del Gobierno tenía derecho de actuar en obras de teatro o películas financiadas por el Estado”.
No olvidar la persecución a los políticos, para la que ya no se usa esbirros de lentes oscuros y manoplas de metal, sino contralores, fiscales y jueces de morales elásticas dedicados, entre otras artes, a inhabilitar electoralmente a los candidatos salidores de la oposición o a encarcelar bajo cualquier ardid a quienes un día dejan de gritar “patria, socialismo o muerte” (y perdonen la redundancia).
Tulio Hernández...
Ahora hemos llegado a la persecución final. La del estatismo definitivo. La del “entierro del capitalismo venezolano”, como ha llamado Yo el Supremo la operación. La del despojo de las últimas grandes empresas, como la Polar. La del encarcelamiento, sin juicio previo, de empresarios de la bolsa y de la banca. Para que, Yo el Supremo dixit, se sepa que en Venezuela “no hay nadie intocable”. Lo que en el lenguaje y la mente de los caudillos del siglo XIX, que es el lenguaje y la mente de la cúpula militar en el poder, significa “en Venezuela me cargo a quien me da la gana, ¿y qué?”.
Por alguna razón nos negábamos a creerlo. En Venezuela, decíamos, eso no puede suceder. Como en el poema atribuido a Brecht, todos creímos alguna vez que estábamos a salvo. Y, todavía, hay quienes se empeñan en hacerlo.
hernandezmontenegro@cantv.net
Alberto Barrera Tyszka
El camino de las diferencias
Junio 6, 2010
El Gobierno es muy eficaz a la hora de satanizar a los otros. Para el socialismo del siglo XXI lo plural siempre es una amenaza.
Decía Vaclav Havel que uno de los problemas fundamentales de la resistencia ante proyectos autoritarios reside, con mucha frecuencia, en cómo enfrentar las etiquetas con las que el poder reduce y condena cualquier cuestionamiento, cualquier diferencia.
El punto de partida, la carta de presentación, ya es en sí un gran primer obstáculo. El nombre es la primera desventaja.
Bajo el término oposición, oposicionistas si se quiere ser aún más despectivo, el poder ha ido sumando, durante estos doce largos años, una inmensa cantidad de cualidades negativas. El Gobierno es muy eficaz a la hora de satanizar a los otros. Para el socialismo del siglo XXI lo plural siempre es una amenaza. No en balde necesitan dos adjetivos para dejar claro que aquí no hay matices: rojo-rojito.
Para el Gobierno, la polarización es un gran negocio. Por eso promueve y distribuye la idea simple e infantil de que la oposición es una sola, única y siempre igual: ingrata, maligna. Sin corazón en el pecho.
No hay que escarbar demasiado para constatarlo. Según denuncia el poder (a la oposición siempre hay que denunciarla, la oposición siempre esconde algún oscuro peligro), sus adversarios están haciendo ahora una guerra económica, quieren ganar la Asamblea para tumbar al Presidente, desean que el país se hunda en la pobreza, organizan agresiones violentas en contra de funcionarios del Gobierno… aparte de que, por supuesto, son unos insensibles, despiadados, financiados por el Estado de Israel y, de paso, encima, también son unos cobardes que no quieren convocar hoy mismo a un referéndum revocatorio en contra del Presidente. ¿Falta algo? Por supuesto que sí. Falta, por ejemplo, el partido Patria para Todos, acusado ahora de traición y lanzado al corral de esa supuestamente única oposición golpista y apátrida.
Falta Domingo Maza Zavala.
Otro buen ejemplo. Como ha cometido el pecado de analizar la realidad de manera distinta de lo que dicta el manual bolivariano, el conocido economista esta semana también ha sido sentenciado. Con mucho cariño y respeto, le han dicho que es un tonto útil y que ya está chocho. Además de escuálido: ¡viejo! Por si fuera poco, en ese mismo saco entra Lorenzo Mendoza, un empresario de bajo perfil personal al que, de pronto, el Presidente ha comenzado a publicitar con inusitada vehemencia.
Probablemente, la mayoría de los venezolanos no tenemos ni idea de quién es Lorenzo Mendoza. Probablemente, ni siquiera tengamos una imagen física clara de este hombre. Pero ya nos han dado el alerta. Es millonario, por lo tanto, es sospechoso, es malo-malito y no tiene dignidad. “Es presidenciable”, denuncia el Gobierno. Como si eso fuera un delito, además. No hay manera de salirse del monólogo oficial sin ser condenado al infierno de la oposición.
No importa quiénes sean, cómo sean, qué opinen, qué cuestionen. Para el poder, todo es parte de lo mismo.
Franklin Brito y los obreros de Guayana son iguales a Marcel Granier; entre Posadas Carriles y el Grupo Actoral 80 no hay diferencias; Margarita López Maya y Oscar Pérez pueden ser ponderados de la misma manera…Como si la realidad fuera un show televisivo, la retórica gubernamental nos ofrece una revolución construida a partir de estereotipos, donde siempre falta la complejidad.
Alberto Barrera (Continuación)...
Y justamente eso es lo que nos sobra: grises. Justamente esa es la realidad que tenemos: variada, confusa, rara. Tampoco hay que ir muy lejos para ver los desastres de cierto liderazgo político de la oposición, para encontrarse con el mal manejo que se hizo de la propuesta electoral en Miranda. Es sólo otro ejemplo. Tampoco hay que escarbar demasiado para tropezarse con Enrique Mendoza o con Julio Borges, ambos con dos puestos de salida para las próximas elecciones, empeñados en imponerse; empeñados en privilegiar sus posturas personales antes que las urgencias del colectivo, en repetir las viejas prácticas que los venezolanos no queremos ver en ningún lado, en ninguna historia. La falta de transparencia, las complicidades ante los errores, son también una forma de hundirse en la polarización, de no ejercer la diversidad.
Ha dicho el Presidente esta semana que “sería una tragedia” que la oposición ganara las próximas elecciones porque, desde la Asamblea, “sabotearían al pueblo”. Es una muestra magnífica de su lógica antidemocrática. En nombre del pueblo, puede incluso condenar lo que el mismo pueblo elige. De cara a septiembre, ése es posiblemente su gran miedo. Que encontremos el camino de las diferencias, de la complejidad. Que el país por fin descubra que la revolución y el pueblo no son la misma cosa.
abarrera60@gmail.com
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